Hola como tan?, espero que bien bueno les traigo una mini historia de dos capítulos está algo linda, pero aclaro esta algo subida de tono, advierto, para mayores de edad y tiene contenido sexual, erótico etc… pero muy lindo ya saben … en un Horo X Ren , sin fines de lucro, solo espero que me hagan un simple deposito a mi cuenta bancaria para que pueda pagar el internet y sigua subiendo mis fics jejeje…no es broma
Dedicado a la soledad que siempre me acompaña; aunque este sonriendo, no puedo sentirme feliz.
El destino que nos separó
Capitulo 1
Adiós
Pov´s Ren Tao
- Hummm… ahhh – era el único sonido que podía emitir, después de aquellos besos y esas caricias que se desplegaban por mi cuerpo, sus manos eran frías y suaves. Sus labios traviesos jugaban descaradamente por mi cuello haciéndome sentir placer. ¡cómo era posible que tan solo con 15 años pudiera hacerme sentir eso! ¿Era posible que a nuestras edades estuviéramos haciendo lo correcto y que desbordáramos tanta pasión? en ese instante no me importo, nunca antes alguien me había acariciado, y él lo había hecho, primero me tomo de la mano, luego sin que yo me percatara, deje que se acercara más y más, día con día su cercanía se me hacía normal hasta llegar a este punto. El punto en el cual él está sobre de mí y yo no puedo dejar de gemir.
- Quita esto- me dice con lo que parece desesperación, pues llevaba algún tiempo intentando desabrochar el cinto de mi pantalón, mis pantalones chinos son holgados aun así siempre están bien sujetos, él sólo tiene un short azul y su pecho está desnudo frente a mí, yo tengo las manos a cada lado de mi, estamos sobre en futón de una habitación en la pensión de Yoh, donde habíamos llegado un mes antes. Puedo sentir su excitación sobre de mi.
En sólo un mes logró tenerme así, su sonrisa poco a poco me cautivó, pero sobre todo era… que nunca antes alguien me había siquiera intentado abrazarme. Si había que admitirlo, en mi familia nunca nadie había tenido un contacto físico conmigo a menos que fuera una pelea.
Y por eso tal vez… solo quería que alguien me tocara, o tal vez como suelen decir “es la edad”. Puedo asumir eso, pues hasta ahora, ninguno de los dos ha dicho alguna palabra de lo que pueda interpretar como cariño y mucho menos yo. Nunca me ha dicho que le gusto o que siente algo por mí, pero cada que tiene una oportunidad me toca, hace un roce que me estremece; cuando voy a bañarme va tras de mí y he notado como me mira. Como pelemos falsamente, solo para fingir golpearnos, entonces acaba sobre de mí y me besa… cuidando que nadie nos vea.
Me hace sonrojar, me hace estremecer, será una tonta fantasía; pero me hace sentir bien aunque sea por unos momentos, aunque sepa que esto no va a durar y que ni mi familia ni mis prejuicios me lo permiten, Horokeu Usui me hace sentir placer, un vano y efímero sentimiento que me hace sentir romántico pero sobre todo estúpido.
- Vas muy rápido – le digo mientras siento como al fin logra deshacerse del cinto de mi pantalón, e inevitablemente los jala y me despoja por completo de toda aquella ropa que le impide tenerme por completo.
- Te deseo…- fue lo último que dijo, empezó a mirar mi cuerpo; mi desnudez, la excitación que tenia por él; pude sentir su cuerpo ligeramente húmedo por el calor que ambos desprendíamos en ese momento.
Me contempló y una vez más me besó. Sus labios encajaban perfectamente con los míos; su lengua exploraba mi boca en ese furtivo beso, hasta que nos quedamos sin aire, respiro un poco y besó mi cuello haciendo ligeras mordidas en su camino, besó mi pecho dejando un hilo de saliva por donde pasaba; llegó a mi abdomen y puso sus manos en mi cintura y en lo que parecía un caricia deslizo sus dedos subió su rostro para mirarme, como si pidiera permiso para tocarme, en ese lugar, en donde en determinado momento llegó y sus frías manos tocaron por primera vez mi masculinidad, aquella parte que, pare ser sincero yo nunca antes había tocado con el fin de sentir placer. Y el por qué era muy simple. Nunca me dijeron que “eso servía para aquello” y un poco más tarde cuando la morbosidad debía invadirme, solo pesaba en pelear y ser el Shaman King. Como ya lo había mencionado, mi familia solo me enseño como pelear, como odiar, más nunca supe como amar, como decir un simple te quiero o como era aquella sensación que se llamaba placer. Esta sensación que el chico de ojos negros me están haciendo sentir y me hacia gemir.
