Capítulo 4: Criticas y visitas
(Narra Draco)
Ya ha pasado una semana desde que entregamos el trabajo, hoy debería salir la crítica elegida en el periódico de la academia ¿pero dónde lo tendrán? Vuelvo a apartar la vista del libro que estoy intentando leer pero al ver la sala común tranquila vuelvo a fijar mi mirada en las letras intentando entender algo de lo que pone. Alguien me llama desde la entrada y uno de primero de primaria corre hacia mí con el periódico en la mano.
-Ya ha salido, han tenido problemas en la imprenta, se les ha atascado en mitad de la impresión, falta de papel.
-Estos malditos Hufflepuf, ¿no saben revisar la maquinaria antes de empezar? Vaya panda de imbéciles, toma Ian, gracias por traerlo- le digo al niño dándole un bombón de los de Gryffindor.- No preguntes cómo lo he conseguido, es el último que me quedaba de los que me dio Potter.
-Gracias Draco, eres un príncipe genial- con una sonrisa se va. Abro el periódico buscando la página de los trabajos.
-Página diez- me informa Blaise al verme a punto de romper el papel porque no lo encuentro.- Esquina inferior derecha- puntualiza.
-Gracias- miro el trocito que corresponde al trabajo de Lengua y busco el nombre del autor al pie del escrito.- Es el de Potter, jodido profesor, qué puta manía de no querer decirnos nada hasta que saliera.
-Suele joder, ¿qué dice la crítica?
-"Como no es secreto para nadie lo dejo claro para los pocos que no se enteraron..."
"...Con motivo de este mismo trabajo este fin de semana pasado estuve en la cuidad con nuestro príncipe de Slytherin para ver la exposición de sus obras que este mes estará en el museo. Tengo que decir que hasta ahora nunca me habían gustado las obras de arte, extrañamente cuando entré en esa sala y vi el primero de los cuadros me arrepentí enseguida de no haberme molestado en apreciar la belleza que hay en los lienzos.
De todas formas no voy a hablar de los cincuenta cuadros que allí se exponen sino de uno en particular. Un retrato de la madre del autor fue el que más me llamó la atención. Un precioso cuadro a ceras y carboncillo, lleno de color y de vida que me recordó enormemente a los retratos que se hicieron de mi madre en mi infancia y sigo teniendo en casa de mis padrinos. En opinión profesional, aunque de pintor yo tenga poco, diré que es el mejor cuadro de los allí expuestos, los ángulos de la cara, la combinación de colores y sombras junto con la fidelidad cercana al de una fotografía me hacen pensar que la pintura raya la perfección. En cambio, personalmente podría decir muchas más cosas sobre éste cuadro, el cariño, el esmero con el que se hizo, como si para una ocasión especial se tratara se pueden notar en él. También la forma en que el autor veía a su modelo, con una belleza divina, dulce y protectora, sinceramente es una imagen que me llegó al alma y me hizo recordar los años felices que pasé en mi infancia."
-Vaya con Potter, te ha hecho una buena crítica, le debieron gustar mucho tus cuadros, ya que todo el mundo dudaba de que un cuadro le pudiera llegar al alma.
-Ya ves, yo lo haré cambiar su opinión sobre los pintores.
-Podrías pedirle que te hiciera una crítica de todos los cuadros que vayas pintando, a lo mejor con esa excusa consigues que sea tu modelo y vuelves a poder pintar algo que no sea un intento de él.
-No es mala idea Theo, además no he gastado la oportunidad de pedirle lo que quiera por acompañarlo.
-Ale, pues ahí tienes tu oportunidad de ganar el reto, y hablando del reto aquí llegan los que lo han intentado- dice Blaise mirando al grupo que se planta delante de nosotros con la cabeza gacha.
-¿Os ha eliminado?- les pregunto, ellos asienten.- ¿Cuántos quedamos dentro?
-Míralo tú mismo- me dice uno extendiéndome una carpeta.- Nos la dio para que vieras cuantos eliminados iban y el por qué de cada uno.
-De acuerdo, al menos lo habéis intentado, pero levantad la cabeza, parecéis perros apaleados, ¡que se note que sois serpientes orgullosas joder!-ellos obedecen y levantan el rostro para mirarnos a la cara.- ¿Habéis intentado el plan?
-Sí, nos ha pillado de pleno, tenía previsto que intentaríamos cansarlo y nos ha dividido en mañana y tarde, así podía descansar entre medio, además de que tiene energías para parar un tren, no sé como dice que se acuesta cansado.
-Gastará las energías en otras actividades- respondo dándole un doble sentido a la frase, por la que también se escapa un ligerísimo tono ácido.
-Últimamente no se lo ha visto con los gemelos, se dice que ya no pasan las noches en su habitación ni viceversa- comenta Theo en tono despistado con la vista fija en las páginas del periódico que he dejado de lado hace un rato.- Al parecer los Slytherin ocupamos casi toda su agenda ahora.
