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Amor Yaoi
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Tres... son multitud por _yaoista_

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Notas del capitulo:

Hola hola hooooolllaaaa ^o^!!!

komo están... ^w^

heme aki, con otra entrega calientita de fik ^w^!!! y por supuesto, con el tan esperado lemon yaoi <=D~ !!!

ya se, ya se... hoy no es viernes... ni tampoko ha pasado una semana desde mi última aktualizacon ^^... pero eske ando de humor y ahorita en lo que leía fiks, pus me entró la lokera ^-^ jujuju.... asi q decidí adelantarles el lemon ^o^

 

Este sería mi debut en el área del lemon yaoi, almenos como escritora, asi que estén seguros de que el capi fue escrito con mucha devosion ToT


Por cierto... advierto que este capi es solo la primera parte del lemon, pero eske había un corte que devía hacerce, y nomas no dió para mas... gomen U.U.

Y pues ya saben. Lo de siempre: Aviso que esto será lemon explícito ( y amateur cof cof ¬¬ ) asi q no se me asusten, yo advertí XD jajajajaja

Pero igual ya llegamos al penúltimo capi ^o^!!!!... creo ¬¬


asi q sin distraerlos mas, me retiraré y los dejaré kon la lektura ^^


~Let the game begin ~~~~~ >=D juar juar juar

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Advertencia: Este capítulo contiene lemon expícito, se recomieda discresion... =P

Advertencia: palabrotas, lenguaje soez, rubios físicamente... ¿maltratados?.

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One piece, ni ninguno de sus personajes me pertenece, son propiedad de su autor Eiichiro Oda y sus distribuidores. Este Fanfic esta hecho sin ánimo de lucro, unicamente con el afán de entretener.


No me odies Oda-sama, por lo que haré hacer a tus personajes T^T...


Capítulo 7


Buscando prolemas...

¿Quieres que me quede?




En la cubierta del Going Merry todo era diversión. La bebida no cesaba de fluir del barril, estando ya todos los tripulantes festejando un tanto ebrios. Chopper bailaba y cantaba ya un poco bebido mientras que Ussop y Luffy hablaban cosas sin sentido en un dialecto incomprensible para cualquiera que se encontrara lúcido; Nami descansaba ya casi dormida en las piernas de Robin, quien la cuidaba y acariciaba su cabeza en un gesto maternal. La morena oteó sus alrrededores. Realmente amaba a sus nakama... estar en la tripulación del sombrero de paja había sido lo mejor de su vida. Observó sonriente el festejo que ya no tardaba en finalizar. Los tripulantes comenzaban a caer inconcientes uno a uno, víctimas del cansacio y el alcohol. Contra toda prediccion, la comida había rendido perfectamente, quedando incluso algunos platillos sin terminar... seguramente... devido a la ausencia de esos dos...


-Mnng... el mapa... shel teshor...o...- balbuceó la pelirroja, removiéndose en las piernas de la arqueóloga.


-Hai, hai, Navegante-san... ve a buscarlo- susurró Robin con cariño mientras palmeaba la cabeza de su nakama...


~*~


En el camarote de Sanji esa paz y tranquilidad parecían un lejano recuerdo...



-Que...¡¿Qué carajos estas haciendo aqui?!- gritó el rubio en el momento en que reaccionó.


-¡Sal de mi cuarto ahora!- Ordenó al peliverde, aprsurandose a darle la espalda, para acomodar torpemente sus pantalones...


¿Que acaso el condenado marimo tenía un radar para ubicarlo en sus momentos y situaciones mas vergonzosas? ¡Dios, cómo lo alteraba que Zoro viera este lado de él!...



Zoro permaneció de pie en la puerta... firme, inmutable; con la mano aun sujetando el pomo. En ese instante, los motivos por los que había ido en busca del rubio le importaban un pepino. Sanji se intimidó levemente al ver en los ojos de Zoro una expresión que no supo decifrar. Pero podía asegurar que no era de sorpresa, esa se había disipado casi inmediatamente de la faz del moreno. Zoro no se movía, solo permanecía parado ahí, viendo fijamente a Sanji a la cara... lo estaba poniendo nervioso.


-¡Te dije que te largaras!- espetó el rubio, haciendo un nuevo intento por recobrar el control, levantándose de golpe de la cama...


casi cae de sentón de nuevo en ella cuando vio por fin reaccionar al espadachín...


Zoro permaneció con la expresión inmutable, esa endemoniada *cara de poker que Sanji detestaba. Y sin mas, avanzó tranquilamente un par de pasos hacia el frente, para luego cerrar la puerta tras de si y colocarle el seguro...


-Zo... ¡Zoro!- lo llamó Sanji, pero no supo como continuar. El moreno seguía de pie, recargado de espaldas en la puerta y cruzado de brazos, custodíándo.


Sanji no reacionó...


Cuando Zoro se separó de la puerta y avanzó con dirección hacia él, esbozando una perverza sonrisa Sanji lo supo...


"Pudo escucharme..."


Sintió que se le escapaba el alma, la sangre bajó hasta sus pies y se agolpó ahí impidiendole moverse. En un momento de desesperación, vió el avance del moreno como su oportunidad para escapar por la puerta que antes había estado bloqueando. Se apersuró, no dijo nada, solamente se avalanzó hacía su única ruta de escape, pero el moreno fue mas rápido que él, leyendo sus intenciones con facilidad. Lo tomó por un brazo, obligándolo a encararlo.


