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Vampiro de sangre azul por Temari303

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Notas del capitulo:

Bueno, este es mi tercer Fic.

¿La idea? Mientras leía los comics de Vampire Knight (de Matsuri Hino), se me ocurrió poner a los personajes de Naruto en alguna historia parecida, dejando de lado lo del colegio habitado por vampiros.

Bueno, mejor dejo de hablar...

Personajes de Masashi Kishimoto ^_^

 

Por cierto, si a alguien le interesa saber de que va el cómic que he nombrado antes, aquí está :

http://www.mangasama.com/manga/vampire-knight/vampire-knight-episodio-1-126/

 

Nombre: Sasuke Uchiha

Edad: 17 años

Profesión: -----

Afición: Matar vampiros

 

 

-Ya casi es la hora-dijo el pelirrojo-. Está apunto de anochecer.

-¿Acaso estás preparado?-le reprochó el pelinegro.

-¡Sasuke! No empieces de nuevo. Lo que pasó la última vez fue a causa de un... error de cálculos. Esta vez no fallaré-aclaró Gaara cruzando los brazos.

-Pues venga...-dijo entrando en el coche negro propiedad de la familia Uchiha. Arrancó el motor y se pusieron en marcha, con Sasuke al volante.



-¿Por donde empezamos?-preguntó el pelirrojo mirando por la ventanilla.

-Por el centro. Allí nos separaremos. Tú irás hacia el este, y yo hacia el oeste. ¿Entendido?

-Si-replicó. Odiaba cuando Sasuke le daba órdenes, y más cuando le trataba como si no las entendiese.



Al fin, llegaron al centro de la ciudad. Estaba completamente abarrotado de gente y tráfico. Era bastante improbable que un vampiro atacase aquí. Había que optar por vigilar los callejones, el lugar más fácil donde encontrarlos con alguna víctima recién capturada.

Aparcaron y salieron del coche. Cada uno se fue en su dirección acordada sin decirse una palabra de despedida como ‘'Nos vemos luego'', ni siquiera un simple ‘'Adiós''. La verdad, pocas veces se dirigían la palabra. Solo lo prescindible, ya que realmente ellos se odiaban. Y para colmo, a la hora de elegir los grupos de caza-vampiros de cada zona, les tocó ir juntos.



Sasuke cruzó la plaza donde se encontraba y se adentró a la zona oscura, donde las luces de las farolas y de las tiendas no llegaban a iluminar la calle. Sacó una pistola que llevaba colgada a su cinturón y se adentró lentamente. Tenía que estar alerta a cualquier movimiento que captase. La mayoría de ellos eran ratas o cucarachas, aunque también había algún que otro vagabundo vagando por la zona. Las principales victimas.



De pronto, escuchó un ruido, poco común para una persona normal, pero fácilmente reconocible por el pelinegro. La succión de sangre. Avanzó con paso rápido a la esquina de la calle y se asomó. Vio lo que se imaginaba. Una imagen terrible a la que ya estaba acostumbrado.



-Aparta tus asquerosas manos de él-amenazó apuntándole con la pistola.

El eludido alzó la mirada. Unos ojos inyectados en sangre recorrieron a Sasuke de arriba abajo.

-Ella-respondió sonriendo. Tenía la boca llena de sangre y el olor de ésta inundaba el aire. El azabache apretó el gatillo sin vacilar. Después, se acercó a la víctima y se agachó para comprobar si seguía con vida.

Nada. No tenía pulso.

Se levantó de nuevo, mientras observaba cómo lo que había sido el vampiro se consumía en cenizas. Se dio la vuelta y se fue del lugar. De un momento a otro, vendría la gente que hubiese escuchado el tiro. Aun así, su trabajo todavía no había terminado. Todavía le quedaba toda la noche.

Continuó su camino. Debía ir rápido. En ese mismo momento podría haber otro vampiro asesinando sin límites. Sin nadie que se lo impidiera. Eso enfureció al pelinegro y se puso a correr.

 

Recorrió todas las calles, observando atentamente todo lo que estaba al alcance de su vista. Parecía ser una noche tranquila, pero él tenía claro que no lo era. Sus ojos captaron un brillo rojo. Inconfundibles. Apuntó y disparó a la oscuridad. No estaba para perder el tiempo. Se acercó para ver bien. No había víctima, aun así nunca perdonaba a los vampiros. Su simple existencia le molestaba.

Se alejó corriendo de nuevo y continuó.

 

 

Pasaron las horas; el sol ya no tardaría en salir. El pelinegro había tenido una noche completa. Se podría decir que habían aprendido la lección, pero sabía que eso no pasaría.

Jamás.

Hizo el camino de vuelta hacia la plaza central. Estaba agotado y a su pistola ya no le quedaban balas anti-vampiros.

 

De pronto, un escalofrío le recorrió la espalda. Alguien se acercó a él por detrás.

Se giró para ver quien o que era. Al principio no vio a nadie, pero solo tuvo que bajar la mirada para encontrarse con un niño rubio de ojos azules, de unos 6 años, que lo miraba fijamente.

Sasuke frunció el ceño. ¿Cómo un niño podía ser tan... adorable? El pelinegro negó violenta mente con la cabeza.

-¿Qué quieres?-dijo mientras se ponía a su altura.

No recibió respuesta. Es más, el niño no paraba de mirarlo, cosa que hizo ruborizar levemente a Sasuke.

