Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre cuadros por licherni

[Reviews - 157]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

weno he aki el segundo capi espero ke os guste, muchas gracias por los reviews me han animado mucho

Kisses

 

Capítulo 2: El reto

 

(Narra Harry)

 

Vuelvo a la sala común donde todos me reciben con preguntas, dudas y demás, rodeándome para ser los primeros en ser atendidos.

-A ver, chicos, tranquilizaos y poneos en fila, no quiero peleas. Los que hayan perdido algo a la derecha, los que tengan dudas sobre las clases iros a aquella esquina y repasar vuestros apuntes a ver si encontráis las respuestas y los que hayan tenido pelea habrá juicio esta noche. Así que los acusados no podrán hablarse a menos que sea para pedir perdón y solucionarlo de manera civilizada.

-De acuerdo Harry.

-Bien- miro a al grupito que ha perdido algo para empezar.- Bien, Colin, ¿qué has perdido esta vez?

-Mi bolígrafo, estaba escribiendo con él he parado un momento para hablar con Kevin y luego no lo he encontrado.

-Está bajo el sofá, mira- me acerco al sofá y lo cojo agachándome.- Toma.

-¡Gracias Harry!

-De nada- lo beso en la frente y se va.- ¿Marc? Qué raro, no se te suele perder nada, a ver, dime qué hay que buscar.

 

Después de terminar de buscar todo lo que se les ha perdido a los chicos me siento en mi sillón junto con los demás. Mientras hacemos los deberes para mañana Ron pregunta de forma casual.

-¿Has conseguido lo que querías después de clase?

-Sí, más o menos, todavía tengo que pedir permiso y tendré todo listo.

-¿Y bien, qué era lo que querías de Malfoy?- pregunta Nev.

-Que me acompañara el sábado a encontrar algún cuadro sobre el que escribir mi crítica, me ha parecido buena idea ir a ver los suyos que se exponen en la cuidad, además, así mato dos pájaros de un tiro: veo qué tienen esos cuadros de especial y hago el trabajo.

-¿El que vaya Malfoy también tiene su razón de ser o es simplemente porque quieres ir bien acompañado?- se interesan los gemelos.

-Me gusta tener un buen guía, por lo demás no me llama la atención, tiene un aire arrogante pero es sólo apariencia.

-Y además, como todos, se queda embobado contigo- comenta Ron.- Y yo pensando que iba a ser un poco más egocéntrico y orgulloso, al menos tanto como Zabini, tienen su gracia, te dan algo de acción y discusión, son entretenidos.

-Sí, yo también estoy decepcionado, últimamente no encuentro nada interesante- comento terminando de poner el último número y cerrando el cuaderno.- Bien, ya he terminado, voy a salir un momento al despacho del director para pedirle los permisos.

-Vuelve pronto, queremos echar una partida a cartas y sin ti no tiene emoción.

-Claro, no tardo.

 

Cuando consigo las tarjetas de permiso y las entradas para el museo me dirijo a Slytherin directamente. Al llegar a la puerta el portero me detiene con una mano pidiéndome identificación y motivo.

-Harry Potter de Gryffindor, vengo a entregarle esto a Draco Malfoy, no necesito entrar, sólo que le den esto y le digan que si acepta que me busque mañana por la tarde y hablaremos, si le dicen que es de mi parte lo entenderá.

(Narra Draco)

 

Me llaman a la puerta justo cuando voy a meterme a la ducha, con muy mala ostia me envuelvo en la toalla y voy a abrir la puerta.

-¿Qué pasa, es que no sabéis leer el cartel de "ocupado, no molestar"?

-Lo-lo siento, me habían mandado a traerte algo urgente- me dice uno de primero algo cohibido y a punto de echarse a llorar.

-No se te ocurra llorar- lo aviso.- A ver, ¿qué me traes?- él me extiende una tarjeta agarrada a una cinta y un sobre, en cuanto lo cojo se va corriendo y yo cierro la puerta.

 

¿Qué es esto? ¿Una tarjeta de permiso de salida? No sabía que teníamos cada uno una, no está nada mal organizado el colegio. Abro el sobre y veo una entrada de museo y una carta bastante corta, ¿de Potter?

 

Te he conseguido el permiso y la entrada para el sábado, ¡no los pierdas! No creo que el director acceda a darme otra, primero, porque tarjetas de permiso sólo tenemos una por cada y segundo porque he tenido que insistirle mucho para que nos dejara ir. Si al final quieres venir búscame mañana y hablaremos.