Cuando Sanji opuso resistencia, en un rápido movimiento, Zoro se avalanzó sin dificultad con Sanji sujeto por las muñecas, avanzó hasta encerrar al rubio entre él y la gruesa pared de madera. Sanji lo miro sorprendido, casi asustado, pero no dejó que Zoro fuera capaz de notarlo...


-Si planeas sair caminando de aquí... te recomiendo que me sueltes marimo...- gruñó entre dientes. Ocultando tánto como pudo cualquier temor o indesicion en su voz.


Zoro enarcó aun mas su sonrisa, regresádole la mirada desafiante...


-Yo no soy el que quiere salir cocinero...- Dijo con voz burlona y... ¿Sensual?. Sanji cerró los ojos fuertemente, y le desvió la mirada... debía resistir. No hiba a aceptar que el marimo se burlara de él de ninguna manera...


-Ne, Sanji... ¿Te piensas ir ahora?- dijo el moreno en un susurro, arrastrando la voz; apretando mas al rubio contra la pared, sujetando sus tersas manos fuertemente y arrastrándolas con suavidad por la superficie de madera, dirigiéndolas hacia la cabeza del sorprendido cocinero...


-Por tu culpa me puse así, y ahora no voy a dejar que te escapes tan fácil... - dijo el moreno, mientras acercaba su entrepierna a la del rubio, comprovando que aun se encontraba erecto, y averiguando Sanji

el estado del moreno...


Zoro estaba exitado... tenía una erección...


Sanji se sorprendió al notarlo. ¿Acaso Zor se había puesto asi... por él?... Antes de dejar su juicio nublarse, Sanji pudo retomar el contról, y respondió con firmeza...

 

-El cómo estés... no es... mi problema, cabeza de lechuga...- dijo el rubio entrecortadamente.


-Pero es tu culpa...- susurró la respuesta...


-Déjame ir...- dijo Sanji sin poder evirar hacer una mueca al sentir como su erección iba en aumento devido al contacto con el cuerpo de Zoro...


Zoro sonrió...

 

-No puedo hacer eso Ero-cook...- continuó, hablando mientras se acercaba aun mas a Sanji, acercando tánto su rostro al del rubio que el segundo fue capás de saborear su haliento tibio.


-Almenos no hasta que...- Zoro se las arregló para aprisionar las muñecas del rubio sobre su cabeza con una sola mano, tensando el agarre y bajaba la mano libre, la derecha, lentamente, liberando ambas erecciónes con facilidad, enfrentándolas por vez primera...


-...arreglemos este problema.- dijo suavemente, mientras con su mano al sur estrujaba las erecciones de ambos, chocándolas con un poco de rudeza y envolviéndolas en su palma tánto como pudo con su única mano disponible...



Eso era. Hasta ahora, Sanji se había resitido cuanto había podido a fijar su vista en el miembro de Zoro, o en lo que hacía con él. Esta situacion era la cúspide de las demostraciones de autocontrol, era la prueba de fuego...


y la pensaba reprovar con creces...



Al sentir el cotacto de la áspera mano del moreno sobre su sexo, Sanji no pudo mas que bajar su mirada para verlo. Esta vez no quería conformarse solo con sentir... quería ver lo que Zoro hacía, lo que le hacía a él solamente... y con nadie de por medio. Mordió su labio inferior cuando sintió como el moreno comensaba a masajear ambas erecciones, lentamente, de abajo hacía arriba y de regreso. Sanji no pensaba perder detalle...



Apenas podía creerlo... pero ahí estaba él, siendo masturbado por Zoro, y no tenía intención de resistirse ni detenerlo. Cerró los ojos cuando ya no pudo resistir tenerlos abiertos, y echó su cabeza hacia atrás, apoyándola en la pared...

 


Al sentir que el rubio comenzaba a cooperar, Zoro decidió aflojar un poco su agarre, concentrándose en su mano "ocupada".


Sanji estaba extasiado... su exitacion era mas que evidente y simplemente se dejaba hacer. Era tan delicioso, jamás hubiera imaginado que algo asi ocurriría... Estaba sucumbiendo a las caricias del espadachín... del hombre que amaba...


repentinamente la inseguridad lo invadió... se sentía bién, muy bién... ¿Pero que estaba haciendo? Zoro lo había vuelto a encontrar saciando sus bajos instintos, y de la nada había decidido "ayudarle"... de pronto no se sentía tan seguro de querer que las cosas continuaran. No se sentía del todo listo para enfrentarlo...


Un acostón con la persona que amaba devido a la calentura de ambos...


En ese momento de duda, una deliciosa descarga recorrió su cuerpo, proveniente de su miembro y de la atencion recivida. Ese fue el detonante para que el rubio aterrado, decidiera retirarse...


nuevamente comenzaba a acobardarse.



-Para....- Dijo en un susurro, haciendo acopio de toda su fuerza.


Fue ignorado...


-Detente...- repitió, pero en respuesta recivió un "apretón" del peliverde, y pudo sentir como el ritmo de su mano comenzaba a aumentar. En ese instante aprovechó que Zoro no hacía presión es su muñecas, liberándolas para intentar apartar al espadachín.