-¿T-te has perdido?-continuó preguntando. Al no recibir respuesta, se dio por vencido y se levantó. Cuando iba a irse, notó como alguien le agarró de la chaqueta. Se dio la vuelta y vio al pequeño rubio cogido a él. Su otra mano estaba apoyada en su estómago, y por la expresión de su cara, parecía que le dolía. Sasuke se agachó de nuevo y apoyó su mano en el lugar donde el pequeño le señalaba.

-¿Te duele?

…ste asintió levemente. Gracis a la luna, el pelinegro pudo observar cómo estaba manchado de sangre.

Volvió la vista al niño y apartó su mano para ver que tenía. Estaba herido, desde luego. Parecía un roce de bala.

-Vaya... ¿dónde están tus padres?-el rubio le miró fijamente de nuevo, para al final, negar con la cabeza.

-No tengo padres-murmuró con una voz aguda, aunque contenida. Se notaba que estaba reprimiendo las ganas de llorar.

Sasuke frunció de nuevo el ceño, y sin vacilar, lo levantó y se lo llevó.

-He de llevarte al hospital-musitó para si mismo.

-¡No, no!-dijo de pronto el pequeño, revolviéndose.

-¿Qué? Claro que si. Estás herido...

-No importa, no puedo ir al hospital-dijo mientras intentaba escapar del agarre del pelinegro. De pronto, paró de moverse. Puso sus dos manos en la herida, retorciéndose de dolor.

-Claro que vas a ir al hospital. Y ahora mismo-senteció el mayor.

-¡No!-exclamó, tirándose al suelo.

-¡¿Qué haces?!-rápidamente lo levantó y lo alzó al aire.

-Por favor... No quiero ir al hospital...-masculló-. No...no debo.

-Está bien... Pero tiene que verte un médico.

…ste asintió mientras Sasuke volvía a cargarlo.

-Te llevaré a mi casa, y allí llamaré para que te curen esa herida.

El rubio se cogió fuertemente a él, intentando soportar el dolor que sentía, mientras, Sasuke se dirigió corriendo a su coche.

Vio que Gaara todavía no había llegado, pero no tenía ni tiempo ni ganas de esperarlo, así que metió al pequeño en el asiento de atrás, arrancó el coche y se fue.

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-Por cierto-dijo para distraerlo cuando llevaba un rato conduciendo-. ¿Cómo te llamas?

-Naruto...

-¿Naruto qué mas?

-Nada más. Ya no tengo padres, así que ya no tengo apellidos...-dijo seriamente.

-‘'Fantástico, Sasuke. Mete mas la pata''-se reprochó el pelinegro sin quitar la vista de la carretera.

-Pues yo me llamo Sasuke Uchiha.

-¿Tienes padres?

El pelinegro no respondió, solo asintió.

 

-Y-ya casi hemos llegado-dijo intentando cambiar de tema.

 

 

Nada más llegar a casa, Sasuke llamó a un médico. Llegarían en media hora, y mientras tanto tenía que hacer algo para entretener a Naruto. Al entrar en la sala de estar, donde lo había dejado, se lo encontró sin camiseta, limpiándose la sangre de la herida con una servilleta de cocina.

-N-Naruto, ¿qué se supone que haces?-preguntó, quitándole de las manos el pañuelo.

-No quiero causar molestias al médico... Ya me curo yo...

-No, de eso nada. Además, viene en media hora, así que deja de hacer tonterías.

El rubio bajó la mirada tristemente con lágrimas en los ojos.

-L-lo siento.

-Déjalo. No pasa nada-murmuró Sasuke nervioso. Realmente, no sabía como tratar a un niño pequeño, y ya lo había hecho llorar-. ¿Tienes hambre?

El pequeño asintió levemente.

-Vale, ahora vuelvo.

 

 

Tres minutos fue lo que tardó en prepararle algo de comer. Volvió a la sala y le sirvió un plato de ramen que dejó delante de él. Naruto se acercó a la comida y la olió, después se apartó rápidamente con las manos en la nariz.

-¡N-no me gusta!

-¿No? Vaya... ¿Si no quieres ramen... entonces qué?

Naruto negó con la cabeza.

-No quiero nada-dijo secamente.

-¿Cómo que nada? Hace un momento me has dicho que tenías hambre.

Negó de nuevo, y Sasuke suspiró. Cogió el mando de la tele y la encendió.

 

Pasaron los minutos, y alguien llamó a la puerta.

-Voy a abrir-dijo Sasuke levantándose.

Naruto escuchó atentamente la llegada del médico. Parecía ser una mujer la que había llegado. Alguien abrió la puerta de la habitación donde se encontraba, y en ella entraron Sasuke y una mujer pelirrosa que llevaba una maleta. …sta última se sentó delante del rubio y observó horrorizada su herida.

-¡Pero si esto es una herida de bala! ¡¿Cómo ha pasado?!

-No lo se. Lo encontré así-explicó Sasuke, cruzándose de brazos-. Deja de preguntar y cúralo de una vez-la miró fríamente y salió de la sala.

Después se dirigió a la cocina a por un vaso de agua.

-Vaya noche-musitó suspirando. Dio un trago largo y lo dejó en el lavamanos.

De pronto, oyó un grito proveniente de la habitación donde se encontraba Naruto y fue corriendo hacia allí.

-¡¿Qué pasa?!-exclamó abriendo la puerta de golpe.

La imagen que vio en ese momento, desde luego no se la esperaba.

Haruno desmayada en el sofá, y Naruto sobre ella con la boca manchada de sangre, y unos pequeños colmillos sobresalientes del labio superior.

Notas finales:

Bueno, aquí llega el final del capítulo. Espero que os haya gustado, aunque igualmente, lo mas seguro es que lo continúe...  ^_^

 

¡Adiós!


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