Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SOY LO QUE ME DAS por lyra

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

A pesar del cansancio que llevaban acumulado tras un largo día lleno de entrevistas, sesiones de fotos y una pequeña actuación, no se pudieron negar a la fiesta que se iba a celebrar en su honor.

Tuvieron el tiempo necesario para ir al hotel, cenar y cambiarse de ropa. En menos de una hora un coche les recogería y les llevaría a la gran sala en la que se iba a celebrar la tan deseada fiesta.

Cansado de esperar a que su hermano se reuniera con él, Tom Kaulitz gruñe y cogiendo una pieza de fruta sale de su habitación y se dirige a la de su hermano. Conociéndole tan bien como lo hacía, sabía que estaría enfrascado en la ardua tarea de elegir el vestuario adecuado, olvidándose de que habían quedado para cenar juntos en su habitación.

Llega a la de su hermano y llama con suavidad a la puerta, teniendo que esperar casi dos minutos enteros hasta que es abierta.

-¡Ya era hora!-le dice entrando-Se te ha olvidado la cena.

Bill niega al ver lo que le traía su hermano, no tenía ganas de comer nada. Se da la vuelta y regresa al baño, en donde sigue con lo que se traía entre manos. A un lado del lavabo estaba abierto su neceser y todo su contenido estaba por la encimera y parte del suelo también.

-¿No vas a comer nada?-insiste Tom haciendo girar la manzana que llevaba en la mano.

-Luego-contesta entre dientes.

-¿Luego?-repite elevando la voz-¿Cuándo?

-Tom, no seas pesado-contesta de igual manera.

No encontraba la sombra azul que quería llevar esa noche. Maldiciendo por lo bajo rebuscaba entre sus cosméticos pero no daba con ella, pensando con disgusto que se la había en su otro neceser allá en el apartamento.

-Si no comes nada, no te dejaré beber-le amenaza Tom-Aunque me tenga que pasar toda la noche vigilándote.

-En eso te equivocas. Yo no soy como tú, no necesito tomarme un par de copas para encontrar a una chica graciosa-ríe dándole la espalda-Y en cuanto a lo de vigilarme, te apuesto lo que sea a que nada más cruzar la puerta te vas con la primera golfa.

Esas palabras le hieren. Su hermano nunca le había hablado de esa manera, menospreciando a las chicas con las que bailaba y se enrollaba. Da un paso adelante y cogiéndole del brazo le hace girar hasta tenerle de frente.

-Eres un imbécil-le escupe a la cara.

-Que me sueltes-grita Bill forcejeando.

Lo hace y se le queda mirando sin poder creerse aún lo que le acababa de decir. Él no necesitaba estar borracho para divertirse, o encontrar guapa a una chica. No, él tenía sus armas de seducción, cosa de la que carecía su hermano.

Se había fijado en las muchas fiestas a las que iban. Su hermano se las pasaba escondido en un rincón, solo sin hablar con nadie. ¿A eso lo llamaba diversión?

Estaba claro que lo había dicho por celos y envidia, de que a él se le dieran tan bien las chicas.

-Tú mismo, haz lo que te de la gana esta noche-dice levantando las manos-Además, se que te vas a quedar en un oscuro rincón como siempre, que me importa ya si bebes o no.

Esas palabras le hacen quedarse paralizado en su sitio. ¿Oscuro rincón? ¿Tan ciego estaba su hermano que no veía lo que hacía delante de sus propias narices?

-¡Ah!-sigue diciendo Tom-Y no te pongas sombra de ojos, así tú sí que pareces una golfa.

Le tira la manzana y su hermano la recoge al vuelo, para tirarla con todas su fuerzas. Pero su hermano era muy rápido y sabiendo que lo iba a hacer ya se había escabullido por la puerta, que recibió el fuerte golpe dado por el cantante.

-Capullo-grita al aire.

Jadea tratando de recuperar el aliento. Su hermano siempre sabía como elegir las palabras para hacerle sentirse humillado. Da media vuelta y sigue con lo que estaba, no teniendo más remedio que usar una sombra negra.

Mientras se la aplicaba trataba de contener las lágrimas. No dejaba de pensar en las palabras y cada vez se iba poniendo más y más furioso. Si fuera el buen hermano que debería ser, se habría dado cuenta hacía ya mucho tiempo de cuales eran sus sentimientos, se habría fijado que cuando buscaba un rincón oscuro y solitario lo hacía obligado a la fuerza….




En una hora ya está todo el grupo esperando en recepción. David se encontraba con ellos, siempre les acompañaba a cada una de las fiestas a las que eran invitados. O solo por el hecho de que dos de ellos fueran menores, debía asegurarse de que todo estaba en orden y nadie se pasaba bebiendo.

Mientras hablaba por el móvil aclarando unos puntos de la entrevista que tendrían al día siguiente, no le quitaba la vista a los hermanos. Ya desde el primer momento en que los vio sabía de sobra que se habían peleado. No se miraban y mucho menos se hablaban.

Solo rezaba para que al día siguiente hubieran dejado atrás cualquier problema que tuvieran y la entrevista fuera como la seda. No se podía imaginar lo que pasaría si se pusieran a gritarse en mitad de ella…

Corta la comunicación y les hace una señal a los 4.

-La entrevista de mañana os la he atrasado a la tarde, para que podáis descansar mejor-les explica.

-Haberla dejado para el día siguiente-le dice Georg guiñando un ojo a sus compañeros-A saber como se levantaran algunos….

-Pasado mañana regresamos a casa, y os daré unos días libres, ¿contentos?-les dice riendo.

Todos asienten y aplauden. Necesitaban esos días libres con urgencias. Tantos viajes y conciertos los estaba quemando.

Se ponen en marcha cuando un botones les avisa de que el coche que esperaban ya estaba en la puerta. Esperando a que los otros se adelantaran, el productor coge del brazo al hermano que tiene más cerca y se lo lleva a un aparte.

-¿Me lo vas a contar?-pregunta en voz baja.

-No hay nada que contar-contesta Tom-Diferencia de opiniones.

-¿Diferencias de opiniones?-repite sin creérselo-Debe ser por algo más serio, no quiero que vuestras riñas afecten al grupo, no me hagas tomar cartas en el asunto.

-Tranquilo David, sé como manejar a mi hermano. Mañana se nos habrá pasado-le trata de convencer en vano.

Sabe que David no se lo creía ni borracho, y ni mucho menos pensaba perdonar a su hermano. Estaba cansado de estar siempre pendiente de él, de estar detrás suyo comprobando que estaba bien y no le faltaba nada. Parecía su secretario y él una estrella famosa.

Alguien debería de bajarle de ese pedestal al que se había subido él solito….

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).