Capítulo 8 “El Relicario y la Cámara de los Murmullos”
El joven mago frunció el ceño y parecía estar considerando algo. Después de un tiempo, adoptó una expresión calmada y dijo “Soy Tom Marvolo Riddle[4].”
Bien, ese era un nombre muggle muy común, pensaba Orión, excepto el segundo nombre… ¿Dónde he visto el nombre Marvolo antes? Vio sus reflexiones se vieron interrumpidas.
“Bien, ¿me vas a decir como es que un niño como tú tiene mi medallón?” Preguntó Tom impaciente.
Orión le miró de mala manera, “¡No soy un niño!” bufó con indignación Orión. Honestamente él no se consideraba así mismo uno. Sentía que había vivido demasiadas cosas que le hicieron madurar rápidamente. El peso en sus hombros por ser El Niño Que Vivió y su lugar en la guerra solo intensificaron el sentimiento de ser mucho más maduro para su edad.
Tom elegantemente resopló, “Vamos, chico. Debes de tener como nueve años.”
Orión indignadamente replicó, “¡Tengo once! ¡Y nunca me he sentido como un niño en mi vida!” “Olvídalo,” dijo Tom agitando su mano despectivamente, “¡Solo dime como fue que obtuviste el medallón!”
Estaba por responder cuando Sylvana sacó su cabeza del puño de su camisa y siseó, “Ahh, bien hecho, joven amo. Finalmente abrió el relicario.”
“No sssé por qué me tomé la molessstía. …l esss extremadamente molesssto. Tendré que reconsssiderar el abrirlo de nuevo,” Orión siseó de mal humor. Escuchó a Tom dar un pequeño jadeo. Ahí iba de nuevo, pensó el chico. Estaba comenzado a volverse extremadamente molesto cada vez que alguien descubría que él hablaba parsél. Siempre murmuraban y le miraban extraño. Miró a Tom y vio que examinaba ferozmente con sus oscuros ojos azules.
“Eres un hablante de parsél,” dijo pensativamente. Luego preguntó, “¿Eres mi descendiente?”
Orión permaneció quieto. ¿Su descendiente? ¿Por qué pensaría… “¡Tú también eres un hablante de parsél! ¡Por eso es que piensas que estamos relacionados!”
Tom le sonrió burlonamente, “Lo soy. Y esa es la única razón en la que puedo pensar para explicar el que pudieras abrirme.”
“¡Wow! ¡No conocí antes a otro hablante de parsél! ¡Todos creen que yo soy el único que queda!” exclamó Orión animadamente. ¡Otro como él! ¡Increíble! ¡Tal vez pudiera enseñarle algunos hechizos!
Tom le miró sagazmente, “¿A qué te refieres niño? ¿No hay acaso otro mago oscuro con la habilidad de hablar parsél? ¡Piensa niño!”
Orión chasqueó la lengua, “¡Ninguno que esté vivo!”
El retrato palideció y el chico le sonrió en su repentino descubrimiento. Oh, sabía lo que Tom deseaba saber. Era demasiado evidente, “Estas pensado en Voldemort, ¿verdad?”
Giró su cabeza para mirarlo con fiereza y gruñó, “Sí. ¿Qué sabes acerca de él?”
Orión consideró calmadamente. ¿Por qué estaba tan interesado en saber acerca de Voldemort? “¿Por qué te interesa?”
“¡Solo respóndeme, pequeño mocoso!” Exclamo Tom con agitación.
El chico simplemente alzó una ceja. Ahora tenía todas las cartas. “Primero dime porque quieres saber y yo te diré todo lo que sé acerca de él.”
Tom frunció el entrecejo cuando le miró “Lo conocí en mi tiempo. Solo quiero saber que sucedió con él,” terminó tranquilamente.
“¿Eras uno de sus seguidores? ¿Cómo era?” Preguntó Orión incapaz de controlar su entusiasmo. Tal vez podría aprender más de Voldemort mediante de Tom.
El retrato le sonrió, “¿Por qué? ¿Acaso estás interesado en él?”
“¡Claro que lo estoy! ¡…l fue uno de los más grandes magos oscuros que han existido!” Exclamó el chico.
