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Luna y Sol por Nekiare

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Notas del fanfic:

mmm...

q se puede decir solo leanlo n.n

Notas del capitulo:

N:bueno espero q les guste

Z:no les va a gustar

N:¬¬

No lo podía creer. Simplemente le era imposible hacerlo; incluso ahora le era imposible creer que  él, Naruto Uzumaki estaba enamorado del hermano mayor de su mejor amigo. Estaba enamorado de Uchiha Itachi, el traidor de Konoha; el asesino de su propia familia y, sin embargo también el ladrón de su corazón.

Todavía recordaba cómo había iniciado esa relación. 

-----------------Flash Back----------------- 

Era verano, y todos en la aldea estaban emocionados porque se acercaban las festividades. Todos se estaban preparando; los niños corrían de un puesto a otro viendo fascinados los disfraces y máscaras en los escaparates. No había duda alguna, todos estaban felices; todos excepto un pequeño  que estaba encima de los rostros de piedra.

Se sentía muy solo aun cuando siempre lucía una sonrisa en los labios y hacía comentarios absurdos; estaba triste. Desde que Sasuke se marchara todo había empeorado; los aldeanos lo culpaban de su desaparición alegando que había sido  por tener al zorro de las nueve colas en su interior; que eso había hecho que su hermano regresara, así como sus ganas de venganza.   Pero él no tenía la culpa de que fuera el contenedor del demonio. Incluso su amiga Sakura lo culpaba de todo lo malo que había ocurrido desde que Sasuke se fuera. Eso fue lo que termino de destrozarlo.  

ºººººººº  

Itachi Uchiha se encontraba viendo a las personas desde lo alto de un edificio; había resultado más sencillo de lo previsto debido a que los ANBU se encontraban con la guardia baja, ¡y todo porque se acercaban las festividades! Tontos. Estaba vigilando toda Konoha, cuando divisó una figura a lo lejos, en las cabezas de los Hokage.  Decidió acercarse para ver de quién se trataba. ¡Cuál no fue su sorpresa al divisar al contenedor del nueve colas con la guardia baja; sin siquiera notarlo! Era la oportunidad perfecta para atraparlo y llevarlo al Akatsuki, pero no lo hizo; tenía curiosidad por saber que le ocurría al kitsune.

-Vaya, Vaya ¿pero qué hace un lindo zorrito tan lejos de los demás?-la pregunta salió de sus labios con malicia y seducción.

-¿Qué haces aquí Itachi? ¿Viniste a capturarme?-no había sentido al Uchiha mayor, y para colmo la pregunta había sido hecha casi sobre su oído; logrando así que se estremeciera.

-Hm, podría ser. Dime, ¿por qué tan solo?- el mayor sólo pudo sonreír ante tal acción por parte del chico; además, ahora que se fijaba el kitsune se veía muy lindo.

-N…no es de tu incumbencia-no sabía por qué estaba tan nervioso; o por qué le permitía estar tan cerca. Al parecer su cuerpo deseaba estar cerca de él.

-¿Estás seguro?-el tono de su voz era cada vez más provocativo; y el espacio que separaba sus cuerpos era menor.

- Sí, e…estoy seguro- apenas podía hablar por la cercanía del azabache; sentía su olor embriagando sus sentidos, su aliento golpeaba contra su oreja mientras retenía un suspiro. No lo entendía, no podía flaquear en aquel momento. Si bien sabia que se había sentido atraído por el Uchiha desde el principio; nunca creyó que su encanto fuera tal.

Cada vez se acercaba más al kitsune; incluso podía oler su exquisito aroma. Aquello lo estaba volviendo loco; la necesidad de tener al pequeño zorro entre sus brazos era cada vez más grande.

-A mí no me parece que lo estés- aquello era muy divertido; y la cercanía entre sus cuerpos era imperceptible. Podía sentir el calor que el pequeño cuerpo emanaba.Aquella cercanía era muy peligrosa; eso Naruto lo sabía. Tenía que romperla cuanto antes

-¿Q-qué es l-lo que-quieres decir con “Hm”?-aquel gemido era causado por la acción del Akatsuki, quien se encontraba mordiendo su cuello mientras sus brazos lo rodeaban pegándolo más a su cuerpo-¿Q-qué c-crees q-que e-estás haciendo?

