[ Naruto pertenece a Masashi Kishimoto]
3.Aparece... Sai.
Estaba cansado de estar allí. De presenciar cada maldita noche el mismo espectáculo. Mientras él esperaba en la barra como un idiota bebiendo combinados, el otro estaba allí, en medio de la pista, conquistando a su próximo “polvo de rutina”, como había acostumbrado a llamarlos.
Una vez, Sasuke le contó el porqué de sus salidas nocturnas. Una de esas veces que estaba tan borracho que apenas apreciaba lo que había a su alrededor. Le explicó que lo hacía por joder, por llenar ese vacío que sentía. Si, Sasuke estaba mal por algún motivo que el rubio no acababa de comprender. No acababa de comprender la soledad auto impuesta de su amigo.
Miró de nuevo a la pista, esperando hacer contacto con esos ojos oscuros como la noche. Que apreciara su cansancio en sus ojos y decidiera salir de allí cuanto antes. Pero ni caso, seguía ignorando al rubio, que ya sentía cómo el alcohol iba haciendo mella en su sangre.
-Hola.
-¿Perdona? -preguntó dudoso de que se dirigieran a él.
-Hola -volvió a mirar al sujeto en cuestión. Un chico de su edad, supuso. Moreno y de ojos oscuros, se sorprendió del parecido notable entre él y su amigo de infancia. Observó inquieto la sonrisa que le mostraba, que le pareció algo falsa.
-¿Me hablas a mí? -dijo señalándose con un dedo.
-Claro. ¿No es así como os saludáis normalmente?
Naruto volvió a mirarlo extrañado. ¿Era un extraterrestre o qué? Se fijó en la ropa del chico y una risita burlona se hizo en su mente. Le hizo gracia cómo el chico iba enseñando su pálido vientre. Estaba seguro de que era una señora diva del ambiente.
-Pues... hola.
-¿Cómo te llamas? Yo soy Sai -dijo sin quitar esa sonrisa de su rostro inquietando aún más al rubio.
-Naruto Uzumaki -una sonrisa salió de sus labios. Al menos esa noche podría hacer algo más que vigilar al moreno.
-¿Estás solo?
-No, mi amigo está en la pista -dijo mirando hacia allí con cierto enfado en sus ojos-, pero bueno, es como si estuviera solo.
-¿Quieres bailar conmigo?
-No me apetece, gracias -intentó ser cortés.
-¿Y follar?
-¿Perdona? -preguntó con la boca más abierta de lo usual. “¿Qué coño le pasa a éste?”
-¿No se hace así? Leí en un libro que la sinceridad gusta a las personas.
Y seguía la inquietante sonrisa. Naruto no pudo evitar el reírse, sin entender ese comportamiento.
-¿Pero tú quién eres? ¿Un marciano? -siguió riéndose.
-No, soy Sai -volvió a sonreír.
****************
Despegó los labios del chico que tenía delante cuando apreció cómo su amigo, Naruto, reía de forma escandalosa desde la barra.
Miró con cierta desazón hasta allí, donde lo encontró hablando con una de las que supuso reinonas del local. Le gustó la sonrisa limpia y cálida que mostraba su amigo, pero de alguna forma también le inquieto. Desde que habían decidido salir casi cada noche a aquel antro, Naruto no había mostrado ningún interés por los tipos que se le acercaban y eso, de forma extraña, lo mantenía con calma.
Se vio a sí mismo algo molesto y sacudió la cabeza enfadado ¿A él qué le importaba lo que hiciera o dejara de hacer ese dobe? Al menos no se estaría quejando de querer irse del local.
Posó de nuevo sus labios en el cuello de su amante eventual, que ya lo miraba con impaciencia.
-¿Qué? -preguntó con su soberbia habitual.
-Me tenías desatendido -se quejó con un puchero en los labios-. ¿A quién mirabas?
-Eso no te importa.
Agarró su trasero con fuerza haciéndolo callar. Odiaba a las niñitas como aquél, que se dejaban hacer de todo. Siempre eran un buen polvo, rápido y seguro, pero hablaban demasiado.
Dirigió de nuevo una mirada a la barra, viendo como aquel sujeto se había acercado aún más a su compañero de infancia y sintió una extraña inquietud instalarse en la boca de su estómago.
