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Yuki y La Lampara Maravillosa por yanelizacuario

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Notas del capitulo:

Bueno, aqui está el nuevo capitulo, como prometí lo más rápido que pude.  Además dejenme recordarles que en mi actual situación es el único que puedo actualizar por el momento jejejejej.

Bueno las dejo de aburrir con mis cosas y aqui les dejo el nuevo capi, disfrútenlo!!!!!!!!!!

Los ojos violetas estaban abiertos en su máxima expresión, captando cada detalle del rostro tan cercano mientras su boca era devorada por su amo. No supo cuando pero el beso empezó a ser correspondido casi con la misma intensidad, como si su boca tuviera mente propia y se negara a obedecer al atisbo de conciencia que le decía que estaba mal.

Claro que el voraz escritor no ayudaba a la mente del chico, besaba con tantas ganas al pelirosa que parecía que se lo estaba comiendo. Mientras tanto la mente del rubio se había desconectado, olvidándose que eso era solo una fantasía generado por su mente, que nada era real y que a la mañana siguiente ese hermoso muchachito ya no estaría a su lado.

El beso terminó, Yuki se separó del genio y se recostó en la cama, dispuesto a dormirse. Shuichi por su parte era una maraña de sentimientos, porque por una parte ese hombre tan apuesto le recordaba a su último amo y ese beso había sido algo que deseo desde siempre que pasará en aquel tiempo. Pero por otra parte ese hombre era su amo y no podía desarrollar ningún sentimiento que fuera más allá de la tarea de concederle los deseos correspondientes.

-Soy eterno después de todo- el escritor se volteó al escuchar la dulce voz del chico y le miró desconcertado, como tratando de entender el significado de las recientes palabras.

-¿Qué quieres decir con eso?-

-Yo….nada….solo….- no dijo más se dio media vuelta y salió de la habitación, si seguía junto al apuesto rubio seguramente las cosas pasarían a mayores y no podían, no quería que lo de antes se repitiera de nuevo.

Yuki tan solo observo como el extravagante muchacho se iba de allí, suspiró, ya mañana todo volvería a la normalidad y no habría nada más de que preocuparse….


********************************************************************


-¿Se las has entregado?- la mujer sonrió.

-Se la entregué, seguramente ya debió haberlo hecho salir-

-Excelente, ahora solo falta que aproveche la oportunidad que se le fue dada, no creo que sea tan imbécil de echarlo a perder de nuevo-

-Quien sabe, el hombre es impulsivo y egocentrista, no quiere a nadie y sigue atrapado por un trauma pasado, es un mujeriego, su apariencia y fama le ayudan bastante- la mujer tomó un sorbo de la tasa que tenía entre las manos.

-¿Podrá llegar a amarle?-

-No lo sé, su corazón ha sido acorazado por una pared de hielo que será muy difícil romper, hasta para nuestro muchacho-

-Bueno, ya ha esperado unos cuantos miles de años, puede seguirlo haciendo-

-Te equivocas, esta es la última oportunidad-

-¿Si?-

-Ya no hay más tiempo, los veinte mil años terminan en cinco meses-

-¿Estás segura?-

-Estoy segura, si esta vez no hace lo debido le perderá para siempre-

-Él y todas sus reencarnaciones-

-Shindou Shuichi tiene mucho trabajo-

-Eiri Uesugi también-

-Será divertido verlos-

-Mmmm, tal vez tengas razón- siguieron disfrutando del té sin otra palabra, el juego había empezado, de nuevo…



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El astro mayor iluminaba la hermosa ciudad de Tokio, sus rayos entraban por todas las ventanas abiertas y se colaban con maestría por las que estaban cubiertas por cortinas. Tal era el caso del apartamento de cierto famoso y sexy novelista, quien en ese momento aún dormía placidamente en su cama, sin ser consciente de la intensa observación a la que estaba siendo sometido.

