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Espuma de mar por RoisinDubh_92

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Notas del fanfic:

Bueno, este es mi primer fanfic... espero que os guste ^^ Ya publiqué en fanfics.es, pero este es mi primer yuri, así que supongo que tendrá muchos fallos...

Siempre hay tiempo para mejorar. Espero que os guste :)

Anouk miró el reloj que descansaba sobre su escritorio, preocupada. Ya eran las once y Victoria todavía no había llegado, cuando, en teoría, tenía que haber llegado sobre las ocho. No pudo evitar preguntarse que diantres estaría haciendo su compañera de piso. ¿Sólo había ido a una entrevista de trabajo, verdad? ¿Qué la podía haber entretenido?

De repente, oyó la puerta abrirse y cerrarse. Se asomó al pasillo y vio que su compañera caminaba hacia el baño con cara de pocos amigos.

-Victoria, ¿qué...?

-Mejor no digas nada, Anouk.

Desde la puerta de su habitación escuchó como Victoria encendía el grifo de la bañera y la llenaba, mientras maldecía sin miedo a que Anouk la oyera. La chica se apenó. ¿Qué la pasaría? Nunca la había visto tan enfadada... y, definitivamente, no la gustaba.

Cuando oyó que el grifo paraba y que Victoria se metía al agua (seguramente con espuma, la encantaba), se acercó sigilosamente a la puerta del baño. Comprobó que su amiga no había cerrado con seguro y abrió con cuidado.

-¡Anouk! ¡¿Qué haces?! -gritó Victoria, sorprendida ante la aparición de su compañera pelirroja en el baño. Se sumergió más en el agua, intentando taparse con la espuma que era gran parte del baño.

-Estaba preocupada... -Victoria se movió inquieta en el agua. Era una de sus mayores fantasías, debía reconocerlo, ver a Anouk entrar en el baño mientras ella se relajaba sumergida en el agua. Pero luego la fantasía iba más allá y no creía que su compañera de piso estuviera dispuesta a saciar su sed. Victoria se ruborizó al pensarlo. Y al ver a Anouk allí de pie, con un cuerpo tan perfecto y lleno de curvas, su corazón empezó a latir con fuerza. Su mirada se posó en sus ojos, marrones y profundos, bajó por su cuello y se fijó en sus pechos, redondos y bien formados (por lo menos, la inocente chica tenía una 100); su cintura y sus caderas, proporcionadas, sus piernas largas... Todo en ella llamaba al deseo. Y Victoria tenía que luchar para no responder a la llamada. Y que ella llevara una camisa larga que dejaba adivinar su escote y que tapaba menos pierna de lo que ella desearía no ayudaba demasiado.

-Estoy bien, tranquila -apartó la mirada, sonrojada.

-¿Seguro? -Anouk se acercó más y Victoria se debatía entre si quería que se acercara o no.

-"No, no estoy bien -pensó Victoria-. Me vuelves más loca de lo que es aconsejable"

Los pasos de Anouk se dirigieron hacia el borde de la bañera. Tan cerca, no. Tan cerca, no... pensaba Victoria. Si su compañera se acercaba más no respondería de sus actos y no quería asustar a la pobre chica. Pero parecía que quería contradecirla y cuando estuvo a unos pocos centímetros, Victoria no pudo reprimir más las ganas y se levantó de golpe, dejando su esbelto cuerpo (que no tenía nada que envidiar al de Anouk) al descubierto.

La chica se quedó impresionada ante la visión de Victoria desnuda. Y cuando ella la cogió de la mano y la atrajo hacia si no opuso la menor resistencia. Ni cuando sus labios se apretaron contra los suyos. Es más, ahí fue cuando más agradeció haber entrado en el baño. Abrió los labios y dejó que la lengua de Victoria explorara su boca. Cuando perdió la vergüenza, fue ella quien jugueteó con la lengua de Victoria, y con su boca.

Las manos de la morena no tardaron en soltar la pinza que agarraba su pelo. Después acariciaron su cuello y, poco a poco, bajaron hasta los botones de la camisa. Con una paciencia infinita, empezó a desabrochar uno a uno los botones hasta que Anouk quedó en ropa interior, un sujetador y un tanga de lo más sugerentes. Victoria se separó de ella para poder verla mejor.

-Vaya, vaya... -dijo, mientras recorría con una mirada lasciva el cuerpo de su compañera-. Esto se pone interesante.

Abrazó a Anouk y llevó sus manos a su espalda para desabrochar también el sujetador. La pelirroja estaba tan avergonzada que se dejaba hacer. No se movía, ni siquiera se aventuraba a explorar con sus manos el cuerpo desnudo que se pegaba, mojado, al suyo. Sintió cómo Victoria le quitaba el sujetador y dejaba sus pechos desnudos. Después bajó las manos por su espalda y, mientras la besaba, jugueteó con la tira del fino tanga que llevaba. Cansada de los juegos, Victoria le quitó el tanga a su compañera.

