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Brozelandia por lizerg_chan

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Notas del capitulo: Espero les guste n_n
 

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimoto-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión.

Parejas: SasuxNaru y otros.

Aclaraciones y Advertencia: Este fic esta ambientado en los juegos de calabozos y dragones y contiene, fantasía, yaoi, lemon y AU

Beta: Usarechan

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

 

Capitulo 2 Jagadht parte 1

 

 

El grupo de seis viajaba por los bosques rumbo a Smederth; un pequeño poblado, famoso por sus artesanos, quienes eran capaces de crear verdaderas obras de arte.

Todo parecía en calma, una calma algo anormal, que parecía ser el preludio de alguna batalla, Naruto, quien tenía un fuerte lazo con la naturaleza, fue el único en percatarse que algo no estaba bien, pero como no estaba del todo seguro prefrió no decir nada. Mala decisión.

-Oye Naruto -lo llamó Gandalf, sacándolo de sus pensamientos -¿Ese zorro es peligroso? -le preguntó algo nervioso, pues el animalito lo miraba como si fuera su cena.

 

El aludido paso su mirada de su compañero a Kyuubi y viceversa. Sonrío nerviosamente al darse cuenta que a su zorro parecía no agradarle la compañía del hombre. Negó ligeramente sudando una enorme gotita; era mejor no decirle la verdad.

 

-¿Entonces porque me ve así? -preguntó mirando al zorro que se encontraba entre las piernas del rubio.

-No le gustas -le dijo la amazona con simpleza -Y tiene razón, se ve a simple vista que no eres de confianza.

-Oye -se quejó el hombre en tono ofendido.

-Eh, Por cierto -habló el bardo para interrumpir una posible pelea -¿Qué hacen dos habitantes de las tierras de Brozelandia, fuera de su hogar?

-Eso bardo, es algo que no te importa -gruñó Asteria.

-Tienes carácter mujer -ronroneo el necromante -Eso me gusta, ¿no te gustaría que nos conociéramos mejor? -dijo esto en doble sentido.

-Escucha, excava tumbas, yo no hablo contigo y tu tampoco conmigo -le dijo fastidiada y con unas ganas enormes de matarlo -Y así te evitas un accidente.

-Debemos estar unidos y no pelear -hablo la paladín para tratar de poner orden, algo que no sería fácil; suspiró. Nunca había visto un grupo tan desigual.

-Lo que órdenes mamacita -dijo el Necromante.

-Hn. Idiotas -gruño Sasuke, quien veía fastidiado como Gandalf trataba de "hacerse" amigo de la amazona. Por un momento su atención se centro en el druida rubio, quien sonreía a su amiga al ver como esta se abstenía de matar al necromante, algo que la hacia ver graciosa.

 

-Amazona -la llamó Sasuke después de un rato.

-¿Qué quieres hechicero? -le preguntó.

-¿Hacia donde debemos ir? -le preguntó pues era ella quien tenía el mapa que la aprendiz les había entregado.

-Mmm, veamos -dijo mirando el mapa -Si seguimos por este camino llegaremos a Smederth, el cual se encuentra a dos días de camino.

-Es mejor que acampemos ttebayo -dijo Naruto.

-Tienes razón, ya esta anocheciendo -lo apoyó la paladín mirando el cielo con un dejo de preocupación.

-Aun nos queda un poco de luz, podríamos continuar -habló el necromante con cierta molestia. Mientras más rápido terminaran, más rápido tendrían la recompensa.

-Solo los tontos viajan de noche por el bosque -habló el bardo, al tiempo que desmontaba.

-Además, los caballos y nosotros necesitamos descansar ttebayo -agregó Naruto.

-Kyuu -lo apoyó el zorrito estirándose graciosamente.

-Bueno, está decidido. Acamparemos aquí esta noche -sentenció la paladín.

 

Una vez se instalaron e hicieron una fogata, degustaron un delicioso asado preparado por el rubio.

 

-Esto esta delicioso Naruto -dijo el bardo saboreando el alimento.

-Gracias ttebayo -dijo el aludido sonriendo zorrunamente.

-Bueno, ¿Qué les pareces si contamos algo antes de dormir? -sugirió Gandalf.

-Hn, Idiota -gruñó Sasuke por lo bajo quien estaba algo alejado del grupo.

-Nataniel, ¿Que tal si tocas algo? -pidió el necromante al bardo.

-Bien -el bardo sacó su lira de su estuche y comenzó a interpretar una dulce melodía.

 

Mientras los cinco se divertían. Sasuke se concentraba en mirar la nada cuando una hermosa mano, sosteniendo un plato de humeante y deliciosa comida apareció frente a sus ojos, el azabache miró al dueño de esa mano encontrándose con dos hermosos ojos cielo que lo miraban dulcemente.

-Debes tener hambre ttebayo -le dijo el rubio entregándole el plato.

-No necesito de tu lástima, dobe -gruñó el hechicero.

