La lluvia caía, era el único sonido que se escuchaba aparte de sus respiraciones. No sabía en que momento los segundos se habían vuelto eternos y todo lentamente parecía morir en silencio.
Sus dedos y su mirada recorrían el piso bajo sus pies.
Frio, eso era lo que mas sentía y pequeños temblores invadían su cuerpo. Ya estaba acostumbrado a que el destino le jugara esta clase de bromas, todo terminaba convirtiéndose en una ocasión extraña y peculiar. Pero él no estaba preparado, a pesar de soñar con un momento así, de luchar por un momento así, no estaba listo. Las palabras dejaron de existir y las pocas que hubo habían muerto dentro de su boca antes de ser escuchadas y ahora no tenía nada. De vez en cuando, le miraba. Tenía los ojos cerrados, el flequillo sobre la cara, su respiración era tranquila y aun así sabia que él no estaba dormido.
Agotado, si había una palabra para describir como se encontraba, era esa. También se sentía patético, patético por no haber podido vencer a Naruto, tantos años entrenando con Orochimaru y todo parecía haber sido en vano.
Él también había mejorado, como era de esperarse, pero nunca pensó que tanto. Y aunque la diferencia de intenciones era notable (él quería matarlo y Naruto rescatarlo) aun así un empate fue inevitable. Le dolía todo el cuerpo y lo encontraba fastidioso y pesado. Abrió lentamente los ojos, solo para confirmar que realmente no se trataba de un sueño y sintió que la persona enfrente de él se sobresaltaba. Acaso… ¿le estaba mirando? Y esta idea, el solo pensar que se fijaba en él le provocó un pequeño pero notable escalofrió, como si todo su cuerpo se pusiera alerta. No iba a atacar, pero esta ansioso.
Es tiempo de cantar tu canción
Los sentimientos se están desbordando
En una voz transparenteAl punto donde todo parece destrozado
Empiezo a caminar (escalera al cielo) hacia esos ojos (laberinto al corazón)
El futuro interminable continúa
Y ahí estaban de nuevo, cuando levantó ligeramente la cabeza, pudo ver sus ojos. Había algo en ellos que le atraía, eran tan profundos que podía sentir como cada parte de su alma era descubierta por esos ojos negros que algún día llegó a adorar. Le observaba detenidamente, su frente, su nariz, sus labios; y su corazón se aceleraba al recordar como los había besado tantas veces con desesperación. Y parecía querer ahogarse en un mar lleno de sentimientos. Tantas memorias, solo un recuerdo de lo que ahora ya no tenia ¿Por qué no pudo ser para siempre? Si aun no se dejaba caer, era porque todavía había esperanza aunque cada día se sintiera mas lastimado con su ausencia.
Y cuando sus miradas se encontraron, volvieron su cabeza rápidamente.
En realdad mi corazón es muy frágil ¿no lo vez?
Mi mundo esta derrumbándose ante ti
Tú te detienes otra vez ¿Por qué? Amor ¿Por qué?
¿Aun sigues creyendo en mí?
¿Por qué lo miraba tanto? ¿Acaso no se daba cuenta de que lo hacía sentir incomodo? Suspiró e inconformidad fue lo único que expresó con ese sonido. La persona en frente entendió y se giro dándole la espalda. Se sentía molesto consigo mismo y con su cuerpo que solo insistía en recordar todas las sensaciones que Naruto había provocado en él tantas veces. Apretaba los ojos, se estaba desesperando, porque aunque no quería, el dolor y el sentimiento de estar incompleto, de necesitarlo, se volvía cada vez más fuerte. Y pensar que le costó tanto tiempo tratar de olvidarlo.
Ahora la situación comenzaba a salirse de control, fue cuando se dio cuenta de que, a pesar de que Naruto estaba de espaldas aun seguía girando su cabeza discretamente.
Tú serás superior a cualquiera
Cerca del cielo
Recogiendo la radiación
Se hartó. Aunque el volumen de su voz no fue de lo más fuerte, resonó en toda la cueva.
- ¿Qué es lo que tanto miras, dobe?
Se giro un poco para mirarlo y sonrió, quizás con algo de nostalgia.
- … Aun sigues llamándome así ttebayo
La respuesta le sorprendió, sus ojos y sus labios se abrieron ligeramente. “Dobe” era cierto hacia mucho tiempo que no le llamaba de esa manera, por decirlo un tanto especial, a pesar de ser un insulto, se había convertido en una palabra a la cual solo Naruto parecía responder con una sonrisa y un “¿ahora que es lo que quieres, teme?”. Pero aunque había pasado demasiado tiempo, esta vez había salido casi automáticamente.
En la búsqueda de la luz
Incluso si te incendias
Tú no te preocuparas
Todo se va al mismo tiempo que la realidad
A pesar de que se había vuelto más frio y sanguinario, de haberle llenado todos su cuerpo de cortadas y moretones, a pesar de que había pasado tantos años entrenando y buscándolo, el simple hecho de que en ese momento pudiera escuchar su voz resonando por aquella cueva lo llenaba de una extraña felicidad.
- ¿ahora sonríes?
- solo estoy contento dattebayo
- “otra vez esa estúpida muletilla” ¿todavía sigues con eso?
- ¿mh? ¿Nani?
- “dattebayo”, lo dices desde que éramos niños no es posible que aun no lo hayas dejado
- … teme – soltó en un murmullo, que la otra persona no pudo entender.
- ¿Qué?
- ¡teme! ¡5 años! ¡5 malditos años! ¡¿Y solo vas a quejarte de mi forma de hablar?!