A escasos centímetros de donde estaba hundido en su mundo de sueños, el pelirosa le miraba con una gran sonrisa en el rostro, le encantaba ver como dormían los humanos. Él no dormía cuando estaba fuera de la lámpara, generalmente se la pasaba contando cosas o recordando alguna que otra memoria agradable su pasado, pero siempre que tenía un amo le gustaba espiarle casi toda la noche y así se había pasado desde la madrugada en la habitación del rubio.

Claro que el aquella observación se debía a que en parte algo inquietaba al pequeño genio, y es que se sentía mal, por aquellos prohibidos sentimientos que de pronto habían despertado en lo más profundo de su corazón, sentimientos hacía su amo que no debían estar ahí en primer lugar. Y era consciente que una vez los siete deseos fueran cumplidos, él debería regresa a su eterno sueño, su eterno castigo. Suspiró, no todo en su vida eran buenos momentos, había tenido amos muy malos que le habían hecho cosas terribles y no quería que de nuevo pasara eso.

Un travieso rayo de sol entonces atrapó la faz del escritor, quien se removió ligeramente en la cama, hecho que pasó desapercibido por el pelirosa que aún estaba hundido en sus recuerdos. Los dorados ojos se abrieron con pereza, acostumbrándose a la tenue claridad de la habitación, hasta que de pronto se toparon con el extraño color rosa del cabello del genio y fue cuando despertó por completo.

-¿Pero qué demonios….- el ojivioleta se sobresalto ante la voz de su amo y se separó algo brusco de la cama, cayendo sobre un sofá que había junto a la ventana.

-Yu….yu…ki, me has asustado- el chico se apretaba el pecho como si estuviera a punto de tener un paro cardíaco, mientras tanto el escritor le miraba con los ojos bien abiertos desde la cama.

-¿Quién demonios eres tú?- la mirada amatista se tornó confusa, ¿Qué acaso su amo no recordaba lo que había pasado la noche anterior?

-¿No me recuerdas amo?, soy Shuichi, el que te cumplirá siete deseos- las palabras del chico descolocaron al escritor, en ese instante recordó lo sucedido en su supuesto sueño, ¿acaso había sido todo la realidad?, se levantó de la cama y corrió hacia el baño.

Shuichi se quedo estático, en el sofá, mirando como perdido la puerta tras la cual había desaparecido el rubio. Su corazón palpitaba como nunca antes lo había hecho, de miedo y dolor al mismo tiempo, porque no sabría que hacer si el humano que de pronto se había convertido en lo más importante para él, le rechazara.

Mientras tanto en el baño, el rubio se echaba agua en la cara, muy fría, tratando de despertar por completo y comprobando que estaba viviendo una realidad. Se miró en el espejo, su cara estaba completamente empapada.

-¿Qué demonios me pasa?, esto debe ser un sueño, cuando salga de este lugar ese niño no estará ahí y podré terminar mi novela sin ningún inconveniente- suspiró

-Los genios sólo existen en los cuentos de hadas- tomó una toalla y se secó apresurado, tomó el pomo de la puerta cuando hubo terminado y salió expectante. Grande fue su sorpresa al encontrarse con que el pelirosa aún seguía en su sofá, mirándole fijamente con eso hermosos y expresivos ojos violetas.

-¿Ya te sientes mejor amo?- ahora si era oficial, se había vuelto loco o ese niño era tan real como él mismo. Aunque si lo pensaba bien no era tan malo tener un genio que te pudiera cumplir siete deseos, ¿Verdad?

-Así que eres real, vaya si que me has dado un buen susto chiquillo-

-Ya te dije que no soy chiquillo, tengo nombre y es Shuichi-

-Como sea mocoso- el escritor salió a paso rápido y se dirigió a la cocina, definitivamente necesitaba una cerveza, que importaba que fuera tan temprano. Abrió el refrigerador y su sorpresa fue grande al encontrarse con todas las cervezas que el pelirosa le había dado la noche anterior.

-No es tan malo después de todo- sacó dos y luego se dirigió a la sala, donde se encontró con el genio observándole muy atentamente.