- ¿Qué es todo lo que me está pasando? – pregunte con la voz entrecortada mas por la duda que por el placer.
- ¿no te gusta? – me contesto, pero algo dentro de mi dolió, era la primera vez que alguien me lastimaba, con una caricia. En unos instantes más sentí como el recorría la longitud de mi miembro ¿es que acaso yo quería escuchar que él me quería?
- ¿Por qué lo haces? – le dije, pero esta vez el empezó a tocarme más salvajemente y yo no podía resistirme ante aquel placer solo arqueé mi espalda sostuve las sábanas que estaban bajo de mí y me deje hacer. Aquel vaivén de sus cadera contra las mías me estaba volviendo loco. Poco a poco se introdujo en mi con dolor y éxtasis, no podía distinguir claramente entre su cuerpo y el mio.
- Deja de pensar tanto y déjate llevar. – así lo hice y esa noche el me rompió, el quebranto mi alma me hizo gritar, gemir y hasta llorar. Me deleite con el placer de su cuerpo, lo bese pero sobre todo… lo disfruté.
Me sentí usado, después de hacerlo con él; a pesar de que él dormía abrazándome, yo estaba encogido entre sus brazos y mi espalda daba con su pecho tratando que me protegiera; había que admitirlo, después de haber hecho dicho acto nunca dijo alguna palabra de cariño… solo placer. Sexo, simple y llano sexo, eso fue lo que él quería conmigo lo que siempre busco en mi y tal vez, se canso de buscar una novia y ahí estaba yo…
Tal vez hice algo malo… tal vez nunca debí dejar seducirme, tal vez deba arrepentirme, pero aunque me duela y no pueda dormir esta noche, llorando por primera vez en años, mi cuerpo no puedo dejar de sentir placer al estar cerca de él… porque cuando veo sus ojos me hacen estremecer y sé que si sigo a su lado, podrá hacer conmigo lo que quiera, porque aunque intente ser frio, insensible sarcástico y hasta cruel; con él no lo puedo lograr… él me hace sentir calidez.
Es por eso que ya no puedo seguir aquí… porque, porque yo si le amo… y es por ello que no puedo dejar que me utilice, que derrumbe este muro que he forjado el cual me protege de todos lo que hacen daño, no sería justo que él lo quite, para que después que yo ya no sirva para su placer mundano, simplemente me haga a un lado.
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- ¿te vas? – preguntan tras de mí, me alteré un poco al escuchar a alguien, pero me consuela saber que no es él.
- Es mejor así – no sé porque le respondo, es como una respuesta más para mí que para él Yoh Asakura siempre sabe más de lo que aparenta, y supongo que él sabe que entre Horo-Horo y yo hay algo más que una amistad.
- ¿Lo dejaras así? eso les va a doler a los dos- me dice mientras acerca a mí y me toma por el hombro, busca mi mirada, pero no quiero que ve vea, no quiero que nadie me vea llorando por él. – ¿al menos él sabe que te vas? Si solo pelearon lo pueden resolver – me dice esta vez… tiene razón si solo hubiéramos peleado seria más sencillo, pero esta ya fue demasiado lejos.
- Yo no puedo seguir así, supongo que sabes que entre él y yo ya no hay una amistad, y no puedo resolver esto, lo siento Yoh, me iré del país, no me busquen tampoco estaré en China, lo que menos quiero ahora es ver a mi familia así que adiós. – sin voltear atrás camine, corrí y me aleje de ahí, corrí sin descanso sin rumbo, solo para irme y que mis piernas no intentaran regresar, llegue al aeropuerto y tome un avión por este era el adiós.
