Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre cuadros por licherni

[Reviews - 157]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

bueno, después de muchisimo tiempo ya vuelvo a estar aqui, siento muchisimo la tardanza y espero que este capi lo compense

disfrutadlo

Kisses

 

Capítulo 12: San Valentín

 

(Narra Draco)

 

Todo el mundo ha bajado ya al salón de bailes y está disfrutando, todo el mundo menos él y sus amigos, miro a Blaise que baila conmigo mientras Theo lo hace con una chica que lo ha invitado.

-¿Dónde estarán?

-Ni idea, no los he visto después del concurso y están a punto de decir a los ganadores- me responde también preocupado.

 

Entonces la puerta se abre de golpe y aparecen los siete, todo se queda quieto y en silencio al verlos llegar. Murmullos de admiración se elevan de los presentes de las otras academias al verlos, hay que reconocer que todos están muy elegantes. Lombottom se acerca a Theo con una sonrisa molesta que reclama lo que es suyo, la chica da las gracias a Theo y se va sonrosada. Weasley viene hacia nosotros y yo suelto a Blaise, después de darme las gracias se lo lleva con él. Entonces mi mirada se queda en él, totalmente espléndido con su terno negro, el pelo revuelto y una sonrisa arrebatadora. Los gemelos se despiden de él y se van bailando, igual que Thomas y Finnegan, entonces toda su atención se centra en mí. Se acerca con paso seguro y la felicidad brillando en los ojos, en cuanto llega a mi altura hace una reverencia y extiende una mano.

-Espero que aceptéis mis disculpas y el ofrecimiento de ser vuestra pareja en el siguiente baile, mi príncipe.

-Vuestras disculpas las acepto mi rey pero el baile prefiero el último, tiene más importancia y hay gente a la espera de concederles el honor de darles un baile, yo os esperaré tranquilamente.

-¿Seguro? No quiero dejarte solo.

-No te preocupes, no me va a pasar nada, es un baile, no una lucha libre.

-De acuerdo- se acerca a mi oído y susurra.- Recuerda que te amo con locura- luego me besa en la mejilla y se va a bailar con su antecesor.

 

Blaise se sienta agotado a mi lado y coge una copa de champán para quitarse un poco el calor que tiene. Yo sonrío divertido y sigo mirando a Harry que esta vez baila con Weasley, parece que se lo pasan bien.

-¿Lo vuestro ya se ha arreglado?

-Sí, sólo fue una tonta disputa, además con ella he conseguido más de lo que creía que podía ganar- Blaise asiente al entender lo que quiero decir y mira a su novio que nos mira un momento y luego se ríe con Harry.- Parece que planean algo, yo que tú tendría cuidado esta noche, trabajan muy bien en equipo.

-No sé lo que puede...

-¡Eh tu!- dice alguien a nuestro lado. Miro a un alumno de otra academia de rostro tosco, pelo castaño muy claro y ojos oscuros.

-¿Es a mí?- pregunto alzando una ceja al más puro estilo Malfoy.

-Sí, ven a bailarr conmigo- me ordena con un acento claramente ruso.

-Lo siento pero no, además yo no obedezco a nadie.

-Baiarras conmigo- afirma tozudo.

-No, no quiero.

-Quierras o no, bailarrás- me dice cogiéndome del brazo. Yo me suelto de un tirón y lo miro enfadado.

-Te he dicho que no bailaré contigo y es que no, no tienes ningún derecho a tocarme ni a obligarme a hacerlo, piérdete.

-Vamos Draco, déjalo, no merece la pena.

-Tu no te metas- le dice el tío a Blaise empujándolo.

-¡Eh tú, no toques a mi novio!- le dice Weasley poniéndose al lado de Blaise. Enseguida todos los Slytherin y Gryffindor están a nuestro alrededor, Harry incluido, Weasley esquiva lo que podría haber sido un buen golpe y Harry le para el puño al ruso.