La sonrisa de Tom se amplió con diversión, “¿Lo era? ¿Y tú quieres ser como él?” añadió con burla.
Orión rodó sus ojos, “Claro que no. Un Señor Oscuro es suficiente. Yo solo quiero ayudarlo,” declaró sinceramente. Había tomado la decisión de ser honesto. Un medallón que solo podía abrirlo él, de acuerdo con Tom, le aseguraba que no sería capaz de decirle a nadie más lo que discutiera Orión con él.
Tom se tornó serio. “¿A qué te refieres con ayudarle? ¡Sólo dime que fue lo que le pasó!”
El Black suspiró, “Fue asesinado hace diez años. Fue durante el apogeo de la guerra. Atacó a los Potter y cuando lazó la maldición asesina en el hijo de un año rebotó golpeándolo y matándole instantáneamente.”
La imagen guardó silencio y volvió a estrechar la mirada. Parecía estar reflexionando acerca de algo. Volteó a mirar a Orión, “¿Por qué el hechizo no tuvo efecto en el bebé? ¿Tenía alguna clase de poder especial?”
“Tal vez,” respondió Orión ocultando su sonrisa, “Nadie sabe realmente que sucedió esa noche pero el bebé sobrevivió y Voldemort murió.”
Tom rió burlonamente y tranquilamente dijo, “Oh, pero él no está muerto.”
Orión le miró molesto, “La mayor parte de nosotros tampoco lo cree, pero ¿por qué lo dices?”
“¿Nosotros? ¿Quién es ‘nosotros’?” Cuestionó con curiosidad.
“¡Los magos oscuros, claro está! La mayoría cree que él regresará tarde o temprano y solo están esperando por él” respondió el chico.
Tom le dio una verdadera sonrisa que parecía iluminar su rostro, “¿Así que aún tiene a sus seguidores?”
“Sí, algunos de ellos. Muchos fueron enviados a Azkaban o se ocultaron. Tuvieron un momento sumamente difícil cuando él murió,” explicó el Orión con tristeza.
“Eso será remediado cuando él regrese,” dijo confiadamente Tom.
“¿Pero cómo estás tan seguro de que regresará?” Preguntó el chico perspicazmente.
El mayor rió y solo respondió, “Sé que lo hará.”
Orión bufó en exasperación y decidió preguntar lo que rondaba su mente, “¿Tú eras uno de sus seguidores?”
“Lo era” dijo brevemente.
“¿Qué te sucedió?” continuó el chico.
“Oh, debo de estar vivo en alguna parte allá afuera,” respondió Tom con una sonrisa de superioridad. Y después se tornó serio, “Pero tú no me haz dicho por qué tienes este medallón y por qué fuiste capaz de abrirlo.”
Orión sonrió, “No estoy relacionado contigo. Soy un Black y nunca vi tu nombre en nuestro árbol familiar. Encontré el relicario en nuestra casa.”
Tom frunció la frente en señal de reflexión y miró con escrutinio a Orión, “¿Por qué estaba el medallón en la casa de un Black?”
Orión se encogió de hombros, “No lo sé. ¿Por qué es tan importante? Tal vez tu lo diste como regalo o algo así.”
El joven resopló, “Yo nunca regalaría mi relicario.” Orión le miró con ojos sagaces, “¿Y por qué no? ¿Qué tienes tú de especial?”
La cara de Tom se tornó blanca, “Nada. Solo sé que yo nunca lo regalaría. Me gusta demasiado.”
El heredero de los Black bufó, “Oh Vamos, piensas que soy tan estúpido. Tú no eres un medallón cualquiera. Puedo sentir el poder emanando de el.”
Comenzó a considerarlo seriamente, “¿Puedes?”
El niño le miró sin expresión alguna, “Sí, siempre he sido capaz de percibir la magia a mi alrededor.”
“Hmmm, y eres un hablante de parsél y fuiste capaz de abrirlo. Creí que eras un Black.” Dijo Tom viéndole con curiosidad.