Pov´s Horokeu Usui
Estaba amaneciendo, hacia frio, últimamente sentía frio cuando no estaba cerca de él, así que supuse ya se había levantado, estaba todavía algo adormilado; esta noche nunca la podre olvidar… todos mis sentidos estaban vueltos locos por él, el tacto al sentir su piel, el gusto al probarlo con detenimiento, el aroma que desprendía, los sonidos de sus gemidos, la vista gloriosa de su cuerpo que jamás había sido profanado, era tanto que me sentía culpable de haberlo tenido bajo de mi y disfrutar de él…tenía miedo de que él no disfrutara tanto como yo, tenía miedo de dañarlo y no hacerle sentir placer, pero sobre todo, tenía miedo de perderle. Tenía miedo de que no entendiera todo lo que sentía por él y que si le decía cuanto le amaba me dejara… que pensara que lo estaba atando a mi lado o que con esas palabras le quitara su libertad, tal vez ahora es el momento de decirle cuanto lo quiero, que me ha gustado desde siempre, que la frialdad que aparenta tener, no me engaña y atrás de esa fría barrera hay una hermosa persona cálida, sensible y sobre todo temerosa de que le hagan daño.
Me levante buscándolo, pero me extraño no ver algunas de sus cosas, tal vez las más valiosas, una foto de su hermana, su cuchilla y aquella venda que una vez le di para curarse una herida, recorrí con miedo la habitación y vi que ni su bufanda ni su abrigo estaban, entonces lo entendí. El más grande vacio que jamás sentí paso por mi cuerpo, un dolor tan grande que atravesaba mi pecho, invadió todo mi ser, él se había ido.
Tomé unos pantalones y una playera corrí abajo, tal vez el seguía ahí y yo solo estaba exagerando, mas lo que encontré fue a un amigo que suspiraba por lo bajo, su sonrisa se veía triste mientras tomaba un poco de té.
- ¿Y Ren?- fue lo primero que dije, fue lo primero que pensé, pero al ver su cabeza negando mi alma se fue a un vacio por completo.
- Anoche se fue – caminé unos pasos y golpee la pared, fue un sonido fuerte y seco al tiempo que en mi mente solo se repetían las frases ¡por que, por que!
- ¿Sabes a donde?- me dirigí frente a él, sé que no tiene nada que ver en esto, y aun así mi coraje se descargo en contra de él lo tome de la camisa y lo halé, estaba desesperado por saber ¿Dónde estaba Ren?
- Horo-Horo cálmate, no se a donde se fue, no sé qué es lo que pasó ayer, se marcho de la pensión y creo que estaba llorando, trate de detenerlo, pero fue inútil, tú mejor que nadie sabes cómo es él.
- Lo buscare… lo buscare…tengo que decirle lo que siento… porque si no nunca me lo perdonaré. – fue lo último que dije, mientras que tome mis cosas y trate de ir tras él…
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5 Largos años ya han pasado, y aun no sé nada de Ren… el primer año fue horrible, el segundo lo aprendí a sobrellevar, el tercero mi hermana fue tras de mí y me obligo hacer algo más que buscar a un fantasma que había desaparecido para mi, el cuarto aun no perdía la esperanza, y aun así trate de salir adelante tal vez sin Ren, este año en este día, él día que se fue aun sigo llorando en silencio por él.
- Hola disculpa la molestia- le dije serio, estoy seguro que sabe quién soy, pues cada año le he hablado por lo mismo, la hermana de Ren Tao debe odiarme.
- Ya esperaba tu llamada, hoy es el día- me dijo en un tono que se podría interpretar como una cortesía mal disimulada.
- Bueno, no pierdo la esperanza, y para no perder la costumbre ¿dime donde esta?- le dije en un tono monótono pero sobre todo triste.
- Ya te lo he dicho, no lo sé, no me lo ha querido decir- me contesto suspirando un poco, cuando llamé la primera vez no le creí, no podía concebir la idea de que su hermana no supiera donde estaba, pero con el tiempo me he dado cuenta que Ren siempre ha sido reservado, aun para su hermana.