-Vayamos fuera- le dice muy serio. Me coge de la mano y sale al jardín, en cuanto están fuera el ruso le asesta un puñetazo que le rompe el labio al cogerlo desprevenido.- No sigas por ahí, puedes acabar mal.

-No te metas donde no te llaman- le responde el otro asestándole otro que le hace una brecha en la ceja por el anillo que lleva.

-¿Harry, qué haces? ¡Defiéndete!

-Draco, pareces una doncella histérica, todo está bajo control, sólo quería no llegar a las manos- me informa, luego suspira resignado y para el puño que iba directo a su cara- pero ya que no ha podido ser, no puedo hacerle nada- le da un puñetazo en el estómago que casi lo tumba y aprovecha para quitarse la chaqueta, tirándomela a mí, y aflojarse la corbata mientras el otro se intenta recuperar.- ¿No has tenido bastante?- el otro intenta pegarle una patada pero Harry lo coge del pie con facilidad y tira de él para hacerlo caer de espaldas con un duro golpe. El ruso se vuelve a levantar e intenta pegarle otro puñetazo pero Harry lo coge de la mano y le hace una llave que debe doler mucho.- ¿Te tranquilizas?

-S-si, m-me trrranquilizo, es-es-estoy tranquilo perro suéltame.

-¿Seguro?

-S-sí, s-segurro.

-De acuerdo, la próxima vez que te digan que no, te jodes y no insistes, y como uno de los míos se queje de has vuelto a las andadas te cagas. Además éste es mío y sólo mío, así que más te vale no volver a mirarlo siquiera.

-S-sí, d-de acuerrdo.

-Bien, vamos Draco- me coge de la mano y empezamos a irnos pero el otro se levanta e intenta atacar por la espalda a Harry que me suelta un momento para agarrarlo del brazo levantarlo por encima de él y tumbarlo de nuevo en el suelo.- Nunca aprenden.

 

Me lleva de nuevo al salón de baile pero yo lo paro antes de entrar. Él me mira extrañado por mi resistencia a volver, se acerca para acariciarme la cara con una sonrisa.

-¿Qué pasa? ¿No querías el último baile?

-Ya no, estás sangrando, ven, te curaré esas heridas.

-Pero todavía tengo que hacer un anuncio ante todos.

-Hoy no, lo más importante es curarte, vamos- tiro de su brazo y él se deja llevar con un suspiro. Le paso un pañuelo.- Póntelo en el corte para que deje de sangrarte, así será más fácil curártelo.

-De acuerdo.

 

Lo conduzco a mi habitación lo más rápido que puedo sin correr ya que la herida no es tan grave y eso haría despertar a los más pequeños. Al abrir la puerta enciendo las lamparitas del escalón que sube a mi cama y que alumbran lo suficiente. Me quito la chaqueta, la corbata, los zapatos y los calcetines para estar más cómodo, él me imita y se sienta en mi cama mientras yo entro en el cuarto de baño para coger el botiquín de primeros auxilios. Me siento frente a él en posición de apache y le quito la mano con el pañuelo de la herida.

-No es muy grave, tal vez un poco más profunda de lo que debería ser por la fuerza del puñetazo pero nada del otro mundo, en una semana más o menos se te ha curado- le digo echando mercromina a una gasa y pasándosela por encima para extenderla un poco.- ¿Te duele?

-No mucho, lo tengo hinchado pero se me pasará enseguida- dice con una sonrisa que le abre aún más la herida del labio.

-Tonto, te estás empeorando la herida.

 

(Narra Harry)

 

Pasa la gasa con cuidado sobre la herida de mi labio intentando hacerme el menor daño posible, cada uno de sus movimientos está totalmente medido para no hacer que me duela ni empeore la herida.

-Draco.

-Dime.

-Sobre lo que he dicho antes...

-¿Cuál de las cosas que has dicho?

-Pues eso de que eres mío, quería disculparme, que yo te ame no implica que tú también lo hagas y no quiero quitarte libertad, no debí decirlo- le digo, él sólo guarda las cosas en el botiquín y vuelve a dejarlo en el baño. Al volver a sentarse en la cama sonríe dulcemente.

