-¡Reita!- gruñó, levantado frente a su ya descansado cuerpo sobre las suaves sabanas que lo cubrían.
-¿Qué?-
-Quiero acostarme a tu lado, así que deja de ocupar toda la cama con tu trasero y hazme un espacio-
-Sabes, para sólo tener casi quince años eres lo bastante atrevido al querer acostarte con otro hombre-
-Ne, no seas pesado- sonrió y levantó las sabanas para entrar al mismo lugar donde se encontraba el rubio.
-¡Oye! Esta es mi cama- refunfuñó al ver lo que su amigo se había precipitado hacer.
-Y lo sé, Reita. Yo sólo deseo dormir con mi tonto A-chan- sonrió.
-Si me vuelves a llamar así, tu hermoso y tierno Ashi morirá con un cuchillo enterrado en su peludo y suave pecho-
-¡Eh! No te atreverías, Akira-
-Sí que me atrevería, Ruki-
-No entiendo como puedes amenazarme con destrozar a mi querido Ashi, regalo que me haz obsequiado tú mismo-
-Es sólo un peluche- se defendió.
-Ashi es más que sólo un peluche-
-Como digas- habló indiferente.
-Oye A ch… o sea Akira, ¿te puedo decir algo?-
-¿Hm…?- rodó sus ojos para encontrarse con un pensativo Ruki.
-Bueno…- se acomodó más sobre la cama, intentado apoderarse del terreno y robarle más espacio al rubio. –El otro día una chica mayor del instituto femenino se me declaró-
-¿Mayor? ¿Qué edad tenía?-
-Hmm… creo que 16-
-¿Y qué le respondiste a la asalta cunas?- habló serio.
Le observó con reproche por el comentario –Es Mizuki- aclaró después.
-Bueno, ¿qué le respondiste a Mizuki?- enfatizó.
-Que a mi ya me gustaba otra persona-
-¿Y qué te respondió?-
-Qué yo continuaba siendo un niño con complejos de Akira-
-¡¿Eh?! ¿Por qué mierda me mencionó?-
-Comentó algo sobre cuando me proteges, que me aferro demasiado a ti y cuando ya no estás a mi lado, no valgo por mi solo-
-¿Y tú crees qué es así?-
-Ajá…- asintió.
-Ya no te protegeré y que te den una paliza todos los días ¿quieres eso?-
-¡¿Eh?!- Se espantó al oírlo –Yo jamás mencioné aquello, yo deseo que continúes golpeando a todos esos tontos que se molestan por mis inofensivas bromitas- sonrió.
-Eres lo bastante molesto, no puedo estar ningún segundo tranquilo al tener que preocuparme de ti siempre-
-Lo sé, pero tú me quieres y por eso lo continuas haciendo- sonrió y cruzó uno de sus brazos por el torso del rubio, apegándose contra su cuerpo.
El rubio sólo rodó sus ojos en otra dirección evitando la persistente mirada del pelirrojo.
-Ne, mírame ¿si?- se acomodó por sobre el cuerpo del otro, mientra buscaban los ojos del rubio. –Reita…-
-¿Hm?-
-¿Tú… tú te pondrías celoso si yo besara a otro chico?-
-¿Por qué lo preguntas?- le observó serio y con decisión.
-Porque el chico nuevo que llegó al internado intentó besarme-
-¡¿Qué?!- habló exaltado.
-Shhhh- le hizo una señal de que bajase el volumen de su voz –No hables tan fuerte- le regañó –No querrás que entre la inspectora y me vea dentro de tu cama y en esta posición-
-Pero… ¿Qué mierda se ha creído ese idiota? ¡Lo detuviste, supongo!-
-Claro que lo hice, aunque es bastante apuesto…- sonrió con picardía.
-Idiota-
-¿Estás celoso A chan?-
-¡Ja! ¿Yo celoso? No seas tonto-
-Si qué lo estás~~ canturreó.
-No. No estoy celoso, ya deja de joder o sino tendrás que dormir solo en tu cama-
-Reita gruñón y celoso~~
-Sal de esta cama AHOR…-
Sin siquiera poder acabar su frase le interrumpió el individuo que se encontraba arriba de su cuerpo.
-Akira, aún así, tú sabes que la persona que me gusta eres tú, lo sabes y ya te lo he dicho mil veces ¿cuándo me lo dirás tú?-
-¿Decirte qué?-
-Que te gusto, claro-
-Tú no me gustas-
-Yo sé que te gusto~~ volvió a canturrear de forma bromista.
-Te estás buscando una paliza-
-Yo no quiero recibir una paliza, sólo deseo recibir caricias y besos de tu parte- sonrió.
-No estoy de ánimo-
-¿Aún celoso?-
-¡Ruki!- elevó su voz y luego la bajó al recordar el regaño del pelirrojo –Te puedes besar con cuantas personas quieras, cuando nosotros nos besamos es porque simplemente yo estoy necesitado y tú también lo estás-
-Pues… estoy necesitado en este momento-
-Yo no-
-Ne, bésame, por favor… tú sabes que yo sólo te beso a ti y he evitado a cualquier otro chico de acá-
-Aquello no es mi culpa-
-¿Cómo que no es tu culpa? La primera vez que me trasladaron a este cuarto, jamás pensé que me encontraría con un pervertido que noche tras noche no se detenía al mirarme, cuando entraba a la ducha y me desvestía al acostarme, todo eso provocó que yo te besara aquel día- sonrió –no es mi culpa que después tú te hallas comenzado a meter a mi cama a hurtadillas y estuvieses tan necesitado de hacérselo a un simple chico de trece años- habló con inocencia.
-¡Ja! A tus trece años sabías bastante bien lo que significaba sexo ¿no? Porque en ningún momento quisiste que me detuviera-
-Eres un violador- dejó caer su cabeza en el pecho del rubio.
