Playa desierta como alma sin compania
Caminaba por la playa, sentía la arena bajo sus pies y estrechaba la mano del ser que amaba. Desde que tenia memoria ese chiquillo le había robado el corazón. La brisa marina soplaba en sus rostros sonrientes, algo le hizo pensar que serian felices para siempre, pero no fue asi.
Esa misma noche los amados fueron separados por la muerte. Un cuchillo que bajo desde lo alto, manejado por el despecho de una mujer rechazada. Lleno de lagrimas y sangre yacia en el suelo el cadáver de su amado. La pequeña bola de inocencia y dulzura se veía feliz hasta el ultimo segundo, pero su rostro estaba tan desfigurado que la sonrisa parecía una mueca de dolor y tristeza.
La justicia no se quedo sentada y llevaron a la mujer a juicio, pero el joven, hambriento de venganza, no podía esperar a que la condenaran. La falta de su amado lo hacia sufrir, dia y noche lamento no haberlo cuidado y se prometió que lugo de que esa mujer dejara de existir se suicidaría para ver a su amado angel vestido de blanco y volver a besarlo.
Terciopelo de color rojo como sangre
La mujer dormía plácidamente en la cama, entre las sabanas rojas lo cual era una suerte pues el terciopelo no seria manchado. El muchacho sentía un desprecio profundo ante ese ser que dormía bajo las llamas de dolor que llamaba lecho ya que esa criatura sin corazón le había arrancado a su ser mas querido.
Sintió la respuracion de la mujer, al compas de la suya, un compas hermoso, un compas divertido, que advertía muerte.
Pronto esa respiración ceso, por el cuello de la mujer salía un chorro de sangre, mucha sangre que se esparcio por las sabanas y por el cabello de la mujer manchandolo todo menos las sabanas de terciopelo rojo vivo. El muchacho huyo de ahí con el arma acesina entre las manos, sintiendo el olor de la sangre en todos lados y escuchando la voz de su amado diciéndole que lo extrañaba y que en muy poco tiempo saldría de su cuerpo para unirse a el, que muy pronto estarían juntos de nuevo y esta vez para siempre.
Agua fría como la noche despejada
Ya no tenia aliento, respiraba agitadamente en el frio de la noche, mientras corria, zurcandola como una flecha perforando la finísima corteza que formaba la cascara de un huevo. Corrió hacia donde sus pies lo llevaron, por desgracia fue una presa. Enterro el arma homicida y se preparo para su muerte, se desnudo completamente y, sintiendo el frio le la noche en su piel desnuda, se arrojo al agua como un angel desnudo y respiro el liquido helado llenando sus plmones de el , lagrimas saladas salian de sus ojos solamente para no distinguirse en el agua, su garganta intento emitir un ultimo grito desesperado pero el agua lo amortiguo y lo hizo morir.
Las dos almas se volvieron a encontrar, y se amaron mutuamente por toda la eternidad