-Que engreído eres teme, yo solo me preocupo de que no tengas energías para el viaje ttebayo -dijo ofendido.

-¿Y a ti que te importa si tengo o no fuerzas para el viaje, usuratonkashi? -soltó molesto.

-¡No me digas así, teme! -le dijo molesto, inflando sus mejillas de forma graciosa -Eres mí compañero, pero podríamos ser amigos, ttebayo -esta vez si sonrío.

 

Sasuke se quedo mudo, jamás nadie le había dicho esas palabras, por inercia tomó el plato que le era ofrecido y asintió con la cabeza.

 

-¿Entonces deseas que sea tu amigo ttebayo? -preguntó haciendo su sonrisa aun mas grande.

-Si con eso dejas de molestarme -dijo tratando de sonar rudo, aunque por dentro estaba secretamente feliz de estar cerca de ese joven druida.

 

En ese momento el zorro, amigo del druida saltó sobre Sasuke, haciendo que tirara el plato de comida y se golpeara fuertemente contra el suelo mientras le lamía el rostro.

 

-Quítame a esta bestia de encima -gruñó Sasuke tratando deshacerse al zorrito de encima.

-Kyuubi, es suficiente -le dijo Naruto. El zorro dejó a Sasuke para sentarse al lado de su compañero humano.

-Lo siento, Kyuubi es demasiado cariñoso con los que le agradan ttebayo

-Hn -gruñó -Mantén a esa cosa lejos de mi-dijo molesto.

 

Algunos minutos después, se encontraban todos reunidos. Tenían que decidir los turnos que todos tomarían.

 

-Es necesario que uno se quede haciendo guardia -dijo la paladín en tono serio.

-¿Por qué? -preguntó el necromante, haciendo que todos sus compañeros se plantearan la misma pregunta: ¿Acaso ese idiota nunca había salido de la ciudad?

 

-Si antes tenía dudas de lo idiota que eres. Ahora ya no existen -dijo la amazona cruzándose de brazos.

-Sé que te gusto mamacita -le dijo guiñándole un ojo.

-Idiota -gruñó la guerrera dedicándole una mirada de muerte.

 

Naruto se tapó la boca para disimular su risa, Sasuke se encontraba a su lado y veía fastidiado la pelea entre esos dos.

-Tranquilos los dos -les ordenó la paladín quien por decisión de la mayoría, se había convertido en la líder del grupo -Bueno, ¿Quién se ofrece para hacer la primera guardia?

-Yo -dijo Asteria con simpleza. Había algo que la inquietaba y necesitaba investigar, pero para eso era necesario que todos se durmieran.

-Bien, después de ti le tocara a Nataniel, luego a mi, después a Naruto, luego Sasuke y por último a Gandalf.

 

Ya entrada la noche, Asteria escuchó un extraño ruido. Decidió ir a investigar, quizás solo era algún animal y no había necesidad de despertar a los otros.

 

 

Muy cerca del lugar donde el grupo acampaba, un joven pelinegro, vestido con una armadura sencilla de cuero; observaba al grupo, más específicamente a Sasuke quien tenía, puesto un amuleto con una piedra negra que combinaba perfectamente con sus ojos y que brillaba con los tenues rayos de luna. El joven vio una oportunidad de oro, al darse cuenta que la vigía se alejaba, decidió acercarse con sigilo gatuno, hasta quedar al lado del hechicero; se relamió los labios al apreciar mejor tan exquisita joya y justo cuando la iba a tomar una mano atrapó la suya y unos ojos negros lo miraban con ira.

-Eh, hola -dijo el hombre con una falsa sonrisa -Solo quería verlo.

 

Sasuke le sonrió de forma macabra y lo golpeó en el rostro soltándolo. Ambos se levantaron inmediatamente preparados para luchar.

-Cometiste un error al intentar robarme -gruñó Sasuke.

-¿Y que harás? -le dijo el otro en tono de burla.

 

Ambos estaban listos para darse con todo pero en eso...

 

-¡¡¡NOS ATACAN!!! -gritó Asteria haciendo que todos se levantaran de golpe. Al siguiente momento una lluvia de flechas encendidas los tomó por asalto.

 

-Oh, Oh -dijo el extraño.

-No debemos estar al descubierto -dijo la paladín, pero no tuvieron tiempo de ocultarse en la espesura del bosque, pues se vieron rodeados de pequeños seres de un color rojizo, con pequeñas protuberancias en la espalda de color verde, sus ojos eran como dos carbones encendidos, le sobresalían dos colmillos de la cara como a un elefante, algunos llevaban espadas mientras que otros solo antorchas, al menos eran unos 15 individuos los que rodeaban al grupo.

-¿Qué rayos son esas cosas? -dijo Gandalf

-No lo sé, pero no se ven muy amistosas -dijo Nataniel algo nervioso.

-Manténganse unidos y cuídense las espaldas los unos a los otros -les dijo Radakisha.