 

Un saludo

Harry Potter

 

Al final ha conseguido los permisos, me sorprende que lo haya conseguido tan rápido debe tener bastante influencia en los altos cargos. Dejo las cosas sobre la mesita y me vuelvo al baño para ducharme de una vez. Cuando me vuelvo a vestir me siento en la cama con la carta y la tarjeta de permiso en la mano. ¿Qué hago? ¿Voy con él? Le dije que si conseguía el permiso iba, pero no sé, aunque me dijo que a cambio podía pedirle lo que fuera, tal vez le pueda pedir que sea mi modelo y así quitarme la gilipollez de mi cabeza.

 

Después de clases empiezo a preguntar por él, no lo he visto en todo el día ¿dónde se habrá metido? Me acerco a su sala común, para ver si está ahí, cuando llego a la puerta el portero me mira alzando una ceja.

-¿En qué puedo ayudarte?

-Venía buscando a Potter, ¿está dentro?

-¿Qué es lo que quieres de Harry?- pregunta un niño de pelo rubio oscuro, ojos marrones y piel clarita.- Que sepas que Harry no recibe a cualquiera.

-Colin sal o entra pero no te metas en líos, a Harry no le va a gustar nada- le dice el portero con una sonrisa.

-De acuerdo, no trabajes mucho Oliver- le pide antes de volver a entrar.

-Potter me pidió que lo buscara para hablar con él, ¿está?

-¿Por qué querría él hablar con un pintor?

-Eso es asunto nuestro, ¿está dentro, sí o no?

-Puede, déjame comprobarlo- pide con una sonrisa socarrona. Coge el móvil y marca un número.- ¿Harry? Aquí Oliver, ¿estás en la habitación?... Es que aquí hay alguien que te busca... Un pintor rubio con aires de grandeza... ¿En serio? Voy a ver, oye ¿cómo te llamas?- me pregunta apartando el móvil de su oreja.

-Malfoy, Draco Malfoy.

-Así que el famosísimo Malfoy, me extraña que te deje pasar, dice que es Malfoy- dice al aparato.- ¿En serio? De acuerdo, tú mandas, te lo mando enseguida.

-¿Y bien? ¿Me esperaba o no me esperaba?- le pregunto con una sonrisa de victoria en los labios.

-Pasa, te llevarán hasta él- me informa, me abre la puerta y grita.- ¡Nev, llévalo hasta Harry!

-De acuerdo Oliver- responde éste acercándose a mí.- Sígueme- me pide cuando llega a mi lado. Atravesamos la sala común despertando murmullos de extrañeza y miradas de envidia e incomprensión que me hinchan el ego. Al subir al ascensor pulsa un botón poniéndose delante para que no pueda ver cual es. Llegamos casi enseguida y las puertas se abren ante nosotros, los pasillos son iguales que los de Slytherin, no sé por qué me esperaba algo diferente.- Es la tercera puerta, llama y espera a que te diga que pases, no lo hagas enfadar, ¿vale? Hasta pronto- vuelve al ascensor y le da a un botón, enseguida se cierran las puertas y me quedo solo.

 

Me acerco a la puerta con la chapita de Potter y llamo con los nudillos, espero con tranquilidad a que me de el pase. Me quedo esperando ahí un rato hasta que la puerta se abre y salen los gemelos con sendas sonrisas.

-Ya puedes pasar, ¿llevas mucho tiempo esperando?

-Bastante, ¿estás en tu propia habitación y no eres capaz de ser puntual?

-Estaba ocupado y tenía que terminar el trabajo, hay cosas que no se pueden dejar a medias, ¿vas a pasar?

-Y, dime, ¿el trabajo era oral o manual?- le pregunto molesto cerrando la puerta detrás de mí.

-Anal- responde él tumbándose en la cama recién hecha. Mi cara debe reflejar algo que no sé muy bien qué es porque pregunta.- ¿Te molesta que practique el sexo con mis amantes? ¿Tal vez tuvieras la esperanza de unirte a nosotros?

-Definitivamente no, antes muerto que con un simple bailarín, no tenéis futuro.

-Ya veo, si tú lo dices- responde- aunque, la verdad, es una pena que no quieras, pensaba pedírtelo algún día de estos, pero debía de ser sin Fred y George, no les gusta compartir.

-¿Te estás quedando conmigo?

-Obviamente, Malfoy- responde con una sonrisa.- Sólo estábamos haciendo las cuentas de la cafetería y no te he oído llamar, disculpa mi poca atención. ¿Y bien? ¿Qué te parece mi habitación?

