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Amor Yaoi
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Nothing Compares to You por Bittersweet Nozomi

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Notas del capitulo: Bonjour~

No andaba muerta, andaba de parranda (8)~

Creo que pondré eso cada vez que suba algo, dado que, he andado desaparecida de la faz de Amor Yaoi~ En fin.
Se preguntaran queridas mías, que rayos es esto, aparte de un one-shot claro. Decidí aventurarme en nuevos caminos bien desconocidos para mí, y empecé por esto, el K-Pop.
Bueno, este one-shot nació en una clase de inglés, con esta canción que es preciosa y les recomiendo, la escuchen.

Aclaración: Ni Heechul ni Siwon me pertenecen, pertenecen a su contrato de por vida (?) con la SM Entertaiment, yo no gano nada con esto aparte de sentirme realizada al darle una entretención a las lectoras.
Aclaración 2: La canción tampoco me pertenece, solo la use para fines imaginativos~

Sin mas~ 

Enjoy It!

Han pasado siete horas y quince días
Desde que te llevaste tu amor
Salgo todas las noches y duermo todo el día
Desde que te llevaste tu amor

Miro su alrededor una vez mas, algo lúgubre, algo frío, pero era el ambiente que acostumbraba a visitar todos los días.
Una de sus manos paseaba por una lápida de cerámica, perfectamente tallada, perfectamente adornada. Todo parecía perfecto, porque él merecía todo aún después de su muerte.

Pero toda muerte, traía tristeza de la mano, y precisamente aquél chico que acariciaba esa lápida sin cansancio, lloraba como si fuera lo más normal del mundo. A pesar de todo, sus lágrimas se habían convertido en sus mejores amigas, haciendo un caso omiso a esa advertencia que le había hecho el que estaba bajo tierra:

“No quiero que las lágrimas entorpezcan tus hermosos ojos”

¿Cómo no llorar? ¿Cómo mostrar una sonrisa si él ya no estaba? ¿Cómo tratar de ser feliz, si ese chico que yacía ya descansando, se había robado su poca felicidad existente?

-Idiota… ¡Idiota!- Gritó, sin preocupaciones de que la gente le oyera, o que sus manos se dañaran al golpear la cerámica. Su cara se sitúo en ese blanco lugar entre el césped. Leyó, con los ojos aguados, el mismo nombre que leía todos los días. -¿Por qué te fuiste…?

Cerró los ojos, deseando dormir allí, deseando sacar ese ataúd de su lugar de reposo, abrirlo y abrazarlo, dormir con él una vez mas, besar una vez esos labios que tanto amaba.

Ya no dormía como debido, parecía un alma en pena. Todas las noches salía, trataba de divertirse, pero el ruido y las luces de neón fosforescentes solo le producían dolor de cabeza. Al volver a casa, veía esa cama vacía, pulcra, oscura y solitaria.

Con un par de pastillas se olvidaba del mundo, dormía hasta que su cuerpo reaccionaba solo… Y volvía a la rutina.

Desde que te fuiste puedo hacer todo lo que quiera
Puedo ver a cualquiera que elija
Puedo cenar en un restaurante elegante
Pero nada
Dije nada puede llevarse esta tristeza

Miro el cielo, un tanto gris, quizás llovería… quizás.
Era algo tarde para estar en un cementerio, vio la hora, y efectivamente era un poco tarde. Probablemente un guardia le encontraría y le pediría que se retirara… Cosa que el odiaba, no le gustaba dejarle solo, no le gustaba sentirse solo.

Pero su estómago le pidió permiso para irse, el hambre le comía por dentro. Perfectamente podía salir de allí y comer en cualquier restaurant que se le antojase, pero recordaba siempre las palabras de esa persona, regañándole por ese gasto excesivo en una comida que perfectamente se podía hacer en casa. Su tristeza le embargo de nuevo el corazón, quedándose allí. a pesar del sonido de hambre proveniente de su interior.