-Mmmmhhh... Ah... Marimo... basta... ¡Para ya!...- Decía Sanji entrecortadamente. Empujando sin fuerzas el torzo de Zoro para separarlo de él.



-No...- contestó Zoro con tono cortante, y con una voz absolutamente sensual, acercandose al cuello de Sanji, aspirando su fragancia y dejando escapar un sonoro suspiro al soltar el aire.


Zoro no tenía problemas para continuar, aun y mientras Sanji trataba de alejarlo, pero su instinto dominante se disparó por el débil acto de resistencia. En un tosco pero ágil movimiento, las manos de Sanji volvieron a estar apresadas sobre su cabeza.


-Dejalo... ya... condenado cabrón....- articuló Sanji sin lograr dar el tono deseado. Lo cual era dificil, cuando se estaba sintiendo tan bién. No podía resistirse. Aun y a sabiendas de lo que podría ocurrir, Sanji deseaba lo que estaba ocurriendo...


Zoro siguó con su nariz hacía arriba, pasando por un costado del rostro del cocinero, hasta llegar a su oído...


-Dí mi nombre...- exigió con la misma voz, cargada de líbido; dejando que su haliento tibio chocara contra la piel del rubio, haciéndolo estremecer.


-mmmghhhh... deja...me...- dijo Sanji ignorando la petición del peliverde. ¿A que venía ahora eso?...


-Dí mi nombre...- repitio Zoro, mientras se acercaba peligrosamnte a la boca de Sanji. Quería escucharlo nuevamente. Quería escuchar a Sanji llamándolo con esa voz que escuchó cuando había entrado a la habitación...


-Dí mi nombre de nuevo y pídeme que me detnga Sanji-. Susuró sobre sus labios, viéndolo fijamente a los ojos.


Al escuchar su nombre salir de la boca del moreno, Sanji sintió un escalofrío recorrerle toda la espina. En esta situacion y con el tono que había usado... había sido deliciosamente sexual. Sanji supo en ese momento que estaba sobre la cuerda floja, apunto de caer a ese atrayente vacío...



-Zo... Zoro...- titubeó un poco, mientras sentía aún como el espadachín atendía su erección. Hizó una pausa...


-...No... pares...


Sanji tomó su desición... si esa era la maera en que podía ser, sería. Habló quedamente al principio, un tanto apenado, mas no lo suficiente como para no ser escuchado por el moreno...


Zoro sonrió satisfecho, y estrujó un poco ambos miembros, pasando desués el pulgar en círculos por el glande del miembro del rubio en recompensa, jugando con el frenillo intercaladamente.


-¿Que dijiste Ero-cook?... no pude escucharte- dijo con una sonrisa triunfante.


Sanji hizó un mueca y se resistió a seguir el juego del espadachín. Solo jiró un poco de lado su cabeza, alejando su oido de la boca de Zoro y se dejó hacer, concentrándose en las deliciosas sensaciones que Zoro le proporcionaba.


Pero claro, Zoro tenía otros planes...


-Sanji...- lo llamó Zoro a modo de réplica, exigiéndo su respuesta. No la obtuvo...


Zoro optó por tomar medidas más drásticas...


Aceleró levemente la velocidad de su mano, dedicándose ahora exclusivamente a atender la palpitante erección del rubio. Sanji se tensó un poco al sentír el cambio de ritmo y tacto, pero pronto comenzó a verle "el lado bueno", dejándose llevar por las sensaciones hasta perder las fuerzas, nublado por el deseo...


Al momento en que Zoro sintió que el rubio se dejó llevar, hizo su jugada. Pasó su palma desde la base a la punta de la extensión de Sanji; con los dedos pulgar e índice delineó la corona del mismo, para después hacerse camino con el dedo medio por sobre el frenillo, sacando un gemido mal contenido de la boca del rubio; seguido, colocó la llema de su dedo índice justo en la punta del pene de Sanji, posicionándolo por sobre el orificio uretral del cual ya brotaba un poco de líquido preseminal, y sin previo aviso ni contemplaciones, hizo presión en ese punto, haciendo gritar un fuerte gemido al cocinero.


-¡Aahhhh!... ¡Cabrón!... ¡No... hagas eso!- gritó Sanji extasiado, comenzando a tener dificultades para mantenerse en pie.


-Contestame Sanji... ¿Que dijiste antes?- susurró Zoro sonriente sin deterer la labor de su mano y sus dedos.


-Mmmmm...aaaahhh... No... No pares...Zoro...¡No te atrevas a detenerte!- Gritó Sanji desesperado por el contacto.



En ese momento Zoro estuvo a punto de estallar. Sanji no solo le había pedido que no se detuviera, ¡Se lo había exigido!. En ese instante supo que el agarre en que tenía al rubio solo era para mantenerlo en pie... Sanji ya no deseaba escapar...


Lentamente destensó su mano izquierda nuevamente, liberando las muñecas del cocinero, quién solo atino a apollarse de él, tomandolo de los hombros y apoyando la rubia cabellera en el fornido hombro del espadachín, acunando la frente en el hueco del cuello del otro. Zoro avanzó un poco, y usó su mano para apoyarse en la pared tras Sanji, continuado con su labor.


