El cumpleaños de Ciel por Ainu

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Notas del capitulo:
Aquí el segundo capítulo, creo que es un poco más largo que el anterior...o quizá mas corto xD

¡A leer se ha dicho!

    Ciel se dirigió temeroso a la enorme pila de regalos que había en medio del recibidor:
Una gran "caja" negra, una caja amarilla, una caja morada, y otro par de cajas naranja y azul y otra cajita verde. Ciel prefirió ir abriéndolos por orden, así que primero abrió la caja amarilla.
-¿Un...anillo?
-¿Te gusta?-preguntó Lizzy desde la fila que habían formado todos los invitados. Ciel asintió, de modo que la niña soltó un grito de alegría.

   Siguiendo el orden, cogió la cajita naranja y se encontró un libro titulado "Manual para hacer un lanzallamas". Automáticamente se giró hacia Bard, quien sonrió antes de ser golpeado por el mayordomo.

    Cogió la caja verde y encontró un pequeño álbum de plantas disecadas. Finnian sonrió y chocó las manos con Maylene. Abriendo la caja azul, Ciel se giró hacia Maylene con un reloj de bolsillo en la mano y le dijo un escueto "Gracias", provocando que la sirvienta volviese a chocar las manos con Finnian.

   Abrió la caja morada y se encontró un pequeño gato negro de felpa. Cerró la caja sin hacer ningún comentario y se volvió hacia Sebastian:
-¿Qué...?-Ciel se calló y volvió a mirar el gato de felpa. Se parecía demasiado al nuevo gato de la marca Phantom, pero estaba demasiado bien hecho.-Gracias.-dijo esbozando una pequeña sonrisa. Se giró de nuevo hacia el único regalo restante y le dio un escalofrío.
-¿Hakushaku?.-dijo Undertaker sonriendo aún más de lo normal.

Ciel quitó el papel que envolvía el regalo. Era demasiado predecible. ¿Qué demonios iba a hacer con un ataúd?¿¡Usarlo de estantería!?
-Te dije que le tenías que haber regalado otra cosa.-susurró Grell.-Y encima...
-¿No va a abrirlo?-preguntó Undertaker ignorando al pelirrojo. Ciel abrió la tapa y se encontró otras dos cajas, una roja y con un enorme lazo rojo y otra de color gris sin ningún tipo de adorno.-¿Y bien?
-...Gra...cias...-dijo sacando las otras dos cajas y una urna de galletas con un lazo negro. Antes de volver a cerrar la tapa, vio unas cuantas tablas de diversas anchuras... Una estantería con forma de ataúd, sólo se le ocurriría a Undertaker.

    Abrió la caja roja y sacó un traje rojo con encajes rojos y un lazo rojo, así que se limitó a soltar un "Gracias, Grell" y a coger la otra caja. La abrió y sacó un pequeño monóculo de montura plateada con una cadena del mismo color. Se giró hacia William, quien ladeó la cabeza y asintió cuando Ciel le dio las gracias.

    La perfecta fila formada por los invitados y los sirvientes se deshizo rápidamente cuando todos fueron corriendo, unos más que otros, a abrazar y a felicitar gritando, unos más que otros, al Conde. Lizzy fue la primera en ir a correr y a felicitarle, cosa que hizo gritando justo al lado del oído de Ciel, dejándolo medio sordo. Tras ella se lanzaron Maylene y Finnian seguidos de un Grell que le abrazó y le dio varias vueltas en el aire antes de dejarlo en el suelo, mareado y medio sordo de tantos gritos de Lizzy y Maylene.
Mientras que dejaban a Ciel medio moribundo, Sebastian se fue silenciosamente a la cocina a por el pastel, William le felicitó con su seriedad tan característica y Undertaker le dio un abrazo al estilo de Lizzy, haciendo que Ciel perdiese el poco aire que había cogido.