Porque nada se compara
Nada se compara contigo

-Te extraño tanto… Siwonnie…

~Flash Back~

La primera vez que se fijo en él, creía que era una de esas personas que serian un verdadero reto, o simplemente alguien inalcanzable. Si bien, a Kim Heechul nadie le rechazaba, sentía que aquél chico de cabello castaño y sonrisa amable seria el primero en decirle “Lo siento”.

Y era su religión y su manera de ser la que le provocaban dudas a ese castaño rojizo, algo rebelde y con mirada juguetona.

Pero sabía que en algún momento, ese chico, Choi Siwon, caería a sus pies, como el había caído en sus redes hacia ya mucho tiempo. No podía ocultar por mucho tiempo ese amorcito que se guardaba en el corazón, camuflándolo como una amistad de verano.

¿Amistad de verano? Se le podría llamar así a la rara relación que tenían, mientras cada uno por su lado vacacionaba en una playa.

Se encontraron por casualidad, el castaño caminaba despreocupado por la acera, sin mirar donde iba, hasta que choco con alguien mas alto que el, con una contextura física mayor a la suya. Pensó que ese chico al que había golpeado accidentalmente, le reprendería por su poca atención.

-Lo siento.- Dijeron ambos, el Kim miro hacia un lado, como mostrándose un tanto asustado. El otro le sonrío, arreglándose un poco la ropa.

-Fue mi culpa, lo siento.- Dijo el mas alto, terminando de arreglar esa altanera camisa que se le escapaba de sus dedos.

-No seas tan bruto.- Dijo el Kim, quitándose un audífono, mientras que sus manos arreglaban esa manga que había golpeado al caminar. –Y de hecho, fue la mía, pero ya que estas diciendo que fue tu culpa, podríamos dejarlo así. O mejor, digamos que la fuerza de atracción nos atrajo y eso…

-Eso es un poco ilógico…

-Pero para el gran Kim Heechul, la ilógica y la incoherencia no existen.-

Al pasar los días, ambos se frecuentaban a menudo, buscando un poco de entretención en ese monótono escenario veraniego. Heechul pensaba que al fin había encontrado a la persona que le soportara todo tipo de estupideces que solo a el se le ocurrían. Siwon sonreía, con esa sonrisa de amabilidad y gentileza que el podía irradiar.

Eran de la misma ciudad, de la gran ciudad, ambos estudiaban, la única diferencia que había, era que Heechul era mayor, era un narcisista por excelencia y siempre, siempre, decía incoherencias para ver esa sonrisa brillar frente a él. En cambio Siwon era religioso, era educado, era reservado y solo sonreía cuando estaba con él.

Siempre chocaban por el exceso de religión del menor, del poco interés que tenia el castaño hacia el ‘gran llamado de Dios’, pero al rato, ambos se miraban y se decían “Perdón”, con una sonrisa de pena.

Al separarse, Heechul se recrimino por no seguirle, por no pedirle un número de teléfono o quizás una dirección de e-mail. Se recrimino por no pedirle la dirección de su casa, por no decirle lo que empezaba a sentir por ese chico.

Por que él sabia que eso… no era una amistad pasajera.

Ambos siguieron su vida, monótonamente, estudiando como todo universitario, caminando sin rumbo con un maletín en las manos, pensando quizás que cosas por sus jóvenes mentes.

Claro, Heechul lo sabía, solo él podía llenar sus pensamientos, solo esa persona que había conocido casi por casualidad, podía llenar su poca actividad sináptica.

Cuando le encontró, pudo ver como Siwon le miro con cara de miedo, tratando de huir, tratando de no ver las hermosas facciones del Kim, pero este fue más rápido y sus labios aprisionaron los del menor, importándole muy poco lo que el otro le respondiera.

Su sorpresa fue mayor cuando vio que el menor le tomaba la cintura, y le respondía el beso.

Entendió su miedo meses después, al encontrar los papeles en su maletín, las pastillas en una de sus chaquetas, y al ver como el pelo se acumulaba en sus manos cuando le besaba.

-Tengo cáncer…- La voz se volvió apagada, apoyándose en la pared mas cercana que tenia, viendo como el castaño rojizo se sentaba en la cama que hacia unos meses habían decidido en compartir.

