-One shoot : Un beso.
Jugaba a enfundar y desenfundar sus garras retráctiles mientras intentaba recordar algo, como siempre. Sólo recordaba aquel tanque de agua y a William Stryker. Clavó sus zarpas en la amplia mesa y las arrastró dejando tres surcos marca de su propiedad.
-¿Intentando recordar de nuevo? -preguntó Xavier desde el otro extremo de la sala.
-No, sólo me las afilaba -.contestó guardando sus uñas metálicas- Necesito tomar el aire.
Salió de la estancia hasta llegar a los jardines, donde se acomodó en un banco.
-Bonjour -.saludó el chico de las cartas, el mayor sólo le miró- ¿Apuestas? -preguntó barajando con gráciles movimientos.
-¿Por qué no te vas a un circo, Remy?
-Oh, perdón, el lobo saca sus uñas -dijo sonriendo y Logan no pudo evitar corresponderle.
Hacía tiempo que el canadiense sentía cosas extrañas por el cajún, y por supuesto viceversa; pero ninguno decía nada al respecto, pues los dos creían que era unilateral. Logan se había planteado decírselo, aunque sólo fuese por quitarse un peso de encima, y si por alguna extraña razón le correspondía, usaría sus garras para matar a quien osara acercarse al francés. Pensar en ello le había echo sacar sus zarpas metálicas de nuevo, y un sorprendido Remy le observaba frente a él.
-Lo siento...-dijo, y miró el brazo del cajún, el cual estaba herido, herido por su culpa.
-Oh, esto no es nada, no te preocupes s'il vous plaît -.contestó a una pregunta no realizada.
Wolverine acarició sus nudillos y se maldijo en silencio por haberle hecho daño al menor. Remy colocó su mano sobre las de Logan y sonrío cuando éste lo miró.
-Que no pueda regenerar la piel no significa que me vaya a morir por tres arañazos.
-Claro -.contestó el mayor algo apenado.
Una idea pasó por delante del cajún. Se había enamorado de Logan el día que le conoció, y eso era mucho tiempo. Así que,pensó que ése era un buen momento para intentar algo.
-Además, puedes darme algo para compensarme.
-¿El qué? -preguntó Lobezno algo confuso.
-Un beso -.declaró el muchacho.
El mayor abrió los ojos sorprendido y no ofreció respuesta alguna.
-¿Y bien, me compensarás, mon ami?
No es que Lobezno no hubiese soñado con degustar los labios del francés más de una vez; pero no en esa situación, tan de repente. Si lo dejaba pasar, Remy pensaría que no le gustaba, y si le aceptaba...
-¿Eso es un no? -preguntó el francés.
-...
-Entonces me marcho a curarme la herida, au revoir -.musitó mientras caminaba hacia la casa.
-¡Espera! -medio rugió el mayor.
Ver a Wolverine tan confundido no era usual, y eso le gustaba a LeBeau, que le mostrase todas sus facetas.
¿Entonces....un beso? -pidió el menor.
-Está bien -.contestó Logan con un resoplido.
El cajún se quedo estático esperando su beso. El mayor se acercó y posó una de sus manos sobre el cuello del otro, mientras que la otra la dejó colgando a un costado. Remy pasó su brazo por la cintura del mayor pegando más sus cuerpos para hacer inminente el contacto. Logan rozó sus labios con los del francés y se separó tras la corriente eléctrica que ese movimiento le propició; pero el más joven volvió a juntar sus labios. Logan mantenía la boca cerrada pero Remy quería hacer mayor el contacto y cuando Wolverine se separó un momento para tomar aire el compañero vio el momento y volvió a besarle apasionadamente explorando la húmeda cavidad. Al separarse los ojos del cajún brillaban con intensidad y los del canadiense permanecían abiertos por la confusión.
-Tengo que irme -.declaró el mayor mientras corría hacia la casa.
Cuando llegó subió a su asignada habitación y se dejó caer deslizando la espalda por la pared. Alguien llamó a su puerta.
-Adelante, está abierto.
Una muchacha de pelo negro y una mecha rubia apareció por la puerta.
-Ah, hola Rogue -.saludó sonriente Lobezno, pero la muchacha estaba demasiado seria.
-Os he visto -sentenció-. A ti y a Remy.
Wolverine se quedó medio paralizado. ¿Cómo les podía haber visto?
-Rogue, no era...exactamente...
-Logan ¿por qué el? -preguntó dolida.
-Le...hice daño y...sólo le estaba compensando.
-A mí también me habéis hecho daño -.protestó la muchacha.
La muchacha se abalanzó sobre Logan y lo besó, intentando no tocarle, para no ejercer de su poder. Este clavó sus garras en el suelo y aparto a la muchacha, pero ya era demasiado tarde, unos pasos se alejaban corriendo de la estancia. ¿Remy?
A la mañana siguiente Logan bajó a la cocina donde encontró a un molesto francés jugando con su baraja de poker. Wolverine le dedicó una sonrisa pero este se concentró más en su baraja si cabía. Sin duda había sido él el que lo vio.
-Remy, no era lo que parecía...
-¿El qué, mon ami? -preguntó con fingida inocencia.
-Anoche...Rogue...
-Ah, eso...
Los ojos del cajún se volvieron de color rojo y una de las cartas de la baraja impactó en el pecho de Logan, haciéndole retroceder hasta chocar con uno de los muebles de la cocina.
-¡Eso duele! -se quejó Lobezno mientras su piel se regeneraba.
-Bien...¿y qué quieres que haga para compensártelo?
Una sonrisa iluminó el rostro de mayor mientras decía:
-Un beso.