Alz la guitarra haca el aire, y el rugido de los miles de gritos del pblico le hizo sonrer tristemente, era impresionante como unos simples movimientos provocaba tanto alboroto entre el mar de personas que se encontraba a metros de l, la euforia que se envolva en su alrededor y en sus compaeros era tan gigante como la de todos esos millones de personas que haban asistido a verlos esa noche, la emocin que mantena cada uno se asemejaba a la vez primera que haban colocado los pies sobre un escenario, y aunque en su pecho se revolcaba un sentimiento de alegra indescriptible, no poda negar que ese da ya vuelto noche, haba sido el peor de sus ya 28 aos.
Sus pupilas no descansaban, haca a la izquierda, la derecha, a todos los lados, no dejaba de observar cuantos millares de ojos se posaban sobre l y sobre sus compaeros, como sus amigos se movan con excitacin sobre el escenario, y sus ojos se comenzaron a humedecer lentamente, y no era por la emocin de tocar una vez ms en el Budokan, era cierto que cada vez que colocaba un pie sobre ese gran escenario su corazn senta que se revalsaba de una emocin que explotara al evocar el primer sonido con las cuerdas, pero no… ese da era tan diferente, y sus lgrimas no eran de la suma felicidad que mantenan sus compaeros, pero ante tal hecho que estaba sucediendo en ese momento no deba botar lgrimas, no dejara que esas rebeldes gotas saladas mancharan su rostro, porque as era Takashima Kouyou, alguien quien siempre dara lo mejor de s delante de todos, y una de esas cosas era ser un profesional y dar el mejor concierto de su vida, porque muy bien saba que esas miles de fans se encontraban en ese lugar para observarle radiante, al igual como lo haca l…
… Todo haba partido tiempo atrs, cuando por vez primera presenci esa sonrisa que le hizo temblar de tan slo mirarle, intent ocultar ese extrao sentimiento que naci en lo ms profundo de l, pero le fue inevitable no poder observarle, ser engatusado por esa tan llamativa personalidad que traa consigo, y como si fuera por arte de magia, desde la maana a la noche Aoi dej de ser su compaero de cuerdas, y se volvi en su mejor secreto guardado, el dueo de todos sus sueos rebalsados de pasin y locura, as continu por aos, ocultando su tan obsesivo amor por el mayor. Durante el da mantenan conversaciones animadas, hablando sobre las nuevas melodas que les rondaba en los pensamientos, tan slo deseaban poder tener las cuerdas en sus manos para desembocar todo lo pensado y comenzar a crear los sonidos extravagantes que tanto les gustaba. Durante las largas y solitarias noches, bajo las suaves sbanas, sus manos se movan lentamente hasta llegar a su punto dbil, y comenzaba a tocarse con desesperacin y frustracin a s mismo, llenndose de las imgenes de su mayor secreto guardado, pensando cosas indecorosas, cosas que un amigo no deba pensar del otro, pensamientos que torturaban su mente y le hacan llegar al mayor lmite con su cuerpo, rebalsndose en una pasin que se otorgaba a s mismo
Las semanas y los meses continuaban transcurriendo, y The GazettE avanzaba a una escala de pasos agigantados haca la fama y el excito, razn suficiente para hacerle feliz, pero dentro de toda esa bomba de alegra que haba dentro de la banda y de la misma PS Company, su persona sufra segundo tras segundo, era cierto que ese ltimo tiempo su relacin se haba afianzado ms de lo imaginado, y que Aoi le haca rer como nunca con sus tonteras, le mostraba las sin fin cosas que poda hacer con su lengua y su piercing en su labio inferior, le comentaba e inclusive le peda su opinin sobre la vestimenta que debera llevar en un nuevo video. Incluso un da le abraz, no estaban en un concierto ni en una entrevista, no estaban con los dems ni con alguien del staff, slo ellos dos, y sinti como le rodeaban esos brazos que tanto aoraban que fueran slo suyos, ese pequeo ardor que slo poda ser provocado por el ya mencionado, le comenz a recorrer todo el cuerpo a una velocidad que le impresion, Aoi se haba convertido en pocos meses en su mejor amigo al igual que Akira, aunque claro, los sentimientos que mantena con el ltimo era lo suficientemente distinto.