Heechul extendió sus manos, viendo como esos extensos mechones de cabello resbalaban por sus dedos. Sintió el deseo de llorar, de gritar, de golpear al Choi por no tenerle confianza…

-¿Hace cuanto?... –Pronuncio débilmente, aguantándose las lágrimas.

-Heenim Hyung, yo…

-¡Desde cuando, te dije!- Se levanto como pudo, dejando caer esos mechones al piso, dejando ver sus ojos enrojecidos al impedirle el paso a las lágrimas. Siwon le abrazo, cosa que Heechul trato de rechazar. –Suéltame…

-Desde hace dos años… Los tratamientos ya no me hacen efecto.- Estrecho al mayor contra su pecho, recibiendo leves golpes de el.

-¿No crees que yo debería saberlo? ¡Mierda, Siwon! ¿Pensaste que yo te dejaría? ¡Si te busque por medio Seúl es por que realmente me importabas!- Se dejo vencer por el abrazo posesivo del menor, pasando sus brazos por la ancha y bien formada espalda de su dongsae.

Lloró, y mucho. En algunos momentos pudo sentir los sollozos casi inaudibles del menor, estrechándolo mas contra su cuerpo, como tratando de no dejarlo ir nunca.

-Lo siento…

-No lo sientas… Ya no importa que lo sientas.- Respondió, algo dolido, con los ojos cerrados, aspirando esa fragancia exquisita que tanto amaba y que en algún momento se iría de su vida.

Pasaron uno, dos, tres y hasta cuatro meses…

La piel de Siwon se hacia pálida, su masa corporal se perdía, y de un día para otro, dependía del oxigeno para vivir.
Tarde por las noches, vomitaba sin parar, como si su cuerpo expulsara el estómago por la boca y el no pudiera hacer nada para remediarlo.
Allí estaba el, el mayor estaba siempre allí, mirando como la única persona que le había soportado, se iba poco a poco.

Y fue un día nublado, cuando la morfina dejo de hacerle un efecto satisfactorio, cuando los remedios ya no fueron suficientes y la vida se le escapaba del cuerpo.

Rogó a Dios, rogó el perdón. Sabia que era un pecador por enamorarse de un hombre, por aceptar ese amor, por besar esos labios que amaba, por hacerle el amor cada vez que podía, por marcarlo como suyo. Sabia que el no iría al paraíso como decía la mayoría de la gente, pero no le importaba quemarse en las llamas del infierno, por que el paraíso lo había vivido junto a ese castaño que dormía a su lado.

Rogó para permanecer despierto hasta que el Kim despertara, para ver su sonrisa una última vez.

El mayor se despertó casi por inercia. Miro asustado su alrededor y vio como los ojos opacos del castaño le miraban con tristeza. Comprendió que era el momento que no quería que llegase y silenciosamente, se acerco a sus labios.

Sus labios se unieron pausadamente, haciéndolo cada vez más pasional con el paso de los segundos. Los labios del Choi estaban secos, agrietados por la falta de agua, pero aún así… le seguían pareciendo el mejor manjar que  había probado. Una vez terminado el beso, Heechul le miro con lágrimas en los ojos, cosa que al menor no le gusto.

-No quiero que las lágrimas entorpezcan tus hermosos ojos.- Dijo entrecortado, limpiando el liquido salino débilmente con una de sus manos. El mayor le tomo la mano, besándosela a pesar de correr el riesgo de mover la sonda.

-Te amo Siwonnie…

-Yo también Heenim Hyung…- Sus labios alcanzaron a duras penas la frente del castaño, hasta caer rendido en la cama, cerrando los ojos.

-¿Siwon…?- Empezó a moverlo, al ver que no reaccionaba. Se desespero al notar que el había dejado de respirar. -¡Siwonnie!

