Era un día común en la cuidad de Karakura, un típico día de escuela, y bastante tranquilo para la activa rutina del Shinigami sustituto : Ichigo Kurosaki.
xxxx : Vaya, vaya, miren la sorpresa que tenemos aquí - exclamó con sorpresa la profesora de la clase. Y pues claro, no era para menos; el número uno del salón, Uryuu Ishida, dormía agustamente sobre su escritorio ignorando completamene la actual, y anterior, clase.
Profesora : Me temo que no tengo otra opción; Uryuu shida... ¡Salga del salón inmediatamene!
Ichigo : Pero que sucede Uryuu, ¿ La costura se ha vuelto un hobby de tiempo completo ? - dijo sarcástico.
Todos : ¡ Hahahaha !
Fue un dificultoso despertar para el joven Quincy, y como era de esperarse, éste no respondió. Simplemente ajustó sus gafas tratando de disimular su sonrojo, mientras se dirijía a la salida.
Profesora : No esperaría menos de tí, Kurosaki - dijo con un tono de voz entre serio y juguetón - Y puesto que haz faltado tantos días a MI clase... - ojeó y cerró rápidamente el libro de clases - ... te daré el honor de acompañar a tu amigo Ishida ¡FUERA DE MI SALÓÓÓN! - gritó mientras señalaba furiosa, la puerta.
Ichigo : ¿¡QUE?! ¡Pero que carajo! - gritó mientras se levantaba de su asiento con las manos apoyadas sobre la mesa.
Profe : ...¿¡ Y te atreves a blasfemar en MIII CLASE ?!
De algún modo, que ningún alumno presente supo explicar, la profesora apareció como un rayo frente a Ichigo; para luego arrastrarlo de la oreja para sacarlo del salón, cerrando con fuerza la puerta tras él.
Ichigo : Tsk... esa maldita mujer... como se atreve a- pero hubo algo que llamó su atención antes de terminar la frase. Apoyado sobre el muro opuesto al salón, yacía Uryuu, con una rodilla arqueada sobre el piso, donde apoyaba su brazo, y a la vez, su cabeza.
Ichigo : Vaya, después de todo no te ves nada de bien Uryuu... - dijo mientras se acercaba para sentarse a su lado.
Uryuu : ...
Ichigo : U-Uryuu... ?
El pelinaranja había comenzado a preocuparse, no era muy normal que Ishida no le contestara cuando trataba de molestarle. Apoyó una mano en el piso y trató de acercarse mas, intentando buscar su rostro, sin mayores resultados.
Ichi : ¿Uryuu? Estás Ahí... ? No me digas que te molestó la broma de hace rato... vamos, no era para tanto...
Uryuu : ...nh... n-no... - dijo despacio, Ichigo a penas logró oírlo.
Ichi : ¡¡Uryuu!! - Su mano derecha se hizo camino entre el espacio que había entre su pierna y su pecho, buscando su mentón. El cual al encontrar, levantó con fuerza para dejar ver su rostro.
Ichi : ¡¡Ury-!! - Pero fue tanta la impresión que se llevó, que no pudo pronunciar palabra alguna.
El joven Quincy tenía los ojos a medio cerrar; se notaba que aún seguía un poco dormido, a pesar del brusco movimiento del cabeza-de-zanahoria. Tenía las mejillas sonrojadas. Sus labios tenían una pequeña abertura que dejaban entrever su hümeda lengüa. Y sus ojos, sin saberlo, estaban clavados en los de Ichigo.
Todo esto desencadenó en el Shinigami algo que desconocía; jamás se había dado cuenta de todo lo que Ishida le provocaba, y sobre todo... en una situación asi; donde se encontraba tan dócil... tan sumiso... tan fácil de...
Ichi : tan follab- pero antes de pronunciar lo que creía le condenaría de por vida(declarandose asi mismo que le atraía Uryuu) , aceptando esa situación.... algo le interrumpió.
Uryuu : ...ah!...hn... d-duele... K-kurosaki...
Ichigo no entendió que diablos pasaba; Lo que no impidió que se pusiera totalmente rojo.
Ichi : ¡Ishida, despierta ! - dijo mientras lo zamarreaba
Uryuu : ....mm... eh? eh?! - dijo poniéndose una mano en la cabeza.
Ichi : Te encuentras bien... ?
Uryuu : S-ssi... si, pero aléjate un poco, ¿quieres?; ¡Que te pasa ! - ajustó sus lentes mientras trataba de no sonrojarse.
Ichi : Oi, yo te pregunté eso. ¡Por lo demás estabas dormido!, y mira tus ojos, al parecer no haz estado durmiendo muy bien...
Uryuu : E-este... no es nada - miró a un lado; al escuchar esto, Ichigo se puso de pie y comenzó a sacudir sus pantalones.
Ichi : Por lo demás... b-balbuceabas dormido; ¿Que soñabas?- preguntó tratando de hacerse el serio, para que no notara su claro interés.
Uryuu : Nada de tu importancia, Shinigami. - Dicho esto, se puso de pie, haciendo mas notoria la diferencia de estatura que le llevaba el peli-naranja. Y mientras ajustaba sus gafas, dio media vuelta con dirección a la salida.
Ichi : Como sea, deberías dormir mas, Uryuu- mientras posaba su mano derecha en el hombro del peli-negro.
El Quincy, aparentemente molesto, corrió su hombro con fuerza y siguió su camino.
Ichi : Tsk... como odio que me deje hablando solo. Ya verá... - Refunfuñaba mientras caminaba hacia los lavabos.
~
Abrió violentamente la puerta del baño con una patada, y naturalmente, no había nadie, puesto que estaban en horario de clases, por lo menos, durante unos cuarenta minutos mas. Se dirijió al lavamanos y dejó correr la llave. Una vez que logró juntar una considerable cantidad de agua, sumergió la cabeza y trató que sus pensamientos, se disolvieran con ella. Cuando creyó estar mas calmado, apoyó ambas manos en el borde del lavamanos, y se miró al espejo. Y... no pudo evitar recordar aquellas candenciosas palabras que habían sido pronunciadas por Ishida...
...ah!...hn... d-duele... K-kurosaki...
Se cubrió la boca y se sonrojó
Ichi : ¿ Estaría... soñando con... migo ?
Y sólo la idea de que así fuese... le produjo una tímida, pero ardiente erección.
Ichi : ¡¡ Gaahh !! ¡PORQUÉ SUCEDE ESTO AHORA! - gritó mientras posaba ambas manos sobre su entrepierna para cubrirse, a pesar de que no hubiera nadie mirando.
Ichi : Uryuu es sólo... -hn... d-duele...- ...un estúpido Quincy... - Sintió como rápidamente un placentero calor recorría su esculpido cuerpo. Solo el recordar su voz le hacía excitarse aún mas.
Ya con ambas manos cerca de su miembro erecto, deslizó su mano izquierda por el pantalón y comenzó a frotarse lentamente, recordando las expresiones del pelinegro. Posó su mano derecha sobre el estanque, y a apretar con fuerza para ahogar un poco sus ardientes gemidos de placer. Intentó lentamente ir aumentando el ritmo, pero su excitación era tal, que terminó de inmediato.
-No puedo creer que.... me haya corrido pensando en él- jadeó.