*UN NOMBRE PARA MI ÁNGEL*
by Tatsuky
CAPÍTULO 1: Mi ángel sin nombre
…Sin darse cuenta se encontró frente a un callejón sin salida. Todo estaba oscuro y llovía con fuerza. Estaba jadeando. Sus perseguidores no tardaron en hacer presencia. Era una clara desventaja, cinco contra uno. El muchacho dejó de jadear, acomodó sus cabellos azabaches y volteó dispuesto a hacerles frente. Era una lástima, hubiese preferido no pelear, pero algunos sólo entienden a la fuerza. Los agresores sonrieron, el muchacho tenía agallas. Finalmente uno de ellos se acercó dispuesto a atacar.
- Voy a hacerle ciertos arreglos a tu cara niño- graznó el hombre, era corpulento y se sabía muy fuerte.
-… Es una lástima, yo no podría hacerte lo mismo- sonrió – tu cara no tiene arreglo.
El hombre enfurecido arremetió contra él cual toro al divisar la capa roja. Sin embargo el muchacho logró esquivar el golpe con facilidad. Esto sólo hizo rabiar al mayor. Trató nuevamente de encestarle un golpe, de igual manera el muchacho lo evadió pero esta vez aprovechó la oportunidad y pateó con mucha fuerza su estómago.
Los cuatro espectadores se hartaron de ver y quisieron intervenir. Una golpiza siempre es más divertida si la víctima está en desventaja (lógica de pandilla).
El muchacho supuso lo que pasaría y se preparó. Evaluó la situación, uno de ellos estaba en el piso vomitando por el golpe recibido, tendría que pelear contra cuatro, sabía que no respetarían regla alguna, así que tendría que estar preparado para lo que viniera. Sin embargo los maleantes sobrepasaron su nivel de cobardía, cuando uno de ellos sacó un arma, una pistola.
Las cosas habían dado un giro repentino, el muchacho creyó que querían golpearlo, una advertencia como solían decir, no creyó que llegarían a matarlo.
- ¿Sabes lo qué es esto no?- uno de los tipos hizo referencia al arma- ¿Te enseñan de esto en la escuela?- se burlaba. El muchacho se veía tranquilo y eso lo molesto –Verás, esto sirve para matar…- aun no cambiaba la expresión tranquila de su rostro –sólo apuntas al objetivo… –levantó el arma a la altura de la frente del muchacho, éste empezó a sudar frío, miraba fijamente la pistola.-…y aprietas aquí- amagó con presionar el gatillo, el muchacho estaba listo para esquivar, si es que era posible, el proyectil. Cerró los ojos.
Escuchó un sonido muy fuerte, demasiado, no podía ser el sonido que emite una pistola al ser disparada. Abrió los ojos y se encontró con una luz blanca que resplandecía con fuerza, dilataba sus ojos.
- Pero qué…- Susurró el muchacho, tenía los ojos entrecerrados. Poco a poco la luz fue desapareciendo.
Cuando todo se hizo oscuro de nuevo, volvió a cerrar sus ojos para luego frotarlos un poco, al abrirlos se encontró viendo ahora un fuerte amarillo, un celeste profundo y seis curiosas marquitas. El rostro de alguien se hallaba a pocos casi imperceptibles milímetros de su cara.
- ¡AH!- Obviamente se sorprendió y se alejó. Se puso de pie en posición de ataque, parecía en realidad posición de defensa, pero él nunca lo admitiría.-… Tú… tú… ¿Quién rayos er- -Se cortó al darse cuenta que ese alguien se le acercaba y le sonreía, parecía no haberse sorprendido.
No dijo nada más, se le quedó viendo. Era un muchacho, parecía un poco más bajo que él, tenía el cabello rubio, ojos azul cielo y tres curiosas marquitas en cada mejilla. Usaba una vestimenta extraña, parecía una toga, le llegaba por encima de las rodillas, estaba descalzo, usaba una tobillera dorada en el tobillo izquierdo y tenía un extraño adorno de igual color que descendía de su hombro derecho y acababa en el codo del mismo, bajaba en enlaces.
