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En la farmacia por EijiTonks

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Notas del fanfic:

Los personajes en The Prince of Tennis no me pertenecen, solo uso a los personajes para mi loca imaginacion.

Aqui estoy con nuevo fic, cortito un solo capitulo pero mejor eso a nada, espero que les guste y ahora mi super comercial de mi otra obsecion.

A todo fan de Harry Potter que sea de Mexico, D.F. estan invitados a la reunion que tendra lugar en el parque Hundido este 18 de abril a la una de la tarde, se pondra muy bien hasta jugamos quidditch, bueno para mas informes metanse a http://www.harrylatino.com/ de ahi a HL local o www.hlmexico.com.

 

Notas del capitulo:

Viva la Strongest Pair!!!!!

 Fuji tenía algo de tos y estaba al teléfono ordenando unas cosas en la farmacia, pediría un jarabe y unas cositas mas aprovechando el viaje, Yumiko se encontraba dando vueltas por la casa pues cuando estaba por salir recordaba que había olvidado algo y regresaba por ello, su hermana iba a salir a recoger a Yuuta al St. Rudolph, estaba en la sala buscando sus llaves y la estaba poniendo patas arriba pues se le haría tarde para recoger a su hermano menor, estaba quitando los cojines del sillón menos uno en el cual estaba sentado Syusuke hablando por teléfono, trato de moverlo pero su hermano no se movió un ápice.

 

-Muévete, deja ver si están mis llaves –dijo Yumiko tratando de empujar a su hermano.

 

-Estoy hablando –dijo Fuji con teléfono en mano –déjame en paz.

 

-Puedes hablarle después a tu novio, necesito mis llaves –dijo Yumiko siguiendo empujándolo.

 

-No estoy hablando con Kuni-chan, hago un pedido a la farmacia tengo tos.

 

-Deja aprovechar –dijo Yumiko quitándole el teléfono a Fuji -¿si bueno?, también agregue a la cuenta una caja de ranitidina… si a nombre de Fuji, gracias.

 

 Yumiko colgó el teléfono y se lo pasó a su hermano que no dijo nada solo suspiro, luego de unos segundos Yumiko empezó otra vez a tratarlo de moverlo, y Fuji se aferraba con más fuerza a su asiento pues nada lo movería de ahí.

 

-Dame mis llaves.

 

-¿Por qué rayos piensas que las tengo? –dijo Fuji tratando de no reírse.

 

-¿Por qué otra razón no quieres levantarte?, mis llaves deben estar bajo el cojín.

 

-¿Segura que ya buscaste bien?, ¿no las dejaste sobre la mesa?

 

-Claro que no, deja de hacerte el tonto y muévete –dijo Yumiko empezando a desesperarse.

 

-¿Entonces que estoy viendo? –dijo Fuji señalando la mesa.

 

 Yumiko volteo y vio que las dichosas llaves ahí estaban, resoplo molesta mientras su hermano se reía sin discreción alguna, tomo sus llaves con molestia y las guardo en su bolsillo, había pasado delante de las llaves al menos siete veces y no las había visto. (N/A: sucede creo que es un tipo de distorsion cognitiva o no me acuerdo que nos dijo el de psicologia pero era algo parecido)

 

-Pasare a la farmacia luego de recoger a Yuuta y traeré lo que pediste.

 

-No es necesario yo puedo…

 

-Syusuke estoy tratando de hacerte un favor, yo iré a la farmacia.

 

 Fuji no objeto lo dicho por su hermana y esta salió de la casa, le extraño la amabilidad de esta al ofrecerse pero al ver a su alrededor vio que ese gesto de amabilidad había sido una excusa para escapar pues la sala era un completo desorden que ahora el tenia que arreglar, encogió los hombros algo resignado y empezó a ordenar la sala pues parecía que un huracán había pasado por ahí.

 

 Tezuka había acompañado a su abuelo a la farmacia para surtir una receta de este, y claro el chico de lentes tenía que comprar sus pastillas para la cabeza ya que ser capitán del Seigaku provocaba muchos dolores de cabeza, se acerco al mostrador solo para curiosear pues se hallaba aburrido mientras esperaba a su abuelo, había varias lociones de muestra gratis, Tezuka tomo una, miro la botella por un segundo antes de abrirla y se la llevo a la nariz, no olía mal tal vez podría gustarle a Fuji, miro a su alrededor para asegurarse que su abuelo no lo viera, se puso un poco en las muñecas, olio otra vez la fragancia que le entro de lleno y le dio un pequeño ataque de tos, pero pronto sintió unas palmadas en la espalda.

