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Descubiertos por EijiTonks

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Notas del fanfic:

Los personajes en the Prince of Tennis no me pertecenen, seria rica si lo fueran; bueno aqui estoy otra vez con un nuevo fic que espero les agrade.

Notas del capitulo: Viva la Strongest Pair!!!!!

 Fuji había convencido a su hermana de que le prestara el auto y este estaba siendo muy bien aprovechado por cierta pareja de castaños, lo vidrios estaban empañados y se escuchaban sonidos extraños en el interior de este; estaban a orillas de una carretera y no había nadie por ahí o al menos eso era lo que pensaban.

 

-Aaahh…Suke –lo llamo Tezuka viendo de repente una luz roja.

 

-Mmm –musito apenas Fuji besando el pecho de Tezuka -¿listo para otro set?

 

-¡Syusuke! –dijo Tezuka al ver a alguien acercarse.

 

-Mitsu, es una maniobra complicada necesito concentración –dijo Fuji, mirándolo con rapidez antes de volver a su trabajo.

 

 En eso oyeron que golpearon la ventana del auto, Fuji paró en seco con lo que estaba haciendo y vio el rostro muy sonrojado de Tezuka que miraba a la ventana, el tensai alzo la vista y vio a un policía alumbrándolos con una linterna, recargado sobre la ventana del auto el cual los veía con cierta picardía.

 

-¡Por Kami!... es la policía –dijo Fuji sorprendido.

 

-¡Syusuke!, ¡estamos medio desnudos! –dijo Tezuka entre dientes.

 

 Era verdad ninguno de los dos traían puestas sus camisas, tenían desabrochados los pantalones y Fuji estaba encima de Tezuka con la mano metida en su pantalón, era una situación muy comprometedora en verdad, el rostro del capitán había pasado por todos los matices de rojo existentes, mientras que Fuji aun no salía de su sorpresa pero pronto retomo su habitual sonrisa.

 

-Disculpe estamos algo ocupados –dijo Fuji dirigiéndose al policía.

 

-¡Syusuke!

 

-Descuida, vera que no es un buen momento para molestar, creo que se irá –dijo Fuji.

 

 Sin embargo el policía en cuestión no capto o no quiso captar la indirecta muy directa de Fuji porque una vez más golpeo la ventana con la linterna, Tezuka no sabía dónde esconder su cara de vergüenza.

 

-¡Demonios! –dijo Fuji separándose de Tezuka –¿has visto mi camisa?

 

 En la casa de los Fuji, era una noche tranquila, sus padres no estaban y solo se encontraban Yumiko y Yuuta; la mayor de los Fuji estaba viendo televisión, le había prestado su auto a su hermano y estaba esperando a que regresara, escucho que su hermano pequeño bajaba casi corriendo las escaleras.

 

-¿Dónde vas? –pregunto Yumiko desde la sala.

 

-Afuera –contesto Yuuta poniéndose una chaqueta.

 

-¿Dónde?

 

-A un lugar –dijo Yuuta tomando sus llaves.

 

-¿Con quién?

 

-Con alguien.

 

 Yuuta dio un último arreglo a su ropa y se dispuso a abrir la puerta justo cuando tocaban el timbre, algo extrañado abrió la puerta preguntándose quién seria, ante él se encontraban su hermano y el capitán del Seigaku, ambos con las ropas desarregladas y sonrojados, su hermano tenía una sonrisa nerviosa y la camisa mal abotonada, mientras que Tezuka no dejaba de mirar el piso, los chicos estaban acompañados por un policía.

 

-Yumiko, tienes que ver esto –dijo Yuuta sonriente.

 

 Yumiko fue al vestíbulo y hablo con el policía mientras que los chicos estaban a un lado escuchando como los había encontrado el policía, Tezuka estaba que se moría de vergüenza y Fuji sonreía nerviosamente, mientras que su hermano menor se había olvidado por completo que iba a salir, aquello era mucho más entretenido a su opinión, cuando el policía se retiro Yumiko les dijo que quería hablar con ellos en la sala en ese mismo instante.

 

-Hacía mucho calor y el aire acondicionado no funcionaba, así que… nos quitamos algo de ropa lo cual ahora que lo pienso no fue buena idea –explicaba Fuji a su hermana.

 

-Syusuke, ¿crees que soy tonta? –dijo Yumiko seriamente.

 

-Tienes razón, debimos abrir las ventanas, bien pensado –dijo Fuji sin perder su sonrisa.

 

-Syusuke, se lo que estaban haciendo en el auto.

 

-¿Lo sabes? –pregunto Fuji con cierta incredulidad.

 

-Yo sé, yo sé –dijo Yuuta sonriente alzando la mano como si estuviera en clase.

 

-Claro que sabes, esa cosa purpura debe tener una maestría en perversiones –dijo Fuji viendo con enfado a su hermano.

 

-¿En qué pensabas? –dijo Yumiko siguiendo con el regaño.

 

-¿En verdad quieres saber? –dijo Syusuke con una mirada picara.

 

-¿En mi auto?, te lo preste de buena fe y tu lo querías para eso –dijo Yumiko molesta.

 

-Estoy corto de efectivo e improvise –dijo Fuji excusándose.

 

-¡SYUSUKE!

 

-También fue mi idea –dijo Tezuka interviniendo –así que… ¿puede dejar de gritar a Syusuke?