Sanji jadeaba y gemía mientras se aferraba a la camiza de Zoro, no tuvo la conciencia de notar que incluso había ensalibado un poco el área. La rudeza con que Zoro le masturbaba lo estaba matando. Era un sentimiento nuevo para él. El condenado marimo sabía exactamente donde tocar, rozar, pellizcar o presionar; sabía cuando aumentar el ritmo y cuando disminuirlo para evitarle terminar. Sentía que su miembro de derretiría en las manos del moreno... ¡Lo estaba volviendo loco!


Zoro estaba plenamente concentrado. Satisfecho solo de ver y sentir al cocinero retorcerce en su mano y contra su cuerpo. No recordaba haberse exitado de esta manera nunca antes... no recordaba el haberse tomado tanta molstia nunca antes. El deseo de hacer disfrutar al rubio era lo único que ocupaba su mente. El escucharlo gemir y sentirlo morder su ropa y cuello para contenerse lo hacía vibrar. Ni por un momento pasó por su mente desatender a Sanji para ocuparse de si mismo aun y cuando su urgido miembro permanecía erecto, palpitante y ya incluso había empezado a gotear un poco. Zoro estaba mas que dedicado... si por él fuera, aseguraría que podría terminar continuando de esta manera...


-Aaaaah...¡Ah!... Zo...ro... mmmmnn...- los roncos jadeos de Sanji no paraban, mientras apretaba fuertemente la ropa del moreno. -Ya... no puedo... Zoro, tu mano...voy a....-. Sanji escondió su rostro en el pecho de Zoro y se aferró desesperado a él.


-Mmmhhh... Sanji.- dijo atrayendo la atención del cocinero. Sanji alzó la mirada y le miró casi suplicante. -Esta bien... solo hazlo...- Indicó el moreno...


Sanji le miró fijamente, ya con algunas lágrimas de placer conenido asomándose por sus ojos. Habló bajo mientras agachaba su rostro de nuevo..


-Yo... Zoro ~


-Sanji...- le habló Zoro nuevamente, con su voz enronquecida por la exitación.


Sanji alzó el rostro de nuevo para encarar al espadachín, pero para su sorpresa, apenas levantó su faz, sintió como el moreno aprisionaba sus labios. Uniéndolos en un beso tosco, rudo, demandante...


Aun y con la sorpresa, el rubio no hizo ningún intento por apartarse. Se dejó llevar por el moreno, abriendo ligeramente sus labios cuando sintió que la lengua de Zoro los masajeaba, dando libre acceso a esa humeda cavidad. Zoro no se hizo esperar y apenas sintió que el obstáculo desaparecía, se hundió en esa boca en búsqueda de la lengua de Sanji. Colocó la mano que hasta entonces había apoyado en la pared, en la nuca del cocinero, atralléndolo hacia si y profundizando el beso. Devoraba sus labios a placer y recorría el interior de su boca a conciencia...


Zoro redujo el ritmo del beso cuado por fin sintió como el cuerpo Sanji se tensaba, y se retiró un poco cuando un gutural gemido se ahogó entre ambas bocas, dando espacio para respirar al rubio...


Cuando por fin se separaron, Zoro respiraba agitado, mientras que Sanji respiraba con dificultad, mientras era sacudido por los últimos espasmos de su orgazmo...

 


El rostro que Zoro veía no tenía igual. Frente al él estaba Sanji perlado por el sudor y con el cabello desarreglado, sus mejillas sonrojadas, su boca entreabierta y cubierta por una mezcla de la saliba de ambos; sus labios estaban enrojecidos e hinchados por el beso previo... a los ojos de Zoro se veía absolutam ente sexy... era la encarnación de la sensualidad.


Zoro lo liberó de su agarre finalmente, y Sanji retrocedió tambaleante, apollándse en la pared. Se dejó caer lentamente, arrastrándo la espalda por la superficie de madera y quedando finalmente sentado en el duro piso, prácticamente a los pies del espadachín, tratando aun de recobrar el haliento...


Limpió su boca con el dorso de la mano, retirando los restos de saliba de su boca y acomidó sus pantalones con algo de torpeza. Ya sintiéndose un poco menos expuesto se decidió a alzar la vista para encarar al moreno...


Cuando Sanji alzo la mirada, se conogeló con la vision. Zoro observaba con un deje de curiosidad su mano derecha, la cual se encontraba manchada de su semen. A Sanji casi le da un paro cardiaco cuando vió como Zoro acercaba la mano a su boca y sacaba la lengua para provar su escencia. Su líbido se disparó nuevamente a la estratósfera y se sintió algo obseno por ello, obligándose a desviar la vista. Cuando volvió a subirla, Sanji se dió cuenta de que Zoro le vía fijamente con esos ojos oscuros y escudriñadores. Pudo verlo agitado que se encontraba. Desde su ángulo, se veía dramáticamente como el pecho del moreno subía y bajaba acompasado. Zoro imitó el ademán del rubio y se limpió la boca sin cuidado, para luego tomar una sonora bocanada de aire y dejarla escapar de golpe, dando por terminada la agitacion de la que era víctima. Sanji se preguntó entonces si había limpiado los restos del semen que quedaban en su mano o si... había dispuesto de ellos...