- … mph, lo sabia sigues siendo un niño
Otra vez el silencio apareció entre ambos y Naruto volvió a mirar a la pared dándole la espalda a Sasuke.
Para su mala y desgraciada fortuna no podía odiarle, esa era su forma de ser y así se había enamorado. Recordó la última vez que se lo había encontrado hacia dos años, en aquella misión con Yamato, Sai y Sakura. No pudo hacer nada, solo observarle y dejar que casi lo apuñalara. Le llamó.
- Sasuke…
- … ¿Qué es lo que quieres?
- ¿Por qué?
- ¿Por qué que?
- ¿Por qué te empeñas tanto en lastimarme?
- Naruto – suspiró – si tanto te lastimo ¿Por qué no me matas y ya?
Toma cientos amores
Para balancear el rasguño
Sobre las balanzas de la memoria
Pero el corazón esta como una roca sobre la orilla
Tragado por las olas, el amor tomara forma
No sabia en que momento había sucedido, en cuanto término de pronunciar estas palabras, el otro chico se llenó de enojo, las palabras de Sasuke realmente le había dolido. Y siendo tan imprudente como siempre se abalanzó sobre él, haciendo que cayera de espadas.
Alzó la mirada, tenia a Naruto encima con el puño a lado listo para golpearlo, esperó cerrando los ojos con pesadez. Pero nada sucedía, el golpe no llegó al contrario acercó su rostro hacia al de Sasuke y lo besó. Abrió los ojos lo mas que pudo, no podía creer lo que había echo.
- baka ¿aun no lo entiendes verdad? Tú eres mi familia, no podría matarte
- Na… Naruto… tu me… ¿Por qué?
Solamente bajo la mirada, y pequeñas lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas, esto lo sobresaltó. Porque a el también le dolía.
- al igual que yo, has estado solo durante todo este tiempo, discúlpame
- yo…
- shh ¡déjame hablar! Es mi culpa ¡debí ser mas fuerte! Debí, tener el suficiente poder para detenerte, debí tomarme en serio las cosas cuando comenzamos a pelear, me sentía demasiado poderoso con mi rassengan que realmente me confié y no me di cuenta de lo que realmente estaba pasando, no quise aceptar, aunque me dolía, que luchabas mas con mas fuerza que yo, ¿no te das cuenta Sasuke? Todo es mi culpa
- pero…
- ¡que me dejes hablar! Y cuando vuelvo a verte, después de tres años, solo pude quedarme parado, pensé que había mejorado con mi entrenamiento y aun así no hice nada, dime ¿entonces de que sirve practicar tanto, si cada que te veo me quedo como estúpido y no soy capaz de pelear?
Sin embargo me compadezco de ti (atravez de muchos rasguños)
Incluso si las estaciones pasan
Cuando cierro mis ojos
Esta como el paisaje que siempre veo
De repente se dio cuenta de que el chico que estaba sobre de él, tenía los rasgos de un niño de doce años, los mismos ojos infantiles y la misma corta estatura.
- “lo sabía, sigues siendo un niño” – era cierto, en ese momento estaba viendo al mismo niño revoltoso que conoció cuando el también tenía doce y se había graduado de la academia ninja, el mismo que se había convertido en su principal rival y en su mejor amigo y que con el paso del tiempo, en la primera persona por la que sintió amor.
La imagen de Naruto, sentado sobre sus piernas sonriéndole, golpeó su cabeza tan fuerte que parecía que estaba volviendo a vivir ese momento, cuando él estaba estudiando para una de sus misiones y Naruto lo interrumpía de aquella forma, nunca le molestó.
Y sintió como si no hubiera cambiado nada, cuando un fuerte relámpago lo sacó de sus pensamientos, el chico sobre de él que tanto le sonreía ahora estaba llorando, el tiempo que había pasado juntos se desvanecía y se perdía en un lejano recuerdo. Y aquellos pensamientos parecían tan irreales que ahora no podía creer que él, si solamente él, hubiera sido el causante de destruir la vida de ambos, ser el causante de hacer llorar a aquella persona que le decía te amo a cada momento. Sintió nauseas y tuvo ganas de vomitar.
La lluvia ha cesado muchas veces
Una persona opresivaUn deseo incumplido
¿Por qué nace el amor de mi corazón?
Flores que han crecido al ras del pavimento (escalera al cielo, laberinto en el corazón)
Sacudiéndose con la lluvia
Él era un moustro, Orochimaru siempre se lo decía siempre que cada técnica, por más oscura que fuera, le salía a la perfección. Un moustro lleno de odio, el mismo odio que necesitaba para vencer a Itachi, su sueño, su único anhelo ¿era verdad? ¿Solamente eso le importaba? ¿Y Naruto?
No quería verlo llorar, porque aunque le costaba aceptarlo, aun lo amaba y se odiaba a mi mismo, porque todos sus intentos para olvidarlo se fueron a la mierda al momento en el que el rubio lo besó. Si lo extrañaba, y comenzó a preguntarse como es que había soportado ese dolor todo este tiempo. Ahora resultaba tan ilógico.
- Sasuke – habló entre sollozos – dime algo
- no fue tu culpa, es algo que debía, que debo hacer… yo… lo siento
Es tiempo de tocar tu canción
Los sentimientos se están desbordando
En una voz transparente
Al punto donde todo parece destrozado
Empiezo a caminar (escalera al cielo) hacia esos ojos (laberinto en el corazón)
Dedicado a un futuro interminable
Separados por una venganza, el mismo pensamiento cruzó por su cabeza.
- “encontrare la forma de estar a tu lado”
Y después de una ultima mirada, sus labios se unieron…