Orión apenas y asintió. Estaba pensando acerca de lo que Tom le había dicho. …l había sido un seguidor de Voldemort y parecía saber acerca de él además de que había tenido el medallón de Slytherin… y su nombre era Marvolo… era también un hablante de parsél… contuvo el aliento y giró sus ojos a la imagen. “¡Eres un Gaunt!” exclamó, “Los Gaunts usaban el nombre de Marvolo ocasionalmente para nombrar a sus hijos y eran hablantes de parsél además de que tú tenías el medallón de Slytherin. ¡Tú eres un Gaunt y debes de estar relacionado con Voldemort!” dijo victoriosamente.
Tom alzó una de sus cejas en señal de sorpresa. ¿Cómo era posible que el pequeño niño se acercara tanto a la verdad? Al principio había considerado al chico como un mocoso imprudente que tuvo la fortuna de encontrar el relicario en algún lugar y que fue capaz de abrirlo por accidente. Se encontraba grandemente preocupado porque el relicario había sido tomado del lugar seguro en que se encontraba. Pero el chico resulto ser un hablante, lo suficientemente poderoso para sentir la magia negra que rodeaba al medallón. Era claro para él que el niño era alguien especial de alguna forma si pudo abrir el relicario también. De acuerdo con el chiquillo no estaban relacionados pero ¿por qué pudo abrirlo? Y luego había sido capaz de colocar juntas las pequeñas piezas del rompecabezas y llegar a la conclusión de que era un Gaunt relacionado con ¡Voldemort! Tendría que ser cuidadoso con lo que le dijera o el muchacho fácilmente podría descubrir que ¡él era parte del mismo Voldemort!
Orión continuó hablando, “¿Pero por qué te llamas a ti mismo Riddle? ¿Por qué no mantienes el apellido Gaunt?”
Tom le miró mal y profirió, “Eso no te interesa.” Orión le observó especulativamente, “Y tienes un nombre muggle… ¡Eres un mestizo!” exclamó en repentino descubrimiento, “¡Nunca creí que los Gaunts se mezclarían con muggles! ¡Así que mi teoría era correcta! ¡Voldemort debió haber sido un Gaunt! ¡Y era un mestizo también! ¡Eso explicaría todo!” dijo con entusiasmo.
Tom le miró malamente. Ese chico era demasiado listo para su propio bien. Tenía que alejarlo de la pista, “¡Voldemort no era un mestizo!” respondió indignadamente, “Admito que soy un Gaunt y que soy un mestizo pero ¡él era un sangre pura!”
Orión movió su cabeza hacía un lado, “¿Entonces cómo están ustedes relacionados?”
Tom se calmó así mismo, “Era un primo lejano.”
El Black le miró con sospecha, “¿Cuál era su verdadero nombre?”
Tom le enredo, “No tengo porque decírtelo a ti. ¡Tú me haz estado molestando con tus preguntas!”
Orión se encogió. Había estado tan emocionado que no había pensado que estaba siendo desconsiderado con Tom. Quería agradarle, él podía decirle más acerca de Voldemort y sentía que podía ser honesto con él. “Lo lamento” dijo en un murmullo, “No quería molestarte. Pero siempre he estado fascinando por Voldemort y solo quería saber más acerca de él. No haré preguntas que no quieras responder.”
Tom suspiró con cautela. Necesitaba al chico de su lado, estaba en sus manos después de todo, y el niño era realmente prometedor. Y tenía que manejar su tiempo hasta que su otro yo obtuviera un cuerpo. Debía de estar vivo si el relicario existía aún, tal vez podía ceder solo un poco, “Mira, no quiero discutir el pasado de Voldemort. Solamente te diré que él era un Gaunt, haz descubierto mucho después de todo. Y era un primo lejano. Hagamos un trato, tú me dices que pasó en la guerra y con Voldemort y yo te cuento más acerca de él.”
Orión le sonrió, “Muy bien, es un trato.” Bostezó ligeramente, “Pero tendremos que continuar otro día. Es muy tarde y mañana ¡parto a Durmstrang!”
“Una sabia decisión. ¿Pero por qué no vas a Hogwarts?” Preguntó Tom.
El niño bufó, “¿Y estar bajo el pulgar de Dumbledore? No gracias.”
Tom sonrió ligeramente por ello, “Ya veo que compartimos la misma opinión sobre él.” Luego le preguntó gravemente, “¿Y el viejo sigue vivo?”
Orión lo miró, “Sí, lo está. ¿Lo conoces? ¿Fuiste a Hogwarts?”