Zoro comenzó a abotonar su camiza desfajada de abajo hacia arriba...


-¿Estas bién?...- preguntó al rubio...


-Si, yo... solo perdí fuerza... solo fue por...


Repentinamete Sanji cayó en cuenta. Había faltado algo en esto... bajó su mirada rápidamente y la fijó de lleno en la entrepierna que el moreno había ocultado tas la camiza. Zoro de inmediato se giró un poco e hizo ademán de comenzar a andar... solo que no tenía excusa para moverse.


-Zoro...- lo llamó el rubio.


-¿Donde deje mis katanas?- balbuceó el moreno, haciéndose de una excusa para deambular lejos de la vista del cocinero, e ignorando el llamado del mismo.


-...Zoro...-


-Creo que las dejé junto a la silla...- continuó el moreno, encaminándose.


-¡Zoro!- gritó Sanji ya sin paciencia, levantándose de golpe.


-¡Qué!- respondó por fin el aludido...


-¿Como que "Qué"?... Lo sabes- dijo, refieriendose a lo que el moreno ocultaba.


Zoro guardó silencio un momento continuado su infructifera búsqueda...


Sanji bufó molesto.


-No las trajiste marimo- Sentenció...


Zoro se detuvo en seco, reprendiéndose mentalmente por no haber podido inventarse una excusa con fundamentos. Permaneció en silencio, pero cuando se percató de que el rubio comenzaba a avanzar hacia él se dejó escuchar...


-Descuida... yo puedo encargarme- dijo restándole importancia al asunto sin miar a Sanji.


A Sanji le saltó una vena de la sien...


-¡Puedes encargarte y una ostia!- gritó molesto, sorprendiendo al moreno, que apenas alcanzó a girarse cuando ya tenía al rubio frente a él, quién lo empujó, haciéndolo sentarse en la silla que tenía junto.


Sanji apolló ambas manos en el respaldo del mueble, una a cada lado del rostro del espadachín, y se inclinó sobre él quedando a centímetros de su cara, viendolo directamnte a los ojos.


-No terminaste marimo- Aseguró Sanji, al momento que quitaba la camiza del camino, dejando al descubierto el bulto apenas oculto en los pantalones del moreno...


Zoro enrojeció al ver la actitud de Sanji, y dió un peueño respingo al sentir los dedos del cocinero deslizarce por su longitud.


Ahogó un gemido y entrecerró los ojos, esforzándose por no perder el control al tacto de su nakama.


-mghhhh ... No... importa...-. Dijo conteniéndose. Sanji desabróchó sin dificultades su pantalón, dejándo expuesto el miembro, ahora semiereto, del espadachín...


-Mmhhh... Sanji...


Ahora Sanji había pasado sus dedos por la punta de su falo, todos en fila, en un roce traviéso y morbozo.


-...ya se pasará-. Dijo el peliverde, tratándo de convencer al rubio y a si mismo.


Sanji enarcó una sonriza mientras con toda la palma rodeaba la palpitante erección del moreno, la cual ya se había despertado por completo nuevamente y se erguía orgullosa agradeciendo la atención.


-Estarás soñando si crees que la voy a dejar así...- susurró Sanji al oído de Zoro, estrujándole el pene y arrancándole un gruñido de satisfaccion. -... si de verdad crees que no te voy a cobrar lo de hace rato-. Anunció antes de deslizar su mano hacía arriba y aprisionar el glande del moreno en su palma, para comenzar a estimularlo.


Ese fué el límite para Zoro. Simplemente no pudo resistirlo mas. seducido por la lujuria y las maravillosas sensaciones que Sanji le brindaba, se dejó llevar al placer. Pronto su respiracion se aceleró, al igual que su ritmo cardiaco. La temperatura de su cuerpo se elevó nuevamente y los jadeos no se hicieron esperar...



Sanji continuó con su "castigo", acelerando y disminuyendo el ritmo sin piedad. Masturbando a Zoro sin pudor, aunque con algo de inseguridad... después de todo, hasta antes de ese día, no había tocado otro pene que no fuera el propio... pero este era una caso especial...


Exploró las reacciones de Zoro avanzando según el cuerpo del moreno le indicaba. Rasgando suavemente el tronco de su erección con las uñas, haciendo movimientos circulares en el glande, y claro, aprovechando para vengarse de la "violacion" que su pene había sufrido a manos del moreno, proporcionándole una dosis a Zoro de su misma tortura, disfrutandola el moreno tanto como Sanji lo había hecho.


-Aaahhh... Sanji... mmmhhhh...-


El escuchar a Zoro gemir su nombre era música para los oídos de Sanji. Esto lo estaba calentando...


No tardó mucho en sentir como le estorbaba un bulto en su etrepierna, Su miembro estaba listo para otra ronda, exigiendo atencion. Sanji se irguó lo suficiete como para mantener el equilibrio y furtibamente dirigió la mano recién liberada hacia su propio sexo. Lo rozó levemente sobre la tela y al contacto hizo una mueca y dejó escapar un jadeo.


Zoro al darse cuenta de lo que hacía el rubio optó por darle una mano... de nuevo.