-Unos más que otros- comenta uno del grupo.
-Será porque llevo mucho tiempo en ésta academia- respondo sarcástico- si quieres que te haga más caso inténtalo, Goyle, nadie te lo impide, no tengo nada que perder ya que Potter no es nada mío.
-¿No erais rivales?- pregunta Blaise.
-No creo que ser rival pueda incluir propiedad.
-Yo sigo pensando que entre vosotros dos hay un intercambio, ¿seguro que no te has vendido de alguna forma, príncipe?- pregunta Goyle remarcando irónicamente la última palabra. Hecho una furia me levanto y lo cojo del cuello de la camisa.
-Jamás, jamás digas que me he vendido para conseguir lo que tengo ahora, puedes decir que ha sido suerte y lo aceptaré pero jamás infravalores mi orgullo porque jamás me venderé a nadie por nada, ¿entendiste? Ahora, si no tienes nada más inteligente que decirme desaparece de mi vista y no te atrevas a volver a discutirme nada- digo soltándolo.- ¡Esto también va para los demás, tuve más suerte que vosotros pero nada más, ahora estáis bajo mi mando y responsabilidad, si no habéis conseguido lo que yo no es culpa mía así que no insultéis a mi orgullo porque un Malfoy no se arrodilla ante nadie aunque le cueste la vida!
Desde la puerta alguien aplaude llenando el silencio que se ha producido, nos giramos para mirar al recién llegado. Con las cadenas de su cinturón sonando con cada paso, la camisa y los pantalones negros ajustados a su divina figura y el pelo al natural Potter se acerca con una sonrisa en los labios.
-Todo un discurso al más puro estilo Malfoy, vamos mejorando- me dice. Se gira hacia Goyle con la cara seria.- Tú, en la entrada hay uno de mi casa con una caja, tráela aquí y como el niño sufra algún daño vete preparando tu funeral, ¿queda claro?
-Como el agua- responde él, se va a la entrada desapareciendo entre los de nuestra casa.
-¿Vosotros sois los que he eliminado antes?- les pregunta al grupo que sigue a nuestro lado, ellos asienten y su sonrisa vuelve a aflorar.- Ya veo, me ha gustado el plan, no se saltaban las normas y podría haber sido efectivo, por una vez en todo el reto he estado a punto de perder, menos mal que me he dado cuenta, si alguno de los que quedan gana le pediré que os deje venir para dibujarme ¿queréis?
-¿Lo harías?
-Por supuesto, lo merecéis por buen trabajo en equipo.
-Muchas gracias.
-De nada- sonríen y se van. Goyle llega con una enorme caja en las manos resoplando por su peso.
-Aquí la tienes.
-De acuerdo, ahora acata la orden de tu príncipe y desaparece- él bufa molesto y se va.- Bien, ahora a lo que había venido, ¿qué te ha parecido mi crítica?
-Sorprendente, al parecer estoy consiguiendo que cambies de opinión sobre los pintores, dentro de poco querrás que te dibujen.
-Ya empiezas a soñar, baja de las nubes- responde él, me doy cuenta de que todavía está de pie.
-Siéntate, no es nada cómodo quedarse de pie.
-Gracias- se sienta al lado de Theo.- ¿Así que te ha gustado la crítica?
-Bastante, he de reconocer que me esperaba algo más negativo dado que no te entusiasman los cuadros, ha sido una grata sorpresa y por eso he pensado qué es lo que podría pedirte.
-Soy todo oídos, ¿qué es lo que puedo hacer por ti?
-Ser mi crítico personal, me gustaría que hicieras una crítica de los cuadros que voy pintando ya que desde que llegué aquí soy incapaz de pintar nada a derechas.
-Y crees que un crítico puede ayudarte a corregir tus fallos ¿no?
-Exacto, ¿qué te parece la idea?
-Me gusta, muy bien pensado Malfoy, o Theo, seguramente la idea haya salido de él- comenta mirando a mi amigo que se encoge de hombros.
-Que se quede él el merito, también estaba barajando esa posibilidad cuando ha leído la crítica.
-Me lo imagino.
-¿Para qué has traído la caja, Potter?
-Es un regalo de los Gryffindor por haber conseguido controlar a los Slytherin en tan poco tiempo, hemos pensado que os lo merecéis, ábrela- me propone con una sonrisa extendiéndome una navajita que lleva como llavero.
Corto la cinta que cierra la caja y la abro encontrándome con un montón de bolsitas de bombones de los de Gryffindor pero con el envoltorio verde y plata en vez de rojo y oro. Miro sorprendido a Potter mientras él sigue sonriendo orgulloso, cojo una bolsita y cuento, ¡diez! Hay diez bombones en cada bolsa.
