Fuji se encontraba platicando con su amigo el gato en los jardines de la escuela era el receso y en lugar de ir a la cafetería habían decidido recostarse a la sombra de algún árbol, Eiji estaba vaciando sus bolsillos buscando algo y sacaba un montón de papelitos, uno de ellos llamo la atención del tensai.
-Mira están pasando La profecía en el autocinema –dijo Fuji con entusiasmo –¿sabes lo que significa?
-¿Qué te gustan las películas de terror? –dijo Eiji sin comprender.
-¡Es la ciudad de los besos! –dijo Fuji casi relamiéndose los labios.
-Fujiko tu y yo solo somos amigos –dijo Eiji sonrojado –tu estas con Tezuka y yo…
-¿Qué estas pensando? –pregunto Fuji extrañado –estoy hablando de una cita doble.
-¿Puedo llevar a Oishi?
-Ese es el punto, ¡será genial!, una película de terror es excitante –dijo Fuji emocionado.
-Eres un pequeño pervertido –contesto Eiji.
-Tú quieres que Oishi te bese ¿no?
-Bueno si.
-El autocinema es perfecto para eso, una película de terror dará el ambiente, te asustaras y el tratara de reconfortarte y al estar tan cerca de ti no podrá resistirse… y además tendrán todo el auto para ponerse cómodos.
-Eres un genio –dijo Eiji impresionado ante el razonamiento del tensai.
-¿Tú crees que me dicen prodigio solo porque si?
Después de clases se fueron a las prácticas de la tarde, el pelirrojo aun estaba pensando en la idea de su amigo y la verdad parecía muy buena, pues aunque ya tenía una relación con Oishi este aun era muy tímido para esas cosas, y se podía decir que tenían un avance de cangrejo pero eso lo empezaba a desesperar y quería que Oishi tomara la iniciativa y el plan del castaño podría funcionar, así que decidió que era una gran idea y aplicaría el plan de Fuji, era viernes e irían al autocinema.
-Oishi estaba pensando… deberíamos ir a ver una película –dijo Eiji mientras tomaban sus botellas de agua.
-Suena bien, están exhibiendo Milk –dijo Oishi.
-Oh… escuche que no era muy buena –dijo Eiji que no quería que el plan del tensai se fuera al caño –estaba pensando en La Profecía.
-Vaya, ¿sabes donde la están pasando?, es una película vieja –dijo Oishi sorprendido.
-En el autocinema están pasando películas “viejas” y creo que estaría interesante verla nunca la he visto, ¿entonces quieres ir?
-Si seguro –dijo Oishi algo pensativo –le pediré el auto a mi padre.
Eiji sonrió contento de que Oishi hubiera aceptado y se fue a su partido que tenía con Fuji ya que tenía que decirle al tensai que Oishi había aceptado ir a ver la película; mientras que Oishi se quedo pensativo y algo preocupado así que fue con Tezuka para rogarle que lo ayudara.
-Por favor, Tezuka, acompáñanos –suplico Oishi.
-Oishi vamos a ser demasiados creo que estarían más cómodos solos –dijo Tezuka tratando de negarse.
-Por favor, no sé qué hacer –siguió rogando Oishi –Eiji me gusta en serio y me gustaría besarme con él pero no quiero hacerlo en público no quiero sentirme presionado.
Tezuka lo miro con gravedad pues no le gustaban aquellas conversaciones, se sentía muy incomodo, no quería intervenir en los asuntos de los demás y sabia bien lo que podía ocurrir si los acompañaban pero la verdad Oishi se veía desesperado.
-Te invito al autocinema y dijiste que si –resumió Tezuka.
-¿Vendrán con nosotros? –pidió otra vez Oishi.
-¿Por qué?
-Serias como mi salida de emergencia.
-¿Salida de emergencia? –pregunto Tezuka sin comprender.
-Podría hablar contigo si me pongo nervioso ya que tu… bueno tienes más experiencia.
-¿Qué quieres decir?
-Tú… tú y Fuji ya lo han he-hecho –dijo Oishi avergonzado.
Tezuka trato de no sonrojarse por lo dicho por su amigo y solo ese comentario valía que se negara pero en verdad se veía desesperado por la situación, respiro profundamente en un par de ocasiones pues aquella conversación le empezaba a provocar un dolor de cabeza.
-No te preocupes ahí estaré.
-Gracias –dijo Oishi casi besándole los pies a Tezuka.
Mientras en otra parte de las canchas un par de chicos de iris azules se preparaban para su encuentro, el gato se veía más contento de lo normal y eso no paso desapercibido por el castaño que no tuvo que esperar mucho por las noticias.