El del retrato gruñó con resentimiento, “Sí, lo conocía.” El menor decidió no presionar más.
“Buenas noches Tom, te veré pronto.”
“Buenas noches Orión,” murmuró Tom al tiempo que el chico cerraba el medallón.
Lo colgó en su cuello y pronto se durmió pacíficamente.
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Al día siguiente Sirius y Orión aparecieron en el mágico San Petesburgo y rápidamente fueron rodeados por un mar de niños con sus padres viéndoles partir. Había un gran barco viejo anclado esperando a que los de primer año abordaran y la fila ya estaba formada.
Orión estaba mirando a la multitud y ya había visto a Evander y a Viktor.
Se giró hacía Sirius, “Padre, he visto a mis amigos. Les prometí que los encontraría para que pudiéramos abordar juntos.”
Sirius sonrió. El tiempo había llegado en el que separarían sus caminos y estaba un poco preocupado de cómo cambiaría Orión una vez que comenzara sus estudios en Artes Oscuras en Durmstrang. Se había estado diciendo así mismo que era la mejor opción pero aún se sentía algo inseguro acerca de todo aquello. Sí tan solo pudiera convencer a Orión de asistir a Hogwarts. Se lo había mencionado brevemente y se había negado rotundamente y no quería volver a discutirlo de nuevo.
Abrazó apretadamente a su hijo y le dijo, “Quiero que me escribas seguido y me cuentes si tienes algún problema.”
“Sí, Padre. No te preocupes. Todo va a estar bien”, murmuró Orión contra el pecho de su padre.
Sirius acarició gentilmente su cabeza, “Lo sé. Es solo que no te veré por cuatro meses y me he acostumbrado a tenerte cerca. Te extrañaré.”
Orión apretó el abrazó, “También te extrañaré. Pero nos veremos en Navidad. Iré a Black Manor y pasaremos todo nuestro tiempo juntos.”
El mayor asintió, rompió el abrazo y dijo sonriendo, “Bien, diviértete mucho en la escuela y escríbeme si quieres hacerle alguna broma a tus profesores. Puedo darte excelentes ideas.”
Orión giró sus ojos y sonrió, “Dudó que tenga tiempo de hacer bromas pero si tengo la urgencia ten por seguro que la planearé contigo.”
El mayor exclamó con una mueca de horror en su rostro, “¡Siempre hay tiempo para hacer bromas!”
El menor sonrió y se alzó para besar suavemente la mejilla de su padre, “Cuídate, Padre. Y prométeme que me dirás como te está yendo con los sangre pura.”
Sirius le sonrió de vuelta, “Es pan comido. Pero no te preocupes, te diré todo. Bien, ve, tus amigos están esperando.”
Orión lo abrazó rápidamente una vez más y colocó a Sylvana alrededor de su cuello, puesto que ella le dijo que desde allí tendría una mejor vista. Tomó su baúl y la jaula de Ares para ir al encuentro de Evander y Viktor.
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El viaje por mar duró solo dos horas y Viktor, Evander, Kara y Orión pasaron su tiempo jugando cartas explosivas en uno de los cuartos del barco. Estaban por lo menos treinta chicos de nuevo ingreso y todos habían formado pequeños grupos y estaban jugando o platicando en diferentes mesas.
Cuando finalmente llegaron a Bornholm, una vieja bruja los recibió y los organizó en carruajes para llevarlos a Durmstrang. Se encontraron con Calypso cuando descendieron y tomaron un carruaje con ella. Cuando llegaron a la escuela, Orión estaba impresionado. Durmstrang era un viejo castillo medieval con innumerables torres y extensos terrenos. Instantáneamente sintió la magia del castillo cosquillear en su piel, nunca había sentido tal concentración de poder emanar de un solo lugar antes. Todos los de primer año estaban hablando animadamente entre ellos y discutiendo acerca del castillo y de lo poco que sabían acerca de el. Orión escuchó a uno de los chicos decir que supuestamente fue encontrado durante la época de Merlín y que era uno de los castillos más antiguos que existían, mucho más viejo que Hogwarts. De repente, unas grandes puertas de madera se abrieron y un mago de mediana edad con cabello negro y les dirigió una severa expresión.
