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Black Heir (Traducción Autorizada) por sakurita_85

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Esta historia esta basada en los personajes creados y pertenecientes a JK Rowling, publicaciones varias incluidas pero no limitadas a Bloomsbury Book, Scholastic Book y Raincoat Book, y a Warner Bros., Inc. No se esta produciendo dinero y ni violación de derechos de autor o se pretende una infracción a la marca.

 

Disclaimer de la Traductora: Obviamente esta historia no me pertenece, la autora FirePhoenix8 me permitió traducir su maravilloso trabajo así como la continuación del mismo. Espero la disfruten igual que yo. Juro no se van a arrepentir. Cualquier comentario acerca de la traducción es bien recibido.

NT: Bueno la verdad es que este es uno de los más cortitos que escribió la autora, ACLARO LA HISTORIA ES SLASH PORQUE ASÍ LO DECIDIÓ LA AUTORA para que no se lleven una sorpresa después. Saludos.

Dedicado a Odin y a Rebeca quienes me animaron a continuar publicando ^^

 

Capítulo 3 – Regresando a la Sociedad.

La semana siguiente, Sirius y Orión estuvieron investigando en la Biblioteca de los Black para encontrar un hechizo para ocultar la cicatriz del chico. Finalmente, Orión encontró un encantamiento de sangre que podría lanzar un poderoso glamour de ocultamientos en su cicatriz. Sin embargo el libro advertía que el hechizo podría ser ineficaz contra algunas criaturas mágicas que posean la habilidad para ver a través de los glamour. Tenía que cortarse la palma de la mano y frotar la sangre sobre la cicatriz, mientras recitaba el encantamiento. La única forma de deshacer el glamour era haciendo lo mismo mientras se decía el contra hechizo, así que era la solución perfecta.

Orión pasaba casi todo su tiempo leyendo y aprendiendo encantamientos, y había comenzado ya su investigación acerca de la transformación en animago. Sabía que poción tomar durante las sesiones de práctica y que debía pasar varias horas usando su magia para transformar sus extremidades en el animal en el que quería transformarse.

Reflexionó por largas horas sobre que animal escoger. Un animago usualmente escoge el animal con el que siente más compatibilidad, y se preguntaba cual animal podría representarle mejor. No quería ser un animal grande, porque pensaba que podría ser útil escoger algo discreto, que le permitiría una fácil forma de escape.

Después de mucho considerar, decidió que le gustaría convertirse en alguna clase de ave. Tras leer acerca de ellas, encontró que las águilas habían sido símbolo de poder, coraje e inmortalidad, desde tiempos antiguos, y sus instintos de predador le beneficiarían en su forma animal.

Le dedicaba tres horas de cada día al proceso de tratar de modificar su cuerpo. Era doloroso, y requería mucha concentración y control sobre su magia, solo había sido capaz de transformar uno de sus pies en una garra. Pero su padre le dijo que a los Merodeadores les tomó tres años completar la transformación, y que él fuera capaz de hacer eso en solo una semana era excepcional, así que no debía perder la esperanza.

Mientras su hijo estaba ocupado con sus estudios, Sirius pasaba casi todo su tiempo planeando como entrar en la sociedad de los sangre pura. Era enero, y solo le daba hasta septiembre para contactar a las familias sangre pura, puesto que Orión se iría a Durmstrang para su primer año. Afortunadamente, los sangre pura adoraban mezclarse en prestigiosos eventos y fiestas, la temporada social de invierno siempre se había mantenido en Moscú, por lo tanto, muchos de familias habrían llegado ya a la ciudad. Ahora, solo necesitaba ser invitado a sus reuniones.

Aún contra su deseo, le escribió a su prima Narcisa. Sabía que su hijo se beneficiaría con la lealtad de los Malfoy. Eran una de las familias sangre pura más reconocidas, y aunque despreciara a Lucius Malfoy, reconocía que el hombre era un mago poderoso con mucho contactos útiles en Inglaterra.

Más aún, Malfoy había sido del Círculo Interno de los Mortifagos, así que tenía información valiosa. Sirius tenía que andar con cuidado, puesto que los Malfoy sabían que él no había traicionado a los Potter, pero confiaba en el conocimiento de Lucius Malfoy no pasaría por alto la oportunidad de hacer una alianza con él; ya que como la Cabeza de la Casa de los Black el tenía mucho poder, prestigio y fortuna. Sin mencionar, el podría echar a Narcisa y a su hijo fuera de la familia Black, sí así lo deseaba.