-¿No es obvio, mi kitsune?- incluso él mismo se había sorprendido de sus acciones; pero ahora que lo pensaba, ¿qué tan malo podría ser jugar un rato con el rubio? Aun cuando algo dentro de él le decía que no sería sólo un juego. 

Naruto sintió un escalofrió recorrer su espalda cuando el Uchiha dijo eso; era como decir que le pertenecía.  Aunque no lo admitiera eso lo hacía sentir bien, pero aun así no podía rendirse -¡NO DIGAS ESO, YO NO SOY DE NADIE!-gritó  separándose con la respiración agitada y sonrojado.

A Itachi aquello le pareció algo cómico; primero el kitsune le dejaba acercarse, y ahora se apartaba muy agitado y sonrojado. Tal vez esa parte de él que le decía que aquello no era juego tenía razón. Lentamente fue acercándose al chico acorralándolo contra un árbol -Eres mío. - El tono de voz que usó era puro deseo y posesión.

A Naruto le temblaban las piernas tan solo oír su voz, sin mencionar que cada vez se encontraba más cerca-¿Q-qué dijis…?- no pudo terminar la frase, ya que una boca hambrienta se encontraba devorando sus labios en un beso muy pasional.

El kitsune no cooperaba; pero tampoco se negaba a ese beso. Itachi quería probar su boca, así que con su brazo derecho rodeo la fina cintura para acercarlo más; mientras que con el izquierdo sostenía la cabeza del pequeño. Su lengua acariciaba los labios del rubio con extrema dulzura.

Naruto no podía con todas las sensaciones que tenía en ese momento. El placer que sentía en aquel beso era increíble; estaba seguro de que si no fuera por el brazo que lo sostenía fuerte contra su cuerpo, se encontraría en el suelo en ese momento; pero también sentía contradicción al saber quién se la proporcionaba. ¿No se suponía que Itachi lo quería capturar para robarle al demonio de nueve colas?... Pero se sentía tan bien que el deseo de profundizar el beso fue mayor que el razonamiento. Levantó sus brazos para rodear el cuello del mayor y abrió su boca permitiéndole la entrada.

Al principio, creyó que se resistiría e incluso que huiría. ¡Cuál no fue su sorpresa cundo sintió como rodeaba su cuello con sus brazos y le permitía entrar en su boca! Sintió cómo una tímida lengua se unía a la batalla; demostrando así su inexperiencia. Se separaron por la falta de aire, por lo que se permitió sonreír ante la imagen frente a él. El pequeño kitsune se encontraba sonrojado, con la respiración entrecortada y los ojos semiabiertos; era, sin duda alguna, la imagen más tierna que hubiera visto en su vida. Estaba a punto de reiniciar el contacto cuando sintió un chacra acercarse a donde estaban- Será mejor que vayamos a otro lugar, ¿no crees?-preguntó con deseo y frustración.

El pequeño sólo asintió. No podía decir que no; ni siquiera podía hablar, y de no ser por la falta de aire; estaba seguro que ese beso hubiera sido eterno.

-Bien, entonces vamos- lo tomó en brazos mientras el otro  rodeaba su cuello con sus brazos. Se alejaron de ese lugar, dirigiéndose  a una cabaña abandonada.

-¿Dónde estamos?

-Este lugar lo uso para meditar a solas; y como nadie más lo conoce no nos van a interrumpir -la última frase fue dicha con ternura al ver la cara de su pequeño. Sin más, decidió entrar con Naruto todavía en brazos.

El interior estaba limpio y en orden, aun cuando parecía no haber nadie viviendo ahí. Naruto se fijó en cómo el mayor subía unas escaleras que llevaban a un cuarto en la parte superior. La habitación era sencilla pero elegante a la vez; tenía una ventana que daba al exterior. Debajo de ésta se encontraba una cama matrimonial y un buro de cada lado. Naruto sintió cómo era recostado suavemente en la cama mientras que el cuerpo de su amante se posicionaba sobre él para volverlo a besar con la misma pasión y ternura.

