[Naruto pertenece a Masashi Kishimoto]
8. Cambios.
Hacía una hora aproximadamente cuando el local definitivamente quedó vacío. Una hora en la que Gaara renegaba entre dientes la estupenda idea que había tenido de ponerse a trabajar en aquel bar.
Aún le quedaba mucho trabajo por delante, diez o doce mesas por limpiar y unos lavabos esperando ser atendidos.
Le gustaba el Déjà vu, pero este consumía demasiado tiempo de su vida.
Suspiró mientras se rascaba la frente con mal humor. ¿Por qué siempre le tocaba pringar en el dichoso bar? Cuando todo el mundo se iba sólo quedaba él para limpiar todo y cerrar. A veces alucinaba de como sus compañeros eran capaces de escaquearse del trabajo.
El sonido de la persiana al ser golpeada llamó su atención, fijó su vista en el chico moreno que había parado justo en la entrada, tocando con sus nudillos en el frío metal.
-¿Otra vez aquí?-preguntó el pelirrojo mirando al moreno, que acababa de entrar en el bar mientras recogía antes de cerrar.
-Hola Gaara-sonrío.
-¿Qué quieres?
¿Qué quería? Ni él mismo sabía que hacía en el déjà vu...sólo había sentido el impulso de ver al pelirrojo, de saber el porque de lo que sentía en su interior.
-Tengo que preguntarte algo.
-Qué pesado eres...-suspiró-. Rápido, que tengo trabajo.
-Si-asintió con una sonrisa en los labios-¿Como puedes diferenciar el amor de la amistad?
-¿Qué?
Al pelirrojo le cayó una gota por la sien, mientras miraba a Sai como si fuera un marciano.
-Va, dímelo.
-Pues a ver...-suspiró pidiendo una paciencia que no tenía-. Por un amigo sientes preocupación, te gusta estar con él, pero no sientes atracción física.
-¿Y si hay atracción física?
-Pues o tú amigo esta muy bueno o a ti te gusta demasiado.
-Naruto esta bastante bueno...-dijo mas para si mismo que para el pelirrojo.
-¿Naruto?
-Si, bueno, él es mi...novio.
-Tu eres muy raro...-suspiró-¿Tienes dudas con él?
-Algunas...
-Pues si tienes dudas dejalo.
-Pero...-lo miró a los ojos- ¿Tú podrías besarme?
-¿Tú estas flipando, no?- le dirigió una mirada incrédula.
-Va...-se acercó hasta él-, sólo uno y te dejo en paz.
-No.
-Venga.
-Qué no.
-Por favor...
-Qué pesado eres, joder.
Gaara lo miró por un momento y se acercó hasta él, agarrando su barbilla con la mano derecha.
-A ver si así te callas...-suspiró cogiendo el labio del moreno entre sus dientes,abriendo su boca e introduciendo la lengua en su interior, buscando la del otro.
-Hm...-Gimió este en su boca, haciendo el beso mas profundo.
Lentamente fue colando las manos bajo la camiseta del pelirrojo, que detuvo el beso dándole un mordisco en el labio inferior.
-Suficiente.
-¿Esto es normal?-preguntó agarrando su mano y acercándola a su pecho.
-Depende.
-¿De qué?-preguntó sintiendo aún como su corazón iba a cien por hora.
-¿Qué sientes cuando lo besas a él?-lo miró con paciencia
-No se.
-Entonces yo de ti lo dejaría.
-¿Y tu?-casi susurró acercando la mano a su pecho cerca del corazón de Gaara, comprobando que latía con normalidad.
-¿Yo qué?
-Nada...-dijo apartando la mirada y dejando caer la mano que tenía sobre el pelirrojo-. Bueno, Gaara, yo me voy-compuso de nuevo su falsa sonrisa, dirigiéndose a la puerta- .Ya nos veremos.
-Si, si-suspiró viendo como se marchaba. ¿Qué le pasaba?
-Ese tío es demasiado raro...-volvió a suspirar acabando de recoger las mesas.