 

Por primera vez me fijo bien en la habitación, las paredes con llamas pintadas como en el bar, el techo y la parte más alta de las paredes de negro, en los bordes del techo las lámparas medio escondidas y bastante recatadas. Buena iluminación gracias al gran ventanal que da a un balcón con sillas de mimbre y una mesita pequeña en medio de ellas. La cama colgando del techo por fuertes y gruesas cadenas negras se balancea suavemente en su esquina con cada movimiento de Potter, las sábanas son llamas y las almohadas, apoyadas contra la cabecera, del mismo color negro del techo y el acero de la cabecera. El escritorio tallado en madera oscura son dos Dragones sujetando una tabla con signos celtas en los bordes, encima de la cual descansa un reloj de arena de piedra negra con el pentágono en la superficie y los dragones alrededor de las columnas que la sujetan, dentro una arena rojiza, brillante y de aspecto suave cae con rapidez marcando el tiempo, (Lich: ¡ese es mi reloj de arena! A que mola¿?) y por último la silla a juego con el cojín cubierto por terciopelo rojo sangre. Al lado una estantería llena de libros hasta arriba y cuatro pufs en el suelo para el que quiera sentarse, todos negros. En la esquina contraria dos puertas oscuras talladas con símbolos celtas, sin duda deben ser el armario y el cuarto de baño.

-Un poco... ardiente y oscura.

-El infierno tiene que serlo, ¿no?- contesta.- Lo que más me gusta es la moqueta, me costó mucho que los constructores encontraran el material para ella, se empeñaban a ponerme una de esas que pica y es muy áspera.

-¿Es piel de verdad?

-Para nada, no soy tan cruel, es sintética. Oh, discúlpame otra vez por mi falta de atención, coge asiento por favor, no te quedes ahí de pie- cojo un puf y me siento frente a él.- No estoy acostumbrado a hacer de anfitrión, es insólito que deje pasar a alguien de otra casa a mi habitación.

-¿Por eso tanta resistencia a que me dejaran entrar en la sala común y tanto murmullo cuando he cruzado por ella?

-Exacto- responde bajando de la cama y entrando en el armario.- Me imagino que Blaise y Theo te habrán contado que soy el macho alfa de los Gryffindor, las medidas de seguridad aquí son mayores que en cualquiera de las casas y, arriesgándome a pecar de falta de modestia, estoy muy solicitado entre el alumnado y por ellos estoy más vigilado, ya que muchos quieren descubrir mis secretos.

-¿Pecar?- la curiosidad puede conmigo.- ¿Eres creyente?

-No sabes que la curiosidad mató al gato- me recrimina saliendo del armario con dos botellas verdes en la mano.

-Pero yo soy una serpiente, no un gato.

-Muy agudo- sonríe dándome una botella.- Es cerveza de mantequilla, sólo se fabrican en la cuidad de al lado y para nuestro uso exclusivo. Un inmejorable invento de los Creeve, después del hidromiel.

-No está nada mal- comento después de darle un trago- pero todavía no has respondido a mi pregunta.

-Después de mi pasado y mi condición me es imposible creer en nada, Malfoy. Pero bueno, vayamos al tema que te ha traído aquí, ¿al final vendrás conmigo?

-Después de que hayas conseguido lo que necesitamos en tan poco tiempo y la propuesta de que te puedo pedir lo que sea creo que sería una falta de respeto a mis modales y a tus esfuerzos negarme, por lo que iré contigo mañana.

-Es una gran noticia, ¿y bien? ¿Qué quieres pedirme a cambio?

-Había pensado en algo que veo improbable pero...

-Querías que fuese tu modelo- sentencia riéndose.- Sí, has pensado bien, es improbable que lo sea; jamás seré el modelo de un pintor, si alguno lo consiguiera le daría lo que más deseara.

-Eso suena a reto para los pintores.

-Si queréis intentarlo no me importará ponerlo por escrito.

-Las serpientes son muy persuasivas ¿sabes?

-Pues no conmigo, porque de momento ninguna ha conseguido lo que quería de mí, puede que antes sí lo fueran un poco pero ahora... nanai de los nanais.

-Pon el reto y veremos cómo acabas.

-¿Te gustan los retos Malfoy?

-Cuanto más difíciles mejor.

-Te había subestimado, me estás cayendo realmente bien. Debo ir a dirigir los ensayos, así que nuestra reunión se queda aquí, te espero mañana a las once en la entrada, ¿de acuerdo?

-Por supuesto- responde levantándome y yendo a la puerta.

