Estoy harta de ser la que espera, siempre es igual con ella. Llego quince minutos antes de la hora pautada y luego tengo que esperar mínimo treinta minutos... eso si hay suerte.
Hoy realmente ha roto su propia marca, de llegar hace dos horas y media, pudimos haber visto el atardecer mientras caminábamos juntas por el parque. Ahora el sol se ha ido, igual que las nubes, el viento y mi buen humor.
Sinceramente, no sé qué hago aquí sentada aún, seguro se detuvo en la sala de videojuegos y ahora está en el simulador de carreras. Siento una vena de mi frente abultada y a punto de estallar. Creo que la espero únicamente para gritarle hasta quedarme sin cuerdas vocales, luego pondrá esa carita de perrito abandonado y estallará en lágrimas. Es muy probable que tenga que arrastrarla un par de cuadras porque se colgará de mi pierna suplicando perdón. Pero esta vez no cederé, es un caso perdido, no me dejaré convencer.
La próxima vez será diferente, seré yo quién la deje esperando sola en la banca del parque. Tendrá que conformarse con ver a las palomas y las parejas caminar tomadas de la mano. ¡Si señora! Será ella quién esté inquieta mirando en todas direcciones y preguntándose por qué no he llegado.
Seguramente el viento ondeará sus rubios cabellos y su habitual sonrisa irá desapareciendo de a poco. ¡Oh genial! empieza a llover, las gotas resbalan por mis mejillas… espera, ¿son lágrimas? mi pecho se estremece y duele ¿es acaso tristeza lo que siento?... será mejor que me marche... no vendrá.
-¡Rei!, Fuiu que suerte, pensé que no llegaría a tiempo. Sabes, lo siento mucho pero me castigaron en la escuela, tuve que quedarme dos horas después de clases. ¿Tienes mucho rato esperando por mí?
-¡¿Qué diablos hiciste ahora para que te castigaran?! Oh, ahí está esa mirada de perrito abandonado, quizá no debí gritar… pero qué estoy pensando… está bien demostrarle que estoy enojada, es una cabeza hueca... Ay no, pucheros no.
-Lo siento de verdad, es que… bueno… verás… es que estaba pensando en otra cosa y el profesor hizo una pregunta que no supe responder, fue bastante humillante, Ami me miraba con cara de decepción y las demás no podían aguantar la risa. Está enojada, lo sé... ¿será posible? parece como si hubiera estado llorando. No, debe ser mi imaginación, Rei no llora. Por estar distraída pensando en verla, ahora todo se ha arruinado y seguramente esta vez no me perdonará.
-Ya tranquila, no pasa nada, la verdad llegué no hace mucho... trajeron un pedido de amuletos al templo y estuve media tarde desempacándolos. Por qué se verá tan linda cuando intenta disculparse, ¡diablos! Lo volvió a hacer. No entiendo cómo alguien tan torpe puede gustarme… momento, ¿gustarme, qué rayos estoy pensando?
-Rei
-Dime
-Gracias por esperar
-¡Te dije que no esperé nada!
-Está bien, gracias de todas formas… por estar... ¿Quieres ir la cafetería? Usagui y las demás deben estar ahí. No puedo hacer que regresen el sol y la tarde, pero me gustaría tanto que nos quedásemos aquí un poco más.
-No, prefiero que caminemos por el parque, ¿no te parece que las estrellas se ven muy lindas esta noche? Hoy sólo quiero estar contigo Minako.
Fin
Amor Yaoi
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