“Bienvenidos, niños. Soy el Profesor Devon Kragen, Profesor de pociones de Durmstrang. Síganme al Gran Salón y los sortearemos. Dejen sus cosas aquí, los elfos se encargarán de llevarlas a sus cámaras una vez que sean sorteados.” Dijo, mientras se giraba para regresar al castillo.
Los nerviosos chicos lo siguieron hasta el Gran Salón. Cuando Orión entró vio que había una gran habitación cuadrada con techos arqueados imposiblemente altos que parecía brillar con una luz dorada. Había una gran mesa redonda sobre una plataforma en el medio de la habitación que parecía ser ocupada por los profesores. Rodeándola estaban siete mesas tipo anillo cada una más grande que la anterior en las cuales cada uno de los diferentes cursos estaban sentados. Pudo ver que la más cercana a los profesores estaba vacía, indicando que era la mesa para los de primer año. Pudo distinguir tres tipos ligeramente diferentes de túnicas entre el mar de estudiantes. La única diferencia en sus uniformes era la cresta en la parte derecha del pecho.
Todos los estudiantes sentados les observaban y Kragen los llevó a la derecha y se detuvo frente a una sólida puerta negra. Kragen se volteó hacia ellos, “Esta es la Cámara de los Murmullos. Tienen que entrar individualmente y escuchar lo que las voces les dicen. Les harán saber a que Orden pertenecen y cuando salgan yo colocaré la cresta en sus túnicas y podrán tomar asiento en la mesa de los de primer año.” Y con ellos tomó a la primera chica junto a él y suavemente abrió la puerta para empujarla dentro. Unos momentos después ella salió con un pálido rostro y le susurró algo a Kragen. Asintió y tocó la túnica con su varita y una cresta de bronce con el rostro de una Gorgona apareció en ella. Rápidamente fue a sentarse a la mesa del primer anillo. Cada uno de los estudiantes pasaron por lo mismo mientras que los otros esperaban ansiosos su turno. Nadie se atrevía a pronunciar palabra.
Calypso, Kara, Evander y Viktor habían pasado ya antes que Orión y había visto que Calypso y Viktor les dieron una cresta dorada con la figura de una Hydra mientras que Kara y Evander una plateada con la imagen de una Quimera. Por fin era su turno y Kragen lo tomó del brazo y lo empujó dentro de la habitación sin una sola palabra.
Orión se paró en el medio de aquella oscura cámara rodeado por sólidos pilares negros y había velos negros colgando de las paredes, bailando en el aire. Podía escuchar bajos murmullos provenir de todos lados y él solo permaneció quieto esperando que algo sucediera. Podía sentir algo en el aire además de apreciar varias formas blancas y transparentes girar a su alrededor. El cabello en la parte de atrás de su cuello se levantó y comenzó a ponerse nervioso. Luego, escuchó voces. Eran apenas audibles por lo que agudizó su oído para escucharles mejor.
“…l es el elegido” susurró una voz masculina.
“No puede ser, es muy pronto. Ellos no planearon su llegada hasta muchas décadas más”, dijo una terrenal voz femenina.
“No se han dado cuenta, pero es él. Puedo sentirlo”, replicó la voz masculina.
La voz femenina objetó con agitación, “¿Qué han hecho? ¡Es muy pronto!”
“No creo que lo hayan hecho apropósito. Algo cambio, algo más sucedió,” murmuró la voz masculina.
Orión casi no podía escucharles pero se preguntaba acerca de que estaban hablando. De repente, dos formas se materializaron frente a él. Eran fantasmas como formas blancas que flotaban en el aire y no podía distinguir que una era una mujer mayor con largo cabello negro y ojos negros. El otro era un hombre fornido, más joven que ella, con facciones similares y una expresión fiera.
La mujer se dirigió a él, le miró directamente a los ojos, “Hemos estado esperando por ti. Pero eres algo más, algo inesperado…”
“¿Qué quieres decir?” Preguntó inseguro Orión con el ceño fruncido.
La mujer estaba apunto de decir algo cuando el hombre la interrumpió bruscamente. “Calla, Madre. No es tiempo todavía.” Se giró a Orión, “Dile a tu profesor que perteneces a la Orden de la Hydra,” dijo y comenzó a desvanecerse.