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Sasuke se encendió un cigarrillo con parsimonia, como a él le gustaba. Se dirigió a la cocina y sacó su ya repuesta botella de vodka del estante. Se sirvió en un vaso pequeño, sólo para calentar motores antes de salir al antro.
Se asomó a la ventana y observó el trafico. Era hora punta, y los bocinazos se hacían presentes estallando en sus oídos.
Puso uno de los cd's que le había recomendado Naruto hace un tiempo en la mini-cadena que tenía sobre el estante de la sala de estar.
Era cierto que Naruto tenía buen gusto musical, aunque a él le molestara reconocerlo.
Recordó como se había despertado esa mañana en su cama. Sintiendo un escalofrío bajar por su espalda. Algo estaba cambiando en su interior, y le asustaba admitir lo que era.
-Joder, parezco un crío-murmuro dejando el vaso sobre la mesa y estirándose sobre el sofá de forma descuidada.
El timbre de la puerta le hizo salir con pereza de la sala de estar, donde se había acomodado.
-Hola, teme...-saludó el rubio mirando fijamente el pecho del moreno, que estaba descubierto.
-¿A qué se debe el honor?-preguntó Sasuke, abriendo más la puerta, en una clara invitación para que entrara.
-No seas gilipollas-dijo mirando su mano donde sostenía un vaso cargado de un liquido transparente- ¿Ya estás bebiendo?
-Que más da.
-Son las ocho de la tarde, teme.
-¿Has venido a darme un discurso?
-Que va...-suspiró-. No seas borde.
-Siéntate anda-le dijo mirándolo con su habitual prepotencia-¿Una copa?
-No gracias-lo miró con escepticismo, era idea suya, ¿O le acababa de decir al teme que era pronto para beber?- ¿Estás escuchando Incubus?
Una sonrisa se pintó en sus labios.
-Estaba puesto en aleatorio-dijo desviando la vista hacía un lado.
-Esta canción es buenísima, teme.
-No esta mal...
-Venga, reconoce que es una de las mejores.
-Que si dobe, es estupenda- dijo con escepticismo.
-Lo sabia- río emocionado- .¿Preparándote para salir?-dijo al ver como el moreno se ponía una de sus camisas típicas para el antro.
-Ya lo sabes.
-Supongo que si-sonrío de forma zorruna- .¿Nunca cambiaras esos hábitos?
-¿Qué hábitos?
-Pues el salir cada día, hacerte polvo el hígado, tirarte a todo lo que se mueve, ya sabes.
-Supongo que no-río de medio lado- Sobre todo en lo de tirarme a todo lo que se mueve.
Naruto lo miró un momento enfadado, cambiado al instante su expresión a una mas seria.
-Esta mañana me ha llamado Kisame, Sasuke.
-¿Y?-suspiró.
-Me ha dicho que te pases a ver a Itachi.
-Sabes que no, dobe.
-¿Por qué no?
-Porque no.
-Eres igual de cabezota que él-sonrío el rubio.
-No vuelvas a decir eso otra vez- dijo dando una patada enfurecido a la mesa causando que el rubio diera un respingo en la silla.
-¿Qué coño te pasa, Sasuke?- su sorpresa sólo le dejó decir eso.
-Tu no sabes nada.
Naruto sabia que debía parar el tema, se había metido en una parte de la vida del Uchiha que no le pertenecía.
-Parece que ha vuelto a decir lo de irse al extranjero-dijo intentando suavizar la situación.
-Que se vaya donde le salga de las narices-dio un trago al vaso, terminándose el contenido- Maldito gilipollas...
-Debería decirle a Kisame que hablé él mismo contigo...- casi susurró.
-Que les jodan a los dos.
-Sasuke...
-¿Qué?
-Nada...-lo miró con cierta tristeza en los ojos.
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¿Por qué su corazón latía tan deprisa? ¿Por qué no dejaba de pensar en esos ojos?
-Gaara...-suspiró mientras se repasaba con los dedos la linea de los labios, recordando el beso del pelirrojo.
Había sentido algo inexplicable cuando lo besó, un sentimiento que no había sentido al besar a Naruto. Un fuego en su interior. ¿Qué era esa sensación?