-¿Cómo habéis traído esto? Debe de haber un millón de bombones aquí, ¿cuánto debe de costar cada bolsita?
-Creo que anda en los cinco mil dólares.
-¿Cómo?- pregunta Blaise mirando sorprendido la caja.- ¿Potter en serio que los habéis comprado para nosotros?
-No quedarían bien con el escudo de Slytherin en nuestra casa, no os preocupéis, no nos han costado tanto como parece, además lo merecéis, tiene mérito lo que Malfoy ha hecho y valoramos mucho su eficacia- mira el reloj y suspira.- Debo irme, tengo que encargarme de la cafetería, pásate cuando puedas por Gryffindor para que hablemos de tu petición ¿vale Malfoy?
-De acuerdo, muchas gracias Potter, por ambas cosas.
-Siempre es un placer, Blaise, Theo, espero que consigáis pronunciar algo coherente cuando estéis cerca de Ron y Nev, las estamos pasando canutas porque ninguno hace ningún movimiento, pensad algo para que eso avance, por favor, Ron tiene buenos pulmones y no me gusta nada oírlo por las noches- con un suspiro se da la vuelta y se va dejándonos perplejos.
-Borra, borra, borra- murmura Theo sacudiendo la cabeza.
-¿Ha dado a entender lo que yo he entendido?- pregunta Blaise.
-Estoy por jurar que sí.
(Narra Harry)
Vuelvo a la cafetería y me cambio el sitio de la barra con Ron, Fred se acerca para coger las bebidas que le han pedido.
-¿Les ha gustado nuestro regalo?
-Bastante, no se podían creer que eran para ellos- respondo riéndome.
-¿Sabes que van a venir nuevos profesores?
-¿En serio? ¿Se sabe quiénes?- pregunto interesado poniendo las botellas en su bandeja y terminando de preparar los vasos.
-Para nada, deben de estar en los archivos, dicen que vienen para hacer prácticas.
-¿Cuántos son?
-Uno por cada especialidad, estarán aquí durante todo este año, al parecer no han llegado antes porque se los estaban sorteando todos los colegios de prestigio, deben ser buenos porque según se cuenta ha sido una verdadera guerra de propuestas, al final han dejado que ellos eligieran y se han quedado con Hogwarts.
-De acuerdo, después miraremos ¿en qué archivos están?
-En los internos, últimamente no meten nada en los externos, desde que robaste los planos del Hufflepuf la vigilancia de los externos es mayor y se utiliza menos, al parecer creen que es más difícil acceder al ordenador.
-Puede, pero en cuanto lo hackeas ya es un juego de niños sacar la información sin dejar huellas, para los archivos externos hay que entrar en el edificio central y salir de él con lo que se necesita sin que se den cuenta y al mínimo fallo te pillan- le digo completando la bandeja con un bollo y el azúcar. Fred asiente y se va a seguir sirviendo, ahora es George quien viene a por el pedido.- ¿Qué han pedido?
-Tres Coca Colas Ligth.
-Marchando, ¿con hielo?
-Sí, ¿sabes? Últimamente nos estás dejando muy abandonados.
-No me digas que estás celoso- sonrío.
-No, sólo aburrido, nos lo pasamos bien los dos pero contigo es mucho más divertido, Fred no se deja encarcelar ni encadenar, siempre tengo que ser yo.
-Ya veo, así que quieres dejar de estar encadenado a la cama ¿no?
-Evidentemente, soy masoquista pero acabo aburriéndome y tengo las muñecas que suenan con cualquier movimiento, mira- hace girar una muñeca y sus huesos suenan de forma casi horripilante.
-Ya veo, eres su hermano y sabes sus puntos débiles, prueba a someterlo un poco, ya sabes que le gusta ese juego de vez en cuando.
-No es mala idea, ¿cómo ha ido en Slytherin?
-Bastante bien, ya les he dicho que se den vida con estos dos.
-Eso está bien- sonríe divertido y se va con la bandeja.
-No me gusta la sonrisa de George, ¿qué planeáis?- me pregunta Ron acercándose con los vasos vacíos.
-Nada, ¿no hay más a quien servir?
-Nanai, hasta que no vengan más podemos tomarnos un descanso.
-Bien, tengo algo para ti- le digo agachándome y sacando una carpeta.- Toma, le he echado una ojeada, su color favorito el aguamarina, le gusta dejar marca y hace un mes que no tontea con nadie. Le gusta dar paseos por la noche y darse un baño en la playa sin nada, a parte te he conseguido un extra- le digo guiñándole un ojo sacando también un sobre. Ron lo abre y saca las fotos que contiene, sonrío al ver como su mirada brilla con lujuria mientras sus orejas se ponen rojas.- ¿Te gusta mi regalo?
-¿Cómo las has conseguido?