-¡Jamás te violé!- habló indignado.
-Pero suena sexy~~
-Ruki…-
-¿Hm…?-
-Lo que dije antes… en realidad no quiero que beses a nadie más-
-Ok, besaré a cuantos chicos me plazca, son bastante lindos los de la habitación nº 202 y los de la 156 también están bastant… ¡Espera!- se levantó rápido del pecho del rubio y le observó a menos de cinco centímetros del rostro de su acompañante -¡¿Qué dijiste?!-
-Qué no quiero que beses a otro- observó hacía otro punto de la habitación ignorando por completo la risita boba que mantenía el menor.
-Yo sabía que te gustaba~~ habló feliz mientra no paraba de moverse arriba de Reita.
-Oye, no te muevas tanto y jamás dije que me gustaras, sólo te pedí que no besaras a otro-
-Pero… ahora estoy necesitado, y mi chico no desea besarme, ¿tendré que recurrir al chico nuevo?-
-No es divertido tu juego-
-No es un juego, es así de fácil, tú no quieres conmigo, entonces voy donde Yuu-
-Hasta te sabes su nombre- emitió mal humorado.
-Claro que lo sé, es bastante bueno conmigo-
-Porque sólo te tiene ganas-
-¿Y si fuera así que tiene de malo? No tengo novio ni nada por el estilo, sólo a un amigo con ventaja que se acerca a mí sólo cuando anda necesitado-
-Tú sabes que aquello no es así, ¿por qué crees que siempre te protejo?-
-Porque no quieres besar un rostro con moretones-
-Eres un idiota-
-Un idiota enamorado-
-Ya cállate-
-Bésame-
-No quiero-
-Iré donde Yuu-
-Si sales de esta cama te juro que te golpeo-
-Entonces bésame-
-No-
-Por favor~~ Comenzó a ingresar sus manos por debajo de la prenda del rubio –sólo un beso…-
-Basta, Ruki-
-Ne, tócame- sujetó las manos del rubio y las dejó por debajo de su camiseta. –Sólo acaríciame-
No alegó con lo que ahora el otro pedía, y sus manos comenzaron a moverse lentamente por el costado del torso del menor, ahora movía sus manos por la espalda de este, casi desde la nuca comenzó a bajar, recorriendo cada centímetro de su piel, era suave y cálida.
-Reita…-
-¿hmm?-
-Me gustas mucho-
-Lo sé-
-Engreído. ¿Y yo? ¿Te gusto?- preguntó el menor.
-No comiences de nuevo-
-¡Confiesa que te gusto!-
-Me gustas…-
-¡Confiésalo! ...¿Eh?-
-Me gustas Ruki, por eso te protejo siempre, por eso no quiero que te beses con otro, por eso ahora odio a ese tal Yuu. Y aunque seas recién un niño de catorce años, no puedo evitar sentir esto…- Ahora le observó, no desvió su mirada y presenció los ojos del pelirrojo que le miraban sorprendidos.
-¿No es una jugarreta para vengarte por lo tedioso que soy?-
-Piensa lo que quieras-
-Reita…-
-¿Hm…?-
-¿Puedo besarte?-
El rubio soltó una pequeña risita –No- respondió.
-Eres cruel~~ realizó pucheros.
-¿Y puedo yo besarte?- sonrió.
No esperó respuesta alguna y se acercó hasta alcanzar los labios a los cuales ya estaba tan acostumbrado probar. Un beso largo y profundo, envueltos por las caricias que ambos se otorgaban bajo la oscuridad de la habitación. Sus lenguas se encontraban esporádicamente y comenzaban a formular aquel vals de paso rápido, un vals lleno de travesuras y juegos, sus lenguas, las que ya se conocían tan bien disfrutaban del acto como siempre solían hacerlo, sus caricias no cesaban y continuaban esparciéndose por las pieles desnudas de ambos.
-Eres un psicópata sexual- sonrió el pelirrojo al haberse separado del rubio –te podrías meter en problemas por estar con un chico de apenas catorce años-
-Él cual muy pronto cumplirá ya los quince años-
-Y tú los dieciséis. Y a los diecisiete tendrías que irte del internado- su rostro evocó aquella tristeza que solía salir al aíre cuando tocaban aquel tema.
-No arruines este momento-
-Perdón, Reita. Oye… ¿de verdad te gusto?- preguntó con aquella risa boba en sus labios.
-Más de lo que piensas-
-Te haz vuelto todo un cursi A chan- se mofó del mayor.
-Sin duda tú me haz vuelto todo un cursi-
-Lo sé- rió.
-Engreído- se defendió.
-Reita…- apoyó su cabeza en el pecho del mayor mientra este lo abrazaba y lo cuidaba en su regazo.
-Dime…-
-Haber llegado a la habitación 102 hace un año, ha sido lo mejor que me ha ocurrido-
-Que haya llegado un niño mimado hace un año a esta habitación, ha sido una de las pocas cosas buenas que me ha ocurrido en este lugar.
-Lo tengo más que claro- rió. -… Reita- luego le llamó.
-¿Hm?-
-¿Lo podemos hacer ahora?-
-¿Ahora?-
-Hace tiempo no lo hacemos y ya me haz vuelto un niño necesitado-
Rió al escucharlo –Procura no gritar como una niña ahora, recuerda que si nos sorprenden no podremos continuar durmiendo juntos-
-Lo sé, pero quiero que lo hagamos de nuevo- sonrió avergonzado.
-Como quiera mi niño- volteó al pelirrojo para dejarlo debajo de su cuerpo, bajo su poder, lo tenía a su merced y ambos sabían que esa noche iba a hacer lo suficientemente larga en la habitación 102.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español