-Eres tonto, ¿lo sabías? Si todavía no te he rechazado ¿por qué te crees que es?- se acerca y se sienta en mis muslos para luego pasarme los brazos por el cuello y entrelazar sus manos en mi nuca.- El sol no es nada sin un planeta que orbite a su alrededor, yo también me he vuelto adicto a tu presencia, tu aroma a vainilla, tu piel bronceada. Yo también te amo con locura estúpido león, y sé que ya lo sabias.

-Nunca viene mal asegurarse, me gusta trabajar sobre una base sólida y resistente- acerco mis labios a los suyos rozándolos pero sin llegar a besarlos, tentándolo a que sea él quien empiece.

 

No necesita que lo tiente demasiado para que se impaciente y me bese con necesidad, acercándome más a él gracias a las manos que tiene sobre mi nuca. En cuanto abre un poco la boca aprovecho para profundizar y acariciar su lengua con la mía. Enseguida empieza la batalla por el control que acaba en empate por la falta de oxigeno, juntamos nuestras frentes con una sonrisa divertida en los labios. Mis manos hasta entonces quietas empiezan a acariciar sus muslos con parsimonia y lentitud en cuanto volvemos a besarnos. Ni me molesto en meter las manos bajo su camisa, la desato y la hago perderse por la habitación para dejar expuesto ese delicioso torso de piel nívea y suave. Lo tumbo con delicadeza y me quito mi camisa antes de atacar su cuello con besos, mordidas y lamidas que lo hacen jadear. Sus dedos juegan con mis pezones haciéndome gemir bajito, en un movimiento involuntario hago rozar nuestros miembros por encima de la tela del pantalón haciéndonos soltar un ronco gemido.

-Hazlo otra vez Harry.

-Voy a hacer algo mejor- le digo. Desato su pantalón en tiempo record y lo hago desaparecer por la habitación. Me inclino sobre la creciente erección bajo los bóxers y lamo con lentitud, deleitándome con la cara de puro placer que tienen los rasgos de Draco.

-¡Ah! ¡Harry!

-¿Sigo?

-Por dios, ¡sí!

-Tus deseos son órdenes para mí- repito el proceso un par de veces más haciéndolo gemir deliciosamente.- Tu voz es música para mis oídos.

-Necesito más Harry, dame más.

-Como quieras- finalmente me deshago de los bóxers liberando la palpitante erección que tiene entre las piernas.

 

Ante su atenta mirada empiezo a lamer desde la base a la punta ayudándome con las manos a masajearla. Nuestro contacto visual no se pierde en ningún momento y eso hace mucho más excitante el momento. Sus ojos totalmente nublados de placer, sus manos enredadas en mi pelo marcándome el ritmo a seguir, me la pone dura sólo pensar que soy yo quien le proporciona tanto placer. No le da tiempo a avisarme cuando se viene en mi boca, pero no me importa, vuelvo a ponerme a su altura y lo beso para que pruebe su propio sabor. Una de sus manos se posa en mi entrepierna haciéndome gemir, él sonríe pícaro y se deshace de la ropa que me queda tan rápido que parece que me la ha arrancado. Reparte besos por mi pecho mientras acaricia mi erección, cada uno de los roces de sus labios contra mi piel arden como un placentero fuego, de vez en cuando me muerde haciéndome soltar un gemido más ronco que los demás. Ambos notamos que estoy llegando a mi límite, yo paro su mano y la quito, él me mira extrañado.

-No lo quiero así, quiero que me pertenezcas- le digo con la respiración acelerada, él asiente algo inseguro.- ¿Es tu primera vez?

-Sí, en esto sí.

-De acuerdo, intentaré no hacerte daño, chupa- le digo extendiéndole tres dedos de mi mano.