-Con una noche de ayuno, los Slytherin no pueden resistirse a cenar en el comedor para vernos, tu ayuda fue esencial, si no hubieras aceptado a ponerte esos pantalones de cuero creo que no habría podido hacerlo. Luego sólo tuve que quitar las cámaras mientras estaba en clases, ¿recuerdas aquella hora en que me puse blanco como la cera?
-Sí.
-Era sombra de ojos blanca- respondo riéndome.- Aproveché el momento para ir a Slytherin y quitarlas, la verdad es que sale muy favorecido, ¿quién lo diría?
-¿Quién diría el qué?- pregunta Nev sentándose en una banqueta de la barra.
-Que Theo tenga veinte centímetros de orgullo- respondo dándole otro sobre.- Un regalo por el favor que me vais a hacer esta tarde.
-¿Cuál?
-Vienen nuevos profesores, necesito vuestra ayuda para encontrar toda la información en el mínimo tiempo.
-Bien, veamos qué me has traído- abre el sobre y sonríe al ver el contenido.- ¿Cuándo las has hecho?
-El fin de semana pasado, aquí tienes la información referente a él, utilízala un poco en vez de comértelo con los ojos, no te debe costar más de dos días meterlo en tu cama si la utilizas.
-De acuerdo, a propósito Ron, el baño no está insonorizado controla el volumen, prefiero dormir a oírte a ti.
-Seguro que me imaginas dándole al tema.
-Sí, y deseo una y otra vez hacértelo yo, tal vez si esta noche no cerraras la puerta con llave podría echarte una mano.
-Chicos, os recuerdo que estamos en la cafetería, bromas de éste tipo en privado que son más divertidas- les digo al ver que se van acercando- además aquí vienen vuestros respectivos amores platónicos. Y hoy les servirás tú Ron, así que guardad esas fotos que mi expediente debe seguir impecable.
-De acuerdo- me devuelven las carpetas y los sobres y yo los guardo.- Hora de trabajar.
-Ron, mueve un poco las caderas y esto será divertido.
-Tú ponme música y verás el zoo que te monto- responde él. Yo obedezco poniendo una canción con ritmo mientras los tres Slytherin entran y Ron se adelanta a atenderlos.- ¿La mesa de siempre?- pregunta con una sonrisa tímida.
-Claro- ¡eso es Blaise con monosílabos, seguro que la conversación se vuelve larguísima de esa forma! Ron los lleva hasta la mesa y se prepara para apuntar.- ¿Nos pones lo mismo de siempre?
-Por supuesto, no tardaré- responde él. Vuelve a la barra mientras lo fulmino con la mirada.- ¿Qué quieres que haga?
-Saca tema, habla de algo, parece que sólo os podéis comunicar por monosílabos, que se note que eres un Gryffindor, échale huevos tío, o no te doy las fotos.
-¡No!- grita, todos se giran a mirarlo y yo lo fulmino aún más, entonces se da cuenta y baja el volumen.- Eso no. ¿Pero de qué hablo?
-De lo que sea, tienes dos minutos mientras hago el batido de Malfoy para pensar en algo, dale a la cabeza tanto como a la mano.
-Échame una mano- me ruega, suspiro y miro disimuladamente en la carpeta.
-Le gusta Linkin Park.
-¿No hay un concierto de ellos la semana que viene?
-Creo que sí, además coincide con la salida a la ciudad, yo te consigo las entradas, tú invítalo- le digo poniendo el vaso con el batido en la bandeja. Él asiente y se va con la bandeja en la mano de vuelta a la mesa.
-Siento haber tardado, no encontrábamos las fresas- se disculpa poniendo las cosas encima de la mesa.- Zabini, he oído que te gusta Linkin Park.
-Así es.
-Verás, me han regalado dos entradas y me preguntaba si querrías venir conmigo, nunca he escuchado sus canciones y me daría palo ir solo sin saber nada de ellos.
-Eh... esto...- balbucea Blaise, por debajo de la mesa Malfoy de la una patada- claro, me encantaría.
-De acuerdo, cuando me manden las entradas te daré una, no me he atrevido a decirles a mis padres que no cuando me han dicho que las habían conseguido para mí, me haces un favor enorme.
-No es nada Weasley, pásate por Slytherin cuando las tengas.
-Por supuesto- se da la vuelta y sonríe victorioso. Se mete en la cocina y yo voy detrás unos minutos más tarde para encontrármelo dando saltos mortales y haciendo parcow por las paredes y los fogones, por suerte apagados.- Me siento el rey del mundo.
-Lo que tú quieras pero mejor baja de ahí antes de que nos rompas algo y vuelve afuera, hay mesas que recoger.
-Voy- dice bajando de la encimera y volviendo a la cafetería, eso sí sin dejar de llamar la atención por la forma en que camina, moviendo las caderas al ritmo de la canción que suena.