Él se había ido…
            
~Fin flash back~

Ha sido tan solitario sin ti aquí
Como un ave sin una canción
Nada puede parar estas lágrimas solitarias de caer
Dime cariño, ¿dónde me equivoqué?
Podría poner mis brazos alrededor de cada chico que vea
Pero ellos solamente me recordarían a ti

Recordó que la primera noche fue un martirio para él, daba vueltas en la cama, hablando solo, pensando que Siwon le respondería a sus debrayes en voz alta. Pero solo recibía el silencio como respuesta, la oscuridad como compañera, y esa almohada favorita de su ex entre sus brazos.

La primera semana intento huir de ese recuerdo, tratar de olvidarlo…de ser feliz, el podía simplemente mirar a un chico y este caería a los pies del gran Heenim. Y así era, uno, dos, tres… Bailaba con cada chico que miraba, pero cada vez que sus brazos estrechaban la espalda de ese desconocido, la imagen del Choi se le figuraba en la mente.

Fui al doctor y adivina que me dijo
Adivina que me dijo
Él dijo: chico, mejor trata de divertirte
No importa lo que hagas
Pero él es un tonto…

Creyó que su mente se distorsionaba, hizo un tour completo por cada siquiatra que le pusieran en frente. Todos le decían lo mismo, que debía tratar de olvidarlo, mas de alguno le dio esas pastillitas salvadoras que hacían que sus días se hicieran más cortos.

Pero el no podía divertirse, el no podía mirar a otro chico sin que la imagen de su dongsae se le cruzara por la mente. No ahora, no que habían pasado unos escasos 15 días desde que él se había ido. Divertirse era algo demasiado precipitado para él.

Miro el cielo y sintió una leve gota caer en su mejilla, luego otra, y otra. La lluvia empezó a caer, y un guardia que caminaba por allí le vio, acercándose lentamente.

-Disculpe, vamos a cerrar.- Dijo el guardia, casi en un susurro. El castaño le miro, asintiendo con la cabeza levemente, haciendo el intento por levantarse.

-Voy en un momento.- Dijo espantando al guardia. Cuando se fue, deposito un beso en esa lápida de cerámica, donde claramente decía el nombre de aquella persona que tanto le amo. –Volveré mañana Siwonnie…

Todas las flores que plantaste
En el patio de atrás
Todas murieron cuando tú te fuiste
Yo sé que vivir contigo a veces fue difícil
Pero estoy queriendo dar otra oportunidad

Llego a casa, completamente empapado y con la respiración irregular al correr, tratando de socorrerse de la lluvia.
Abrió la puerta de su casa, entrando rápidamente, adentrándose en la oscuridad de su morada.

Se quito los zapatos y se dirigió a la cocina, le importaba bien poco si estaba mojado y que esto le podría causar un fuerte resfriado.
Tomo un vaso de agua, mirando tristemente el jardín trasero de su casa.

"-¿Cual es la manía de plantar flores, si estas se secaran?-

-Por que los pétalos de las flores me recuerdan a Heechul Hyung…-"


Las flores se caían, marchitas desde sus macetas.

Heechul sonrío algo triste, viendo como el agua se acababa de su vaso, y un trueno le sobresalto.
Quizás debería pensar en renovar el jardín que tanto empeño le había puesto él.

Si volviera a nacer, si se le volviera a encontrar, si tuvieran que vivir lo mismo una y otra vez, él lo aceptaría. Si se encontrara a Siwon de nuevo, con o sin esa nefasta enfermedad que se lo llevo de su lado, él lo aceptaría, por que lo único que quería, era ver esa sonrisa gentil y bondadosa que le enamoró.

-Nada se compara a ti… Siwonnie.

~Fin~
Notas finales:

Ahora me esta entrando la culpa u_u, algún día voy a reevindicarme con esta pareja D:!

Ok, sean buenas conmigo ó_o... es mi primer fic K-pop~ Hice lo que pude, y a pesar de todo, me agrado el one-shot -Y que yo diga eso, es muy raro-, aun así recibo todo tipo de queja, sugerencia, golpe y demaces con los brazos abiertos~

Las quiero <3~

Au Revoir

PD: El día que escriba un EunHae y un KangTeuk sere tan feliz...~


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