Nadie supo que contestar, pero como era ley, un miembro de la corte real hacia pedido de matrimonio y sin importar la edad debía
contéstasele. Su majestad Raven mando llamar a su pequeño tesoro, el no le impondría absolutamente nada a su retoño, hablo unos
momentos haciéndole entender la situación, noto un suspiro por parte de la criatura y la resolución escrita en sus ojos. Por otro
lado Yuuri solo esperaba nervioso, como un reo ansia por un veredicto, eso fue precisamente lo que sintió cuando aquellos ojos
esmeralda se clavaron en su persona y esos labios se movieron, intento concentrarse pero aquel ángel era demasiado bello para poder
lograr tal hazaña, la respuesta fue susurrada de manera queda y casi inaudible, un sobresalto en la figura de su padre lo trajo de
vuelta a la realidad. Que había dicho no escucho, pero al ver a su madre acercársele con aquella visión celestial comprendió que
había aceptado, su corazón se emociono y en el de los soberanos de reino de Güindemort un dejo de tristeza se asomo,era su imaginación
o estos deseaban rehusar, no eso no era posible eso seria la guerra y ellos no la anhelabanr/p>
Una semana completa fue lo necesario para que ambas familias fraternizaran, en especial los futuros consortes que parecían llevarse de
maravilla, a los ojos del matrimonio Shibuya ver la felicidad en el rostro de su heredero era grandioso, otra historia eran los
Von Bielefeld quienes se miraban cada vez mas preocupados, concluida esta semana se vieron en la necesidad de regresar a su territorios,
y esto para el joven príncipe en si ya era tortura pues en poco tiempo Wolf como ahora llamaba a su prometida se había convertido
en algo tan necesario para el como lo era respirar.
Wólfram tampoco se sentía tan bien con ese detalle por lo que los Shibuya de manera amable ofrecieron albergar como invitada a su futura
nuera, recibiendo un rotundo no, pero prometiendo ir a visitar pronto.
Lo que nadie sabia eran las verdaderas razones para el comportamiento de la pareja real, cual no seria su sorpresa unos años después al
descubrir una verdad que cambiaria sus vidas.
Así los años trascurrían lentos y en armonía, y como supusiera Soushiro Shibuya la unión entre ambos reinos los había librado de numerosos
enfrentamientos, pero nada comparable a la alegría de Yuuri que con cada año pasado amaba mas y mas a su prometida, quien con el transcurso
de los días demostraba que pronto se convertiría en una aristócrata bella y refinada. El cuerpo de Wólfram pronto paso de ser el de una
niña a la de una quinceañera y aun que un poco "plana" para el justo de Yuuri y en extremo hermosa, al grado que en cada uno de los bailes
ofrecidos ya sea en Shin Mokoku o en Güindemor la chica hacia babear a quien la mirase, simplemente era un sol, con aquella cabellera rubia,
y sus esmeraldas que desprendía arrogancia al mirar, exceptuando a su prometido, para el solo amor se leía en ellos.
Hubo mas de uno que intento por medio de fuerza arrebatar el júbilo del ojinegro, pero este diestro en el arte de la espada defendía con
valor y convicción lo que más amaba y eso era a su adorada Wólfram.
Pero como era de esperarse en algún momento la miel se termina y el amargo sabor de la hiel deja un sin sabor amargo que nos recuerda y nos
lastima por que hemos perdido aquello que endulzaba nuestras vidas.
Era un día común en Shion Makoku, bueno casi normal, solo por el echo de que Wolf llegaría en unos cuantos minitos, miro nuevamente su reloj
ya pasaba de la hora acordada y el comenzaba a desesperarse. Doce minutos tarde, no era usual en ella el retraso, pero bien sabido que puede
atravesársele una eventualidad, decidió no entrar en pánico injustificado y esperar un poco mas, media hora y esta vez si que estaba preocupado,
mando por su escolta saldría buscar a su prometida,tardaron solo cinco minutos en ensillar los caballos y disponerlo todo, pero fue el tiempo
suficiente para que una cuadrilla de caballos entrara por la puerta principal. En medio de ellos se alzaba una cabecita altanera rubia que a
pesar de estar despeinada y traer un vestido hecho jirones aun mostraba la gallardía y la aristocracia de quien lo portaba.