-Al parecer está contento- dice Dean dejándome vasos sucios.- Ahora el que queda es Nev, ¿a propósito, vas a pagar tú las entradas?
-Aunque tenga que ser en sitio VIP con tal de que estos dos se enrollen, no es dinero mal invertido. No intentes que te pague yo algo, tú no tienes problemas con Seamus, así que ni te esfuerces.
-De acuerdo, ¿cómo vas a hacer lo de esta noche?
-Con mucho cuidado, ya tengo hackeado el ordenador central, sólo tengo que encontrar la información pero con todos los archivos que hay necesito ayuda para encontrar el que tiene la información, así que necesito que todos estéis esta noche en mi habitación con vuestros ordenadores, Nev se encargará de conectarnos entre nosotros para que podamos ver por donde andamos los demás y no repetirnos.
-Es un buen plan, avisaré a los demás, la curiosidad me corroe.
-A mí también.
Una media hora después Malfoy se acerca a la barra a pagar, sonrío y le doy las vueltas.
-¿Tienes un rato libre después de salir?
-Creo que sí, ¿te pasas por la sala común? Le diré a Oliver que te deje pasar, mi piso es el octavo.
-De acuerdo, espero que esta vez no me tengas esperando en el pasillo mucho tiempo, no es de buena educación.
-Descuida, guardaré esta tarde para nuestra reunión, salgo dentro de media hora.
-De acuerdo, hasta luego Potter.
-Hasta luego.
Llaman a la puerta justo cuando me estoy cambiando, me pongo los pantalones de chándal y voy a abrir, Malfoy me espera al otro lado.
-Pasa, me pillas cambiándome, acabo de llegar.
-Y no podría haber venido en mejor momento.
-¿Debo entender que te gustan las vistas? Tal vez deberías dejar que apreciara yo también algo de lo que tú estás disfrutando.
-Si te apetece- responde empezando a desabrocharse la camisa, parece que lo incomoda que no haga nada para parar el juego, ¿por qué debería hacerlo? Es un adonis desvistiéndose para mí delante de mis narices.
-Ya, se acabó el juego- le digo riéndome y poniéndome la camiseta. Él suspira aliviado y se sienta en uno de los puf.- No sabía que te incomodara tanto éste tipo de juegos, si es así no lo intentes, conmigo se puede acabar muy mal.
-Está en contra de mis principios retirarme de cualquier reto, aún así no estoy acostumbrado a éste tipo de "juegos", como los llamas tú.
-Aquí uno se acostumbra enseguida, siempre viene bien perder un poco de vergüenza, Draco- digo, pronunciando su nombre en una sonrisa de satisfacción al ver el efecto que provoca ello, un extraño brillo en sus ojos color plata.- ¿Te importa que te llame Draco?
-¿No es demasiado pronto para andar con confianzas?
-Pasamos mucho tiempo juntos, siendo tu crítico pasaremos aún más, ambos estamos casi al mismo nivel y a tus amigos los llamo por su nombre de pila teniendo menos contacto que contigo, no creo que sea pronto para llamarte Draco- respondo con lógica aplastante que lo empieza a descolocar.
-¿No te estarás quedando conmigo Potter?
-Llame Harry, y te prometo que no me estoy quedando contigo.
-No estoy seguro.
-Estás recelando demasiado, es una de mis condiciones para ser tu crítico, o tienes suficiente confianza en mí como para que nos llamemos por nuestros nombres igual que la tienes para pedirme que critique tus obras o no hay trato ni más oportunidad de pedirme lo que quieras a cambio.
-Eso es chantaje.
-Te recuerdo que yo he confiado en ti para dirigir a los Slytherin, para poner el reto y para que puedas llamarme por mi nombre- lo acuso- no es para tanto.
-De acuerdo, tú ganas- suspira rendido.- Puedes llamarme Draco y yo te llamaré Harry, pero que sepas que eres un chantajista.
-Sólo trabajo con lo que me das, me gusta tener lo que quiero y no suelo tener problemas en conseguirlo, así que si me pones pegas tengo que quitarlas del medio, Draco. Bien ¿cómo quieres que lo hagamos, Draco?
-Me vas a gastar el nombre si lo utilizas tanto.
-Me gusta regocijarme un poco en mis victorias- respondo sonriendo.- Vuelvo a preguntarte, ¿cómo lo haremos?
-Había pensado en enseñarte todos lo cuadros que vaya pintando, cuando termine uno quedamos, te lo enseño y tú me dices qué tal está.
-La idea es buena, pero aunque estoy meditándolo todavía creo que deberíamos encontrar otra manera. Tú dices que eres incapaz de pintar nada a derechas, ¿por qué no empezamos de cero? Yo te digo qué tienes que pintar y tú lo pintas hasta que te sale bien y puedas aprobar, así podrás hacer cuadros que estén medianamente bien aunque no tengas inspiración.
-Suena a mucho trabajo.