 

-¿Qué? –dijo Yumiko volteando a ver a Tezuka.

 

-Hazte el muerto y no la mires a los ojos –le murmuro Fuji a Tezuka.

 

-No Syusuke, está bien –dijo Tezuka tranquilizándolo –lo que hicimos fue una decisión que tomamos, una decisión que tomamos como adultos.

 

-¿En serio?, ¿eres un adulto? –dijo Yumiko sonriente y con algo incredulidad.

 

-No contestes, Mitsu, es una trampa –dijo Fuji viendo con recelo a su hermana.

 

-Si somos adultos –dijo Tezuka firmemente.

 

-Entonces como adulto, espero que vayas a tu casa y le digas a tu familia exactamente lo que ha pasado –dijo Yumiko sin perder su sonrisa –también va para ti Syusuke, le dirás a papá y mamá que paso.

 

-Está bien se los diré –aseguro Fuji.

 

-Bien, porque comprobare que lo hayan hecho –dijo Yumiko.

 

-¡Por favor!, ¿por qué vas a hacer eso? –suplico Fuji a su hermana.

 

-No pienso cubrir algo así de nuestros padres ni de los tuyos Tezuka-kun, pagaran la multa, lavaran mi auto y además… es divertido para mí –dijo Yumiko sin dejar de sonreír.

 

 Tezuka se había quedado de piedra al oír a la hermana de Syusuke, decirle a sus padres, nunca se había imaginado en una situación así; el hermano de Fuji, el pequeño Yuuta, estaba que no cavia de felicidad, estaba encantado ya que nunca había presenciado algo tan divertido, ¿quién se imaginaria al serio capitán del Seigaku envuelto en tal problema?, no había duda lo sádico era de familia en los Fuji.

 

 Yumiko lo llevo a su casa, no iba a dejar que su hermano se llevara de nuevo su auto, el trayecto fue un largo silencio incomodo, Tezuka no paraba de pensar en que se lo tenía que decir a su familia, solo pensar en ello era una tortura; bajo del auto y le dio las gracias en voz baja.

 

-No olvides en qué quedamos –dijo Yumiko sonriente.

 

 Cuando entro en su casa su madre alistaba las cosas para la cena, su padre y su abuelo estaban en la sala, saludo rápidamente y subió a su habitación, ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué si sus padres siempre estaban ausentes habían escogido esos días para estar en casa?, se quito los lentes y se echó en la cama lamentando su mala suerte; mientras se asfixiaba con su almohada su madre los llamo a cenar.

 

-¿Algo te preocupa? –pregunto su padre.

 

 Tezuka parecía haber olvidado cómo hablar, las palabras parecían no querer salir, pues durante la cena había querido iniciar tan incómoda conversación pero simplemente las palabras no salían.

 

-Bueno yo… -empezó a decir Tezuka.

 

-¿Si? –pregunto su madre.

 

-Te-tengo algo que decirles –dijo Tezuka aparentando no estar muriendo de nervios.

 

-¿Qué sucede Kunimitsu? –dijo su abuelo.

 

-Ustedes saben que Fuji y yo hemos estado saliendo –dijo Tezuka armándose de valor.

 

-¿Qué pasa con Syu-chan? –pregunto su abuelo.

 

-Bueno… hemos hecho algo que deberían saber.

 

 Sus padres lo miraron seriamente tras decir esto y su abuelo con una extraña sonrisa, Tezuka había cerrado los ojos pero sentía las miradas de su familia sobre él, el ambiente se había puesto muy pesado de repente, pero tenía que terminar con el asunto solo eran unas cuantas palabras, podía hacerlo.

 

-¿Si? –pregunto su padre con seriedad.

 

-Bien, pues Fuji y yo... este… Fuji y yo… tomamos el auto de su hermana para dar una vuelta y nos multaron –dijo Tezuka que al final no pudo decirlo.

 

 Tezuka no había podido reunir el valor necesario al final, pero no había mentido, era parte de lo que había ocurrido, solo había omitido la parte final.

 

-Ya lo dije, me he quitado un gran peso de encima –dijo Tezuka tratando de aparentar alivio.

 

 Sus padres lo miraron extrañados y su abuelo al parecer con algo de decepción, se maldecía por dentro por no haber tenido el coraje necesario para decirles a sus padres la verdad, pero es que simplemente no podía.

 

-Kunimitsu, eso fue incorrecto –dijo Kunihara con seriedad –pero no tan grave como pudo haber sido por que pudo haber sido…

 

-Sexo –intervino Kunikazu de repente –eso es lo que pensé.

 

-¿Qué?, no que locura, eso es una tontería –dijo Tezuka aparentando seriedad.

 

 Terminaron de cenar en silencio, aunque su abuelo le dirigía unas miradas un tanto acusadoras, hablaría con Fuji al día siguiente pues el también le tenía que decirle a sus padres, y tenían que hacerlo porque, recordando las palabras de Yumiko, sabia que un Fuji era de temer.

Notas finales: Bueno espero les haya gustado, en el proximo capitulo una de las familias se entera, ¿cual sera?, ¿como reaccionara?, ¿mataran los padres a uno de los chicos?, no se pierdan el proximo capitulo del Princi... eso sono muy de comercial, bueno lean el proximo capitulo y no olviden dejar reviews, nos vemos.

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