Capitulo 1. “El extraño.”
Era un mal día para él. Tal vez el peor de todos. Un muchacho humilde de unos 24 años de edad, ojos negros, piel blanca, cabellos negros, vestido con una camiseta blanca que ahora tenía una mancha de sangre, un pantalón de jean gastado y zapatillas blanca. Se encontraba asustado, frente a una persona muerta, temblando y llorando ante la escena. No sabía que hacer, no sabía si avisarle a alguien, si llamar a la policía, o si debería salir corriendo del lugar. Lo peor de todo es que a esa persona la asesinaron frente a sus ojos. Su nombre es Elle Lawliet.
“¿Por qué? ¿Por qué tuvo que matarlo de esta manera? ¿Por qué tuvo que matar a este señor de esta manera tan cruel?”-Pensaba horrorizado.-Está realmente loco…
Observaba el cuerpo ya sin vida. Tenía toda la cara desfigurada, y el cuerpo cubierto con sangre por la cantidad de puñaladas que había recibido.
Escuchó el ruido de unos pasos que se acercaban hacia donde el se encontraba.
-¡¡Oiga, usted, arriba las manos, está arrestado por asesinato!!-Gritó un policía entrando al lugar.
El moreno muchacho se quedó paralizado, sin moverse. ¿Acaso lo iban a arrestar por un crimen que no cometió?.
-Yo…no es lo que piensan, se están equivocando…no lo maté…-Trataba de decir.
-¡¡Recibimos una llamada diciendo que se estaba llevando a cabo un crimen!!-Respondió el otro policía acompañante.-¡Además usted es el único que se encuentra en este lugar, no hay nadie mas cerca!
“¿Una llamada? Entonces fue el, el que llamó a la policía y escapó dejándome aquí.”
-¡Pero, yo no lo hice! ¡Les estoy diciendo la verdad!-Se defendía.
-Será mejor que no haga ningún escándalo y se entregue a la policía, estará en la cárcel con gente más loca que usted.-Le contestó el policía.
-¡No, a la cárcel no! ¡Están cometiendo un grave error! ¡Yo nunca mataría a alguien!
-¿Entonces por qué tiene la camiseta manchada con sangre?
-¡Porque quería ayudarlo, y terminó muriendo en mis brazos!-Le respondió desesperado Elle.
-¿Y cree que vamos a creer eso?¡ Por favor, entréguese o tendremos que usar la fuerza!-Le dijo acercándose a él con unas esposas en la mano.
-¡Aléjese de mi! ¡Yo no iré a la cárcel! ¡Soy inocente!
-Eso lo demostrará en el momento del juicio, tendrá que conseguir un gran abogado para que lo defienda y demuestre su supuesta inocencia…
-Se están equivocando…yo…no quiero ir a la cárcel…no…yo no soy un asesino…-Decía alejándose de los policías, dirigiéndose hacia la puerta trasera del lugar.
-¡No intente escapar! ¡Regrese aquí!
-No…no…¡¡No soy un asesino!!-Dijo por último antes de salir corriendo del lugar.
-¡Deténgase! ¡¡No huya!!-Gritaban los dos policías yendo tras el moreno joven.
Ya era demasiado para el. Demasiadas cosas en un solo día. Había presenciado un asesinato y para colmo, ahora creían que él era el autor de dicho acto. Quería escapar, quería estar lejos de ese lugar, ir a un lugar donde nadie lo conociera, desaparecer de su pueblo. Quería olvidarse de esa horrible experiencia. Seguía corriendo, asustado, no quería que esos policías lo atraparan y lo lleven a la cárcel por culpa de otra persona.
“No creí que el estuviera tan loco, pensé que era mi amigo, pero ahora me demostró todo lo contrario. Es un enfermo, me tendió esta trampa…pero… ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que llegar tan lejos?”
Aunque estaba cansado, seguía corriendo, la desesperación y el terror hacían que sus pies se movieran solos. Miraba hacia atrás de vez en cuando para ver si seguían persiguiéndolo. Cuando vio que llevaba demasiada ventaja escapando, se escondió entre algunos arbustos.
-¿A dónde fue? ¿Lo viste?-Alcanzó a escuchar la voz de uno de los oficiales.
-¡Eh…creo que se fue por allá!-Le respondió el otro señalando hacia el frente.