-Y lo es, pero es una forma de mejorar, Athem no se te ocurra arañarlo- digo sorprendiendo a Draco que se gira a mirar a mi siamés a punto de arañarle un tobillo. Bajo de la cama y lo cojo en brazos para volver y no pueda hacer nada malo.- Estaba escondido en el armario, al parecer no le gusta que lo haya abandonado un poco por los Slytherin y te ha cogido manía.
-Pues tendrá que joderse, esta vez gano yo- responde con una sonrisa de victoria.
-Resulta gracioso ver cómo te picas porque te dije que un gato te pasó por encima.
-Pues a mí no me hace mucha gracia- me río- bah, deja ya de reírte Harry, no tiene tanta gracia como dices.
-De acuerdo, no tiene tanta gracia- acepto. Nos quedamos un rato en silencio mientras acaricio la cabeza de Athem para que se vaya durmiendo a mi lado.
-Lo del concierto lo has planeado tú ¿verdad?
-Más o menos, busqué información y lo demás fue casualidad y cuento, ya les he pedido las entradas en asiento VIP, me las mandarán mañana.
-O sea que no le han regalado las entradas.
-Técnicamente sí, aunque no sus padres, si consigo que con ello se líen me importa poco pagar lo que valen las entradas. Ahora nuestro único problema es Neville, él sabrá lo que hace con el material que le he dado.
-Theo también necesita un empujoncito, según me ha dicho Lombottom lo tensa, el pobre se siente como si lo estuviera desnudando con la mirada.
-No me extrañaría que fuera eso mismo lo que hiciera Nev, le gusta mucho mirar, su imaginación no tiene límites y puede recordar una imagen a la perfección, pero no sabe bien cómo actuar para conseguir lo que quiere.
-A Theo le pasa algo parecido pero al contrario, sabe lo que tiene que hacer a la perfección pero a la hora de la práctica se queda enganchado.
-Tenemos muchos problemas con estos cuatro, no debe se ser tan difícil decirle a alguien que le gustas.
-Eso dependería de la persona también ¿no?
-No sé qué decirte, yo las pocas relaciones que he tenido no han sido en plan "me gustas" sino "te quiero en mi cama y ahí vas a estar"- digo, levanto la mirada para ver su cara ya que se ha quedado callado, parece un poco sorprendido aunque su rostro siga siendo el mismo.- ¿He sido demasiado sincero?
-Un poco, ¿no es peligroso contarle a la gente tus cosas privadas de esa manera?
-No es secreto para nadie que estuve liado con tu antecesor y con el mío, sólo que en aquellos años el rey de las casas era Orión, de Ravenclaw, ya que Chris y Dorian se peleaban todo el rato y Max estaba siempre en las nubes, por eso nadie me acusa de que mi puesto sea por haberme vendido. Tampoco es secreto que hasta hace poco estaba liado con los gemelos, así que no hay mucho problema en contarte algo que ya deberías saber, en parte. Aunque el que ninguna de ésas relaciones haya sido seria trae un par de consecuencias que no me gustan mucho.
-¿Como cuál?
-Pues que el resto de los alumnos crean que mientras sea sin compromiso acepte a acostarme con cualquier chico guapo.
-¿Me lo estás diciendo en serio?
-Totalmente, tuve que aprender a defenderme por mí sólo porque no me dejaban en paz, es por eso que estoy en el club de artes marciales.
-Vaya, no sabía que eso podía pasar.
-No te preocupes, no fue por mucho tiempo, Dorian me cogió bajo su tutela y le pidió a Chris que me enseñara a defenderme, luego Orión puso en su sitio a todos, ya que yo no era el único en sufrir abusos, los actuales príncipes de Ravenclaw y Hufflepuf, Cedric y Roger, también tuvieron problemas de ése tipo y pidieron ayuda como yo.
-Lo que cuesta ser guapo ¿verdad?
-Egocéntrico.
-A mucha honra- responde él con una sonrisa.- Se cuenta que estás dejando abandonados a los gemelos por los Slytherin, ¿tanto te gustamos ahora?
-Lo mío con los gemelos es por interés, ellos me dan diversión y viceversa, ahora que he encontrado algo más interesante no tengo por qué estar con ellos tanto tiempo, cuando se acabe el reto si nadie me propone algo interesante que hacer volveré con ellos, cuando todo está bajo control la vida no es muy interesante.
-Bueno, para eso aquí estoy yo, para hacerte la vida interesante, Harry.
-Tal vez, pero no para todo, Draco, habrá alguna línea que no quieras sobrepasar, mis intereses son muy variados.
-Hasta entonces, intentaré hacer que nuestras vidas sean interesantes, ¿te parece?
-¿Lo prometes?
-Palabra de Malfoy.
