Ya tenía más de 6 meses en ESE lugar y aun no terminaba de acostumbrarme a los horarios y a las peculiares actividades que teníamos obligación de hacer en ese lugar. Como los Nuevos, nos tocaba a todos una parte de los aseos del lugar de reuniones, los dormitorios, los baños, la cocina, el comedor, y todas las otras habitaciones del castillo.
Esto era un suplicio... terminaba tan cansado... que no tenía ni ganas de despertar en la mañana... otra vez a las 4 de la mañana, para el dichoso entrenamiento matutino, correr sin descanso hasta caer desmayados, hasta que llegáramos al límite de nuestras fuerzas. Aun con todo esto, yo había notado que cada vez soportaba más y más y mi cuerpo se acostumbraba al trabajo excesivo. Incluso me siento mucho más fuerte.
Menos me acostumbraba a nuestros superiores e instructores. El instructor Matt, era el que nos levantaba tan temprano para correr hasta el cansancio… era el sujeto que nos recibió en nuestro primer día. Un sujeto rubio y tan alto, yo creo que mide como dos metros o más, hay quien piensa que mide como dos metros quince. No lo sé, con mi metro sesenta y ocho soy bastante bajito. Es muy fornido, tiene el pelo rubio y casi a rape y unos raros ojos negros. Es un gran contraste. Pero aunque es muy rudo, es bastante justo y comprensivo.
La rutina diaria seguía con 20 minutos para ir a ducharse, cambiarse y luego 30 minutos para el desayuno de 7 a 8 de la mañana; continuamos con clases de defensa personal, luego clases de tiro, arquería, kendo, esgrima y por fin un descanso de otros 30 minutos antes de la comida a las 3 de la tarde y libre hasta las 5 de la tarde en que reanudamos con clases teóricas de estrategias y uso de armas de fuego y explosivos, tácticas de guerrillas, y otros muchos tópicos hasta las 8 en que se nos asignaba el lugar de limpieza de ese día y a limpiar hasta terminar para poder cenar y luego dormir... hasta el otro día y la misma rutina.
El instructor Jake que nos imparte tiro, arquería, kendo y esgrima, es un tipo de por lo menos un metro noventa, no es ni de lejos tan alto o fornido como Matt, pero es también muy fuerte y excelente en esas 4 disciplinas no es tan agradable y tampoco es muy justo pero es un buen maestro. El es de piel color aceitunada, ojos miel y cabello castaño, es delgado y su cuerpo se ve muy trabajado en el gimnasio. Hummm...… todas la chicas del grupo y algunas de las superiores dicen que tanto Matt como Jake son como dicen ellas ¡¡tan guapos y varoniles!! Ridículas mujeres. Pero soy un hombre y a mi no me parecen tan lo que ellas dicen.
Pero otra cosa es si hablamos de la Señorita Elise, la instructora de tácticas y estrategias… Ella es tan sexy y tan hermosa, es muy buena maestra es la mejor de todos los instructores. No creo que mida más del metro setenta y cinco, jajaja es más alta que yo, doy pena; ella nunca me notará. Tiene el pelo largo y pelirrojo, ondulado y siempre sujeto en un moño alto, es delgada pero me consta que es fuerte incluso para ser una mujer; una vez la vimos enojarse con Jake y derribarlo de un solo golpe, ¡Wow! eso fue fenomenal. Tiene unas bonitas manos tan blancas y de dedos tan delgados, su cara también es muy bonita, es tan bella. Ella es lo único de aquí que me agrada.
Aunque hemos oído hablar del jefe de los tres, se llama Caín-sama así lo llama todo el mundo aquí, parece que todos le tienen un desmesurado respeto. Yo en lo personal no lo he visto para nada. Solo he oído los rumores que circulan sobre el. Que la verdad son de todo tipo. Solo se con seguridad que se lesiono fuertemente en la última misión y estuvo dos meses indispuesto y luego llego al tercer mes pero muy de noche y solo los tres instructores lo vieron. Bueno no quiero pensar en él hasta que lo conozca, nunca me ha gustado dejarme guiar por los rumores.
Hoy hace ya seis largos meses que estoy aquí, parece que pronto se nos asignaran tareas específicas de acuerdo a nuestro grado, mismo que será designado por un examen que tendremos pronto. El pensar en esa prueba me da algo de miedo, he oído a las mayores hablando de que en ESE examen se determina quien será carne de cañón para las misiones, y que la mayoría no sobrevive el primer año en este lugar.
Y siento mucho miedo, aun no quiero morir. Todavía no. Por favor aun no. Dios. Y entre las preocupaciones y el estrés creo que me voy durmiendo. Dios me siento tan cansado... tan cansado. Creo que voy a dormir por ahora. Me dije a mi mismo justo antes de caer dormido.
*-* *-* *-* *-*
Dos días después...
- Por fin termino el maldito examen... No puedo creer que salí tan bien librado... Sé que no soy el más veloz corriendo... ni en fuerza... pero mi puntería es perfecta tanto con el arco como con una arma... mi esgrima es de las 3 mejores y mi kendo es excelente... Dios hasta en estrategia salí el mejor... mi armado y mi diseño de la bomba también... jajajajajaja... por dios... no seré carne de cañón.... pero por que habré sido llamado a la despacho del jefe superior q vino para el examen... eso si da miedo... pero que remedio solo me queda ir y averiguarlo.- concluí para mi mismo mi monólogo descarriado y me encamine hacia el despacho en compañía de mi agradable escolta.
Cuando estaba por llegar a un largo pasillo precedido por una puerta de cristal, el sujeto feo y enorme solo me abrió la puerta y me empujo dentro del pasillo, cerrado la puerta detrás de mí. En ese momento, sentí un escalofrío recorrer mi espalda mientras me forzaba a caminar por el largo pasillo hasta la puerta al final, el presentimiento se hacia más fuerte.
Casi al llegar comencé a escuchar extraños ruidos salir desde detrás de la puerta frente a mí.
- ¡¡Más... ahhhh... más... aaaahhh!! Mi señor... ¡aaahhh! - Decía una voz muy suave y sugerente.
- ¡¡Ohh!! Mi linda puta quiere más. JAJAJA... Solo tienes que pedirlo, mi pequeño - Decía otra voz mucho más ronca y fuerte.
Sentí mucha vergüenza de interrumpir algo tan íntimo y estaba pensando regresar luego cuando la dulce voz dijo...
- ¡Aaaahhh! ¡Ah! Señor... mi señor espere... ¡¡aahh!! Creo que tenemos compañía, pare por favos - hablaba con voz entrecortada, intentando llamar la atención sobre mi presencia tras la puerta. A lo que el sujeto, al que llamaba Señor contestó sin recato...
- Esta bien mi pequeña y linda puta... no importa quien venga a interrumpir nada te salvará hoy... jajajajaja. Hasta te conseguí este lindo kimono que llevas... Vamos no estropees la diversión - concluyó el hombre.
- Pero dijiste que no me vería así... mentiste... mentiste... ¡¡Aaahh!! ¡¡¡Ooohhh!!! - dijo la otra voz
- Vamos basta... todo se hace a mi modo y tú mejor que nadie debería saberlo... jajajajajaja - concluyó con dureza el dichoso Señor. Para a continuación decir en voz bien alta - Pasa chico, es de mala educación espiar a los demás - Me dijo
Así que tragándome la vergüenza apreté el pomo de la puerta y entré. No creo que nada de lo que he vivido hasta ahora a mis 17 años me preparara para lo que vi al abrir esa puerta.
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