Takuya como le había dicho Koji dejó de presionar a Tomoki con la intención de que se le pasase un poco el enfado que tenía, aunque no supiese que era lo que le pasaba exactamente.
Ya había llegado el día del cumpleaños, Koji mintió a Koichi diciéndole que tenía que ir a hacer un recado y que luego iría ya directamente a casa de Tomoki, pero que él no fuese aún para no llegar demasiado temprano, Koichi aceptó lo que le pidió su hermano.
Koji se adelantó y llamó, Tomoki no esperaba a nadie tan pronto y se sorprendió al ver que era Koji que ya llegaba.
- Tomoki: Hola, ¿Cómo es que viniste tan pronto?
- Koji: Hola Tommy, es que quería hablar contigo primero
- Tomoki: Ah, pasa y me dices que pasa
Los dos entraron en la casa del menor y este se encaminó hacia el salón, para sentarse en los sillones para estar más cómodos, ya que se fijo en que Koji se veía un poco cansado de venir rápido o incluso corriendo.
- Tomoki: Bueno… pues tú me dirás que quieres - Sonriendo-
- Koji: Oye… ¿Qué te pasa con Takuya?
- Tomoki: ¡Nada! - Sonrojado-
- Koji: Tommy… se te nota en la cara que algo me ocultas… suéltalo anda - Sonriendo -
- Tomoki: Es que… me da vergüenza…
- Koji: Te gusta Takuya ¿Verdad?
- Tomoki: Ehm… esto… ¡no! ¡Como me va a gustar un chico! - Completamente rojo -
- Koji: Tommy…
- Tomoki: ¿Qué?
- Koji: Dilo… sé que es eso
- Tomoki: Vale… si me gusta… pero el está con Zoe - Triste -
- Koji: Deberías hablar con el… se siente mal porque piensa que te hizo algo y no sabe lo que
- Tomoki: Ya…
- Koji: Además, ignorarlo no es la manera de superar las cosas
- Tomoki: Tendré que hacerte caso…
- Koji: Pues claro - Guiñándole un ojo -
En ese momento sonó el timbre, ya empezaban a llegar los demás, esta vez ya abrió la puerta la madre de Tomoki, era J.P. que acababa de llegar y un poco después llegó Koichi ya estaban “todos” los invitados, así que comenzaron a comer lo que había preparado la madre del cumpleañero.
Al poco rato cuando ya estaban preparando para la tarta llamaron al timbre, Tomoki se levantó para abrir mientras la madre estaba con la tarta, al abrir y ver a Takuya y Zoe con unos regalos, quedó de piedra, no se los esperaba allí, pero como era educado, a pesar de no estar invitados los dejó pasar y les indicó que se fuesen al comedor, donde estaban los demás.
Nada más llegar Koji le guiñó un ojo a Takuya, pero este no entendió el porqué, aunque no sería por demasiado tiempo, Tomoki ya iba a aprovechar el momento, para que esperar más para decirle a Takuya todo lo que le estaba pasando.
Pero primero había que tomar la tarta, comenzaron cantándole el “Cumpleaños Feliz” y al finalizar Tomoki con un gran soplido apagó las velas que tenía en su tarta y los demás le siguieron aplaudiéndole, ya que el pequeño casi se queda sin aire.
Repartieron la tarta y todos la comieron, la tarta estaba muy rica y a la madre de Tomoki le llegaron cumplidos de todos, la terminaron, ya que todos repitieron, sobre todo J.P. que se tomó más trozos que nadie, Takuya hizo un chiste y todos se rieron, momento en el que J.P. le pegó un coscorrón por meterse con él.
Después de la comida Tomoki puso un poco de música y subió a su cuarto y le envió un SMS a Takuya para que subiese que quería hablar con él, Takuya no perdió ni un segundo, necesitaba saber que le pasaba a su amigo, porque su comportamiento no era normal.
Llegó arriba, abrió la puerta y se encontró a Tomoki sentado en la cama un poco triste y sonrojado a la vez, le iba a costar decir la verdad de lo que le pasaba.
- Takuya: Por favor, Tommy, dime que te he hecho…
- Tomoki: No… tú no hiciste nada…
- Takuya: Entonces que te pasa… confía en mí, soy tu mejor amigo
- Tomoki: Es que…
- Takuya: No tengas miedo… dime
- Tomoki: Es que…
Tomoki no se atrevía a decir lo que le pasa, sus ojos ya estaban llenándose de lágrimas, Takuya se acercó a él y lo abrazo con mucha ternura.
- Takuya: Dímelo, Tommy, dime qué te pasa…
- Tomoki: ¡¡ Que me gustas mucho!!
- Takuya: ¿Eh? ¿Estás diciendo que…?
- Tomoki: ¡¡ Sí!! ¡¡Que te quiero y tengo celos de Zoe!!
Takuya quedó petrificado, no se esperaba que fuese esa la razón de que Tomoki estuviese así, en ese momento muchas cosas encajaron de golpe, no sabía cómo reaccionar, Tomoki ni se movía tampoco con la vergüenza que estaba sintiendo, y allí estaban los dos, abrazados sin moverse, cada uno con miles de cosas en la cabeza.