“¡Esperen! ¿Quiénes son ustedes?” Preguntó Orión estirando su mano, como previniendo que el hombre se fuera.
El hombre se volteó para darle una escudriñadora mirada pero aún así permaneció en silencio.
La mujer giró para ver a Orión con una pequeña sonrisa, “Lo sabrás cuando nos encuentres a nosotros.”
Ambos comenzaron a desaparecer y Orión rápidamente dijo, “¿Encontrarlos? ¿Qué quieren decir? No entiendo,” exclamó con exasperación. Pero fue muy tarde. Se habían ido.
Permaneció en medio de la cámara tratando de entender que fue lo que sucedió. Los velos cayeron planos sobre las paredes de piedra y la cámara estaba en completo silencio. Definitivamente se habían marchado. ¿De qué habían hablado? Eran espíritus o algo por el estilo, ¿Cómo iba a encontrarlos? ¿A qué se refería ella cuando dijo que él era algo inesperado?
Orión sacudió su cabeza y salió de la cámara. Kragen le observaba ceñudo y dijo “Te tomó mucho tiempo.”
No le molestó el comentario y solo contestó, “Soy un Hydra.”
Kragen le miró con desaprobación antes de tocar su túnica con su varita y una cresta dorada con una Hydra de siete cabezas fue colocada.
Orión caminó hacía su mesa para sentarse entre sus amigos. El comedor estaba bastante ruidoso, un marcado contraste con la cámara y aún estaba un poco mareado por la experiencia. Tenía que pensar en lo que las voces le dijeron, particularmente lo que dijeron antes de que aparecieran frente a él.
Calypso le dio un codazo, “¿Orión, te encuentras bien?” Se volteó hacia ella,
“Sí. ¿Qué te dijeron?” Preguntó.
“Que era un Hydra,” respondió, “Como tú al parecer.”
“¿Nada más?” Volvió a preguntar y ella negó con la cabeza, “¿Quiénes eran? No pude reconocerlos.”
La chica le miró con el ceño fruncido, “¿A qué te refieres? ¿No podías reconocerlos? Eran solo voces que deciden a que Orden perteneces.”
El Black se tensó y susurró con rapidez, “¿No los viste?”
La mueca se intensifico en Calypso, “¿Verlos? No, eran solo voces, Orión.” Le miró sagazmente, “¿Qué viste?”
Orión solo negó con la cabeza, “Nada.”
Ella estaba por replicar cuando el comedor se quedó en silencio y vieron a un hombre de mediana edad con cabello negro grisáceo y una barba corta en la mesa de los profesores se puso de pie. Todos los estudiantes se voltearon para escucharle.
“Bienvenidos de nuevo para otro año de su educación mágica y bienvenidos los de primer año a Durmstrang. Yo soy el Director Karkaroff y ahora que han sido sorteados el maestro de su orden les dará sus horarios después de la cena. Cada orden representa diferentes habilidades, sangre mágica y nivel de poder. Los Hydras aprenderán las ramas más oscuras de las Artes Oscuras y algunas clases son solo enseñadas a los de quinto año en adelante serán probados para ver si tienen la capacidad mágica para dominarlas. Los Hydras no tienen permitido discutir las clases específicas de su Orden con nadie fuera de la Orden. Están advertidos,” algunas protestas se escucharon provenientes de los de primer años de las otras dos Ordenes pero la mirada que Karkaroff le envió rápido les hizo callar, “Esto se hace por su protección. Las Artes Oscuras son muy poderosas y algunas no pueden estudiarse por aquellos que no tienen el poder o la habilidad para controlarlas sin ser consumidas por ellas.” Hizo una pausa para dejar que la información penetrara y se procesara dejando que nadie pudiera debatir, “Tendrán clases con sus compañeros estudiantes de Orden y las clases esenciales serán con todos los estudiantes de primer año juntos. Vivirán con los de su propio año. Algunas clases son solo aptas para cierta Orden y por lo tanto no podrán solicitar el asistir a ellas si no pertenecen a la correspondiente Orden, no se hacen excepciones. La educación en Durmstrang es muy intensiva y requiere disciplina y arduo estudio. Se espera que sobresalgan en todas sus clases y las fallas no serán toleradas. Tienen a su Maestro de Orden para que los ayude y acudirán a ellos por cualquier problema que tengan. Después de la cena, los prefectos los escoltarán a su lado del castillo. No está permitido vagar por el castillo después de las nueve de la noche. Espero que sea un buen semestre.” Dijo secamente antes de sentarse.