Zoro dirigió su mano con seguridad hacia la previamente explorada entrepierna de Sanji, topándose con la tersa mano del rubio, pidiendo su permiso para relevarlo...


Permiso negado...


Sanji apartó la mano de Zoro de su intimidad, y como reprimenda dio un apretón al pene del moreno. Zoro gimió y hechó la cabeza hacia atrás, pero rápidamente reanudó su intento de encargarse del problema de Sanji...


Una nueva negativa...


-Estate quieto de una vez marimo...- le ordenó.


Esta vez Sanji lo detuvo tanto con su voz como con la mirada. Zoro le miró con reproche, preparándose para objetar, cuando Sanji decidió continuar...


-Ahora me toca a mi...- dijo con ademán egoista, para luego acercarce a Zoro, rozando el oído del moreno con sus labios y haciendo tintinear los pendientes que portaba al susurrarle. -Dejame hacertelo a ti Zoro...- solicitó seductor.


Zoro detuvo sus itentos de inmediato, entendiéndo que se trataba de un capricho del rubio, pero respetando su petición de igual modo... le gradaba la idea.


Sanji, ahora satisfecho se incorporó de nuevo. Dejándo de lado la idea de autosatisfacerce. Si el animal de Zoro había podido hacerlo terminar sin tocacrse, Sanji estaba dispuesto a hacerlo también...


decidió entretener su mano libre en otra cosa, optándo por comenzar a acariciar el desconocido cuerpo frente a él. Retiró levemente la camiza que ya había sido abierta en su totalidad, descubriendo mas el fornido torzo y cuello del moreno. Inmediatamente, los oscuros ojos de Sanji fueron a posarse sobre esa maguyadura que resaltaba entre las tántas que adornaban el cuerpo del espadachín. Posó sus dedos en el extremo superior de la enorme cicatriz. Recorriéndola léntamente, desde el pectoral izquierdo del moreno hasta el lado dercho de su cadera. Zoro siguió el movimiento de los dedos del rubio con la mirada, para luego verlo a la cara...


-Me gusta esta...- comentó Sanji con una sonrisa. Sacando un suspiro de Zoro que Sanji no supo catalogar como de alivio o agradecimiento -...te queda bien.- concluyo, para lugo hacercar sus labios a la marca, depositando un suave beso en ella, siguiéndo su trayectoria decendente, recorriéndola con los labios que repartían besos humedos, sellándola...


Zoro jalo aire hasta llenar sus pulmones al sentir como Sanji descendia sobre su cuerpo... bajando su rostro, agachándose tánto que al final se poso sobre sus rodillas...



Permanecieron en silencio, salvo por los jadeos quedos del moreno. Aunque Sanji no había dejado de estimular el miembro del peliverde, había cesado cualquier otro movimiento. Mantenía la vista fija en la mano con la que atendía a su compañero, observando lo que le hacía; pensativo... dudoso...


Zoro tragó saliba, espectante por la siguiente acción del cocinero; aun respiraba agitado cuando se decidió a llamar al rubio...


-Sanji...- dijo en un jadeo. -No tienes...


Su corazón se le aceleró aun más, lo que había creido imposible, cuando vió como el rubio se relamía lentamente los labios y lo miraba a los ojos malicioso, expresándo sus intenciones claramente con la mirada...


"Quiero provarlo..."



-¿Te molesta?...- preguntó Sanji, recordando que anteriormente Zoro le había impedido a Mary hacerlo...


Zoro no pudo hablar. Con el sonrojo en su rostro tiñéndose aun mas, negó pausado con la cabeza.


Sanji sonrió...


"Quiero provarlo..."


Se repitió el rubio, mientras acercaba tímido sus labios a la erección del moreno...



Cuando estuvo a escasos milímetros de ella hizo una pequeña pausa, perciviendo el fuerte aroma de la exitacion de Zoro, que muy al contrario de lo que había pensado... le resultaba exquicito. Incitador...


Sanji esbozó una sonrisa, justo antes de hacer por fin un ligero contacto con sus labios, justo en la base del pene de Zoro, depositando un minúsculo beso, deslizándo luego los labios hacia arriba sin deshacer el contacto, y sin soltar su mano aun; recorriéndo tóda longitud de la erección frente a él con una tortuosa lentitud, para luego hacer una pausa al llegar a la punta de la misma. Fijó su vista en el rostro de Zoro, y sonrió al ver su expresion...


"adorable"


Fue la palabra que surcó la mente de Sanji al ver a Zoro respirando con dificultad, con la mirada semiperdida y los ojos entrecerrados, su boca ligeramente abierta, y con un notorio sonrojo cubriendo sus mejillas...


jamás habría pensado que alguna vez Zoro, el mismo Roronoa Zoro que era reconocido y temido por tantos, pudiera coincidir con esa descripcion ante sus ojos. Su sonrisa se enarcó aun mas con ese pensamiento... le habría gustado saberse el único con el privilegio de verlo asi.


Dejó ese pensamiento de lado. Enfocandose en el presente. Ahora mismo Zoro estaba con él, le pertenecía, y lo disfrutaria a plenitud...