***************
-¿Entonces también estás en la universidad de artes? -preguntó con curiosidad el rubio. No habían empezado con buen pie, pero ese extraño chico no le caía mal del todo.
-Sí, estoy en bellas artes, me gusta mucho el dibujo.
El rubio no pudo apreciar cómo poco a poco Sai se había ido acercando hasta él, acortando la distancia que los separaba.
-¿Sabes? Eres un poco raro, pero me caes bien ttbayo -dijo con una sonrisa en los labios.
-A mí me causas calorcito en el cuerpo.
-¿Qué? -Naruto no pudo evitar reír a carcajada limpia, aquel tipo era demasiado raro.
-¿Interrumpo? -un cuerpo se impuso entre él y Sai, y supo perfectamente de quién se trataba.
-Sai... este es Sasuke -dijo señalando al moreno con cara aburrida.
-Hola, Sasuke -saludó sin un ápice de cambio en su rostro.
-Sí, sí, ¿nos puedes dejar solos un momento, esto...? -se interrumpió al no recordar el nombre.
-Sai, se llama Sai -dijo el rubio mirando mal a su amigo.
-Pues eso, Sai, piérdete un rato, anda.
Sai sonrió de nuevo al rubio plantándole después un sonoro beso en la mejilla.
Naruto no pudo evitar reír de nuevo. Le sorprendió ver la cara de pocos amigos que traía Sasuke. -¿Qué pasa? -preguntó con desgana-. Eres un maleducado, ¿lo sabías?
-Me da igual, dobe -sonrío de medio lado con prepotencia.
-¿Qué ya te has tirado a la nenita y se ha ido llorando? -preguntó con ironía refiriéndose a la nueva conquista de su amigo.
-La nenita sigue contenta después del orgasmo que ha tenido el placer de saborear.
Se acercó hacia el rubio de manera insinuante. “Y ahí va de nuevo...”, se quejó interiormente.
Sintió cómo los labios del moreno apresaban el lóbulo de su oreja, y un cosquilleo se hizo presente por debajo de su ombligo.
-¿Qué quieres, teme? -preguntó inseguro.
-Nada, solo he venido a ver qué tal iba la noche -susurró en su oído.
Naruto dejó escapar un suspiro lastimero, siempre pasaba lo mismo. Estaba cansado de los juegos del moreno. Estaba harto de sus provocaciones y de que siempre lo dejara a medias.
-Tu nuevo amiguito no te quita la vista de encima -dijo dirigiendo su mirada hasta Sai y despegándose del rubio.
-¿Acaso te molesta? -picó con una sonrisa burlona en los labios.
-Ya sabes la respuesta -lo miró de forma prepotente y se marchó de nuevo a la pista.
-Imbécil... -susurró mirando su espalda.
Seguía sin comprender esa maldita actitud en su amigo. Siempre aparecía de la nada cuando un chico se acercaba hasta él, alimentando la esperanza y rompiéndola poco después con sus desplantes.
¿Sentía celos de otros o le molestaba cuando no sólo lo miraba a él?
Estaba mentalmente agotado, cansado de preguntarse siempre lo mismo. Sasuke no lo quería, no más allá de la extraña amistad que los había unido todos esos años. Pero... ¿por qué no lo dejaba en paz? ¿Por qué avivaba la esperanza de que pudiera existir algo más?
Sacudió la cabeza intentando despejarse y se giró de nuevo hacia la barra.
-¿Lo de siempre? -preguntó la camarera con una sonrisa.
Naruto sonrió asintiendo como toda respuesta. Ya lo conocía de siempre estar plantado en aquella barra. Era una chica agradable, siempre con una sonrisa en los labios.
-¿Mal de amores, rubito? -preguntó mientras le servía el combinado.
-Nah... -contestó sin entusiasmo.
-Yo de ti me giraría a la derecha, un morenazo no te quita la vista de encima -le dijo confidencialmente, guiñándole un ojo.
El rubio le dirigió una sonrisa cortés y se giró hacia donde le había indicado, topando de nuevo con la mirada de Sai clavada en él.
************************
-Naruto-kun... ¿estás bien? -preguntó la tímida Hinata que estaba sentada a su lado en el comedor de la universidad.