-.-.-.-.-.-.-

    Sebastian sirvió una taza de té a cada uno de los invitados y una porción de tarta de vainilla y chocolate. Sentándose al lado de Grell, buscó a Esponjoncito con la mirada y se acordó de que lo había encerrado en un armario de su habitación.
Lizzy, sentada al lado de Ciel, no paraba de hablar con él, quien por una vez en su vida trataba de prestar atención a lo que le decía Lizzy. Gracias a Dios, justo cuando iba a preguntarle sobre no se qué de una tarde en el campo, a Maylene se le derramó un poco del té sobre la mesa y Undertaker le lanzó la cucharilla a Grell para que dejase de molestar al mayordomo.
Grell pegó un grito cuando la cuchara le dio de lleno en el ojo, cogió su tenedor y se lo lanzó a Undertaker, que lo esquivó e hizo que el pequeño cubierto se clavase en el centro de un cuadro del comedor. Previendo lo peor, Ciel trató de serenar a ambos shinigamis, sin éxito.

    En menos de cinco minutos, el comedor se convirtió en un campo de batalla donde las cucharas de postre y las sobras de tarta volaban por doquier.
Bard, quien nunca dejaba escapar una buena oportunidad para usar su "arte", le puso una improvisada mecha a un trozo de tarta y lo lanzó hacia el techo, donde explotó en un montón de diminutos trocitos que mancharon a todos los presentes.
Grell estaba lanzándole cucharillas a Undertaker, quien esquivaba casi todas, haciendo que, o bien diesen a otras personas que se volvían cabreadas e iban a por él, o bien se clavasen en alguna pared. Harto, el shinigami pelirrojo se lanzó sobre el sepulturero y trató de ahorcarle sin éxito, porque William le dio una patada y lo miró reprobadoramente antes de recibir un puñetazo en el estómago de parte del pelirrojo.
Maylene y Finnian estaban plantados en medio del comedor, al lado de un Ciel que no dejaba de soltar suspiros y de una Lizzy que usaba al niño como escudo. Sebastian, por su parte, aprovechó para intentar matar a Grell a traición en medio del caos, sirviéndose de una cucharilla de plata que voló directa a la cabeza del dolorido shinigami, acertando nuevamente de lleno y haciendo que dejase de pegar a Undertaker y a William.

Harta su paciencia cuando varios cubiertos pasaron rozando su cabeza, Ciel se soltó de Lizzy y gritó un ensordecedor "¡Basta!", provocando que todos se quedasen estáticos en sus posiciones.
-¡No quiero ver una sola cuchara o tenedor volando por el comedor!¿Entendido?¿Por qué, para una maldita vez que celebro mi cumpleaños, tenéis que montarla?
El comedor se quedó sumido en un incómodo silencio, que fue rápidamente roto por un oportuno comentario de Sebastian:
-Bocchan, por algo traté de quitarle esa idea de la cabeza.
-¡Me da igual!Yo quería celebrar mi cumpleaños, y una vez más habéis estropeado todo.-decía tratando, a partes iguales, ni de aniquilar a todos los presentes ni de cogerse un estúpido berrinche. Fulminando a todos con la mirada, metió todos los regalos en el ataúd y le indicó a Sebastian que lo subiese a su habitación.
-Ciel-kun...-empezó Lizzy. Al ver que era ignorada, buscó al resto con la vista para que le diesen apoyo.-Ciel-kun, sólo...-se calló rápidamente cuando Ciel la miró de forma asesina desde el umbral de la entrada al comedor.
-¿Hemos de suponer, por tanto, que la celebración se da por zanjada?
-Sí así lo deseais...
-Oh, vamos, Ciel-kun.-el sepulturero ignoró completamente la mirada de advertencia que le lanzó el niño.-Para una de las pocas veces que celebras tu fiesta de cumpleaños. Era normal que acabase en desastre, con Grell invitado...-el pelirrojo trató de lanzarse nuevamente contra Undertaker, pero le detuvo otro grito autoritario de Ciel.-Además, a este paso te vas a quedar afónico.

Notas finales:
Espero que os haya gustado, dejad un review que es gratis xD
El próximo es el último capítulo ^w^

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