Platillos de todo tipo aparecieron en su mesa y los estudiantes comenzaron a comer felizmente mientras platicaban. Orión estaba con sus reflexiones en silencio y podía sentir los ojos de Calypso en él pero ella respetaba su silencio mientras que los demás no se entrometieron.
Cuando terminaron con la cena tres profesores se acercaron a la mesa y les pidieron que se formaran en sus ”rdenes. Orión vio a Romulus Rosier ir con las Quimeras, mientras que Devon Kragen iba con las Gorgonas. Se imaginó que ellos eran los Maestros de las respectivas ”rdenes. Miró a su grupo. Eran solo cinco Hydras. Eran por mucho la más pequeña de las ”rdenes. Su grupo consistía de Viktor, Calypso, un chico guapo con cabello negro a la altura del hombro y de ojos azul pálido ligeramente rasgados que les observaba con una mueca burlona, y un delgado chico con cabello negro corto y ojos negros, parecía estar permanentemente con el seño fruncido. Orión vio a un hombre alto y fornido acercarse a su grupo. Tenía grueso y largo cabello negro con ojos café oscuro. Parecía exudar misterio y un aura oscura, y sus movimientos eran fluidos pero controlados. El hombre se paró frente a ellos mirándoles con respeto antes de dirigirse a ellos.
“Soy el profesor Vulcan Vagnarov. Soy el Maestro de la Orden Hydra,” dijo con una baja y rasposa voz, “enseñó Necromancia a un selecto grupo de Hydras de sexto y séptimo año. Así que no tendrán clases conmigo por un par de años más, eso si pasan el examen que se requiere para asistir a mi clase. Pero mi puerta siempre estará abierta para cualquier pregunta o problema que tengan. Estos son sus horarios para su primer año,” dijo entregando pergaminos negros con plateada escritura, “Como el Director Karkaroff les informó no está permitido discutir ninguna de sus clases fuera de la Orden. Asistirán a las clases esenciales comunes con las ”rdenes con sus compañeros de primer año, las demás clases específicas a su Orden asistirán solos.”
El grupo asintió y Vagnarov secamente asintió de vuelta antes de darse vuelta para alejarse de ellos. Los chicos revisaron sus pergaminos. Orión pudo ver que las clases comunes eran Introducción a las Artes Oscuras con Romulus Rosier; Historia de las Artes Oscuras con Hymir Helheim; Transfiguración con Echineas Elgar; Encantamientos con Artemisa Arlov; Pociones con Devon Kragen; Criaturas Mágicas con Jola Magni; Herbología con Nicor Nigyn; Runas Antiguas con Dionysus Decimus; y Aritmancia con Dominik Janus. Era una asombrosa cantidad de clases. Karkaroff no estaba bromeando cuando dijo que se requería mucha disciplina en sus estudios. Continuó leyendo y finalmente vio dos clases exclusivas de los Hydras, eran Introducción a los Rituales de Sangre con Gudrun Helgard e Introducción a la Creación de Hechizos Oscuros con Galatea Ilythyia.
El chico con los ojos azules pálido se giró a ellos, “Me gusta ya nuestra primer clase,” dijo lamiendo sus labios, “Rituales de Sangre, suena… exquisito,” terminó con una sonrisa burlona.
Orión le miró de forma afilada. Que extraña selección de palabras. Extendió su mano al chico y dijo “Soy Orión Black.”
El otro le miró considerablemente en silencio y amplió su sonrisa. Tomó la mano de Orión casi acariciándola. “Encantado de conocerte, Orión. Soy Lezander Zraven.”
Calypso jadeó y Orión se giró para verla con la mirada curiosa. Pero ella no veía sus ojos, estaba mirando a Lezander con una pálida cara.
Orión volteó a ver a Lezander que los estaba observando con entretenimiento. El muchacho sonrió y Orión casi se las arregló para contener el jadeo. Lezander tenía largos incisivos y ahora estaba sonriéndoles con burla.