Cuando había escapado de Azkaban, antes de conocer a Orión, estaba decidido en vengarse, y había planeado desheredar a Bellatrix y a Narcisa de la Familia Black. Eso seguramente lastimaría a esas orgullosas mujeres. Había esperado por el momento en que Bellatrix lo descubriera; como se enfurecería y chillaría…

Durante sus primeros meses en Azkaban, había estado recriminándole y haciéndola ventear y farfullar enojada, lo que era bastante fácil. No podía ver su celda, pero sus arranques de ira eran siempre audibles. Pero mientras los años pasaban, escuchaba menos de ella. Durante su niñez, la había despreciado, mientras que Narcisa le agradaba más o menos. Bellatrix era poderosa e inteligente, pero era perversa y cruel, y cuando fue seleccionado para Gryffindor había hecho su vida imposible. Después de huir para vivir con James y sus padres, no la había vuelto a ver, excepto en batalla. Siempre estaba cerca de Voldemort, arrastrándose para agradarle como la patética pequeña Mortifaga que era.

Sirius sonrió y pasó sus dedos por su cabello. Sería difícil para él ocultar el desprecio que sentía por ellos. Pero tenía que tratar, por el bien de su hijo.

Finalmente le escribió a Narcisa, diciendo que deseaba sanar la brecha entre la familia porque, desde que había escapado de Azkaban, él era la Cabeza de la Familia Black y deseaba tomar su lugar en la sociedad. Le dijo acerca de sus resentimientos hacía Dumbledore, y que durante su encarcelamiento en aquel lugar, había tenido mucho tiempo para pensar sobre su vida y las elecciones que había hecho cuando era joven. Le explicó que entendía ahora que como un Black, no podía darle la espalda a su herencia, y había aprendido a aceptarlo; ahora deseaba establecer su vida en el camino por el bien de su hijo. Brevemente mencionó cómo se había enterado de la existencia de Orión cuando escapó de Azkaban, agregando que quería darle a su heredero lo que legítimamente era suyo. Sabía que Narcisa se suavizaría ante aquello. Sí había algo en lo que ella era buena, era en ser madre. Siempre se había preocupado profundamente por su bebe.

Después de enviar la carta a Narcisa, le escribió a otros Slytherins que había conocido en Hogwarts. Se preguntaba si debía escribirle a Remus también. Había anhelado ver a su buen amigo, explicarle él mismo, ver como iba. Pero siempre había sido un hombre de Dumbledore y no quería que supiera que él estaba tratando de contactar a Remus. Así que, decidió posponer la carta para otro momento.

También había iniciado las lecciones de vuelo de Orión, y para asombro de ambos, el chico tomo la escoba como si hubiera nacido en ella. Su ágil cuerpo y rápidos reflejos lo hacían un excelente aviador.

Esas lecciones eran su parte favorita del día. Se podían reír y competir contra el otro, y cuando miraba a Orión, sentía un fuerte sentimiento de orgullo y amor, que le hacía sentir agradecido de tener la oportunidad de vivir y compartir su vida con su hijo. Había pensado que su vida terminó después de que Lily y James fueron asesinados, pero ahora, veía cuán equivocado estaba. Su hijo le había devuelto las ganas de vivir, y atesoraba cada instante de su vida juntos.

OoOoOoOoOoOoO

Orión estaba sentando en la biblioteca, leyendo ‘Hechizos No Verbales que harán a sus Enemigos Temblar’, mientras jugaba entre sus dedos sus dedos el relicario que colgaba de su cuello, cuando escuchó a su padre entrar a la enorme habitación oval. Rápidamente ocultó el medallón debajo de su camisa. No le había dicho nada sobre el todavía porque temía que se lo quitara, probablemente le diría que las reliquias familiares de Slytherin eran muy peligrosas para mantenerlas cerca. Pero amaba el relicario, era un tesoro. Siempre lo usaba, y amaba sentir aquel extraño poder cosquilleando en su pecho.

“Orión, recibí una carta de Narcisa” dijo Sirius, mientras se sentaba frente a su hijo.

Ya le había dicho todo lo que podía acerca de los Malfoy, para prepararle para el encuentro, pero muchas cosas aún podrían salir mal, y estaba ligeramente preocupado.

“Ellos llegaron hace una semana a Malfoy Manor en Moscú, y la temporada social está por comenzar. La primera reunión será en su casa y estamos invitados a asistir. Ya te enseñé el protocolo de los sangre pura, y te compré muchas túnicas formales, así que estás muy preparado. La primera reunión será muy importante. Tienes que comportate como el Heredero de los Black y necesitarás mantener una fachada indiferente. Puede que escuches muchas cosas que no te agraden pero no puedes reaccionar ante ellas. Ambos, tú y yo tenemos un rol que interpretar, y es vital para ti el encajar; ellos nunca sospecharía quien eres realmente. Estoy seguro que te harán muchas preguntas sobre tu niñez y de tu madre, así que estate preparado.”

“Sí, Padre, ya sé que decir” respondió el chico con seguridad. “No te preocupes.”

Él realmente se sentía listo. Esa sería su oportunidad para hacer amigos con niños sangre pura e iba a ser su presentación en la sociedad sangre pura. Ya había leído acerca de las familias más importantes, y sabía como comportarse, y que ideales soltar.

Sirius sonrió. Su hijo era inteligente, no tenía duda que podría actuar su parte. Sin embargo era un problema para él lo que los Mortifagos pudieran decir acerca de los Potter y Voldemort. No sabía como podría afectar al chico. Por lo regular era un niño muy calmado y comportado pero los Mortifagos eran conocidos por su crudeza.