-Oishi dijo que si –dijo Eiji feliz.
-¡Genial!, Tezuka y yo iremos con ustedes –dijo Fuji sonriendo.
-No –dijo Eiji de inmediato.
-¿Por qué? –pregunto Fuji extrañado -¿por qué no?
-Nya, sería como una competencia –dijo Eiji sonrojado.
-¿Competencia? –dijo Fuji sin comprender.
-Tendría que mantenerme al ritmo tuyo y de Tezuka y me pondría muy nervioso.
-¿Qué quieres decir?
-Tú y Tezuka ya lo han hecho millones de veces, nya –dijo Eiji sonrojado a no más poder.
-Bueno tanto como millones todavía no pero vamos por ello –dijo Fuji tomándolo como un halago –bien no iremos.
-Perfecto –dijo Eiji.
Tezuka estaba en su casa con el tensai viendo la televisión en lo que Oishi llegaba por ellos, aun no le había dicho al castaño que saldrían con Oishi y Kikumaru pero no creía que se negaría después de todo irían con su mejor amigo y verían una película de terror por lo que Oishi le había dicho, ahora que lo pensaba se le hacía raro la elección de esa película ya que ni a Oishi ni a Kikumaru le gustaban era más del gusto de Fuji; estaba pensando que era una tontería lo que le paso por la mente cuando sonó el timbre, su abuelo fue a atender la puerta ya que se encontraba por ahí.
-Kunimitsu son unos amigos tuyos –dijo Kunikazu entrando en la sala.
-Oishi, Eiji, ¿qué hacen aquí? –pregunto Fuji extrañado al ver a sus amigos.
-Pues pasábamos por aquí y ya que no tienen planes, ¿qué les parece si nos acompañan al autocinema? –dijo Oishi como si nada.
-¿Nya? –exclamo Eiji sin entender.
-No estaría mal –dijo Tezuka levantándose –vamos Syusuke.
-Pero yo no…
-Vamos –dijo Tezuka tomándolo del brazo.
Eiji no entendía que rayos pasaba, se suponía que Fuji y Tezuka no irían, el castaño se lo había dicho pero no conto con que Oishi invitaría a la Strongest Pair y mucho menos que Tezuka aceptaría, Fuji solo le dirigió una mirada a modo de disculpa antes de salir de la casa y despedirse del abuelo de Tezuka.
-Esto no es lo que habíamos hablado –dijo Eiji a Fuji en voz baja cuando se dirigían al auto.
-Lo siento… procurare ir despacio, trata de seguirme –dijo Fuji subiendo al auto.
Oishi que iba conduciendo se dirigió al autocinema que estaba exhibiendo películas de terror y verían La Profecía (N/A: la primera por que la nueva no me gusta prefiero el niño de la original) lo cual entusiasmaba a Fuji pero Eiji se veía algo nervioso, llegaron y Tezuka pago pues a Oishi por los nervios se le había olvidado su cartera lo cual no era muy buena señal eso, pero no se desanimo pues a Eiji se le hacía gracioso eso y Tezuka suspiro resignado a pagar todo durante esa noche, Oishi estaciono el auto y puso la bocina.
-Nya, esta película me dará miedo –dijo Eiji temeroso.
-Es una buena película, no salen monstruos ni cosas de esas –dijo Fuji tranquilizándolo.
-Qué alivio nya –suspiro Eiji.
-Es más terror psicológico –dijo Fuji con una sonrisa sádica.
-Fuji deja de asustar a Eiji por favor –pidió Oishi.
-Pero si solo dije la verdad –dijo Fuji.
-Syusuke déjalo –dijo Tezuka tomando la mano del tensai.
Después de varios anuncios comenzó la película, Eiji se encontraba muy nervioso y también Oishi que empezaba a sentirse nervioso y algo presionado por lo que trataron de concentrarse en la película, pero pronto notaron que los coros de la banda sonora se escuchaban medio raro pues estaban acompañados por unos ruidos extraños.
-Nya, esta película suena muy raro –dijo Eiji arqueando una ceja.
-Eso no es la película –dijo Oishi sonrojado.
Eiji se fijo en el espejo retrovisor y se percato que en el asiento trasero Fuji y Tezuka se habían perdido de vista pero era muy obvio de donde provenían los ruidos, al acto Eiji se puso tan rojo como su cabello, esa era la razón por la que no había querido que Fuji los acompañara, pues demasiado rápido el tensai se había puesto en acción, después de varios minutos el castaño se incorporo todo despeinado y se recargo sobre uno de los asientos delanteros.