-Si jefa -dijo Gandalf acercándose a Nataniel.

 

Una de las criaturas hizo un extraño ruido y como consecuencia las otras criaturas comenzaron su ataque.

 

La amazona se encontraba cerca del druida para protegerle, lo mismo hizo Sasuke, pues por alguna razón no podía separarse de él. Sasuke no se percató que otra de esas horripilantes criaturas estaba cerca y estuvo apunto de herirlo de no ser por el extraño que lo atacó con una pequeña daga, sin embargo esto no le hizo ni cosquillas a la criatura, Sasuke se dio cuenta de esto y decidió utilizar su poder mágico, al igual que la paladín y el bardo, pero no fue necesario ya que el druida invocó una esfera de fuego que lanzó contra las bestias matando a tres, inmediatamente Sasuke creo una bola de fuego negro que lanzo contra tres de las criaturas matando a dos e hiriendo al tercero, la paladín también uso el fuego como arma, encendiendo su espada para golpear a una de las criaturas, el necromante aprovechó los cadáveres para utilizar sus habilidades, convirtiendo a los caídos en zombis que atacaron a sus antiguos amigos. Por fin las criaturas fueron destruidas.

-¿Esos fueron todos? -preguntó el bardo, cayendo sentado al suelo. Exhausto

-Eso parece -le respondió la paladín mientras limpiaba su espada.

 

Sasuke no esperó más y tomó al extraño por el cuello de sus ropas, mirándolo con furia.

 

-Sasuke, suéltalo ttebayo -le pidió el rubio.

-Este insecto intento robarme -gruñó apretando aun más su agarre.

-Pero también te salvó la vida -le recordó la paladín -Así que suéltalo -le ordenó, pero Sasuke no se movió.

-Sasuke suéltalo por favor  ttebayo -le pidió el rubio, esta vez Sasuke obedeció.

-Gracias -dijo el hombre.

-¿Quién eres? -le preguntó la amazona secamente.

-Mi nombre es Sai y soy...

-Un ladrón -finalizó Sasuke con veneno.

-Vaya, no esperaba que me pudieran descubrir así de fácil -dijo sonriendo falsamente.

 

El joven ladrón tenía el cabello corto de color negro, ojos del mismo color, piel pálida, su era cuerpo delgado, con un rostro inexpresivo; pero lo que más llamaba la atención del grupo era su parecido a Sasuke.

-Yo soy Radakisha... -se presentó la elfa -Una paladín del monasterio de Karnash.

-Yo, soy Nataniel, un bardo -dijo semi elfo sonriendo como bobo.

-Yo soy el gran Gandalf, un necromante del norte de Eriknor -dijo muy quitado de la pena.

-Yo soy Naruto y ella es Asteria -dijo el rubio -Y somos de Brozelandia y él es Sasuke ttebayo.

-Es un placer -dijo el recién llegado con esa típica sonrisa -¿Y a donde se dirigen?

-A Smederth -le respondió Asteria secamente.

 

Sai se unió al grupo, algo que no agradó a Sasuke. Dos días después llegaron a Smederth, buscaron una posa en donde alojarse.

-Nos quedaremos aquí a descansar y mañana retomaremos el camino -dijo Radakisha.

-Bueno entonces yo iré a pasear por ahí -habló Sai con una sonrisa falsa en los labios.

-Yo voy contigo -dijo el bardo conociendo las intenciones de este. Desde que Sai se les había unido, él, Nataniel y Sai se habían vuelto grandes amigos.

-Ni se les ocurra hacer de las suyas -les advirtió Radakisha mirándolos con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido.

-Yo iré con ellos -dijo Gandalf -Así que no se preocupe jefa.

-¿Se supone que eso lo dices para tranquilizarnos? -preguntó Asteria con sarcasmo, sin embargo no la escucharon, pues los tres ya se habían ido.

 

 

Los tres se encontraban vagando por las calles del poblado, platicando animada cuando Sai tropezó con un joven pelirrojo, ojos agua marina, vestido con una túnica azul, con un extraño tatuaje en la frente.

-Lo siento, no te vi -se disculpó Sai ayudándolo a incorporarse.

-No hay problema -dijo el pelirrojo mirándolos de manera fría. Perdiéndose entre las personas.

-Que extraño sujeto -dijo Nataniel parpadeando varias veces.

-Si -lo apoyó Gandalf

Sai miró en la dirección donde había visto por ultima vez al hombre; presentía que no sería la ultima vez que lo vería y eso, por alguna razón, le agradaba.

 

 

Lejos de ahí, el pelirrojo se encontraba junto a una rubia que vestía a la distancia de la misma manera que él.

-Gaara -lo llamó la rubia -¿Crees que esos sujetos sean enviados de Jagadht? -le preguntó en tono serio.

-No lo sé -le dijo el aludido -Pero debemos asegurarnos -respondió.

 

Continuara...

 


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