-Sai,¿Cómo te sientes?-le preguntó un hombre agarrando levemente su hombro.
-¿Qué?-preguntó indeciso sin saber lo que le decía aquel señor-No lo sé.
-¿No sabes como te sientes?
-No lo se-volvió a murmurar mirando por la ventana de aquel despacho medio ido.
-¿Usted es su tutor, verdad?- Le preguntó al hombre de mediana edad que estaba a su lado sentado.
-Si.
-¿Cuanto hace que esta así?
-Desde que llegó al orfanato hace medio año-suspiró-, pensé que era causado por el trauma de sus padres, pero es muy raro, dice que no siente nada, solo dolor físico.
-¿Es eso así, Sai?
El doctor le miró preocupado, y él asintió sin emoción.
-¿Sabes como murieron sus padres?-preguntó el psiquiatra mirando a su tutor.
…...
-¿Mis padres?-susurró- . No lo se.
-En el orfanato era igual, parece que no recuerda nada antes de estar con nosotros.
-Esta claro que ha recurrido al bloqueo emocional-suspiró.
-¿Bloqueo emocional?
-Si, suele darse en personas que viven experiencias traumáticas e intentan borrar esa clase de situación. Aunque...-miró de nuevo al niño-...parece que Sai lo ha llevado al extremo.
-¿Qué quiere decir?
-Pues que Sai a bloqueado por completo sus emociones.
-¿Y eso se cura?-preguntó aterrado tapándose la boca con la mano.
-Eso depende de él-suspiró de nuevo-. Ahora Sai es como un recién nacido, debe aprender todo de nuevo.
-Pero un niño ya siente alegría o dolor cuando nace, ¿no?
-Digamos que Sai si que tiene emociones, pero no sabe identificarlas, además que recurre al bloqueo cuando le sucede algo que no comprende.
-¿Y qué podemos hacer por él?
-Tener paciencia y enseñarle. Sobre todo que aprenda a sentir de nuevo.
Sai miró al doctor con curiosidad, ¿Sentir de nuevo?
¿Por qué había recordado aquello? Ni si quiera podía definir de que momento de su vida se trataba.
Se miró las manos confuso.
-¿Por qué?-susurró.
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-¿Sai?-preguntó el rubio preocupado mirando a su amigo, que estaba medio ido mirando a la nada.
-¿Qué?-preguntó volviendo a la realidad y componiendo su falsa sonrisa.
-¿Estas bien?
Se acercó hasta él, posando la mano sobre su frente midiendo su temperatura. Sai aprovechó para sentarlo sobre sus piernas.
-¿Puedes besarme?
-¿Qué?-lo miró extrañado-. Estas muy raro, Sai.
-Hazlo-susurró-. Por favor.
-Esta bien- sonrío acercando sus labios a los del moreno, fundiéndose en un beso suave, sin prisas.
“Nada”, suspiró el moreno, separándose de Naruto.
-En serio, Sai-lo miró de nuevo-¿Estas bien?
-Creo que si-susurró abrazándolo con mas fuerza.-¿Tú me quieres, Naruto?
El rubio tembló en sus brazos dándole la respuesta que necesitaba.
-Yo...yo...-tartamudeó sin saber que decir.
-No importa-sonrío-¿Estamos bien, no?
-Si-suspiró el rubio mirando a la nada-. Supongo que si.
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Le había costado demasiado dormirse, horas y horas pensando en lo que pasaba a su alrededor y como cambiar la maldita situación. Y ahora que por fin había podido relajarse, alguien no podía parar de golpear la puñetera puerta.
-¡Qué ya va joder!-gritó Naruto dirigiéndose hasta la puerta con un cabreo monumental- ¿Quien coño molesta a estas ...Sasuke?-preguntó mirando a su amigo que estaba apoyado sobre el marco de la puerta tambaleándose, el enfado se esfumó al momento.
-¿Quién si no, dobe?- Miró este al frente entrando en una zancada.
Un ligero olor a alcohol llegó hasta las fosas nasales de Naruto.