-De acuerdo, confiaré en ti una vez más- llaman a la puerta y miro la hora sorprendido.- ¿Ya es la hora de cenar? Qué rápido pasa el tiempo- abro la puerta y los chicos entran sentándose en la cama.- Se nos fue la hora, me cambio y bajamos- les digo entrando en el armario.
-De acuerdo.
Una vez cambiado bajamos todos al comedor y nos separamos para ir a nuestras mesas. Nos quedamos en silencio cuando el director se levanta para hablar.
-Queridos alumnos, quería informaros de una novedad tardía de este año. Habíamos pensado en poner un club de tiro con arco, pero teníamos problemas en encontrar profesor y no hemos podido organizarlo desde el principio del curso, aún así hemos encontrado profesor y pronto lo tendremos aquí, mañana se abrirá la fecha para apuntarse, la fecha final se pondrá en el día de Halloween para empezar con las clases antes de navidades. Ya podéis empezar a comer, esto es todo.
El comedor se llena de conversaciones sobre el nuevo club, el profesor y demás cosas, nosotros en cambio nos concentramos en cosas más importantes.
-Ron, ya te he pedido las entradas, estáis en sitio VIP, aprovecha la ocasión, por favor tíratelo o lo meto en tu cama con una viagra en pleno efecto.
-¡Qué!
-Baja la voz, ¿quieres que se enteren todos?- le dice Nev, él niega.- Bueno, las entradas llegarán mañana, el finde que viene te lo tiras sin falta, que esto ya está siendo hasta desesperante.
-Habló, Nev lo tuyo sigue el mismo camino y muy de cerca, ¿qué piensas hacer tú a parte de seguir comiéndotelo con los ojos? Ya lo nota hasta él, si no se ha lanzado es porque lo pones nervioso, lo tienes perdido, o te declaras tú o no hay rollo que valga.
-¿Apostamos?
-De acuerdo, ¿qué propones?
-Cae en Halloween y es él quien se declara, doscientos.
-Trescientos en contra- dicen los gemelos.
-Cien a favor- digo yo.
-Otros cien a favor- dice Ron.
-Nosotros doscientos cada uno en contra.
-Bien, en Halloween está en mi cama y voy a concretar más, ésa noche seré yo el activo- añade con una sonrisa que sólo nos muestra a nosotros.
-Me gusta, sigo apostando a favor, siempre de tu lado Nev- le digo estrechándole la mano.- Bueno, chicos, es hora de trabajar, volvamos a casa, coged los ordenadores y a mi habitación, tenemos mucho que buscar.
Una vez todos acomodados cada uno con su portátil en las piernas y conectados al ordenador central de la academia comenzamos la búsqueda de información sobre los profesores. Abriendo y cerrando carpetas, sin dejar huellas tras nuestro paso vamos descartando un archivo tras otro, hacia las dos de la madrugada Ron encuentra lo que buscamos y nos lo pasa a la pantalla de nuestros portátiles.
-No puede ser, ¿seguro que es esto Ron?- le pregunto.
-Sin duda alguna, lo pone en los curriculums, las clases que van a dar, cuándo vienen y los horarios que van a tener, también cuanto van a cobrar.
-Al parecer éste año está lleno de sorpresas, Harry, creo que nos vas a dejar más abandonados todavía- dice Fred, George a su lado asiente un poco disgustado.
-Siempre puedo haceros un hueco en mi agenda- les digo.- O también podéis hacer que los Slytherin se eliminen más rápido y me quede con los diez esenciales dándonos más tiempo libre.
-¿Cuántos quedan?
-Veinte, y estos seguramente se lo pensarán bien antes de actuar, Draco los tiene controlados para que los planes den mejor resultado, hoy casi me ganan. Me han hecho hacer pruebas físicas una detrás de otra, por suerte me he dado cuenta y los he separado en dos grupos.
-Van pensándose mejor las cosas, habrá que tener más cuidado.
-Sí, pero bueno mejor terminamos de hablar esto mañana, estoy muerto de sueño.
-Tienes razón, Harry, buenas noches.
-Buenas noches, chicos.
(Narra Draco)
Me estoy poniendo nervioso, Harry no deja de dar vueltas por el estudio mirando a ratos la puerta y la ventana. Así no hay quien intente dibujar nada, la manzana ya me está saliendo atrofiada, ¿cómo quiere hacerme una buena crítica si me pone de los nervios y no puedo dibujar en este estado?
-¿Qué ocurre Harry?
-Hoy Ron no estaba en su habitación, ¿volvió Blaise a la suya?
-Sí, estaban los dos juntos cuando he ido a despertarlo, no te preocupes, seguramente seguirán durmiendo y cuando los veamos serán pareja oficialmente.
-Bien, me estaba poniendo de los nervios, no sabía de él desde que se fueron al concierto, me estaba preocupando de que algo saliera mal.
-Si Blaise siguió mi consejo de tomarse dos chupitos de tequila todo habrá salido perfecto, en cuanto bebe un poco se suelta de la lengua.