-Algo bueno se saca de ti niño- se dejo caer con pesadez sobre el sofá mientras abría una de las latas y se la bebía casi de un trago, Shuichi tan solo le miraba con atención, aún sentía dudas acerca de lo que pasaba por la mente de su amo.

-Yuki- el escritor dejo la lata a un lado y se dispuso a encender un cigarrillo.

-¿Qué quieres?-

-¿Ya has pensado en que vas a pedir?- apagó el encendedor y miró fijamente al chico, este se encontraba sentado en uno de los sofás, con una pierna doblada y la otra pegada a su pecho, aún portaba las extrañas ropas de la noche anterior.

-No lo sé, sinceramente tengo todo lo que quiero, no necesito nada más-

-Pero eso es imposible, todos mis amos han tenido un deseo escondido que yo les puedo cumplir-

-¿Cómo que cosas?- el pelirosa cambió su expresión a una pensativa.

-Pues recuerdo que una de mis amas me pidió muuuucho dinero, y luego pudo ganarse el corazón de un hombre que quería mucho-

-No necesito eso niño, yo ya tengo mucho dinero y puedo ganarme el falso amor de cualquier mujer- el chico frunció el seño.

-Ya veo, otros me han pedido talentos, como para tocar algún instrumento o cantar o algo así-

-No necesito ningún talento, ya tengo uno, soy un escritor famoso-

-Vaya, si que lo tienes todo entonces, aunque algo debe faltarte- el rubio no dijo nada mientras seguía fumando con suma tranquilidad su cigarrillo. Shuichi no supo tampoco que más proponer, los deseos de sus amos estaban basados en cosas materiales y que les ayudaran a encontrar la fama y felicidad, nunca había estado con alguien que ya lo tuviera todo.

-¿Qué pedirías tú mocoso?- el chico se sorprendió ante aquel cuestionamiento, nunca nadie le había preguntado que podría querer él.

-Nadie me había preguntado eso- bajo la mirada, se sentía extraño.

-Pero yo te lo pregunto, ¿Qué pedirías tú?-

-Pues….yo….pediría…libertad- los ojos dorados se abrieron en sorpresa.

-¿Libertad?- el chico asintió mientras le enseñaba unos plateado brazaletes en sus muñecas y tobillos.

-Soy un prisionera, hace miles de años un hombre me condeno a estar encerrado en la lámpara para siempre, desde entonces se me concedió el infinito poder para conceder deseos. Pero no todo es tan bonito como lo pintan, he pasado solo durante estos últimos veinte mil años y encerrado en esa maldita lámpara, es por eso que mi deseo más añorado es ser libre y vivir como un humano-

-¿Por qué como un humano?-

-Porque los humanos mueren, quiero decir, ellos viven su vida al máximo porque saben que eventualmente se acabará y no tendrán más porque luchar. En mi caso no es así, porque se que haga lo que haga seguiré por miles de años más, sin descanso y concediendo deseos a gente avariciosa y que no tiene ningún sentido de la dignidad, sin ofenderte-

-Eso quiero decir, que has tenido amos que son malos- la mirada del pelirosa se volvió algo triste.

-Si, amos muy malos, que me han pedido cosas horribles y que me han obligado a cumplir sus horribles deseos de poder para eliminar a los más débiles-

-Vaya, entonces puedes cumplir esa clase de deseos- Shuichi levantó la vista, como asustado, pensando en que su amo tal vez querría un deseo como ese.

-Claro pero….-

-No, está bien, no pienses que soy de esos, solo preguntaba. Créeme que se bastante de la crueldad de este mundo-

-Creo que yo también, pero dejemos los malos recuerdos para luego y empieza a pensar en cuales serán tus deseos-

-Bien, para empezar te voy a hacer una promesa- Yuki pensaba con detenimiento todo, primero debía probar que ese niño podía hacer lo que el quisiera así que usaría el primer deseo como una prueba para saber si era todo real y no parte de alguna alucinación provocada por alguna droga nueva que Tatsuha le hubiese dado. Claro que primero quería hacer al chiquillo feliz, de alguna forma su conciencia le decía que debía hacerle esa promesa, raramente decidió tomar el consejo y hacer lo que esta decía.

