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¿cuànto pagarias por mi? por shadow_holly

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Notas del capitulo: voy a ir por un cap cada dos dias hasta k me alcanze en ff.net
Advertencia: palabras altisonantes, palabrotas, palabritas, yaoi Horo X Ren y un poco de lemon (nada que no haya advetido) por fa fuera niñ@s y homofóbicos.
Gracias por sus comentarios.

¿Cuánto pagarías por mí?

Capitulo 4
Chico guapo, con excelente cuerpo y complaciente e iniciado
No importa la preferencia sexual
¿Cuánto pagarías por mí?
Llamar: 771 11 5609

Cuarta noche
Aún tengo la sensación en mis labios, el delicioso sabor en mi lengua y los sonoros gemidos que salían de su boca que quedaron grabados con precisión en mi mente. Realmente valió la pena salir esa noche, aunque tan sólo caminar fue doloroso. Una tortura que con gusto la volvería a pasar si el premio es tan reconfortante como el recordar la posición en que se acomodó en su cama con su espalda arqueada y una gotitas de sudor adornando su piel, sus dorados ojos entrecerrados y sobre todo aquellas cosas que decía cada que me movía con maestría a lo largo de su masculinidad... aquellas palabras que decía en chino, tal vez, gimiendo por más.
En esos momentos no estaba muy consciente de cómo que llegue a estar sobre de él, solo actué por inercia, mas ahora, puedo recordar cómo ocurrió todo esto y como es que tomé tal decisión.
Después de la golpiza que me había ganado gracias a Hao, había quedado en el piso; llovió, me moje, pero aun así no me levante por el dolor. Reí irónicamente en el piso, mientras la sangre era lavada con las gruesas gotas de lluvia.
Quedarme ahí no era tan mala idea, al menos no tenía que ver la cara de Hao, y podía estar ahí tendido mediocremente mientras mi mente pensaban Ren Tao.
Yoh llegó, se asustó al verme, me levanto, me llevó a mi habitación y curó algunas de mis heridas, no me habló, estaba tan molesto que no cruzó palabra alguna conmigo; una vez que salió de mi cuarto, azotó la puerta y puede escuchar cómo le gritó a Hao; “sabes que ese chico casi muere”, “no es de tu propiedad”, “es una persona” y por último aquella frase que dejo sin palabras a Hao “acabaré con todo esto, aunque seas mi hermano , no voy a permitir que le hagas daño a las personas y menos a ese chico”.
Aun con dolor me levanté y fui a donde estaban ellos dos, le sonreí a Yoh, y le dije, “todo estará bien”, el negó con la cabeza; y miró con recelo a su hermano. Esa frase no la podía debatir, pues él me la había enseñado y ahora no me convenía ni a mí ni a muchos de los que trabajamos con Hao, que Yoh termine con el negocio. No solo yo dependo de esto, si no también muchas chicas y madres que de esto mantiene a sus hijos; no es el trabajo más honorable, sin embargo muchos incluyéndome a mí, no tenemos otra opción.
Yoh una vez más fue conmigo y me llevo a mi habitación, se veía más tranquilo y le pedí un favor, que me llevara a donde me vería con Ren. No estuvo de acuerdo y me pase casi una hora convenciéndolo. Finalmente aceptó, me llevó en su auto, llegué tarde.
Fácilmente recocí a Ren solo con ver el color de su piel y la forma que se puso de pié, ya se iba; se dio cuenta que yo no sentía bien y aun así me llevo a un departamento, pero no para lo que yo creía si no para que me viera un doctor muy peculiar.
El hombre parecía divertido, pero tétrico, me hubiera simpatizado mucho de no ser por el simple y llano hecho, de que, en cuanto nos encontramos solos, el hombre cambio su sonrisa y puso una cara totalmente seria; casi podía jurar que el doctor me odió, aunque con sus palabras entendí el por qué de su comportamiento. El solo quería lo mejor para Ren y entre lo mejor, obviamente no me encontraba yo. Recuerdo textualmente sus palabras:
-tú no le convienes, si él te buscó recházalo - me dijo mientras vendaba me brazo izquierdo, realmente no entendí porque lo decía, si no me conocía, pero las marcas en cuerpo me delataban y el era un doctor, supongo que los golpes y las marcas que tengo, gracias a mi último empleador, me delataron – una persona con tu profesión no debería acompañarlo.
- solo soy su amigo – le debatí y en cierto punto era verdad, nunca habíamos tenido algo más, el hecho de que nos conociéramos fue una simple coincidencia, de hecho, creo que si yo no tuviera esta profesión, Ren y yo seriamos buenos amigos.
-¡un amigo! ¿cuánto dinero quieres? Te daré el doble de lo que él te ofrezca, no lo vuelvas a buscar – me dijo mientras me miró y dejó de lado lo que hacía, me molestó, yo nunca vi a Ren con esas intenciones y supongo que tampoco me busco a mí con el fin de follar conmigo. Aun así era difícil que alguien más lo entendiera, simplemente él era un niño rico que podía hacer lo que quisiera y yo un prostituto, no había ni cómo defenderse.
- no quiero nada, ya se lo dije Ren ha sido amable conmigo, no quiero sacarle ningún provecho- me defendí y luego él rió, como si me creyera…
- Está bien, bueno como eres su amigo y yo también te pediré entonces un favor, no lo vuelvas a ver, él es una persona muy importante y aunque parezca ser una persona fuerte e invulnerable, no lo es, y tu simple compañía lo puede confundir y no solo eso, si algún enemigo de Ren se entera lo destruirán a él y su familia… simplemente Ren no puede cometer más errores entiendes- sus palabras penetraron en mi como si delgadas agujas de hielo se enterraran en mi piel y se quedaran dentro congelado mi ser. Sabía que verlo era un problema, pero no que fuera uno tan grave, tenía razón esta debía ser la última vez que lo viera, nunca más.