Finalmente el aparecido volvió a estar delante de él.
- ¡Sasuke! –Habló finalmente, el mencionado no atinó a decir nada- ¿nh?...- miró su rostro, parecía serio-… ¿Por qué? ¿Dime por qué?
-… ¿Por qué “qué”?- preguntó Sasuke, le intrigaba, al parecer el aparecido lo conocía, pero no recordaba haberlo visto nunca. Jamás olvidaría a alguien así.
-… ¿Por qué?... ¡¿Por qué no estás sorprendido?!
-¿nh?
-¡Pero que desconsiderado eres!- infló los mofletes como un niño apunto de hacer berrinche- ¡hice una entrada superhipermegaultra genial y te quedas ahí como estatua!- miró a Sasuke enfadado –Ni siquiera un “¡Wow que genial!” ¡Y encima que te salvé!- seguía gritando y fue cuando Sasuke se dio cuenta y divisó en el suelo un poco lejos de ellos a los cinco maleantes noqueados, mojados y… ¿y con las caras pintadas? Efectivamente, los rostros de los tipos estaban pintarrajeados, palabras, bigotes y muchos uzumaki (espirales) se extendían por su piel.
Sasuke se acercó a ellos.
-¿Tú hiciste esto?- le preguntó al rubio, quien asintió con la cabeza aún decepcionado ya que su maravillosa entrada había sido fastidiada por la manía que tenía Sasuke de no mostrar emoción alguna.- ¿Por qué?- fue la primera pregunta que se le vino a la mente. Claro había otras que estaba pasando como, quien era el rubio, que fue esa luz, como apareció de la nada y por que era tan hermoso, no, esperen, esa no, esa se quedaba en el subconsciente.
-Pues es mi deber- el rubio se acercó a Sasuke y para sorpresa del azabache éste lo abrazó, el ojiazul se perdió en el pecho de un desentendido Sasuke. No se movió- después de todo soy tu ángel.
-¿Mi ángel?
-Hai –Alzó su rostro para mirarlo de frente. Sasuke sintió sumergirse en la profunda inocencia que desprendían esos azules ojos. Se reprendió mentalmente ¿en qué estaba pensando?- Soy tu ángel guardián.
-Ya…-habló Sasuke- quieres decir que eres un ángel, mi ángel guardián- el rubio volvió a asentir con la cabeza-muy bien, entonces eso explica la luz deslumbrante…
- Hai
-…También lo de tu extraña vestimenta
-Hai… espera, no es extraña- protestó el dichoso angelito.
- Entonces… – Sasuke lo ignoró y se hizo de pensar, tardó unos segundos-… eres un ángel…
-…Sí…-el rubio se dio cuenta que Sasuke no acababa de creerle- Sasuke –lo llamó, inmediatamente Sasuke lo miró, escepticismo en su mirada, el ángel suspiró- Sasuke relájate y mira en mis ojos.
-¿Qué?- cuestionó Sasuke, todo esto era muy extraño.
- Que te relajes y mires en mis ojos, vamos, no tengas miedo, yo te cuido.
-No tengo miedo án-gel –contestó Sasuke. Le hizo caso, cerró los ojos, suspiró también, trató de procesarlo todo, abrió los ojos y se perdió en el mar celeste frente a él.
Estuvo un rato así, perdido en las orbes de su compañero, hasta que le pareció ver un destello en el ojo izquierdo, se concentró. Inmediatamente vio todo alumbrarse alrededor de él. Miles de imágenes que él nunca había visto pasaron velozmente, pero aún así pudo ver cada una de ellas. Una mujer, un bebé, un niño pequeño, se reconoció, ¡era él!, un chico en clases, jugando, hablando, comiendo, leyendo, escribiendo, pintando, dibujando, durmiendo, ¿bañándose?.