-Bien, vamos.-Dijo antes de que siguieran el camino señalado, pasando cerca de los arbustos pero sin sentir nada.
Al ver que pasaron sin darse cuenta se calmó un poco y trataba de regularizar su respiración. Se colocó una mano en el pecho para sentir el latido de su corazón, el cual estaba muy acelerado. Salió despacio de entre las plantas y observó el panorama.
-¿Qué es lo que debería hacer ahora? Si sigo por aquí podrían volver, y si se llega a hacer público, todos los vecinos me mirarán mal y pensarán que soy el asesino…definitivamente no puedo quedarme en este pueblo, debo irme…-Terminó concluyendo Elle.
Comenzó a caminar en sentido contrario al que habían ido los oficiales de policía. Se encaminó a su casa para cambiarse de camiseta, ya que la otra tenía una mancha de sangre, y buscar algo de comer para llevarse durante su camino. Debía abandonar su casa y su pueblo, pero el problema no solo era ese. Ahora ¿A dónde podría ir ahora?. Sacó las pocas monedas y los pocos billetes que tenía guardados, ya que no tenía muchos recursos económicos. Al cabo de unos minutos ya había salido de su casa para ir a tomar un colectivo que lo lleve a otro pueblo. Con el poco dinero que tenía no le alcanzaba para conseguir un lugar cómodo para quedarse a dormir o estar seguro.
Con todo lo que le había sucedido en el día, ya era de noche. Ya se encontraba en otro lugar muy diferente al suyo. Era más poblado, y tenía muchos más lugares y negocios. Era la ciudad de Kanto, en Japón. Un lugar muy hermoso, que con solo una mirada ya lo dejó asombrado. Decidió caminar un poco por sus calles para conocer un poco y seguir admirando el lugar.
-Es una ciudad muy hermosa…-Se decía a si mismo.
Estuvo varios minutos caminado por la ciudad, obviamente no podía recorrerla toda. Debía ocuparse de algo más importante. Sacaba el dinero de su bolsillo.
“Es muy poco, no va a alcanzar para nada.”
Decidió sentarse en un rincón de la vereda, con mirada triste tratando de recordar lo mal que lo había pasado. De solo recordarlo las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.
-¿Disculpa? ¿Te sientes bien?-Preguntó un joven castaño muy elegante acercándose a él.
-No…nada…no es algo que le interese…-Le respondió Elle.
-¿Qué no me interesa? Claro que me interesa, una persona no debería estar sentada en la calle, ¿Sucede algo, por qué está llorando?-Seguía preguntando.
-Usted hace muchas preguntas…-Le dijo Elle secándose algunas de las lágrimas con el puño de su camiseta.
-No tienes porque tratarme de usted, seguro eres mayor que yo. Llámame Light Yagami. ¿Tu como te llamas?
-Me llamo Elle…Elle Lawliet…-Dijo mirando hacia el suelo.
-¿Por qué estás tan triste? Y por qué estás en la calle?- Insistía Light con las preguntas.
-¿Dónde quieres que esté? Recién llego a esta ciudad, no conozco nada, ni a nadie, ni tampoco tengo donde quedarme…-Respondió algo alterado.
-Recién llegas…ya veo…eres nuevo en la ciudad. Entonces si no tienes donde quedarte, puedes quedarte en mi casa…ya es muy tarde y es muy peligroso que te quedes aquí, y más si eres nuevo…
-¿Quedarme en tu casa?-Preguntó sorprendido el moreno.
-Si, tengo mucho espacio en mi casa, además estarás seguro, soy un policía así que si sucede algo estaré allí para que estés tranquilo.
“¿Policía? Es muy arriesgado, si se llega a enterar de que me escapé de que me lleven a la cárcel posiblemente me irá a entregar. Pero…el está siendo muy bueno conmigo apenas conociéndome. Tal vez si le cuento después mi situación pueda ayudarme.”
-¿Y que opinas?-Preguntaba el castaño extendiendo su mano para que el mayor pudiera levantarse.
-Está bien, iré contigo…-Dijo aceptando la ayuda del otro.
“Beyond, haré que pagues por la trampa que me tendiste. Por tu culpa me persiguen a mí. Espero encontrarte para hacer que te lleven preso y te quedes encerrado por el resto de tu vida.”
CONTINUARÁ…
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