Y despus de aos de amistad, golpe la puerta de su hogar la persona que lo traa vuelto loco desde casi los comienzos de Gazette, corri el cerrojo y tras la madera fra observ el tan entusiasta rostro de su amante en secreto.
Aoi observ al castao y sonri con gran nimo, y con un audaz movimiento de su brazo derecho, tan rpido que las pupilas del castao siquiera pudieron creer lo que presenciaban, delante de sus ojos una delgada figura
posaba tmidamente en lo que l tanto deseaba, sacada como de la nada, como si hubiese existido un portal mgico del cual sali esa muchacha.
-Es mi novia- fueron las nicas frases que divulg con la felicidad rebalsando de su cuerpo.
Su corazn palpit tan fuerte que sinti que hubiese tenido una bomba de reloj dentro de su pecho en vez de su corazn, su pecho se oprimi y sus ojos se comenzaron a humedecer.
-Ests bien? Qu pasa…?- solt a la chica y se acerc a su amigo, tomndole de un hombro y preguntndole el porqu de sus repentinas lagrimas.
Slo sonri, fue lo nico que hizo, y enred sus brazos en el cuerpo del moreno.
-Felicidades…- susurr.
El mayor slo recibi el gesto con felicidad.
–Haz sido al nico a quien se lo he dicho, porque t eres ms que mi compaero, eres mi amigo…-
As termin ese da, llorando por su amigo que haba conseguido novia, y Aoi pensando que el castao botaba lgrimas de emocin, una cruel y fingida mentira, pero no importaba, porque la felicidad de su amor en secreto estaba ante todo, y aunque su corazn sintiera que estallara en cualquier momento, l continuara sonriendo frente a l y a esa chica que ya haba formado parte de la vida de Yuu, porque as era Takashima Kouyou, una
persona que se guardaba sus sentimientos y se ahogaba en su propia infelicidad.
Los momentos sobre el escenario que comparta con su ya conocido amor, era lo ms cercano que tena a eso sueos que lo volvan como un desquiciado, esos momentos de fanservice, de locura por la euforia, admita que
a veces lo ms esperado de un concierto eran esos momentos, tan precisos y perfectos. Una vez a Aoi le ordenaron que hiciera momentos ms “cercanos” con el bajista, pero l se neg y confes que slo deseaba tenerlos con Uruha, en ese momento pareci que se congel, su corazn se volvi loco al or su nombre, y sinti una felicidad sobrehumana, no importaba que despus Aoi le haya aclarado que con l senta ms confianza de hacer ese tipo de escenas, no importaba, porque l haba mencionado su nombre, l era el nico privilegiado de tener tan adorados momentos, y esa noche se toc con mucho ms frenes bajo las sabanas, imaginando escenas que lo volvan loco, ese ardor dentro de su cuerpo se expanda como nunca, sacndolo de toda cordura y de toda lgica posible, sus movimientos se volvieron tan precisos bajo las sabanas que no evitaba gemir a alto nivel pronunciando el nombre de su amado.
Hace unos meses le haban informado que tocaran nuevamente en el Budokan, promocionando su nuevo lbum, el tiempo no demor en pasar, sala con Aoi aconsejndole que regalos le poda obsequiar a su novia y qu tipo de sorpresas le poda hacer. Aoi se haba enamorado, estaba completamente loco por esa mujer, hablaba todo el da sobre ella y comentaba sobre las mil mariposas que senta dentro de su estomago, como tal quinceaero.