Sanji acercó sus labios al glande del miembro de Zoro y aun tímido sopló una brisa ligera de haliento cálido. Haciendo respingar al espadachín, que no perdía detalle de lo que el rubio le hacía. Sanji al notar el pequeño escalofrío que le proporcionó al moreno no pudo evitar mirarle, ansioso por obtener mas. Decidido finalmente. Los labios de Sanji hicieron contacto en esa área tan sensible, depositando un beso humedo en la punta de la ercción de Zoro, para después pasar a rozarlo con la lengua en un movimiento tímido.


Zoro apretó los labios al contacto, y cerró los ojos, esforzándose por contenerse. No podía creer que verdaderamnte Sanji estuviera dispuesto a practicarle sexo oral... Zoro estaba en el cielo

~ ~ ~


-Ahhh...


Los movimientos de Sanji comenzaban a mostrar mas seguridad. Ahora la lengua del rubio hacía círculos por su glande, rodeando la corona, lamiendo el orificio...



-Mmmmmnnnn... Sanji...


Sanji volvía a la tarea de masturbarlo con su mano, sin separar en ningún momento la boca de su erección, besando, lamiendo...



-¡Sanji!... Aaahhh....


El rubio continuaba aumentando el contacto. Ahora daba ligeros "mordiscos" al tronco de su pene, tocándolo y rózándolo con cuidado con sus dientes, pasando su lengua desde la base y deslizándola hacía la punta...



Instintívamente Sanji dirigió su mano libre a los testículos de Zoro, masageándolos suavemente mientras continuaba su labor.


Zoro se sentía en la gloria...

~ ~ ~


Sanji no podía creerse lo que estaba haciendo, ni tampoco lo mucho que lo disfrutaba. El dar sexo oral a Zoro lo estaba exitando a tal grado que su erección ya se había vuelto dolorosa. Sin embargo no se detenía. Deseaba obtener mas... mas gemidos, mas jadeos, deseaba escuchar su nombre una y otra vez brotar de los labios de Zoro. Deseaba hacerlo disfrutar mas de lo que habría imaginado... deseaba tanto a Zoro...



-¡AAHHhhhh!... ¡Sanji!... es...espera...


Sanji sorpresivamente había engullido el miembro entero de Zoro. Lo tragaba hambriento mientras continuaba estimulándo sus testículos, lamiéndolos de cuando en cuando; retirando su boca solo cuando sentía que le hacía falta el aire. Miraba a Zoro extaciado sin detener su morbosa labor... Sanji estaba a mil. Lamía la erección de Zoro como si fuece un dulce y lo masturbaba con fuerza. Comenzando ya a degustar el sabor salado del pre semen del moreno.


Zoro no pudo evitar posar sus manos en la rubia cabellera, hundiendo sus dedos con fuerza en la mata de cabellos, conteniéndose de no manejar el ritmo, mientras sentía cómo llegaba a la cúspide del placer...


-Ahhhh...Sanji... Sanji, para...


Sanji ignoraba al moreno, completamente entregado a su labor...


-Sanji, para... ¡me vengo!- jadeó Zoro tratándo de separar al rubio de su entrepierna...


Sanji al escuchar la advertencia de Zoro detuvo la felación apresurado, pero no apenas alcanzó a separar su boca del miembro de Zoro, el segundo estalló, derramándose copiosamente, manchando el rostro del rubio...



Su fornido cuerpo convulsionó sobre la silla; sus músculos se tensaron al igual que sus puños, cerrando los ojos mientras emitía un masculino gruñido entrecortado... cuando los espasmos cedieron, Zoro se tumbó completamente, desparramándose en el mueble...



Zoro se encontraba desacomodado en la silla, tirado hacía atrás, con la vista fija en el techo de la habitación. Respiraba agitadamente, y una de sus manos pendía a su costado. Apenas recobró la lucidez se incorporó rapidamente, cayendo en cuenta de lo que había ocurrido...


Inmediatamente se topó con el rubio. Aun arrodillado frente a él, con los ojos bien abiertos y con la respiración igualmente agitada. Su pálido rostro manchado, salpicado por su semilla y en su rostro, una expresión de mera incredulidad...


Zoro tragó duro, mas que avergonzado...


Con un par de dedos Sanji limpió un poco de los restos del semen de Zoro de su mejilla, y posó su vista en ellos...


En silencio los observó detenidamente, frotando luego el pulgar contra ellos sitiendo la consistencia, como queriéndo asegurarse de que la "sustancia" era real. Sin apartar la vista de sus dedos, estaba por hablar cuando fué interrumpido por el contacto de la mano del Zoro en su mejilla...



-Lo siento...- dijo el moreno arrodillado frente a él. -No pude contenerlo...- se disculpó mietras limpiaba con una esquina de su camiza la cara del rubio...


Sanji levantó su vista y buscó su cara. Viendo como Zoro limpiaba los restos de su escencia de su piel con suma delicadeza, negándose a verlo a los ojos.


-*Baka- susurró Sanji en voz baja con una sonrisa leve adornando su rostro.



-Zoro...- Lo llamo el rubio, mientras con su mano limpia levantaba el rostro del moreno para que lo encarase...


Zoro guardó siencio, viendolo apenado, pero fijamente...


-¿Estuvo bien?- preguntó Sanji suavmente...