Parecía que Calypso no pudo contener más su necesidad de reafirmación. “Eres un vampiro del Clan Zraven,” exclamó casi en tono de pregunta.
Lezander solo sonrió y asintió.
Viktor no parecía perturbado por nada de ello, “Soy Viktor Vlonski y ella es Calypso Rosier”, se presentó indicando a Calypso que permanecía viendo a Lezander.
Lezander respondió con un suave ronroneo, “Encantado de conocerlos a ambos.” Se giró a el silencioso y enfuruñado chico para preguntar, “¿Y tú quién podrías ser?”
El muchacho le devolvió la mirada, “Soy Loki Njord”, respondió secamente antes de volver al silencio ignorándoles.
Viktor se expresó con burla, “Bueno, una delicia conocerte.”
Loki lo ignoró completamente y reasumió su enfurruñamiento. Orión solo movió su cabeza y se volvió al vampiro con curiosidad, “Así que eres un vampiro. No había escuchado de vampiros que asistieran a escuelas mágicas antes.”
Lezander ancló sus ojos en los de Orión, “Oh, lo hacemos. Pero hace muchos siglos atrás. Soy el primero en nacer en mi clan en más de cuatro siglos.” Ante la silenciosa pregunta del chico Black, explicó más a fondo, “Tenemos vidas extremadamente largas, algunos nos consideran inmortales cuando lo comparan con su tiempo de vida” dijo con una sonrisa, “y por lo tanto casi no tenemos niños. Los pocos clanes con sangre mágica, como el mío, envían a sus herederos a escuelas mágicas durante su infancia.”
“¿Y que hay con tus… instintos?”, trato de preguntar delicadamente Calypso.
Lezander hizo una mueca de diversión en su pálido rostro, “¿Mi deseo de sangre? Puedo controlarlo fácilmente. Nuestro clan es el más viejo, y por lo tanto el más poderoso. Podemos controlar nuestros… instintos” exclamó con una maliciosa sonrisa, “sí así lo deseamos.”
“¿Y qué hay del sol?” Cuestionó Viktor, “¿Te afecta?”
El muchacho agitó su mano con un gesto de desdén, “Para nada. No hemos sido afectados por ello en varias centurias.”
“¿Cuántos clanes tienen sangre mágica? Tu clan no parece interactuar mucho con magos si casi nadie sabe acerca de ustedes, ¿por qué?” Inquirió Orión.
“Actualmente, hay dos clanes con sangre mágica. No nos mezclamos con los magos por la misma razón por la que solo quedan dos clanes, es porque siglos atrás fuimos cazados por magos de la luz que nos consideraban una peligrosa abominación de la naturaleza. Desaparecimos del mundo mágico y solo nos exponemos cuando enviamos a uno de nuestro niños a una escuela mágica. Pero hay poco peligro para mí en Durmstrang. Es una escuela de magia negra y por lo tanto, somos admitidos de buen agrado.”
Orión asintió con entendimiento. Nunca se había puesto a considerar a las demás especies oscuras. Había sido estrecho de mente al considerar solo la difícil situación de los magos oscuros. Se aseguraría de buscar más acerca de ello y averiguar que otras especies eran excluidas de interactuar en el mundo.
Un prefecto de séptimo año les interrumpió y dirigió a todos los de primer año a una de las torres en las que vivirían juntos. La sala común era grande, tenía varias chimeneas y estaba decorada en rojo oscuro con alfombras y tapicería negras, para gran deleite de Lezander. Muchos cuadros de imponentes magos y brujas colgaban de las paredes. Orión compartía un gran cuarto con Viktor, Lezander y Loki mientras que Calypso permanecería con algunas chicas Quimera, incluida Kara.
Orión se dejó caer en la cama cansado, cerrando las cortinas de su cama. Abrió el relicario y brevemente le explicó a Tom el desarrollo del día. Estaba demasiado cansado para mantener una larga conversación y le dio las buenas noches a Tom con la promesa de que tendrían una más extensa conversación pronto.
[4] N/T: Mantendré el nombre en inglés para conservar la idea de la autora además a mi parecer suena mejor que el nombre que pusieron en español.