-¿Una promesa?-

-Así es, en parte entiendo como debes sentirte al estar tan solo así que te prometo que te liberare con el último deseo- Shuichi no supo que decir, ¿estaba su amo hablando en serio?

-¿En serio?-

-Así es, te liberaré- el genio negó con la cabeza resignado, como diciéndole que no le creía.

-¿Qué acaso no me crees?-

-¿Cuántas veces crees que me han liberado?, he escuchado ya varias veces cuando me prometen eso y luego se arrepienten cuando ven uno de sus deseos amenazados por mi libertad, son solo puras habladurías-

-Yo no digo mentiras, eso lo puedes tener por seguro, si yo digo que te liberaré con mi último deseo es porque lo haré, ¿está claro?- el ojivioleta le miró por un momento, incrédulo ante aquella afirmación. Claro que al final encontró que el rubio debía estar hablando en serio, su mirada era determinante.

-Bien, te creo, solo espero que lo cumplas-

-Lo cumpliré, pero debo advertirte que hay una condición-

-¿Cual?- el pelirosa se había emocionado por lo que ahora estaba al lado de su amo, con una gran sonrisa adornando su bonito rostro.

-Te lo diré luego, ahora creo que he pensado en mi primer deseo- Shuichi aplaudió emocionado mientras esperaba expectante el deseo del rubio.

Yuki dejó el cigarrillo en el cenicero y se acercó peligrosamente al bonito rostro del genio, observando con detenimiento cada parte, memorizando los movimientos tan provocativos que hacía sin siquiera ser consciente de ellos. Pensó en su deseo, era algo para empezar, sería una buena liberación de stress y podría estar más tranquilo, después de todo solo era un deseo de prueba.

-Hay una mujer….- la expresión del chico cambió drásticamente mientras negaba con la cabeza.

-No Yuki, te he dicho que no puedo hacer que nadie se enamore de ti, es una de mis limitaciones y….-

-¡Cállate y déjame terminar!- el pelirosa se quedó callado.

-Como decía, hay una chica cuyo nombre es Usami Ayaka, ella es mi prometida- el genio se sintió de pronto morir ante aquella revelación, eso quería decir que su amo estaba comprometido en matrimonio y no había esperanza para ellos….un momento, no podía ser así, el ellos no existía en el vocabulario todo eso era una farsa aunque su corazón dijera lo contrario.

-¿Me sigues escuchando?- el pelirosa alejó sus pensamientos y asintió.

-Pues como te decía ella es mi prometida, pero yo no quiero casarme con ella, eso sería una horrible experiencia además que no la amo- el chico se sintió rebosar de felicidad ante esa confesión, parece que había sacado conclusiones muy pronto, claro que alejó nuevamente sus pensamientos, porque todo lo que le venía a la mente resultaba estando mal.

-¿Qué quieres que haga entonces?-

-Haz que su familia cancele el compromiso, deseo que los Usami se olviden de nuestra unión y que mi padre también lo haga, deseo que canceles mi compromiso con esa niña entrometida y mimada- Shuichi asintió sonriendo.

-¿Cómo has dicho que se llama?-

-Usami Ayaka, vive en Kyoto al igual que mi familia-

-Bueno, entonces manos a la obra- el pelirosa de pronto se colocó en posición de loto y empezó a flotar en el aire, mientras un brillo rosado le envolvía. El escritor le miraba sorprendido y en el fondo deseaba con todas sus fuerzas que esto no fuera solo una fantasía, la finalización de ese compromiso le daría más libertad y evitaría que su padre dejara de fastidiarle recordándole una y otra vez que debía casarse con alguien de buena familia.

Solo pasaron unos minutos más cuando el pelirosa dejó su posición y se paró en medio de la sala, sosteniéndose en uno de los sofás.