 

-Tezuka-kun, ¿estás bien?

 

-Sí, gracias Yumiko-san –dijo Tezuka que ya podía respirar.

 

-¿Puedo ayudarla? –pregunto el farmacéutico.

 

-Si un pedido a nombre de Fuji o Syusuke Fuji no se cómo lo ordeno mi hermano.

 

-Deje revisar –dijo el farmacéutico.

 

-¿Syusuke está bien? –pregunto Tezuka algo preocupado.

 

-No te preocupes solo tiene algo de tos –dijo Yumiko tranquilizándolo.

 

-Iré a verlo más tarde.

 

-Te preocupas por él y mirabas lociones para Syusuke, ¡eres tan lindo! –dijo Yumiko pellizcando la mejilla de Tezuka.

 

 Tezuka se sonrojo por lo dicho por la hermana de Fuji, en ese momento se acercaba su abuelo que venía platicando con Yuuta, el farmacéutico se acerco con una pequeña bolsa de papel con el pedido de Fuji.

 

-Aquí tiene –dijo el farmaceuta dejándola bolsa en el mostrador y el ticket.

 

-¿No es mucho para un jarabe y unas pastillas para la gastritis? –dijo Yumiko.

 

-Fuji Syusuke… dextrometorfano/guaifenesina, ranitidina –dijo el farmaceuta sacando las cosas de la bolsa –dos cajas de condones texturizados, una caja de condones con sabor a cereza, lubricante… vaya su hermano planea divertirse, que chica tan afortunada.

 

 Mientras Tezuka se había quedado pálido al ver lo pedido por Fuji, se sujeto al mostrador y se volteo para encontrarse con las miradas de Yumiko, Yuuta y su abuelo que estaban sobre él; la primera tenía una sonrisa nerviosa, el segundo parecía querer matarlo con la mirada y el ultimo parecía que estaba a punto de echarse al piso a reír.

 

-Permiso –dijo Tezuka tratando de no sonrojarse.

 

 Con la dignidad que le quedaba se retiro lo más rápido posible que sus piernas le permitían sin necesidad de correr y se metió al auto a esperar a su abuelo quien de seguro se burlaría de él o tal vez esperaría a que llegaran a casa para poder torturarlo en la comodidad de su hogar; ¿en qué rayos estaba pensando Fuji al comprar esas cosas?... bueno si sabia en que pensaba, pero al menos le hubiera avisado de los planes que tenia. Su abuelo llego unos minutos después y no pudo evitar mirarlo sin aguantarse la risa, pero no le dijo nada durante el trayecto a la casa, al llegar subió directo a su cuarto para ver si se podía asfixiar con su almohada.

 

 Los hermanos Fuji habían llegado a su casa tratando aun de recuperarse de la sorpresa, cuando entraron en la sala está ya estaba arreglada y parecía que el huracán Yumiko jamás había pasado por ahí, sin embargo Syusuke no se encontraba en esta, Yumiko dejo la bolsa con las cosas de Fuji en la mesa de centro y ambos hermanos se dejaron caer sobre el sillón, tratando de procesar lo ocurrido.

 

-Bueno al menos es bueno que Syusuke actué con madurez y se cuide –dijo Yumiko.

 

-¿Madurez?, por favor lo que compro Syusuke fue más para diversión con el sin chiste de Tezuka, que para cuidarse de eso puedes estar segura –dijo Yuuta molesto.

 

-Yuuta son cosas de nuestro hermano debemos respetarlo.

 

-Casi golpeo a Tezuka-san cuando el farmacéutico saco las cajas de condones y el lubricante.

 

-¿Kunimitsu sabe lo que compre? –dijo Fuji que acaba de entrar a la sala.

 

 Fuji fue hasta la mesa de centro, saco las pastillas de su hermana las boto en la mesa y luego miro a sus hermanos con enfado.

 

-Gracias por meterse en lo que no les importa –dijo Fuji antes de salir de la sala.

 

-Ese cuatro ojos esta pervirtiendo a mi aniki –dijo Yuuta cruzado de brazos.