Las imágenes desaparecieron tan de repente como aparecieron.
Nuevamente Sasuke se encontró mirando los ojos ahora algo humedecidos de su ángel. No supo como reaccionar.
-¿Ves Sasuke?, toda tu vida, hasta la ínfima cosa que has hecho, aunque no lo notaras yo estaba ahí, vigilando, cuidando- Sasuke no quería creerlo- todas tus vivencias son como mías, las tengo dentro de mí- Sasuke aun estaba un poco indeciso, pero las pruebas hablaban. Ese chico, el de hermosa y angelical mirada era un ángel. SU ángel.- Siempre estarán dentro de mí. Todas.
Sasuke recordó algo.
-¿Hasta cuando me baño?- el rubio dio un pequeño respingo, pensó que había cortado la serie de imágenes a tiempo-¿También necesitas tener eso guardado dentro de ti? – Sasuke sintió como su ángel escondía la cara, le pareció tierno, o algo así.
-…Sí, nunca se sabe- respondió el rubio ángel escondiendo aún más su cara. Sasuke sonrió. Todo era tan irreal. ¡No tenía sentido!
- Ah, es cierto, no me has dicho tu nombre- Cayó en la cuenta Sasuke, había quedado claro todo respecto al ángel, pero se olvidó de lo primordial, su nombre.
-¿Mi nombre?- El ángel alzó su rostro y se encontró con la mirada seria y relajada de Sasuke, aun estaba entre sus brazos. Ni uno de los dos había roto el contacto-…pues… mi nombre…
-Sí, tu nombre- lo apresuró Sasuke- no querrás que te llame “ángel”, “ángel” ¿verdad?-obvió con una de sus típicas miradas.
-¿Por qué no? Eso es lo que soy- le respondió, no quería perder.
-Sí, pero tú sabes mi nombre, ahora dime el tuyo- Sasuke no entendía su actitud misteriosa tan de repente.
-Mi nombre…- El rubio puso mirada de cachorrito pateado- no tengo… eso depende de ti.
-¿Qué?-Sasuke estaba en las mismas.
-Por favor que sea un lindo nombre –rogó el ángel con la misma mirada.
-No entiendo, ¿qué depende de mí? ¿De qué hablas?
-Pues eso, mi nombre. Me lo tienes que poner.
-Pero…-Sasuke se tranquilizó, pensó que se tenía que ir acostumbrando- A ver, otra vez… me dices que YO te tengo que poner un nombre.
-Sí, muchos ángeles se ponen uno, pero yo decidí esperar a conocerte. Así podrías llamarme desde el corazón- al ojiazul tomó las manos de Sasuke y las llevó a su propio pecho- un nombre que elijas tú, que te guste y quieras.
-No entiendo- Sasuke se soltó, el ángel se le quedó mirando- pero creo que eso es cosa tuya… elige un nombre que te guste.
El ángel no dijo nada, se le quedo viendo. Finalmente reaccionó…
-… ¡¿QUÉ?! ¡¿ESO QUIERE DECIR QUE NO ME VAS AYUDAR?! - Sasuke se sorprendió por la reacción tan de repente de su rubio ángel- ¡DESGRACIADO! ¡NO, ERES MÁS QUE ESO! ¡ERES UN TEMEEE!
-…Espera, tranquilo, está bien, está bien, te voy ayudar a escoger el nombre.
-¿uh?- el ángel se calmó y volvió a sonreírle- ¿Entonces vas a ayudarme?
-Sí, pero recuerda tiene que gustarte a ti también, yo no te voy a imponer nada.
-¡HAI!... ¡Sasuke sí me quiere!-cantaba de contento el angelito. Sasuke sólo lo miraba.
Vaya problema… y… ¿un ángel?
TO BE CONTINUED…