Ya todos haban llegado sumamente temprano ese da, era el concierto y cada persona corra haca un lugar diferente, todos se encontraban emocionados ese da, no era la primera vez que vivan esa experiencia, pero la
adrenalina dentro de sus cuerpos era tan evidente como la obsesin por los cigarrillos de Ruki, las horas comenzaron a pasar y los gritos de las fans fuera del gigante recinto se haca or en los camarines, sentado frente a un gran espejo, con una mujer colocndole una que otra pinza en el cabello mientra le maquillaba, observ el rostro del pelinegro que le llamaba, se levant y la maquilladora se enoj, an as no le detuvo, ambos se alejaron un poco del gentillo.
-Shima…- su voz se escuchaba lo bastante extraa para colocar nervioso al castao tambin –yo… necesito confesarte algo… s que te lo tuve que decir hace mucho… pero… yo-
Nuevamente el corazn del menor comenz a latir ms rpido de lo normal, y es que en esos escasos segundos naci una esperanza dentro de su corazn.
-Dime...- le incit.
-Uruha, t… yo te quiero mucho- divulg –y por eso te lo dir antes de salir al escenario-
-Vamos, habla!-
-Le propuse matrimonio- solt repentinamente.
Una tenue sonrisa en el rostro del menor se dibuj.
-S que nuestro contrato no lo permite… por eso este ser mi ltimo concierto a tu lado. Uruha… Quiero que demos el mejor concierto de nuestra vida! Quiero disfrutar este momento con una de las personas que ms quiero!-
Alz la guitarra haca el cielo, y el rugido de los miles degritos de las personas se escuch dentro de todo el Budokan, todo el mundo se encontraba feliz y extasiados por tan arduo concierto, pero an as no evitaba no poder sentirse mal, no evitaba sentir esas lagrimas rebalsar sus ojos, pero no llorara, porque as era Takashima Kouyou, una persona profesional, y por sobre todo, una persona que antepona los sentimientos de los dems ante que lo suyos, y con su rostro fingiendo una mentira le prometi a su amante en secreto que aquel sera el mejor concierto que daran ambos, porque esa noche era especial, esa noche era la ltima de ambos sobre el escenario, l deslumbraba y su sonrisa estallaba en todas partes, baando a todo el mundo que se encontraba
dentro de ese gigantsimo e importante lugar.
Observ como el pelinegro le mir y le sonri, sus ojos inundados en lquido salado le devolvieron la misma sonrisa que l esperaba, ambos envueltos por esos gritos llenos de euforia, estaban dentro de su ambiente, el nico lugar donde poda acercarse sin dar ninguna explicacin, porque as eran las cosas arriba del escenario, as que no demor en ir donde se encontraba el pelinegro, la multitud grit casi desgarrndose la garganta al ver a los dos guitarristas tocar espalda con espalda.
Y aunque lo que ms haba intentado era no botar ninguna gota salada por su rostro, sta inofensivamente se desliz por su mejilla, porque esa noche era diferente y l era el nico que saba, porque no slo un compaero dejaba su banda, cosa que armara gran escndalo, pero ms que eso, su ltima esperanza se disolva como el viento se lleva las cenizas, y junto a esa bomba de alegra que exista en ese momento, l sufra, su corazn se acongoj y sus labios sonrieron, porque a pesar de todo, en ese momento se encontraba disfrutando de la compaa de la nica persona quien le haba enseado el amor sin siquiera darse cuenta, lentamente las dems lgrimas que tanto deseaban escapar comenzaron a caer sin detenerse, y como si fuera un sueo, sinti los brazos de alguien ms rodearle, los sonidos ajenos se volvieron silencio, y slo exista l.
-No llores, yo estar bien, yo ser feliz, as que no te preocupes- le sonri y volvi abrazarlo.
No importaba como, ese da ya vuelto noche haba sido el peor de sus ya 28 aos, pero Takashima Kouyou jams lo revelara, porque as era l, se ahogaba en su sufrimiento mientras que su mayor secreto guardado se rebalsaba en la mayor alegra existente.
FIN~
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