-Tengo sueño ttbayo -se quejó con dos lagrimones en los ojos. Estaba recostado sobre la mesa, sin ganas de hacer nada.
-D... debes dejar de salir -intentó ser autoritaria.
-Ya lo sé -se quejó-,pero ese maldito teme me lía siempre -un puchero se hizo en sus labios mientras miraba a la morena con pena-. ¿Sabes? Él se despierta más fresco que una lechuga, nunca tiene ojeras, ni siquiera bosteza. Y yo aquí muerto de sueño, ni si quiera he podido desayunar mi adorado ramen ttbayo -de nuevo sus ojos se llenaron de lágrimas-. Ni siquiera tengo dinero para comer... -volvió su cabeza hasta la mesa lamentándose.
-Yo... -vio cómo la chica se sonrojaba y la miró con curiosidad-. Yo...
-¿Hinata? -preguntó al ver que estaba roja como un pimiento.
-¡Yo... te he traído esto! -dijo bajando la vista y entregando una caja.
Naruto miró en el interior, descubriendo su comida favorita aún caliente. Una agradable sensación se hizo presente en su estómago haciendo que sus mejillas se sonrosaran de alegría.
-¡Hinata! -gritó abalanzándose hasta ella y dándole un beso en la mejilla.
****************
-¡Sasuke-kun! -gritó una chica de pelo rosado dirigiéndose a un moreno con cara de pocos amigos-. ¿Vienes a almorzar conmigo? -sonrió medio atontada imaginando el momento.
-No -contestó seco ignorándola y siguiendo su paso.
Salió de clase con parsimonia, encaminándose hacia el comedor de la universidad.
Ya tenía pensado qué hacer cuando llegara allí. Molestar un rato al dobe, coger algo de comer y desaparecer a algún lugar tranquilo en el que no tener que aguantar a nadie.
Entró al comedor caminando con su aire de prepotencia habitual. Divisó a Naruto en una de las mesas del fondo, acompañado de Hinata. Miró extrañado cuando también descubrió al chico raro de la noche anterior... ¿Sai? Riendo junto a su amigo. Una ligera molestia se instaló en la boca de su estómago.
-Dobe -golpeó a Naruto en la cabeza, apartando a Sai de su lado.
-¡Teme! -se quejó el rubio mirándolo con odio.
-H... hola, Sasuke-kun -susurró Hinata jugando con sus dedos.
Sasuke le dirigió una mirada a forma de saludo.
Sai lo miró con esa extraña sonrisa en los labios. Debía de reconocer que le inquietaba esa sonrisa; más bien, le molestaba.
-Vaya... si esta aquí la reinona.
-Hola, Sasuke -y de nuevo esa sonrisa-. Le estaba diciendo a Naruto de quedar esta noche con él.
-Él ya tiene planes -contestó seco.
-¿Perdón? -lo miró Naruto molesto-. No decidas por mí, teme.
-Esta noche vamos a Arena.
-No, tú vas a Arena -contestó enfadado.
Sasuke lo miró con esa sonrisa suya de autosuficiencia.
¿Qué coño le pasaba al dobe? Nunca se perdían sus salidas al antro. Miró de nuevo hacia Sai, que se había sentado junto al rubio . Y eso, de una forma que no entendía, le molestó.
-Tú te lo pierdes -dijo alejándose de ellos, convencido de que su amigo terminaría saliendo con él.
*********************
Naruto miró desconcertado cómo se marchaba el moreno. Empezando a arrepentirse de haberlo tratado así. Se mordió el labio inferior con culpa. Sasuke era su amigo y, aunque le hiciera daño su comportamiento, no debía tratarlo así. Sabía que el moreno le necesitaba, pero aún así le molestaba que jugara con él. Un pequeño escarmiento no le vendría mal, ¿no? Estaba cansado de que jugueteara de esa forma con él. De que nunca le diera lo que él necesitaba. Pero tampoco tenía derecho a mandar sobre el corazón de su amigo. Debía dejar de lado ese amor absurdo que sentía por él. Nunca sería correspondido.
Miró hacia su derecha, donde Sai lo miraba de nuevo con esa sonrisa extraña en los labios.