 

Él obedece chupando mis dedos como si del más dulce caramelo se tratara, enseguida me uno a él empezando una batalla de lenguas con mis dedos entre medias. En cuanto están lo suficiente lubricados lo hago abrir las piernas y pongo bajo su cadera una almohada para que así su entrada quede más expuesta. Lo beso con pasión mientras meto el primer dedo, él se tensa al sentir la intromisión y yo lo hago relajarse profundizando el beso, haciendo que se concentre en mi lengua jugando con la suya. Al meter el segundo dedo me dedico a lamer uno de sus pezones ya duros mientras que acaricio el otro con una mano. Voy moviendo los dedos en círculos y luego abriéndolos y cerrándolos para que la entrada se vaya dilatando. Poco a poco los gemidos de molestia van cambiando a los de placer, en ese momento meto el tercer dedo, Draco se vuelve a tensar y yo le acaricio el pelo antes de bajar la mano a su nueva erección. Una vez totalmente acostumbrado saco los dedos recibiendo un quejido de protesta.

-Te dolerá un poco, no te cortes de arañarme y morderme, intentaré ser lo más delicado posible.

-De acuerdo- me posiciono en su entrada y voy metiéndome en él con mucho cuidado, eso no evita que grite de dolor.- ¡AH! ¡Harry por favor, haz que pare!

-Pronto pasará- le digo terminando de una estocada, él para evitar gritar más me muerde el hombro.

 

Lo abrazo con cariño y dejo que se acostumbre acariciando su espalda con una mano y su erección con la otra. Poco a poco él mismo empieza el vaivén con sus caderas. Enseguida empiezo a participar yo también haciendo más profunda cada estocada, los gemidos de ambos llenan la habitación, tan altos que agradezco que las habitaciones sean insonorizadas. Sin darme cuenta mi mente deja de pensar, sólo queda en ella la necesidad de hundirme cada vez más profundo en éste cuerpo cálido que me envuelve. Ambos empezamos a llegar a nuestro límite, Draco es el primero en venirse bañando de semen nuestros cuerpos y las sábanas, yo lo sigo enseguida al notar estrecharse placenteramente las paredes de su entrada. Ninguno podemos evitar gemir el nombre del otro al llegar a nuestro esperado orgasmo. Caigo sobre Draco totalmente agotado y temblando un poco por los efectos post-orgásmicos, con delicadeza termino saliendo de él una vez recuperada la capacidad de respirar en condiciones. Un hilo de semen junto con un poco de sangre se escurre entre sus piernas, yo sonrío y lo limpio con la sábana, por fin es mío.

-Te amo Draco.

-Yo también te amo Harry.

-Draco, ¿quieres salir conmigo? ¿Quieres ser mi primera relación seria?

-No sé ni para qué preguntas, estaba deseando serla.

-No sabes cuánto he esperado para escuchar eso, mi ángel, no sé cómo he podido vivir bien sin haberte conocido.

-Igual que yo lo he hecho, buscando el momento de conocernos por fin, tengo sueño- me informa.

-Pues duerme amor mío, mañana por la mañana seguiré a tu lado mi príncipe, siempre lo estaré.

-Es una promesa- dice medio grogui.

-No, es un juramento.

-Mejor- sus ojos terminan de cerrarse y se queda dormido acurrucado en mis brazos, tiro de las sábanas para meternos bajo ellas, casi enseguida me quedo dormido yo también.

 

(Narra Draco)

 

Despierto sintiéndome una persona nueva, una persona protegida, amada. Unos brazos me rodean y me aprietan más fuerte contra el cuerpo al que pertenecen, un dulce olor a vainilla me envuelve y me hace recordar todo lo acontecido anoche, al final me llevé el último y mejor baile. Su piel suave contra la mía me hace sentirme mejor que nunca, pero un dolor punzante donde la espalda pierde su bonito nombre me hace soltar un quejido. Los brazos que me rodean se sueltan y yo abro los ojos asustado, me encuentro con unas esmeraldas que me miran preocupadas.

-¿Estás bien?

-Me duele un poco el...

-Ah, entiendo, lo siento no quise hacerte daño pero no había más medios.

-No importa, así está bien.

-¿De todas formas tienes crema para los esguinces o algo así?

