Naruto miro al hombre que estaba tumbado en la cama del hospital, la enfermedad no había suavizado la brusquedad de Orochimaru ni su despreciativa naturaleza.
- Ya me has oído - Le dijo el hombre clavando en el sus ojos ambarinos. como un par de pistolas apuntando directamente a su corazón, poniendo en peligro la única vida que había conocido - no recibirás un céntimo, todo será para Sakura - Naruto había a prendido que mostrar sus emociones lo convertían en un blanco mas fácil, también sabia que habría mas después de aquella declaración de su abuelo. El lo había apartado de su corazón pero siempre había conseguido darle una milésima de esperanza para que siguiera esperando y como un perro a apunto de morir de hambre siempre aceptaba las migajas, ahora aquellas migajas eran su única esperanza de que aquel hombre que le había permitido vivir en su casa durante años sentía algo por el hijo ilegitimo de su desgraciada hija
Esas débiles esperanzas eran su verdadero enemigo, no el hombre en la cama, ni su prima Sakura la nieta favorita del viejo.
- - ¿Y la hacienda? - Se atrevió a preguntar en voz baja
- - La hacienda pertenece a quien sea capaz de llevar adelante el legado familiar - Naruto volvió a sentir la familiar punzada de celos y frustración
- - El legado familiar no significa nada para Sakura, ella venderá la hacienda antes de que hayan cerrado tu ataúd - las palabras eran brutales pero solo ignoro el sentimiento de culpa por haberlas pronunciado. Estaba luchando por la única cosa que podría poseer en la vida, los ojos del hombre brillaron con interés, era como si un animal hambriento hubiese olido sangre
- - La deseas con todas tus fuerzas ¿verdad? - El rubio no contesto porque los dos sabían cuanto deseaba aquella hacienda, adoraba la tierra, la llevaba en la sangre Konoha era el único lugar que podía llamar su hogar, no era porque en viviera su familia si no por la tierra y todo lo que la nutria. Había esperado mucho tiempo, deseaba heredarla al menos una parte de ella.
El hombre tumbado en la cama intento reír, pero se atraganto y tuvo que toser. Naruto no dio un paso hacia el porque sabia que su abuelo lo habría rechazado nunca había permitido demostraciones de afecto y el nunca se las había ofrecido, pensó que no quería seguir hablando del asunto, pero cuando abrió los ojos pudo ver en ellos un brillo de interés - Has sido una vergüenza para la familia desde que tu madre te llevo a casa, pero llevas mi sangre. No te dejare un céntimo más que lo que sea necesario para operar durante los primeros seis meses, pero la hacienda será tuya... si consigues un marido antes de que yo muera - concluyo con una perversa sonrisa
Naruto quedo estupefacto, nuevamente sus sueños se despedazaban por aquel secreto que guardaba. Desde pequeño fue de cierta forma frágil y delicado, su madre decidió que desde el mismo día en que ellos pisaran la hacienda el se convertiría en una mujercita, así su abuelo no lo rechazaría por ser un chico enfermizo y débil, pero ahora no podría decir la verdad, ¿a caso debía aprovechar su apariencia femenina para conseguir lo que mas deseaba?, pero ¿como casarse con otro hombre?
- - La gente cree que no te gustan los hombres, la mayoría ni siquiera están seguros de que seas mujer, de verdad no me importa que seas bastarda, pero no voy a permitir que mi hacienda la herede una mujer inadaptada que nunca tendrá hijos - añadió letal - El rubio sintió que le daba vueltas la cabeza, la habitación parecía moverse - ve a ver a mi abogado su nombre esta en la copia del testamento y ahora vete necesito descansar - aun atónito el menor se levanto de la silla , se dio la vuelta con toda la dignidad de la que fue capaz. Pero una vez fuera de la habitación debió sujetarse a la pared porque se le doblaban las rodillas, Estaba temblando.
Iba a heredar la hacienda 12.141 hectáreas podían ser suyas, el premio que había deseado, el premio por el que había sufrido una vida de dolor y privaciones... su abuelo se la había dado y un segundo después se la había quitado de las manos... un marido... como conseguiría uno siendo un hombre...
La hacienda de los Uchiha, de Sasuke Uchiha era tan grande como Konoha y las dos haciendas lindaban al este, los Uchiha y los Uzumaki habían sido vecinos durante cinco generaciones... y enemigos durante cuatro. En algunos momentos la enemistad entre las dos familias había sido violenta pero durante los últimos veinte años los ánimos parecían haberse calmado, irónicamente era la historia conflictiva de los Uchiha y los Uzumaki lo que a Naruto le daba confianza, la pelea había empezado por unas tierras que estaban incluidas en su herencia, si conseguía lo que su abuelo le había pedido, las tierras le pertenecerían a el y haría con ellas lo que quisiera. Regalárselas a Uchiha Sasuke por ejemplo.
Sasuke era tan duro como su abuelo pero era un hombre honorable, serio en los negocios y justo con la gente que trabajaba para el. La mejor indicación de su carácter era que Uchiha Sasuke era el único hombre del sector que parecía inmune a los encantos de su prima Sakura a pesar de la pelea entre las dos familias Sakura llevaba años intentando despertar su interés y había fracasado, Sasuke era el único hombre al que la pelirrosa no podía seducir y si sasuke estaba interesado en esas tierra como creía podría soportar un matrimonio con un hombre ¿no?, al menos hasta que el viejo se muriera.
Dos horas antes, habían llevado a su abuelo a la U.C.I, Sakura le había prohibido que fuera al hospital, cosa que lo alegraba secretamente, cuanto menos tiempo estuviera con ellos mejor.
Especialmente en aquel momento a causa del testamento iba a dar lo que consideraba un paso desleal contra su abuelo y eso lo hacia sentir incomodo...
El corazón de Naruto latía con fuerza, sabiendo lo que estaba apunto de arriesgar mientras subía las escaleras de la mansión Uchiha sus piernas parecían de goma. Se recordaba a si mismo por enésima vez que si perdía la oportunidad de heredar la hacienda de su abuelo tendría que marcharse se daba aquel paso y era rechazado seria una vergüenza que no podría soportar, se marcharía de allí e iría a cualquier otra parte donde nadie lo conociera, al mundo le daba igual que fuera hijo ilegitimo o que una vez hubiera estado tan desesperado como para pedirle a un hombre que se casara con el. Si fracasaba volvería a su casa y haría las maletas, no habría ninguna razón para quedarse cuando Orochimaru muriera Sakura lo echaría de Konoha pero Naruto estaba decidido a negarle a su prima aquel placer.
La ultima persona que Sasuke Uchiha pensaba ver en su casa era a Naru Uzumaki, había oído que el viejo Uzumaki estaba en las ultimas, pero no había sentido la menor pena por ello, si su ama de llave hubiera dicho que quien subía los escalones del porche era sakura se habría negado a verla pero que la visitante fuera Naru Uzumaki lo intrigo. Aunque hinata había ido al colegio con Sakura y Naru, podía contar con los dedos de una mano las veces que la había visto de cerca.
Sasuke se arrellano en la silla y espero que su ama de llaves la hiciera pasar a su despacho fuera lo que fuera lo que iba a pedir no podía ser mas interesante que el hecho de hubiera ido a su hacienda verlo.