- Le diste mi mensaje –le pregunté un poco resignado pero aun sin perder la esperanza, pues a cada año de decía a ella, que si sabía algo de Ren o si se comunicaba con él le dijera que aun lo estaba buscando y que tenía que hablar con él
- Sí, pero él no quiere verte- me responde lo mismo de siempre, ya lo veía venir aun así no me puedo rendir.
- Ya han pasado 5 años… solo dime si él está bien- después de eso estoy listo, par a dejar de llamarla, tal vez busque otro método o solo tal vez me resigne a solo soñar con él.
- Está bien, ya no se oye tan deprimido y por lo visto tampoco tu… es mejor que ya dejen esto los dos, ya no son unos niños- eso lo dice más como un reclamo que como una petición, pero en ese tono, puedo saber que él está sufriendo tanto como yo, si tan solo me dejara estar cerca de él esto ya hubiera terminado
- No digas eso Jun, tú no sabes lo que siento por él, y él tampoco lo sabe solo se marcho y sé que corresponde, lo sé solo por su forma de actuar. – esta vez le respondo con un tono más alto, sé que no debo pero la oigo suspirar.
- Horo-Horo se están haciendo daño, ya basta por favor no quiero seguir viendo como mi hermano sufre – me dice molesta, pero eso es suficiente para mí es injusto que solo me culpen a mí, ¡cómo demonios es que Ren nos hizo daño!
- Solo dime donde esta – se lo repito una vez más pero esta vez sí tengo una respuesta.
- No lo sé, pero las últimas llamadas son desde Londres, casi siempre son desde Londres
- Londres – eso es suficiente para mi, al menos sé en qué parte del mundo esta.
- Es lo único que sé… Horokeu por favor no se hagan más daño – me dice resignada, sé que ella quiere lo mejor para su hermano, pero yo sé que lo mejor es que él yo estemos juntos.
- Esa nunca fue mi intención, gracias –
- Espero que no me llames el próximo año, o al menos la próxima vez que lo hagas, me des una buen noticias
- Lo intentaré Jun – si al fin lo de decidido, ya tengo una pista al saber donde esta, tengo dinero, aunque nunca lo creí, siempre me vi como un aldeano, un ainu que no haría más que trabajar en el campo, pero para mi pesar Pilika se encargó de mi y de mi vida , tal vez le dio un golpe bajo a mi orgullo pero siempre me dijo que si encontraba Ren de nuevo, no le gustaría verme hecho un vagabundo, siempre me dijo que hiciera algo que de lo que Ren se enorgulleciera, por eso trabajé muy duro.
Tomé algunas de mis cosas y hable por teléfono una vez más cancelando unas citas pendientes y salí de mi apartamento, Londres estaba algo lejos.
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Un mes y medio, no es tanto tiempo a comparación de lo que he llevado buscándolo, pero ya estoy cansado, he estado en cada hotel cada pensión y en cada lugar donde es pudiera estar; Londres no tan grande, aun así no es seguro que aun este aquí.
Supongo que este es el final de aquel extraño sueño y yo ya no lo soporto más, no puedo seguir con esta vida inútil y sin un ápice de felicidad, tal vez le haga daño a mi hermana pero ahora solo soy una carga para ella.
Y justo cuando pienso en ella, puedo escuchar mi teléfono sonar.
- Pilika, ¿Cómo estás? – le contesto pues supongo está preocupada por mi
- ¿Cuándo piensas regresar? – me dice mientras , espero el reproche que me hará por haberme ido sin avisar
- No lo sé-
- Hermano, te extraño… ya no eres el mismo, estaba pensando en decirte que regreses, pero esta vez me temo que tengo que pedirte que no te rindas, búscalo a él y búscate a ti, yo también quiero que regrese mi hermano, el que quería hacer un gran campo de plantas.
- Pilika, yo… yo sé si pueda seguir con esto
- Hermano, solo quiero que estés bien.
- Lo siento Pilika, ya no puedo con esto, ya no puedo seguir… lo siento lo siento mucho. Perdóname, pero adiós.
Simplemente adiós.