-Creo que sí, mira en el armario del baño- se levanta y entra al baño. ¡Dios! No puedo creerme que me ése adonis sea ahora mío, ¡qué culo tiene el cabrón! Vuelve con la caja de medicinas y se sienta a mi lado.- Es ése botecito blanco.

-De acuerdo, ponte boca abajo, no te haré daño- obedezco. Siento sus dedos rozar mi entrada aplicándome con cuidado la crema.- Ya está, te seguirá doliendo un poco al sentarte, pero se te pasará para mañana.

-Gracias cielo- respondo dándole un beso en agradecimiento que él responde gustoso.- Creo que deberíamos darnos una ducha, estamos pegajosos.

-Yo volveré a mi habitación para cambiarme también de ropa, te veo en el comedor, ¿de acuerdo?

-¿Por qué no te has ido antes?- le pregunto mientras lo veo vestirse.

-Te juré que estaría a tu lado, además no quería perderme ni un segundo de tu carita de ángel cuando duermes. Dile a Blaise que utilice un cojín al sentarse, le hará bien- me dice, antes de darme un último beso y salir de la habitación.

 

Suspiro con una sonrisa en los labios y me levanto con cuidado para que no me duela más la trasera. Me meto en la ducha y pongo el agua lo más caliente que puedo, mi cuerpo se relaja y me dejo llevar un poco. Me lavo todo el cuerpo con parsimonia, luego paso al pelo y salgo, me envuelvo la cintura con una toalla y me miro al espejo. Tengo marcas por todo el cuerpo, en el cuello y los hombros sobretodo, ¡¿cómo se le ocurre ponerme marcas tan notorias?! Me pongo un jersey de cuello alto y sin mangas, encima una sudadera y unos vaqueros gastados y unas deportivas, luego voy a buscar a Blaise. Toco un par de veces a la puerta pero nadie responde, vuelvo a tocar extrañado, al ver que nadie me abre giro la manilla y abro la puerta yo mismo.

-¿Blaise?

-Dime, Draco- me responde mi amigo tirado en la cama bocabajo.

-¿Qué haces así? ¿Por qué no te has levantado a abrirme?

-Porque podrías haber abierto tú tranquilamente y no puedo levantarme.

-Es de mala educación abrir una puerta sin llamar, se puede interrumpir algo, ¿qué es lo que te duele?

-¿A ti que te parece?- lo vuelvo a mirar y entonces me doy cuenta del detalle, una sonrisa divertida se extiende por mis labios.- No preguntes lo evidente, ¿vale? No sé por qué no te hice caso anoche, estaba más que claro.

-No tienes que jurarlo, Harry me ha dicho un remedio bastante eficaz.

-¿En serio? ¿Cuál?

-Crema para esguinces en la zona afectada.

-No se te ocurra ponérmela tú.

-No tengo muchas ganas la verdad, pero si no soy yo no creo que sea nadie.

-Pues no será nadie.

-De acuerdo, ahora déjate de tonterías y vamos a desayunar que he quedado con Harry abajo.

-De acuerdo.

 

Después de muchas quejas por parte de Blaise y mucha paciencia por la mía conseguimos bajar al comedor. Harry y el resto de los Gryffindor junto con Theo nos esperan en la entrada, todos me felicitan y me amenazan a la vez, diciendo que como le pase algo a Harry por mi culpa me entero, aún así puedo ver que en realidad no creen que le vaya a hacer daño alguno. Antes de entrar Harry me coge del brazo y me acerca a él hasta abrazarme, no se me ha pasado por alto el detalle que lleva un camiseta que deja todo su cuello al aire y por lo tanto también todas las marcas que le dejé anoche.

-Tengo que pedirte un favor.

-¿Cuál?

-Quiero hacerlo oficial, que todos se enteren de que soy tuyo, ¿me dejarías hacer el anuncio a mi manera?

-Está bien.

-Gracias- me da un beso de despedida y entra con una sonrisa de oreja a oreja, me da un poco de miedo pensar qué tiene en mente. Entro yo también y me siento en mi mesa entre Blaise, que se remueve incomodo, y Theo más feliz que unas castañuelas.