Se inclinó hacia delante y revolvió el cabello de Orión. “Muy bien, sé que no tendrás problemas, cachorro. Y yo estaré contigo en todo momento, así que lo manejaremos.”

Miró dentro de los bellos ojos esmeraldas de su retoño. Lentamente, se levantó y lo jaló en un abrazo.

“Te amo, lo sabes. Nunca te lo dije antes, pero eres un niño maravilloso y me haces sentir orgulloso. Nunca esperé tener un hijo, y después de la muerte de tu madre, sentí que mi vida había terminado. Pero ahora…” hizo una pausa y continuó, su voz temblaba con profunda emoción, “Tú eres la luz de mi vida, mi razón de vivir…”

Orión sintió gruesas lágrimas correr por sus mejillas. Sabía que su padre lo amaba, podía saberlo por las miradas que le daba y los abrazos que recibía. Pero nunca antes le había dicho que era amado y preciado.

Instantáneamente abrazó fuertemente la espalda de su padre. “Lo sé, Papá. Y yo también te amo. Tú eres todo lo que siempre soñé. Nunca esperé tener un padre. Simpre supusé que estaría solo, pero tú me llevaste contigo y…”

Se quebró, el sollozo que se había alojado en su garganta amenazaba con surgir.

“Shh, shh. Sé lo que quieres decir,” consoló Sirius con suavidad, con cariño limpió las silenciosas lágrimas de su hijo. “Siempre estaré aquí para ti.”

OoOoOoOoOoOoO

Hoy era el día de la reunión. Orión vestía una elegante túnica en ricos tonos verdes oscuros que hacia resaltar sus brillantes ojos, se arregló impecablemente. Su suave cabello negro llegaba a sus orejas y estaba elegantemente peinado. Y su postura emanaba seguridad y dignidad.

Sirius llevaba una tínica en tonos azul oscuro y llevaba ostentosamente el anillo de la Cabeza de los Black. El último en usarlo había sido su padre antes de que muriera, y había permanecido en una de las Bóvedas de Gringotts. Los duendes le habían enviado el anillo cuando asumió el control de todas las propiedades Black y las bóvedas, como Cabeza de la familia Black.

Cuando estuvieron listos, aparecieron frente a Malfoy Manor. Las protecciones de la casa se habían ajustado para que sus invitados se aparecieran, y la puerta principal se abrió instantáneamente frente a ellos. Un elfo doméstico le mostró el camino y pronto escucharon un fuerte ruido que provenía del salón principal a su derecha. El elfo les llevó a la puerta y les pidió esperaran.

Vieron al elfo alejarse y escucharon que eran anunciados, “La Cabeza de la Casa de los Black y su Heredero.”

Orión se sintió nervioso y regocijado. Eso era. Ese era el comienzo de una nueva vida como el Heredero de los Black. Le agradeció al relicario por su presencia calmante que sentía contra su pecho, y cuadró sus hombros, siguió a su padre dentro.

La inmensa habitación decorada en lavanda y estaba lleno de magos y brujas hermosamente vestidos saludándose entre ellos o sentados en cómodos sillones mientras charlaban animadamente. Había un ejército de elfos domésticos ofreciendo aperitivos y bebidas en bandejas de plata, y una suave música podía escucharse de fondo.

Fueron recibidos por Lucius y Narcisa Malfoy. Nunca había visto una mujer tan hermosa y un hombre tan guapo.

Ella tenía una cabellera larga, lacia, y de un rubio claro, sujeto por lo que parecía un broche de diamantes. Vestía un vestido azul claro, que brillaba con la luz del gran candelabro que colgaba de los altos techos. Tenía delicadas y elegantes facciones, y ojos azul claro. Estaba parada con orgullo, mientras la suavidad de sus movimientos era una delicia para observar.

Lucius Malfou era alto, bien constituido hombre, que tenía un cabello largo y platino, vestía una túnica en ricos tonos gris oscuro. Sus facciones eran masculinas y fuertes, tenía un rostro frío y arrogante. Sujetaba un largo bastón negro, con una cabeza de serpiente de plata, la cual tenía esmeraldas por ojos. Podía sentir la magia emanar de el, como un cosquilleo en su piel. Sospechó rápidamente porque. La varita del mago debía estar dentro del bastón, era bastante astuto de su parte, puesto que si cargaba siempre el bastón, el mago siempre podría sacar rápidamente su varita, tomando a nadie por sorpresa.

Lucius extendió su mano a Sirius, y formalmente dijo, “Bienvenido, Lord Black. Estuve encantado de descubrir que se uniría a nosotros esta noche.”

“Gracias Lord Malfoy,” respondió, estrechando la mano del rubio. “Me complació el ser invitado a su reunión.”

Notas finales:

El siguiente capítulo es más largo.

Nos estamos leyendo,

kisses de chocolate


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