-Espera un momento- vuelve a entrar en el armario y me saca una botella de cerveza de mantequilla y otra color ámbar con un líquido bastante espeso.- Toma, estas dos, si te gusta el dulce el hidromiel te encantará.

-Gracias.

-De nada, y mañana llévate una chaqueta si hace viento del norte, puede que pases algo de frío.

-De acuerdo, ¿puedo pedirte otra cosa ya que no vas a hacerme de modelo por esto?

-Por supuesto.

-Bien, entonces me lo pensaré y mañana te digo.

-Muy bien, si no te importa te acompaño a la entrada- dice cogiendo sus llaves una mochila y volviendo a mi lado.

 

Bajamos en el ascensor en completo silencio, al llegar a la sala común sus compañeros del bar se acercan.

-¿Vienes?

-Ahora, acompañaré a Malfoy a su casa, no voy a tardar.

-Muy bien.

 

Nos acompañan hasta la salida y luego se van por el lado contrario al nuestro, seguimos el camino hasta la entrada de Slytherin donde el portero nos mira alzando una ceja. Potter se para a un metro de la entrada y me deja seguir hasta que me doy cuenta de que se ha parado.

-¿Quieres pasar para dar la noticia del reto?

-Tú mismo, si consigues reunirlos a todos en menos de cinco minutos en la sala común yo haré público el reto, si no ninguno tendréis oportunidad, aprende a manejar a los tuyos.

-¿Me estás poniendo a prueba, Potter?

-Por supuesto, ¿vas a reunirlos o vas a perder tu oportunidad?

 

Entramos los dos en la sala común y todos se nos quedan mirando, trago grueso, nunca había hecho nada de esto. Por el rabillo del ojo veo que Potter se ríe disimuladamente tocándome la vena del orgullo Malfoy, como dice mi padre "un Malfoy ha nacido para mandar".

-A ver, Potter nos ha propuesto un reto, quien consiga que sea su modelo conseguirá lo que quiera de él. Pero para tener esta oportunidad tenemos que estar todos los Slytherin aquí en cinco minutos, ¡así que ya estáis moviendo el culo para encontrarlos a todos y traerlos dentro de ese tiempo!- todos se ponen en movimiento enseguida. Yo sonrío orgulloso a Potter que asiente con la cabeza.- ¿Qué te parece?

-No está mal, ahora mira y aprende del verdadero jefe- responde. Se acerca a uno de primero y le sonríe.- Hola, ¿cómo te llamas?

-Adrián.

-Bonito nombre, me gusta, ¿me echarías una mano? ¿Me llevarías la bolsa a la sala de baile 3 y les darías un recado a los que están allí?

-¿Por qué debería hacer eso?

-Porque seguramente quieras esto- responde sacando un bombón envuelto en papel rojo y dorado.

-¿Es uno de verdad?

-Por supuesto, y si llegas antes de que se cumplan los cinco minutos para lo del reto te llevas tres ¿qué te parece?- dice sacando otros dos.

-¿Cual es el recado?

-Que llego en diez minutos- responde, le da la bolsa y el chico sale pitando.

-¿Eso es todo lo que sabes hacer?

-Para nada, eso era un encargo normal, todavía no he empezado a mandar- responde con una sonrisa.- Elígeme un chico.

-El del sillón.

-Vale, tú, el del sillón, ven aquí.

-¿Qué quieres Potter?

-Sube las botellas de Malfoy a su habitación, tienes dos minutos- le dice, él coge la bolsa y se dirige al ascensor- por las escaleras- ordena Potter, él obedece y sube corriendo.- Si quieres ir a ver si ha llegado, creo que necesitará abrir la puerta.

 

Subo en el ascensor y llego al mismo tiempo que el otro, le abro la puerta, él deja las botellas y vuelve a bajar por las escaleras. Cuando llego abajo está esperando junto a Potter.

-¿Qué te parece? Y eso que no estoy en mi casa- me dice. Se vuelve al otro con una sonrisa.- Siento que me hayas hecho de conejillo de indias, toma- le da otro bombón.

-Gracias- luego vuelve al sillón. En ese momento llega el niño jadeando del esfuerzo y se planta ante nosotros.

-Ya estoy.

-De acuerdo, muchas gracias Adrián, aquí tienes- le da los tres bombones y el niño sonríe a punto de ponerse a saltar.

-Muchas gracias Potter, eres genial.

-No es nada, ahora descansa que lo necesitas- el niño asiente y se va.

-¿Qué tienen esos bombones?