-¿Qué te ha dicho?

-Que quiere hacerlo oficial.

-¿En serio? Bueno, esto va a ser interesante, ¿te ha dicho cómo?

-Nanai.

-Sí, va a ser muy interesante. ¿Qué? ¿Cómo lo llevas Blaise?

-Que te jodan Theo.

-Ya lo han hecho, pero creo que a ti te ha dolido más.

-¡Chicos un momento de atención por favor! ¡Quiero anunciar algo!- dice la voz de Harry sobre las demás. Todo se queda en silencio y todos los ojos se han posado en él que se sube al banco de su mesa. ¿Qué pretende?- Bien, como muchos sabéis nunca he tenido una relación seria, ni me he enamorado, hasta ahora. Llevo un tiempo persiguiendo sin descanso al ladrón de mi corazón, haciendo planes para que por fin fuéramos el uno del otro. Claro está que si uno no quiere es imposible, es por eso que hoy, aunque vaya tarde para que fuera el momento apropiado, me gustaría formalizar lo que llevo queriendo desde hace un tiempo. Draco Malfoy, tú has sido mi luz desde que llegaste a esta academia, jamás vi ángel más bello que tú y muero por ser tuyo. Sería tu esclavo, tu amigo del alma, tu amante con tal de mantener esa hermosa sonrisa en tus labios, por favor, ¿aceptarías que fuera tuyo? ¿Querrías salir conmigo?

-P-pero, ¿c-cómo se te ocurre hacer esto? ¿N-no decías q-que querías hacerlo oficial?

-Ya te he dicho que quería que fuera a mi manera, ahora me gustaría que respondieras a mi pregunta. ¿Quieres salir conmigo?

-Claro que sí Gryffindor tonto.

-Entonces acepta mi regalo- con un giro de mano hace aparecer una rosa, la más roja que he visto nunca, y me la lanza.- Te amo mi Draco.

 

Después de una sarta de aplausos, todo vuelve a la normalidad salvo mi color de piel que se ha quedado en el rojo carmesí de la vergüenza. Theo y Blaise se ríen por lo bajo de vez en cuando, a cambio reciben una patada o algún codazo por mi parte. Después de desayunar nos reunimos todos en la sala común de Gryffindor, Harry sentado en su sillón, yo sobre sus piernas con sus brazos alrededor de mi cintura y una sonrisa de pura felicidad en los labios de ambos. Su mirada se fija en un periódico local que hay en la cesta de las revistas, se acerca a cogerlo pero Weasley reacciona antes que él y lo coge algo nervioso.

-¿Qué pasa Ron?

-Nada, sólo quería echarle un vistazo.

-Ron, el periódico es de hace tres días, ya lo revisaste, te vi leyéndolo.

-Ya bueno, es que quiero volver a verlo.

-¿Ron, qué tiene el periódico?

-Nada, Harry, en serio no te preocupes.

-Ron, el periódico- le pide poniéndose serio, su amigo niega.- Ron, dámelo por favor, no me hagas ir a por él.

-Está bien- suspira alargándole el periódico. Harry lo abre para echarle un vistazo pero se queda en la primera página con el título de primera plana.

-"El pintor fracasado Tom Riddle, acusado de asesinato, escapa de la cárcel"

------------------------------------------------------------------

hora del concurso!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

bien, habreis visto que en este capi ya no ay preguntas, y es porke, (por pereza y falta de imaginacionpara seguir preguntando) he dado por finalizado el concurso,

a partir de aki hasta el ultimo capi (que es poco) se podran responder a las preguntas ke todavia no se han respondido, en el ultimo capi anunciare al ganador que me tendra ke decir ke tipo de extra quiere, el cual lo colgare aqui, en este mismo fic ^.^

kisses

Notas finales:

espero ke os aya gustado y me dejeis muchisimos reviews ya hemos llegado casi a los 100^.^ 

kisses


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).