-Listo…tu compromiso está….cancelado- y de pronto el teléfono sonó. El escritor se levantó molesto a contestar, seguramente sería su hermana o cuñado para fastidiarlo nuevamente por su falta de educación.

-¿Qué quieres?-

*Parece que Mika no me engañaba cuando me dijo que eras un maleducado para contestar el teléfono, hasta a tu propia familia. ¿Dónde quedaron todas las enseñanzas que te di cuando eras pequeño? No eres más que un malcriado que…..*

-Llamas sólo para sermonearme, no tengo tiempo padre, soy una persona muy ocupada y….-

*Cállate Eiri, sólo te he llamado para informarte algo, dadas las circunstancias creo que es mejor que te enteres por mi*

-¿Ahora qué te traes entre manos?-

*Pues algo que te hará feliz imaginó, después de todo nunca estuviste dispuesto a obedecer mis ordenes* el escritor entonces se sintió algo desconcertado, llevó la vista a donde estaba el genio unos momentos antes, ya no se encontraba ahí…

*…Eiri, ¿Me estás escuchando?*
regresó a la realidad y puso atención a las palabras de su padre.

-Te escucho-

*Bien en ese caso, es mi deber informarte que Usami-sama ha cancelado el compromiso con Ayaka-san, me ha convocado en reunión esta tarde diciéndome que su hija tendrá un mejor futuro con alguien que esté consciente de sus responsabilidades y qué tú solo eres un muchacho malcriado* Yuki no salía de su asombro, el genio era real, le había cumplido el primer deseo sin error y más rápido de lo que él imaginó, era simplemente perfecto.

-Entiendo, gracias por avisarme, ya luego hablaremos más detenidamente de todo esto, un día de estos llegaré a Kyoto-

*Claro, claro, te avisaré si Usami-sama cambia de opinión. Muchacho malcriado, ya luego recibirás tu castigo
* el rubio sonrió.

-Cuelgo padre, adiós- sin dejar que el anciano dijera nada más, cortó la llamada, en ese momento miles de ideas de estaban acumulando en su mente. Tenía cinco deseos más que para gastar, cinco cosas que esa bola rosa podría cumplirle casi sin límites, sonrió.

-Bien, parece que esto será mejor de lo que imaginé- dejó el teléfono en su lugar y se dispuso a buscar a su genio, ¿donde podría haberse metido?

Caminó con decisión hasta la sala y se quedo helado al observar al pelirosa tirado al lado del sofá, aparentemente inconsciente.

-Demonios- se agachó junto al chico y le levantó hasta tenerlo a la altura de su rostro.

-Eh, mocoso, despierta- los ojos violetas se abrieron ligeramente.

-A…mo….-

-¿Qué te pasa?-

-Solo….estoy…débil….después…de….cada….deseo….lo estoy- el hombre comprendió, debía ser algo difícil para el chico cumplir los caprichos estúpidos de sus amos, debía requerir mucho poder.

-Vaya que genio tan inútil me he conseguido-

-No…soy…inútil….- las amatistas se cerraron, definitivamente necesitaba descansar con urgencia. El rubio suspiró, lo mejor sería llevárselo a la recamara, no quería dejarlo solo en la sala. Se dirigió con sigilo a su habitación y lo depositó en la cama.

-Vaya que esto es muy extraño- observó las ropas del pelirosa, parecían de varios miles de años atrás. Una brillante idea hizo aparición entonces en su rostro, además que sería muy tentadora.

-Veamos que tanto te pareces a los humanos- sin pensarlo más empezó a despojar de su ropa al inconsciente, después de todo, el chico estaba como para comerselo….
Notas finales:

¿Qué les pareció?, pues espero que me digan porque de eso dependerá la rapidez en que ponga el proximo capi. Haber que les parece, ya veran que los próximos deseos serán aún mejores y ya viene el lemon!!!!!!!!!!!!!!!

Nos vemos pronto, besos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


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