- no lo volveré a ver, al menos yo nunca o volveré a buscar – luego de eso el tomo una jeringa, creí que me mojaría la cara de nuevo, pero no… me sedó y caí dormido. Creo que antes de eso pude escuchar que dijo gracias, no estoy seguro.
Cuando desperté, sentí como acariciaban mi rostro, generalmente cuando lo hacen, no es nada divertido y me asusta, pero esa noche eran los ojos de Ren lo que tenía encima. Sería la última vez que lo vería así que sin mucho detenimiento me posé sobre él y lo lamí con todo el detenimiento y la vehemencia que me invadió en ese instante.
Y ahora, solamente estoy aquí, pensando recordando y tocándome por el… ya que anoche después de que él se corrió por completo en mi boca y en mis labios; me sonroje por completo y limpie con el dorso de mi mano restos de aquel liquido blanquecino que se desbordaba de mis labios, lo mire asustado pues no sabía cómo iba a reaccionar, solo me fui sobre de él sin tomar en cuenta si estaba de acuerdo o no, pero, igual ya lo hecho, hecho estaba. Así que mientras él seguía tendido en su recuperando su respiración me levante de ahí. Y salí de su departamento diciéndole simplemente “lo siento”.
Solo recordarlo enciende todo mi cuerpo, pero ayer no pude hacer nada más que dejar ese asunto hasta allí, debía alejarme de él. Ren Tao no simplemente me gusta, me atrae su mirada me hipnotiza adoro cada parte de él y sobre todo su forma de ser conmigo ya que, puedo asegurar que él, no es así con nadie más.
Es incomodo estar en el baño, y que termine en el retrete aquellas ganas insatisfechas de estar con Ren en la cama…
Pero no tengo otra opción después de anoche no he podido dejar de pensar en eso… y al menos hoy estoy en casa de Yoh quien se ha encargado de mi desde que saco de la casa de Hao…
No estoy del todo a gusto aquí y no por él castaño no me agrade, sino porque, tiene una muy original esposa. Una linda rubia loca que tiene un carácter muy especial y que hasta donde yo sé, ella es la que mantiene la casa mientras Yoh hace la limpieza la comida etc.… muy peculiar, aunque a mí no me molestaría quedarme en casa como Yoh lavando platos mientras alguien más me mantiene.
Ella no sabe a qué se dedica el hermano de Yoh o al menos lo finge muy bien, pues según sé el lugar donde ella trabaja es muy respetado y no debería meterse en problemas. Ella no deja que Yoh vea a Hao ni a ninguno de sus amigos, donde estoy incluido… aun así la rubia se ha portado extrañamente amable conmigo, supongo que Yoh la convenció de que yo no soy una mala persona… a veces me pregunto si lo seré.
-pedazo de idiota… tienes ya veinte minutos en el baño - bueno y he ahí la susodicha con su melodiosa voz.
-lo siento, ya voy – salgo avergonzado, me mira con reproche; sabe lo que hacía ahí dentro, suspira y sonríe.
- anda imbécil, a tu cuarto mañana veré que hacemos contigo… después de todo no vas a estar de mantenido en mi casa mucho tiempo – me señalo con el dedo mientras vi a mi amigo acercarse a mí, seguramente ella no sabe que, aunque lo intente, no puedo trabajar en otra cosa más que con Hao, ya que mi deuda es con él; tiene mi vida comprada por un par de años trabajando de esa manera.
-Si Anna- igual le contesto, ti tengo que trabajar en las mañanas no hay ningún problema.
-Anita no seas tan dura con él, ha pasado por muchas cosas tu sabes- Yoh le habla con una voz dulce, ellos se aman de eso no hay duda.
- mañana te recomendare con mi jefe, no me vallas a poner en ridículo- sonríe y da la vuelta mientras Yoh me mira tranquilo, sabe que yo no me enojaré con ella no le llevaré la contraria, además ella solo lo hace por ayudarme.
-Si señora- le contesto con la mano alzada en señal de alegría, después de todo pueda tener un trabajo más honorable por un tiempo… lamentablemente mi alegría no dura mucho la puerta es azotada, casi puedo adivinar de quien se trata, voy hacia allá rápido antes de Yoh o Ana se adelanten.
-¡qué bueno que abriste tu! Vámonos… no digas nada, seré un poco más flexible contigo, porque tienes otro cliente… - era Hao, su mirada penetrante y su sonrisa sarcástica, tenía ya bastante tiempo fuera así que era obvio que vendría por mí, aunque no lo esperaba tan pronto, respiré hondo sabía lo que vendría
- Hao…-solté con frustración seguramente un nuevo cliente, y con lo que me dolían las costillas, después de que pasó el efecto del sedante me había dolido bastante.- solo me despediré de Yoh
-Te doy 5 minutos – finalizó y prosiguió a lo que era su auto nuevo, debo suponer.
-Yoh… - le dije mientras él me miraba triste, supongo que él no quiere que regrese pero no tengo otra opción. Luego Ana fue tras él y me habló.
-mañana te espero aquí a las 7 de la mañana… aun tienes opciones Usui, Hao no es la única solución…


-Anna- le respondí… cuando me dijo eso recordé a Ren… supongo que el también había pensado en eso… me pregunto ¿Qué estará haciendo esta noche?


La próxima noche también te estaré esperando…


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