-¿Estás seguro de esto?-aquellas palabras sorprendieron al chico.

El pequeño le dedicó una hermosa sonrisa al azabache y le dio un casto beso en los labios; asombrando así al poseedor del sharingan.

-¿Eso contesta tu pregunta?-respondió con esa sonrisa todavía en sus labios, y un leve sonrojo en sus mejillas.

Itachi sólo pudo sonreír ante aquella respuesta y volvió a besar a su kitsune, para luego seguir con su cuello; donde se entretuvo dejando pequeñas marcas que lo hacían como suyo, excitándose ante los pequeños gemidos de su amante, disfrutando de las caricias que éste le proporcionaba. Sin perder más tiempo se deshizo de la camisa del kitsune y besó cada parte de piel desnuda ante sus ojos; centrando su atención en los pezones y arrancando pequeños gemidos de aquellos dulces labios.

Empezó por morder y lamer el pezón derecho hasta dejarlo totalmente erecto para luego seguir con el izquierdo; haciendo el mismo procedimiento. Cuando terminó, siguió su recorrido entre besos y una que otra mordida que dejaba marca hasta llegar al borde del pantalón que retiró con los dientes; junto con los bóxers del moreno, dejándolo completamente desnudo. Naruto estaba muy sonrojado al verse desnudo frente al pelinegro, quien no paraba de observar aquel hermoso cuerpo suyo; deseando cada vez más el precioso momento en que se adentrara en él.

Naruto se incorporó y cubrió los ojos de Itachi con las mejillas todavía sonrojadas.

-No me veas. Me da pena-habló el pequeño kitsune sintiendo cómo sus manos eran retiradas para dar paso a los penetrantes ojos del pelinegro.

-No deberías; eres hermoso-contestó de forma tierna, algo extraña en él, para volver a besar aquellos labios que tanto le gustaban.

Se dedicó a recorrer el cuerpo de su pequeño amante desde la cabeza hasta la punta de los pies y viceversa sin tocar, intencionalmente, el miembro del pequeño. Naruto se dedicaba a sentir las manos del pelinegro recorrerlo; al igual que sus labios deseando que tocara aquella parte tan íntima de su anatomía.

-I-Ita-chi… por-favor- aquellas súplicas lograron que el mayor decidiera que ya había sido demasiada tortura para el rubio.

Primero acarició su miembro a un ritmo lento con las manos; que más tarde fueron remplazadas por su boca. Besaba, lamia, succionaba y mordisqueaba el miembro del rubio como si fuese el manjar más delicioso del mundo. El pelinegro levantó la vista encontrándose con una imagen hermosa.

Naruto estaba con las mejillas sonrojadas a más no poder; gotas de sudor resbalaban por su piel, los ojos entreabiertos al igual q sus labios. Itachi no lo soportó más e introdujo un dedo en el interior del rubio, quien se tensó ante la intromisión. Le causaba un poco de dolor; pero se relajó al sentir los labios de Itachi en los suyos distrayéndole. Con el segundo dedo fue diferente, ya que el rubio estaba concentrado en aquel beso. Con tercero se quejo un poco.

Itachi esperó a que el rubio se calmara y empezó a mover sus dedos de forma circular: afuera y adentro hasta que el menor empezó a gemir nuevamente; moviéndose al compás de sus dedos. El pelinegro decidió sacar los dedos al ver que el rubio ya se había acostumbrado a ellos. Recibió un gemido de reproche de su pequeño kitsune;  que fue remplazado por un grito de dolor al sentir el miembro intruso adentrarse en él.

Itachi repartió besos en la cara del kitsune mientras sus manos acariciaban su cuerpo tratando de calmarlo reprochándose interiormente por haber sido tan brusco con él. Siguió con las caricias hasta que sintió que su pequeño se calmaba y daba pequeños besos en su cuello. Comenzó a moverse lentamente, tratando de lastimar lo menos posible al pequeño. Aumentó el ritmo cuando sintió que el rubio empezaba a mover las caderas al mismo tiempo que las embestidas;  el rubio y empezaba a gemir al igual que el Uchiha.