 

-Yuuta no seas un hermano celoso conoces bien a nuestro hermano y en todo caso…es Syusuke quien esta pervirtiendo a Tezuka-kun –dijo Yumiko sonriendo.

 

-No digas esas cosas.

 

 Mientras en la casa de Tezuka la familia se había reunido para cenar, y el chico de lentes aun se encontraba en shock por lo que había pasado en la farmacia, pero aun así no debía bajar la guardia pues sabía bien que su abuelo en cualquier momento haría algo para avergonzarlo.

 

-¿Te pasa algo Kunimitsu?, apenas si has tocado tu cena –pregunto Ayana preocupada.

 

-Tienes mala cara, ¿paso algo en la farmacia? –dijo Kunikazu.

 

-¿Qué paso en la farmacia? –pregunto Kunihara inmediatamente.

 

-Nada –contesto Tezuka secamente.

 

-Se educado con tu abuelo –reprendió Kunihara.

 

-¿Por qué la mala cara Kuni-chan? –dijo Kunikazu con tono inocente –¿acaso no te dio gusto ver a tus cuñados?

 

-¿Te encontraste a sus hermanos?, espero que los hayas saludado de mi parte –dijo Ayana.

 

-No tuve oportunidad –dijo Tezuka.

 

-Sí, saliste algo presuroso de la farmacia.

 

-Abuelo, ¿sabes quién tiene una erupción muy desagradable? –amenazo Tezuka.

 

-Me sorprendió que Syu-chan comprara tres cajas de condones –dijo Kunikazu como si hablara de algo sin relevancia –seguramente en un intento por complacer a Kunimitsu.

 

 Su madre se ahogo con el agua que tomaba y su padre dejo los cubiertos sobre el plato y volteo a verlo con seriedad, mientras que Kunikazu reía disimuladamente de la desgracia de su nieto.

 

-¿Qué le hiciste? –pregunto Kunihara.

 

-Nada, no le he hecho nada –dijo Tezuka aunque en su mente a completaba: “nada que él no quisiera”.

 

-La cena termino, tu a la sala en este instante –dijo Kunihara seriamente.

 

 Tezuka se levanto de la mesa y se fue a la sala donde esperaría la reprimenda de sus padres, lo peor era que su abuelo se había quedado con ellos en el comedor contándoles quien sabe que cosas, a veces se decía una y otra vez que tenia la peor suerte del mundo, ya que si su abuelo casi siempre estaba de su parte, lo ayudaba y se llevaba bien con Syusuke era lo que mas temía, pues entre los dos lo hacían salirse de sus casillas; sus padres ingresaron en la habitación seguidos por su abuelo y se detuvieron enfrente suyo.

 

-Sabemos que son adolescentes –empezó a decir Ayana –y ya que son activos no podemos impedirles actuar.

 

-Si podemos –intervino Kunihara.

 

-Hijo lo que tratamos de decir es que Fuji-kun es un chico delicado y debes respetarlo.

 

-Evitando poner tus manos sobre el –dijo Kunihara interviniendo una vez más.

 

-Eres un chico travieso, Kunimitsu –dijo Kunikazu.

 

-Eres el diablo –murmuro Tezuka mirando con enfado a su abuelo.

 

-Hijo trata de mantenerte sereno, date baños de agua fría de ser necesario, ideas raras han de pasar por tu cabeza y Fuji-kun es un buen chico –continuo Kunihara.

 

-Cariño, le das a Kunimitsu ideas equivocadas sobre el sexo –dijo Ayana reprendiendo a su esposo –el sexo no es malo, ni sucio.

 

-Pero tampoco es limpio.

 

-A propósito de eso siempre trae tus uñas bien cortadas –le dijo Ayana a su hijo –y los juegos previos son muy importantes.

 

 Kunimitsu quería que se lo tragara la tierra al escuchar a su madre dándole consejos sobre el sexo, además lo hacían parecer como un adicto al sexo que se aprovechaba de un Fuji casto e inocente cuando no era ninguna de las dos cosas.

 

-No es verdad no hagas caso –dijo Kunihara sin darle importancia a lo dicho por su mujer.

 

-Sí, lo es –remarco Ayana.

 

-¿Y hasta ahora me lo dices? –dijo Kunihara sorprendido.

 

-Si quieres podemos repasar unas lecciones –dijo Ayana tomando la mano de su esposo.

