-Nah, ¿por qué me toca siempre a mí hacer todo el papeleo?
-No te quejes tanto. Aún debes ordenar cinco expedientes y...esos Cinematic Record.-dijo William señalando una montaña de libros y ajustándose las gafas.-Y luego debes ordenar todos los reportes que acaban de mandar desde el mundo humano.
Grell, sentado en un escritorio de ébano lleno de montañas de libros y papeles, resopló e hizo un puchero. El otro shinigami le miró seriamente y salió de la biblioteca, dejando al pelirrojo "encantado con su trabajo".
-¡William, esto es explotación labor...!-Grell se giró al estar hablando con el aire y se aguantó las ganas de golpearse repetidamente contra la mesa.-¡¿Y tú qué haces aquí?!-gritó señalando acusadoramente a Undertaker desde el escritorio.
-Yo sólo he venido a por algunos Cinematic Record.-decía el shinigami haciendo un puchero y rebuscando por las estanterías.-No es mi problema que William te encargue todo su trabajo.
Grell se desplomó sobre la silla y se dedicó a mirar con total aburrimiento cómo Undertaker se recorría media planta buscando, más bien desordenando, "libros interesantes". Al rato salió con cuatro libros bajo el brazo y se volvió hacia un medio dormido Grell:-No te aburras mucho, Grell Sutcliff.
Nada más salir el shinigami por la puerta, Grell dejó caer pesadamente la cabeza sobre una de las montañas de papeles.
-Debe ser algo verdaderamente grave y aburrido como para que no estés pegando gritos y tratando de matarme.
El shinigami pelirrojo alzó la vista de los expedientes que había estado rellenando y pegó un grito de alegría.
-Predecible, demasiado predecible.
-¡Sebas-chan!-se levantó de golpe y la silla cayó con gran estrépito junto a un montón de papeles que salieron revoloteando.
El shinigami saltó la mesa y se lanzó a abrazar al mayordomo, quien increíblemente se dejó hacer.
-¡Eres tan....kyaaaaa!-Grell seguía dando saltitos y abrazando al mayordomo.-Chotto, ¿qué haces aquí?
-El Bocchan me dio el día libre, así que he aprovechado para venir a visitarte.-contestó esbozando una de sus ambiguas sonrisas.
-¡Aiss, qué...!-Grell abrió los ojos como platos cuando Sebastian le empujó contra el escritorio y...
-¡¡Grell Sutcliff!!-William le dio un manotazo a la mesa, despertando a Grell de forma instantánea.-¡Eres un desastre! ¡No has hecho nada! ¡Ni siquiera has rellenado tres expedientes! Y tengo testigos.-dijo volviéndose y señalando a un sonriente Undertaker.
-Hablas en sueños, ¿sabes, Grell? Es bastante divertido responderte.-rió mientras seguía leyendo un Cinematic Record.
-Y encima tienes visita...Y no te vuelvo a encargar de la biblioteca nunca más, ¿entendido?-William hizo una pequeña pausa y se ajustó las gafas.-¿Y si entran a robar o algo, eh?
Ante este comentario, Undertaker cerró el libro, lo dejó en una estantería y contestó jocosamente:
-¿Y qué van a robar, William?¿Cinematic Records?¿La cesta de galletas de la recepción? Quizá intenten raptar a Grell y todo.-dijo soltando otra carcajada. William hizo una mueca y se giró hacia la puerta:
-Lo dicho, Grell.
-¡Sebas-chan!¿¡Qué se supone que...!?-exclamó crispando repentinamente las manos notablemente alterado.
-Eres predecible, Grell, demasiado predecible.-dijo el mayordomo sonriente y sacudiendo la cabeza en un gesto de desaprobación.
Grell se quedó a cuadros y murmuró por lo bajo:
-No me jodas...
-¿Ocurre algo? Si quieres me voy...
-¡N-no!-chilló Grell tratando de ordenar todo lo que había desordenado al levantarse.-No hay ningún problema.
-Bueno, yo de momento me voy. William, deberías hacer lo mismo. Hazme caso.-decía Undertaker saliendo nuevamente de la Biblioteca.
Grell se quedó mirando a Sebastian, dudando entre preguntarle o no el motivo de su visita, solo faltaría que...:
-¿Y a qué se supone que has venido?
-El Bo...
-Ya lo sé, te dio el día libre y bla bla bla...-completó Grell poniendo los ojos en blanco. Aunque ya estaba mentalmente preparado, le sorprendió igualmente la reacción del mayordomo, que tal y como en sucabezadita , acababa de empujarle contra el escritorio y ahora le estaba besando apasionadamente mientras le quitaba el rojo abrigo. Grell entreabrió los ojos y empujó al demonio para lanzarle un libro a Undertaker.
-Perdón por interrumpir, sólo venía a por un par de cosas que había olvidado.-replicó cogiendo un montón de documentos de otra estantería.-Vosotros a lo vuestro, ¿eh?
Grell le fulminó con la mirada por enésima vez hasta que volvió a desaparecer por la puerta. Sin hacer ningún comentario, cogió la silla del escritorio y bloqueó la puerta.Mostrándole una sonrisa llena de afilados dientes a Sebastian, volvió a besarle, y esta vez no habría interrupciones.