Sasuke había bebido y mucho. Se lo decían sus ojos enrojecidos y su paso tambaleante. El moreno jamás se comportaría de esa forma desgarbada si fuera sobrio.
-¿Qué pasa, teme?-preguntó algo preocupado-, son las tres de la mañana.
-Si quieres me voy...-suspiró agachando la cabeza.
-No seas crío.
-¿Debo tener algún motivo para venir a verte?- preguntó saltando a la defensiva.
-Que no, joder...-abrió mas la puerta-. Anda pasa.
Sasuke se tambaleó hacía delante, y Naruto tuvo que correr hasta él antes de que cayera al suelo.
-Vaya una has pillado, teme...-dijo llevándolo hasta su habitación, tumbando al moreno sobre su cama.
-El viento soplaba tan fuerte que me ha traído hasta aquí...- empezó a reír, y el rubio lo miró como si fuera un lunático.
-¿Cuanto has bebido, Sasuke?
-Y yo que se...-río de nuevo-. Dejé de contar en casa.
-Joder...-suspiró empezando a desvestir a su amigo.
-Vaya, dobe. ¿Te quieres aprovechar de mi o qué?
-¡No seas imbécil!-casi gritó con un ligero sonrojo en las mejillas-. Deja de comportarte como un crío.
-¿Sabes una cosa, Naruto?
-¿Qué?-suspiró pidiendo paciencia.
-Hoy Arena ha sido una mierda...-sonrío de medio lado, tratando de mantener la compostura-. Además de que no había nadie follable.
-Que gilipollas eres...-suspiró de nuevo, tapando al moreno con la sabana.
-Ven conmigo-dijo tirando de su brazo,y haciéndole caer sobre él.
-¿Sasuke?-preguntó incomodo.
-¿Qué?
-S...suéltame...-suspiró nervioso.
-¿Por qué?-lo miró serio un momento-¿No esta aquí el perro guardián, no?
-Deja de llamarle así-le regañó como si fuera un niño pequeño, dándole un toque en la nariz, gesto que hizo que la arrugara-. Se llama, Sai.
-Como sea, dobe-dijo abrazando el cuerpo del rubio con fuerza.
Estuvieron unos minutos en silencio, sintiendo el contacto del otro.
-¿Qué tal ha ido?-murmuró Naruto casi en su oído.
-Una noche más...-suspiró empezando a acariciarle el pelo- Es diferente cuando no estas, dobe.
Naruto se estremeció en sus brazos. ¿Por qué el maldito teme bebía y decía esas cosas?
-No digas tonterías-río nervioso.
-Es la verdad- susurró en su oído, haciendo que un escalofrío bajara por la espalda de Naruto.
-Me debes una de Arena-lo miró de manera seria, cosa que le hizo reír-. Mañana.
-Esta bien...-suspiró cansado-. Mañana vamos al maldito antro.
-Vale.
-Ahora duérmete- dijo saliendo de encima del moreno y acostándose a su lado.
-¿Naruto?
-¿Hm?-preguntó medio dormido.
-Eres un dobe-susurró empezándose a reír.
-Y tu eres un crío- suspiró sin acabarse de creer la actitud de Sasuke cuando bebía. “Y bipolar...eso es lo que eres”.
********************
-Naruto-kun-casi murmuro Hinata-¿Estas bien?
-Luego te cuento-dijo en voz baja mientras miraba al frente-. El teme me dio ayer la nochecita...
-¿Sasuke-kun?
-Si...ese imbécil,borracho,grandisimo teme...-empezó un montón de improperios contra él que Hinata no pudo identificar. Sonrío de manera tímida, alegrándose de que alguien cuidara de Sasuke.
Intentó concentrarse en la clase, pero sentía cierta curiosidad por lo que le había pasado al moreno. Pocas veces tenía información de él. Bueno, gracias al rubio sabía un poco más.
Naruto era una especie de libro abierto. Y ella se alegraba por eso.
Sentía un gran alivio al saber que Sasuke estaba en buenas manos.
-Sasuke...- suspiró para si misma mirando al frente.
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