 

 Los dos se sonrieron con complicidad, se olvidaron de la plática que estaban teniendo con su hijo y se fueron a su habitación dejando solos en la sala a su hijo con Kunikazu, al menor de los Tezuka le estaba dando un fuerte dolor de cabeza.

 

-Bueno, ya vemos de donde heredaste esas mañas –dijo Kunikazu.

 

 Le alboroto el cabello a su nieto y luego se fue a su habitación, dejando solo a Tezuka en la sala que deseaba desaparecer por la conversación que había tenido con sus padres; el timbre de la casa sonó y Tezuka fue a atender la puerta, se encontró con Fuji que le sonreía como siempre, lo dejo pasar y Tezuka lo condujo al jardín para poder hablar sin interrupciones.

 

-¿Por qué no me dijiste que comprarías todo eso?

 

-Lo siento, quería que fuera una sorpresa.

 

-Si créeme que me la lleve cuando vi los condones y el lubricante frente a tus hermanos.

 

-Ya habíamos hablado de cosas nuevas y quería hacer la prueba –se excuso Fuji.

 

-Lo sé pero me hubieras advertido –dijo Tezuka abrazándolo.

 

-¿Entonces tus padres saben lo de los condones? –pregunto Fuji algo avergonzado.

 

-Oh si, hasta mencionamos la importancia de los juegos previos.

 

-Lo siento –dijo Fuji riendo un poco.

 

-Yo también –dijo Tezuka recordando la vergüenza –Syusuke se que hablamos de probar cosas nuevas pero en este momento déjame hacerme a la idea.

 

-Está bien… pero podrías aceptar la idea rápido, ¿no?

 

-Supongo, quizás para el próximo mes ya lo haya aceptado.

 

-¿El próximo mes? –dijo Fuji confundido.

 

-Solo digo que esperes un poquito te prometo que no será mucho –dijo Tezuka acercando mas al castaño.

 

-Bien… ¿qué tal ahora?

 

-No.

 

-¿Ahora?

 

-No.

 

-¿Ahora?

 

-Sí.

 

-¿En serio?

 

-No.

 

-Lo que digas… ¿ahora verdad?

 

 Tezuka lo beso para poder callarlo, el capitán sentó al tensai sobre sus piernas sin dejar de besarlo mientras que Fuji pasaba sus brazos alrededor del cuello de Tezuka, el chico de lentes dejo los labios del castaño y empezó a besar su cuello, las manos del capitán se deslizaron debajo de la camisa de Fuji acariciando su tersa piel, recostó al tensai sobre el piso y se posiciono encima de él sin dejar de marcar el cuello de Fuji y acariciarlo, entonces un ruido proveniente de la cocina hizo volver a la realidad al capitán separándose de Fuji.

 

-Creo que tengo que irme –dijo Fuji entrecortadamente.

 

-Mañana nos vemos y no olvides lo que compraste –dijo Tezuka de igual manera –ya me hice a la idea.

 

 Fuji sonrió ante lo dicho por Tezuka y lo beso antes de irse dejando sentadito al chico de lentes pues por el momento no le era posible pararse sin que se notara cierto bultito en sus pantalones. Cuando el castaño se fue salió Kunikazu con una manguera en mano y apunto a su nieto, que no había notado su presencia pues aun pensaba en lo que haría con el castaño, entonces sintió que un chorro de agua fría lo golpeaba en la espalda y se cayó de donde estaba sentado, entre vio a su abuelo que continuaba mojándolo con la manguera.

 

-¿Qué rayos haces? –pregunto Tezuka molesto cuando dejo de mojarlo.

 

-Es por tu bien Kunimitsu –dijo Kunikazu a su nieto todo mojado.

 

 Kunikazu se dio media vuelta y se metió a la casa dejando fuera a Tezuka que empezaba a tiritar de frio y miraba molesto donde había estado su abuelo, se quito los lentes empañados y trato de limpiarlos antes de entrar a la casa dejando tras de sí un rastro de agua.

Notas finales: Espero que les haya gustado se aceptan todos los comentarios, subire el proximo sabado como ya es mi costumbre y ahora es mi turno de hacer drama, voy a llorar... no es cierto, solo probare con otro genero a ver que tal me sale, bueno no olviden dejar reviews, nos vemos.

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