-Chocolate belga de la mejor calidad, se suelen encontrar en los hoteles y restaurantes de lujo pero su precio es a peso de oro. Gracias a Colin sólo los fabrican para Gryffindor, por lo que las demás casas tendrían que pagar un dineral para comerse uno de estos, los tres que le he dado a Adrián valen unos quinientos dólares en el sitio más barato. Creo que será mejor que nos apartemos de la puerta- me dice mirando su reloj.

-¿Por? ¿Qué pasa?- pregunto obedeciendo, enseguida el pelotón de Slytherin llega corriendo intentando entrar en la sala común antes de que se acabe el tiempo.

-Llegáis tres segundos tarde- les anuncia Potter- pero no importa, mañana a las tres de la tarde empezará el reto. Por la mañana pondré en el tablón de anuncios las normas, pobre del que intente saltárselas y un réquiem para el que se las salte. Pensad bien cómo hacerlo, no tengo muchas ganas de ser modelo y ya sabéis que puedo ser muy hijo de puta cuando me lo propongo así que jugando limpio que no me gusta cabrearme.

-¡Sí, señor!

-Así me gusta- acepta sonriendo, se gira para mirarme.- Bien, Malfoy, te veo mañana a las once, y a ver si aprendes a meterlos en cintura, parecían una manada de búfalos cuando deberían ser silenciosos como sombras, y luego dicen que los leones somos animales- comenta dándose la vuelta y saliendo de aquí.

-¿Cómo lo has conseguido Malfoy?

-Cuéntanoslo, es increíble.

-Desde cuando te llevas tan bien con él.

-¡Basta!- les grito.- Qué pesados sois, tiene razón parecéis una panda de animales, controlaos un poco, menos preguntas estúpidas y más pensar en cómo vais a convencerlo. Un poco de orgullo, se nos ha presentado en bandeja de plata, no podemos perder éste reto.

-¡Sí, señor!- responde todos, vaya, mandar es más fácil de lo que pensaba.

(Narra Harry)

 

Bajo a primera hora para dejar en el tablón de anuncios las normas del reto, luego me voy a desayunar tranquilamente. Mientras me como una tostada Athem se sube al banco a mi lado, yo le pongo un platito con sardinitas que empieza a comer con tranquilidad. Athem es un siamés de preciosos ojos azul claro y elegancia orgullosa, le gusta pasearse por todo el colegio y sabe perfectamente qué áreas no debe pisar, por eso nunca he tenido problemas con él.

-Llevo dos días sin verte ¿dónde has estado?- le pregunto con una sonrisa, él sólo maúlla y sigue comiendo.- Fisgoneando de nuevo ¿verdad? ¿Nadie te ha dicho que la curiosidad mató al gato?- le digo, él levanta la cabeza para mirarme como diciendo "a otro con ése cuento".- Hoy tengo que irme a la cuidad, te traeré algo pero quiero que estés en Gryffindor- él vuelve a maullar sin despegar el hocico del plato.- Venga, volvamos a casa.

 

Le quito el plato vacío y ambos nos vamos a la sala común, donde lo dejo a cargo de Fred y George que son los únicos que, por puro milagro, están levantados a éstas horas. Luego de asearme, limpiarme los dientes y todo eso, me dirijo al garaje del colegio y saco mi moto para esperar a Malfoy en la entrada, con la cazadora de cuero puesta y un casco en la mano. Al salir se queda plantado mirando sorprendido la Harley Davidson roja en la que estoy apoyado, por lo que me da tiempo a observar detenidamente lo que lleva puesto. Pantalones vaqueros de color negro, camisa celeste de seda y cazadora vaquera a juego con el pantalón, para los pies unas deportivas anchas.

-¿Quieres que nos quedemos para comer?- le pregunto, él me mira sin comprender- porque como te quedes ahí empanado un poco más tendremos que quedarnos aquí a comer.

-Ha sido la sorpresa de lo de la moto, no me lo esperaba- responde acercándose.- ¿Ya sabes conducir esto?

-Si es mía tendré que saber ¿no crees?- digo yo pasándole el casco que tengo en la mano y cogiendo el que está encima de la moto.- Ponte la chaqueta, va a hacer viento- le recomiendo subiéndome a mi Harley.

-¿De verdad es tuya?

-Es un regalo de Moony y Pathfoot por las notas del año pasado- respondo poniendo el motor en marcha.- Agárrate que nos vamos.

Notas finales:

espero ke os guste y me dejeis mas reviews ke antes

Kisses


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).