- Dios Wólfram - grito para lanzarse directo a su amor y ayudar a su descenso
- Estoy bien - contesto a una pregunta muda que pugnaba en los ojos de su prometido
- Dime que ha ocurrido - pregunto imperativamente
- Primero déjame cambiarme que me ciento expuesta ante la mirada de todos - y era verdad a pesar de que todos sabían de su compromiso no
desaprovechaban la oportunidad que tenían de mirar un poco mas de lo habitual de tan láctea piel
- Esta bien vamos dentror
Tomo con delicadeza la mano de Wolf para conducirla por los numerosos corredores, en dirección a su habitación, mando por unos vestidos y espero
paciente en la parte de afuera, ya que aun cuando llevaban bastante tiempo comprometidos Yuuri había aceptado la petición de Wólfram de llegar
pura y casta hasta el día de su boda y sabedor del tremendo poder de atracción que la rubia ejercía en el prefería entonces no mirar cosas que
lo llevaran a la tentación de romper con su promesa.
Las mucamas llegaron con el traje nuevo para la princesa de Güindemort, ahora la pregunta era como entregárselo, ya que ella no dejaba a que nadie
entrara en la habitación cuando se encontraba cambiándose, las únicas con ese permiso eran Gisela una de sus doncellas y su propio hermano Gwelndal
dejando en un claro dilema a los del castillo puesninguno de los dos se encontraba presente.
En el reino de Güindemort otra era la cuestión que preocupaba a sus soberanos, desde el día en que se comprometiera su pequeño tesoro ellos habían visto
llegar la desgracia, su secreto no estaría salvo por mucho tiempo, la reina lloraba amares desde que Wólfram cumpliera sus quince años y no era para menos,
el dolor y la pobreza asolarían su reino cuando Wolf no pudiera ocultar mas lo que era en verdad. Miro por la ventana sus ojos del mismo color que las de
su motivo de preocupación se llenaron nuevamente de lágrimas pesadas y saladas y una suplica lleno sus pensamientos
- Perdóname por hacerte pasar por todo este calvario, por dejar que te enamoraras de la persona equivocadar - esta ves sus pensamientos fueron mas lejos y
sus labios pregonaron algo que su alma ocultaba - a veces me pregunto si no hubiese sido mejor matarte el día que naciste.
Tomo el vestido y con toda la determinación que poseía se lleno de fuerza para que viese lo que viese no rompiera su juramento. Entro sin recordar siquiera
pedir permiso, para en contarse con la esbelta figura de su prometida, que solo era cubierta por la parte delantera con una toalla, dejando al descubierto
su bien contorneado traserito, Yuuri sintió su cara extremadamente caliente y un millón de sensaciones en su estomago, el ángel que tenia delante sintió su
mirada casi lasciva sobre su persona por lo que se volvió instintivamente topándose con los ojos negros que escrutaban de pies a cabeza cada parte de su
ser, su cabellera le ocultaba parte de la espalda, así que con el movimiento de esta, el cuadro quedo embellecido con las gotitas de agua que resbalaron
insolente sobre aquella piel blanca.
Yuuri suspiro, era lo mas erótico y sensual que hasta en ese momento hubiese mirado y sin duda alguna aquella parte de su cuerpo despertando lo confirmaba, con gran pena logro articular algunas palabras torpemente dichas.
- Eto... Wolf... este... tu vestido - dijo al tiempo en que prácticamente se lo arrojaba a la cabeza y salía de ahí como alma que lleva el diablo
- Gracias - logro responder cuando la puerta se hubo cerrado, sus mejillas eran del mismo color que las del Maou y al igual que el aquella situación había
logrado que la sangre se le agolpara en otro lugar que no era precisamente en los pómulos, vaya que incomodidad era y la pregunta que desde hacia años
quería ignorar en ese día se hizo presente - ¿Qué dirá Yuuri cuando lo sepa? - Un semblante triste se instalo en su rostro y acompañado de este las
pesadas lagrimas de culpa
Continuara....