Las manos de la morena querían más. No se conformaban con un sugerente tanga o con una espalda suave. No. Subieron hasta los pechos de Anouk y empezaron a acariciar con cuidado sus pezones.

Anouk, llevada por las oleadas de placer que Victoria le provocaba, cerró los ojos y puso sus manos en el trasero de su compañera, para que se acercara más. La morena, mientras pellizcaba los pezones de su compañera, observó su cara atravesada por el placer.

Dejó de acariciarla y Anouk hizo un mohín.

-Ven... -dijo, cogiéndola de la mano y acercándola más a la bañera. Anouk supo a qué se refería y metió los pies en el agua, pudiendo así acercarse más a Victoria.

La morena la abrazó, mientras la acariciaba el trasero. Pero quería más. Aún así, no sabía si debía correr. Al fin y al cabo, Anouk era joven e inocente... Pero sentirla pegada a ella, sentir como sus pezones estaban rozándose... la volvía loca. Realmente loca. Poco a poco bajó, haciendo que su cuerpo rozase sus pezones, duros y erguidos, deseosos de caricias. Mientras besaba su vientre, con una mano masajeó uno de los pechos de Anouk, para luego deleitarse acariciando y pellizcando un pezón. Bajó más hasta que pudo besar con delicadeza su clítoris.

De los besos pasó a los lametones, intercalándolos con pequeñas succiones, que hacían gemir a Anouk. Con un dedo empezó a acariciar los labios de la pelirroja, sin atreverse de momento a penetrarla. Estaba algo mojada, pero ella quería hacerla mojarse más, quería que se corriera con ella. Empezó a aumentar la intensidad de los lametones y, sin previo aviso, metió dos dedos en el interior de Anouk.

Al principio empezó a moverse lentamente, con dos dedos, pero fue aumentando progresivamente la velocidad, a la vez que lamía y succionaba el clítoris de su amiga y compañera. Pronto introdujo un tercer dedo, que unido a los otros dos, daban un placer jamás imaginado a Anouk.

Sintió cómo Anouk se mojaba más y quedaba jadeando. Pero aquello no era cómodo, así que se levantó volviendo a rozar sus pezones con el cuerpo de Anouk y besándola la cogió de las manos y la sacó de la bañera. La llevó hasta su habitación, donde la tiró sobre la cama. Las dos estaban empapadas, pero ya cambiaría las sábanas.

Anouk se incorporó cuando Victoria se sentó en la cama. Cogió las rodillas de la morena y sin ningún esfuerzo, abrió sus piernas, pudiendo ver así todo su sexo mojado. No sin vergüenza se inclinó sobre él y empezó a besar y a lamer el clítoris de Victoria.

Oír a Victoria jadear la excitaba más y la incitaba a seguir con su tarea. Empezó a lamer sus labios con delicadeza. Después los separó y, relamiéndose, metió la lengua en el interior de Victoria.

Victoria entrelazó las manos con el pelo anaranjado de Anouk, a la vez que movía sus caderas, ansiosa del contacto con la pelirroja. Oleadas de placer la inundaban y quería que Anouk indagara más, lamiera más. Con una mano, Victoria empezó a masajearse los pechos y a acariciarse los pezones, mientras que con la otra instaba a Anouk a lamer más hondo.

La chica se separó de ella y mandó a Victoria chuparle los dedos. Ella lo hizo gustosa, sabiendo que venía algo realmente placentero. Sin dejar de aumentar la velocidad con la que acariciaba sus propios pezones, Victoria sintió cómo Anouk se introdujo en ella. Con otro dedo acariciaba y pellizcaba su clítoris. Sintió cómo su compañera metía un tercer dedo y empezaba a hacer embestidas más rápidas y hondas. Se incorporó un poco y, lamiéndose dos dedos, los introdujo en el interior de Anouk, masturbándola a ella también. La pelirroja gimió de placer y Victoria acompasó sus movimientos a los de su compañera.

La morena negó y tiró a Anouk a la cama, que chilló. La tumbó de lado, la abrió de piernas y ella se colocó cómodamente entre ellas. Le dio la mano a Anouk y empezó a moverse, haciendo que sus sexos se rozasen y sus clítoris entraran en contacto. Empezó a moverse más rápido, ansiosa de correrse, y Anouk también se comenzó a mover. Se rozaban, provocando gemidos y pequeños chillidos ahogados que contribuían a que aumentaran la velocidad de sus movimientos.

Se corrieron casi a la vez y, cansadas, se tumbaron la una junto a la otra y se quedaron dormidas.
Notas finales:

Espero que os haya gustado...

Dejad algún review, que me gusta saber lo que la gente opina de lo que escribo! Nos vemos!


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