El rubio estaba sumergido en un mar de placer. ¡Y pensar que hacía sólo unas horas se encontraba sobre las cabezas de los Hokage observando la aldea con tristeza!  Ahora se encontraba ahí con la persona que amaba; porque sí lo amaba y lo había descubierto hacia poco; cuando recibió el primer beso pero se había negado a creerlo. Las embestidas eran cada vez más rápidas y profundas. Naruto no pudo evitar soltar un fuerte gemido al sentir cómo Itachi tocaba su próstata con una fuerte embestida seguida de muchas otras que daban en el mismo punto.

Itachi se deleitaba con los gemidos que salían de aquella boca. Se dio cuenta de q tanto el rubio como él estaban por llegar al éxtasis. Aumento la velocidad y profundidad de las embestidas sintiendo como su kitsune se corría entre ambos mientras él lo hacia dentro de éste reclamándolo como suyo.

En la oscuridad de la noche, la luna alumbra dos cuerpos abrazados en una casa abandonada en medio del bosque. Ambos amantes que en el último momento de su entrega habían profesado su amor el uno al otro. Uno parecido a la noche, el otro parecido al día; tan distintos que nadie hubiera podido pensar que entre ellos existiera  amor. La luna sabía que estaban equivocados; y se oculto entre las nubes dando privacidad a los dos amantes.

---------------end flash back--------------

De eso ya habían pasado tres meses. 

Al principio creyó que tendrían que ser muy cautelosos. Claro que de alguna forma desconocida, la Hokage había descubierto su relación. Hacía poco más de un mes le había preguntado si era feliz; y él respondió que por primera vez en mucho tiempo lo era, ya que estaba con la persona que amaba. El rubio creyó que sería tachado de traidor, pero se sorprendió al escuchar su aprobación y el consejo de que fuera más cuidadoso; porque si alguien más se enteraba no podría hacer nada. 

Aún recordaba la cara de Itachi cuando le contó sobre la advertencia de la Hokage. Primero fue de sorpresa,  para ser cambiada por una de felicidad; ya que si la Hokage lo sabía sería más fácil. 

Se encontraba otra vez sobre las cabezas de los Hokage, donde había sido su primer beso, esperando por su amado con los ojos cerrados.

Sintió unos brazos rodear su cintura y una cabeza recargada sobre su hombro. No necesitaba abrir los ojos para saber quién era aquella persona, pues conocía perfectamente su aroma.

-Te hice esperar mucho-preguntó su compañero; sintiendo los espasmos del pequeño entre sus brazos.

-Llegué hace poco-contestó aún sin abrir los ojos; disfrutando de las pequeñas caricias que empezaba a recibir -I-tach-chi a-aquí  n-nos pueden des-cubrir- aquellas caricias lo estaban excitando muy rápido.

-Está bien; pero no te escaparás esta noche-dejó a su rubio y fue a sentarse a la sombra de un árbol.

-No pienso hacerlo, pero hoy tenemos un compromiso ¿recuerdas? -dijo mientras se acercaba al pelinegro y se sentaba entre sus piernas.

-Ya sé, ya sé ¿Tú sabes para qué nos quiere la Hokage? Es raro; por no decir increíble; que quiera hablar conmigo.

-Pues creo que tiene que ver con tu hermano…

-¿Con Sasuke? Bueno creo que entonces iré. ¿Dónde dices que nos espera?-

-Cerca de la cabaña.

-Bueno; vamos y de regreso aprovecho y te rapto. Hace mucho que no te hago mío, ¿sabes?-

No digas eso ¿quieres? Me da pena.

-Por eso mismo lo digo. Adoro cuando te sonrojas-le dio un beso rápido para luego levantarse con Naruto en brazos.

-¿Sabes? Puedo caminar solo.

-Lo sé.

-Entonces bájame.

-No quiero.

Aquella pelea siguió durante toda la tarde; y para cuando Naruto se dio cuenta ya era de noche. La Hokage se debió haber aburrido y marchado. Sin más, se dio por vencido y se dejó hacer por Itachi; entregándose a él como tantas veces lo había hecho ya.

Fin

 

Notas finales:

N:ne ne dejen comments pliss!!!

Z:no lo van hacer

N:T.T malo


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