-¿Está todo bien chicos? –pregunto Fuji sonriente.
-¿Podrían ir tú y Eiji por palomitas? –dijo Oishi.
En eso Tezuka se incorporo tratando de arreglar su ropa, inmediatamente Fuji se abalanzo sobre Tezuka para besarlo una vez más.
-Eiji puede ir solo –dijo Fuji besando el cuello de Tezuka.
-Suke acompáñalo –dijo Tezuka tratando de detener al tensai.
Fuji salió de mala gana del auto seguido por Eiji, aun así tenía una gran sonrisa en el rostro, mientras que Eiji se observaba molesto algo no muy común en el gato; el tensai no tardo en darse cuenta de ese detalle.
-¿Estas molesto? –pregunto Fuji mientras seguía al gato.
-Nya, ¿molesto?, ¿por qué habría de estarlo?, no es que me moleste que mi mejor amigo se esté besuqueando en la parte de atrás del auto –dijo Eiji con enfado.
-Que bueno pensé que tal vez te habría incomodado –dijo Fuji despreocupado.
-¿Eres o te haces?, claro que me molesta y es incomodo, nya, al menos podrías esperar un poco más a que la película este más avanzada.
-Es que no puedo resistirme–dijo Fuji a modo de disculpa –Mitsu es como una droga para mí, soy un adicto.
-Eres imposible –dijo Eiji llegando a la dulcería -¿traes dinero?
-Deje la cartera en el auto –contesto Fuji.
Mientras en el auto un avergonzado y molesto sub-capitán le decía un par de cosas al chico de lentes que ahora trataba de arreglarse el pelo con las manos ya que estaba todo revuelto.
-Tezuka no te pedí que vinieras para que estuvieras besuqueando a Fuji.
-Lo sé y lo siento –dijo Tezuka acomodándose los lentes.
-Esto es muy incomodo –dijo Oishi cubriéndose el rostro con las manos.
-Lo siento, no estoy siendo un buen amigo… no mas besos con Syusuke lo prometo.
En eso llegaron el castaño y el pelirrojo, el primero se asomo a la ventana que estaba medio abierta y observo a los chicos sonriéndoles.
-Mitsu, necesito dinero para las palomitas –dijo Fuji algo apenado.
-¿Qué?... olvídenlo métanse al auto –dijo Oishi molesto.
-No sabe lo que quiere –le dijo Fuji a Eiji.
Se metieron una vez más al auto e inmediatamente Fuji comenzó a besar el cuello de Kunimitsu, que trataba de no responder a las caricias del tensai lo cual requería de toda su fuerza de voluntad, pues veía que Oishi y Eiji una vez más se sentían incómodos. (N/A: recuerden que a Tezuka le gustan los autos)
-No, Suke, vamos a ver la película con Oishi y Kikumaru –dijo Tezuka tratando de apartarlo.
-Pero me perdí el principio –dijo Fuji sin dejar de besarlo.
-El niño es el diablo y tienen que matarlo, ahora mira la película –dijo Eiji con rapidez.
-Ya la vi diecisiete veces –dijo Fuji suspirando.
-¿Diecisiete veces? –pregunto Oishi sorprendido.
-Me gusta la película, no sé porque me cae bien Damián.
-¿No te identificas con el por casualidad? –dijo Eiji.
Ya no hubo más discusión y por fin centraron su atención a la pantalla, Tezuka tenía abrazado al tensai y ambos se figaron que Oishi había tomado la mano de Eiji que parecía muy nervioso pues la película en verdad lo estaba asustando, de vez en cuando Tezuka lo apretaba un poco más, muestra de que algunas escenas lo habían puesto nervioso pero era algo que solo Fuji podía notar.
-La siguiente escena es genial –dijo Fuji sonriendo malévolamente.
En la pantalla el señor Thorn caminaba por las calles de Israel acompañado por el fotógrafo, le habían dicho como tenía que matar al pequeño y había arrojado las dagas, el que lo acompañaba había ido a recoger las dagas diciendo que si Thorn no lo hacia lo haría el, entonces a un camión que estaba ahí se le quito el freno de mano y empezó a moverse en reversa pero al detenerse uno de los cristales que llevaba se deslizo con velocidad y fue justo a la cabeza del fotógrafo.
-¡Por Kami! –exclamaron Tezuka, Eiji y Oishi.
Los tres cerraron los ojos al ver la decapitación del hombre, Fuji solo sonreía aquella escena le fascinaba sabía bien el efecto de esta y todavía estaba por disfrutar más pues sabía que normalmente todos cerraban sus ojos por un lapso de tres segundos esperando que la escena de la cabeza dando vueltas terminara.
