Pero mi mente sale de su trance cuando oigo que tocan a la puerta pesadamente.
- ¿Quién es?
- Coronel Mustang… soy Edward ¿Edward Elric? ¿Qué hace aquí a mitad de la noche?. Mi corazón palpita con una inusual emoción. Pero trato de controlarlo y con voz firme le contesto: - Pasa. Edward Elric. Aun recuerdo la primera impresión que me dio en esa vieja estación del tren. Muy joven, impulsivo, testarudo y con poco cerebro… igual a mi cuando entre a la academia. Hoy se ve más maduro, el aroma a sangre y a pólvora, se le han impregnado de manera permanente. Pero aun mantiene un destello de inocencia, aun su corazón no se ha corrompido… aun conserva luz en su mirada. - ¿Qué haces aquí tan tarde? – le pregunto mientras tomo la usual pose de soldado. - Señor… Coronel… - decía Edward mirando el piso- ¿Sucede algo?- Tengo un problema personal… y usted es el único en quien confió para resolverlo. Sus ojos dorados se encuentran con los míos. Parecen suplicantes y eso me acelera el pulso. Trato de resistirme y controlar esta extraña emoción que siento al verlo. Finjo despreocupación y le digo: - ¿Y ahora que te paso? ¿Hiciste algo indebido? ¿Mal de amores?... ¿o tienes miedo que tu hermano se entere de algo que hayas hecho?- Un poco de todo – contesto Edward mientras se desplomaba en la silla que tenia al frente – es algo que no puedo decirle a nadie… mucho menos a Al- ¿Qué podría ser?... tendría que ser algo intimo ¿Un amor en común? ¿te atreviste a andar con alguna enamorada de Al? – le pregunte con un nudo en la garganta, mientras me levantaba para servir una copa.- Ojala fuera eso – al decir esto, el rostro de Edward parecía triste - ¿Qué te pasa? ¿Cuál es el problema?- Creo que estoy enamorado de la persona equivocada. De todas las personas del mundo, me enamore del más prohibido – decía Ed mientras entrelazaba sus manos en el cabello y recargaba los codos sobre sus rodillas Me quede pasmado al escuchar eso. Temía preguntar de quien estaba enamorado. Trate de serenar mis ideas, las cuales parecían chocar unas contra otras. Mi mente fue asaltada por ideas extrañas, acaso él… ¿se enamoro de Alphonse?... deseche la idea de inmediato y me sentí avergonzado de solo pensarlo. - ¿Sucede algo Coronel?... se puso pálido – pregunto Ed con seriedad- No es nada… creo que el vino me cayo mal… pero cuéntame de una vez Edward de que se trata. No es usual que te comportes así.- Mi amor es aberrante… y por lo tanto no correspondido – el rostro de Ed se sonroja y me mira avergonzado- ¿A que te refieres?... ¿le has insinuado algo a tu hermano?- ¡Claro que no!... si el se entera de lo que siento, nuestra relación no seria la misma… nos distanciaríamos Eso confirmaba mis sospechas. Tanta entrega por parte de Ed… la forma tan desesperada y dedicada con la que trataba a Alphonse. Entonces si esta enamorado de su hermano… ¡diablos!... tengo que serenarme. Tal vez se trate de otra cosa. Mi corazón me duele. Nunca me había sentido tan vulnerable, ni siquiera en el campo de batalla. Tomo aire y trato de controlarme, pero mi voz esta cortada. Mi mente no esta muy clara cuando le digo: - ¿A que has venido?, yo no puedo hacer nada al respecto… no puedo ayudarte con ese sentimiento Ed me mira con sorpresa. Sus ojos se ven enormes, y su rostro parece desencajado. Por un instante me recuerdan al sujeto con el que combatí por primera vez. Sentí pánico cuando el me dijo: - Tu lo sabias… ¿tan evidente soy?- Yo solo lo sospeche. Pero siempre deseche la idea… era algo que no podía creer posible.- ¿Consideras que soy aberrante? – dijo sostenido el aire. Parecía estar a punto de estallar- No. Mi cuerpo parecía moverse solo. Un impulso se obligo a ponerme frente a el y tomar su rostro con mi mano. Ed me miro con dolor y comenzó a llorar. Pero primera vez me encontraba desarmado, en un campo de batalla desconocido. Por primera vez en mi vida no sabía que podía pasar. Lo único que sabía es que mi corazón se estrujaba con fuerza al ver las lágrimas de Edward. - Tranquilo… todo va a salir bien, te lo prometo – le decía mientras limpiaba sus lágrimas con mi mano y buscaba sus dorados ojos con los míos.