Zoro abrió los ojos sorprendido. Había esperado que Sanji le replicara por lo ocurrido, sin embargo, el rubio cocinero había aclarado que no había problema alguno. Zoro cerró sus ojos tranquilamente y sonrió a la vista de Sanji...


-Estuvo exelente... - Respondió mientras acariciaba su mejilla.


Sanji se sonrojó, tanto por la respuesta como por el contacto tan gentil.


Zoro al notarlo no pudo evitar acercarce. Y con su mano aun posada en la blanca mejilla depositó un beso suabe en los labios de Sanji...


Sanji recibió el obsequio gustoso, cerrándo sus ojos al contacto con los labios del moreno. El beso que comenzó gentíl y cariñoso subió de tono gradualmente, pero sin perder ese toque lento y sensual.

Sanji no pudo evitar posar sus manos en el pecho de Zoro, y comenzar a recorrer su torzo nuevamente. Zoro gimió en los labios de Sanji al sentir el nuevo contacto. Sanji comenzaba a rozar sus pezones mientras lo acariciaba. La sensacion de las manos de Sanji sobre su cuerpo le parecía simplemente sublime...


Sin poder contenerse Zoro también comenzó a recorrer el torzo de Sanji con sus manos, acariciándo suavemente su piel. Apartó del camino la camiza del rubio y besó su cuello y clavícula. Sanji cerró los ojos y dejó escapár un suspiro. Hechó su cabeza hacia atrás, dandole espacio para continuar. Zoro aceptó la invitacion, recorriendo todo su estilizado cuello, deteniéndose en el oído del rubio...


-Sanji...- susurró Zoro con voz ronca. Estaba tan exitado... - yo...


No pudo terminar. Hizo una pausa larga, y sesó todo movimiento, tensándose un poco...


Pasó un momento asi. Finalmente Sanji se separo de él con lentitud y lo vió a los ojos apesadumbrado...


-¿Quieres irte?...- Preguntó desganado...


Zoro no respondió, permaneció con la mirada gacha y lentamente apartó las manos del rubio...


Sanji dejó escapar una bocanada de aire y sonrió con dificultad, agachando su cabeza, ocultando su mirada bajo sus mechones de cabello. Estaba desepcionado. Pero, ¿Que mas esperaba?. Ya Zoro había hecho mas de lo que él habría pensado que podría. Finalmente el espadachin había recuperado sus cabales y habia logrado enfriar su cabeza... una lástima para Sanji.


Ambos se levantaron lentamente, siendo Sanji el pimero, desairado y un tanto acongojado, mientras que Zoro parecía algo preocupado... Ninguno se miró a la cara...


Sanji supuso que la culpa y el arrpentimiento comenzaban a pasarle factura al espadachín...


Sintiéndose un tanto culpable Sanji se giró y se encaminó a la puerta. Ya mas tarde hablaría con Zoro y le haría ver que todo había sido cosa suya. No sentía justo dejar a Zoro con esa carga. Tomó el pomo de la puerta y se dió cuenta que aun se encontraba asegurada. Sonrió un poco... almenos el marimo tenía cuidado de estos detalles...


Quitó el seguro, pero dudó al abrirla... si Zoro se iba así, las cosas se pondrían feas... debía hacer algo, decir lo que fuera para amortiguar el momento y evitar otra temporada como la que habían pasado... giró la perilla, tratando de idear algo que decir, pero cuando se disponía a abrir la puerta, sintió al moreno pegado a su nuca, deteniéndolo...


-Sanji...- dijo Zoro en un suspiro. -Si me quedo... no podre detenerme...- susurró...


-¿Quieres, que me quede?...- preguntó el moreno arrastrando la voz en la piel de Sanji, con un tóno dificil de decifrar...



Zoro estaba dispuesto a arriesgar el todo por el todo... no se iría de ese cuarto sin que las cosas estuvieran claras...


Sanji permaneció inmovil. Atónito ante la confesion de Zoro...



{click}...



El ligero chasquido del seguro resonó como un disparo de cañón en el silencioso ambiente que los envolvía...


-Quedate conmigo...


Fue la respuesta de Sanji, al momento en que aseguraba nuevamente la puerta...



~*~

 





TSUZUKU...



Notas finales:

*Cara de poker: Dicece de un rostro sin expresion alguna. Se le llama asi, devido a que los jugadores de poker experimentados, deben y tienen la habilidad de ocultar sus expresiones durante una partida para aumentar sus probabilidades de ganar.

*Baka:  no se okupa verdad??? jajajaja... wneo ya... Baka = idiota ( por si las ranas ¬¬ )

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hay pero q emosion >.

 

pues helo aki ^w^. ya kedo. 

Esta es la primera mitad del lemon ^^, y ya el fin les pondré la otra ^^ ( o kisa a mesdia semana si tengo chance, kien sabe ^^')

Espero ansiosa las crítikas, q siendo la primera vez q redacto algo asi pues de verdad me gustarian consejos para mejorar.

Espero también que el detalle no haya molestado a nadie, pero eske asi me explayo yop ^^'( y pus kon eso de q soy médiko... pues aprndes cosillas interesantes ^^' )

 

Kríticas, dudas y sugerencias son bién recividas (y esperadas con ansias XD )

 

Ahora si. Me despido y espero leerlos pronto ^^

 

hasta el otro capi  -3-


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