-No es mala idea- responde mirando de nuevo por la ventana.
-Te ocurre algo más, ¿qué es?
-¿Tanto te importa lo que me inquieta Draco? ¿Puede ser que te estés preocupando por mí?
-En parte, mi rival tiene que estar en perfectas condiciones, si no ¿de qué vale el juego si te tengo ventaja? No es emocionante, además, también eres mi amigo, y los Malfoy siempre cuidamos de nuestros amigos. Y luego la otra parte es que también me estás poniendo a mí de los nervios y no puedo terminar de dibujar, la manzana me está saliendo atrofiada- le digo señalando al lienzo con cara horrorizada. Él se ríe relajándose así un poco, la música de su móvil llena la habitación, él lo coge y descuelga.
-¿Diga?... ¿Qué ocurre Oliver?... No, ¿por qué?... Entiendo, diles que me esperen en la entrada, ahora bajamos... Gracias- luego cuelga.- Lo dejaremos por hoy, tenemos algo un poco más importante que hacer.
-¿El qué?
-Dar la bienvenida a unos profesores muy especiales, vamos.
Bajamos a la entrada para encontrarnos con Diggory y Roger, que ponen mala cara al verme llegar con él. No nos da tiempo a discutir ya que cuatro coches llegan en ese momento parándose frente a nosotros. Los cuatro chóferes se bajan a la vez y abren las puertas traseras para dejar salir a sus viajeros. Cuatro hombres jóvenes salen de ellos, el primero de piel morena, 1,90 de altura, pelo rubio oscuro con rastas y ojos verdes claros, su porte es relajado pero imponente, como el de un rey. El segundo es de pelo castaño y rizado hasta los hombros, piel pálida y rostro soñador de ojos chocolate, la misma altura que el anterior. Los dos últimos son algo más extravagantes, ambos cinco centímetros más bajos que los primeros pero con un porte orgulloso e imponente. El tercero, pelo largo hasta más debajo de las caderas recogido en una cola de caballo y de color negro azulado pasea su mirada ambarina por la fachada del edificio central y el cuarto de pelo azul eléctrico, muy corto y de punta, fija su mirada violácea en nosotros con una sonrisa en los labios. Harry se adelanta hasta ellos con una sonrisa y un brillo de felicidad en los ojos, con una mano en el pecho hace una leve reverencia ante el primero de los recién llegados.
-Bienvenido a casa, mi rey- pronuncia mirándolo directamente a los ojos. Diggory y Davis se adelantan e imitan a Harry que me mira por el rabillo del ojo para ver qué hago.
Su sonrisa se vuelve divertida al verme acercarme con cara de póquer, ¿tendrá la esperanza de que me incline como él y los otros dos imbéciles? ¡JA! La lleva clara. Al llegar a su lado me quedo mirándolos a la espera de que alguno de los presentes hable.
-¿No nos vas a presentar a tu orgulloso amigo, Harry?- pregunta el primero.
-Claro Orión, Draco, te presento a nuestros antecesores, Orión, antiguo rey, Max, príncipe de Hufflepuf, Chris, príncipe de Slytherin y Dorian, príncipe de Gryffindor. Chicos, os presento al niño prodigio, mi rival y actual príncipe de Slytherin, Draco Malfoy- me presenta.
-Un placer- digo yo.
-Igualmente.
-¿Éste has elegido como mi sucesor chibi? ¿Qué pasó con el que elegí yo?
-Que se creyó en derecho de tocar lo que no es suyo, además de que descontroló a todos los Slytherin. Draco es perfecto para el puesto, no sólo ha conseguido arreglar lo que hizo tu sucesor en tiempo record sino que además es mucho más listo, guapo y mejor jefe.
-No creo que sea más que yo.
-No sé qué decirte, por las pintas que llevas al menos más sentido del estilo y la moda tengo- respondo yo con una sonrisa cínica.
-Vaya, vaya, el pintor famosito se nos pone orgulloso, hay cosas que tú todavía no has conseguido.
-¿Cómo qué?
-Esto- coge a Harry del brazo y tira de él hasta juntar sus labios en un apasionado beso, mi estómago da un vuelvo y todo mi ser empieza a arder ante la escena pero Harry le pega un rodillazo donde más nos duele y se separa de él de un empujón ayudándome así a que guarde la compostura.
-Lo nuestro se acabó hace tiempo, no toques lo que no te pertenece- le dice cabreado poniéndose a mi lado.
-Sí, has conseguido cosas que yo todavía no pero creo que prefiero que las sigas teniendo tú, aprecio mi anatomía y no querría que acabara como tú, ¿volvemos a la nuestro Harry?
-Sí, vamos; chicos, nos vemos más tarde. Dorian, pásate por la sala común, los cachorros se alegrarán de verte.