-¿Ya paso? –pregunto Eiji abriendo los ojos juntos con los otros justo a los tres segundos.
-¡Haaaaa! –exclamo Oishi abrazando a Eiji.
El gato también lo abrazo y Tezuka había buscado refugio en el regazo de Fuji, ya que al abrir sus ojos vieron que la cabeza aun estaba rodando en el aire, el tensai trato de controlar su risa por las reacciones de sus compañeros pues él sabía bien que la escena de la cabeza rodando en el aire duraba cinco segundos, había sido intencional por parte del director, Eiji volteo a ver a Fuji con cara de susto y este solo le guiño el ojo, para que se diera cuenta en qué situación estaba con Oishi antes de desaparecer en el asiento con Tezuka.
-Tranquilo Eiji solo es una película –trato Oishi de tranquilizar al gato.
Oishi estaba muy cerca de Eiji, el sub-capitán acaricio la mejilla del gato tratando de calmarlo y se acerco al rostro del pelirrojo, el corazón del pelirrojo latía con fuerza muy emocionado, era tal y como lo había dicho Fuji, y se acerco un poco más a Oishi… pero los ruidos extraños habían empezado una vez más pero ahora eran más demandantes y ya no eran nada discretos, los suspiros de Tezuka eran bastante audibles así como peticiones de Fuji porque Tezuka no se detuviera, el sub-capitán y el gato una vez más se lamentaron porque sus amigos al parecer no podían estar ajusto sin que uno estuviera encima del otro.
-¡Aaahhh!... Suke…
-No te detengas… ¡aaahhh!... Mitsu así… ¡aaahhh!
-¿Quieres sentarte en otro lado? –pregunto Oishi todo rojo cuando le cayó encima la playera que Tezuka le había quitado a Fuji.
-¡Si por favor! –dijo Eiji saliendo del auto junto con Oishi.
Terminaron por recostarse sobre el cofre del auto, al menos ahí no escuchaban, sabían que el capitán y el tensai se querían pero no imaginaban que tuvieran las hormonas tan despiertas sin duda a ellos aun les faltaba mucho para poder alcanzar a la Strongest Pair.
-Mira las estrellas están realmente… olvídalo –dijo Oishi frustrado.
-¿Qué?
-Nada.
Oishi estaba tratando de establecer una conversación con Eiji pero no era posible, el auto empezó a moverse lo cual significaba una cosa aquella cita estaba resultando desastrosa para ellos menos para la pareja de castaños que estaban aprovechando muy bien el auto del padre de Oishi, después de un largo rato el vaivén del auto no parecían aminorar y la Golden Pair no tenían otra opción más que aguantarse y esperar a que Tezuka y Fuji terminaran.
-Tezuka y Fuji se han puesto cómodos ahí dentro –dijo Oishi.
-Sip, les sirve de habitación –contesto Eiji.
-El asiento del auto es cómodo –dijo Oishi incorporándose un poco.
-¿En serio?
Eiji se acerco a Oishi y le planto un beso a lo cual Oishi algo torpe correspondió, abrazo al gato y lo atrajo más hacia el profundizando el beso, Eiji rodeo con sus brazos el cuello de Oishi.
-Es lo que dice la publicidad –dijo Oishi cortando el beso por falta de oxigeno.
-Que interesante –dijo Eiji entrecortadamente.
Ahora fue Oishi quien beso a Eiji, atrayéndolo hacia él como si quisiera evitar que escapara olvido por completo que estaban en un lugar público y que no estaban bajo la protección del auto, se besaron demandantemente por un tiempo y empezaron a rodar por el cofre, pues cada uno quería estar por momentos encima del otro desesperados por tocarse, pero se les acabo el cofre y el gato cayó al suelo.
-¡NYA!
-¿Eiji estas bien? –pregunto Oishi ayudando a Eiji a levantarse.
La bocina del auto sonó por lo que Oishi y Eiji voltearon, desde las ventanas se veían Tezuka y Fuji, este último había tocado la bocina y les dirigía una sonrisa picara al parecer al fin habían terminado pero aun tenían las ropas desarregladas.
-Felicidades –dijo Fuji sin perder su sonrisa –¡que movimientos!
Tezuka por su parte no dijo nada y solo se acomodo sus lentes antes de abrazar a Fuji otra vez y perderse una vez mas de vista, tanto Oishi como Eiji suspiraron resignados y se sentaron en el suelo para ver lo que restaba de la película; después de todo aquella cita en el autocinema no había sido tan mala.