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Propuesta Condicionada. por Angelneverchange

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Notas del fanfic:

Un amor a la fuerza, una aventura de película.
NaruSasu.
Personajes de Kishimoto Masasashi

Notas del capitulo:

Bueno para empezar tengo que decir que esta historia la he decidido hacer ya que la película me pareció una monada X3

Lo que esta en asterisco es lo que hace Sasuke
Palabras en mayúsculas - habla la familia

Temprano por la mañana con la música a todo volumen se encontraba realizando sus últimas rutinas de ejercicio, actividad que realizaba a dicha hora antes de partir a su pasión y su vida: Su trabajo. Ser el jefe y promotor de la Editorial Uchiha, conocida coma una de las mejores en publicar prestigiosos y selectos libros en toda la ciudad de Nueva York.
Trabajo nada fácil para un joven de alrededor de 23 años alto, albino de cuerpo firme, refinado y perfecto siendo complexionado por sus ojos negros y cabellos del mismo tono que a la luz del sol le daba destellos azulados el cual siempre peina en ligeras puntas hacia atrás mientras a los costados de su rostro unos mechones largos ocasionándole a su apariencia ser visto como un delicado pero atractivo chico ante los ojos desconocidos.
Su nombre Sasuke Uchiha. Frio, calculador, temido, engreído, serio, insensible, sin sentido del humor y con una preferencia sexual extravagante a pesar de todo eso y muchas más lo hacía parecer el perfecto soltero más cotizado por la sociedad femenina y masculina.


Pipipim. Pipipim. ¡Pipipim! ¡¡Pipipim!!


Le dio el último aviso de la mañana mas nunca acudió a su llamado, es mas se dio el honor hasta de apagarlo dando sin importarle su trabajo. Esperen ¿trabajo? ¡Dios! fue del modo en como despertó. Rápido y con sulfuro se dedico a su persona. De nueva cuenta se le haría tarde de por sí, para él ya no era nada raro, de hecho ya lo había tomado como una forma de vida. Así era para el joven rubio, de un cuerpo torneado siendo acompañado por unos músculos visibles, piel morena clara, cabello rubio ni tan corto ni tan largo peinado en puntas muy chicas pero coquetas dándole viveza a esos ojos azules que adornan tan lindo rostro de tres marquitas en cada mejilla. Su nombre Uzumaki Naruto alias Zorro, secretario ejecutivo de Uchiha que, a diferencia de este, era lo contrario en cuento a personalidad; Por decirlo así mucho mas vivo y gozador la vida sin restricción alguna. Gracias a esto lo hacia estar a lado del Jefe porque teniendo esa ferocidad era muy perceptible en casos de escritos.


*Uno se baña.




El otro se viste.




*Se ve al espejo para admirarse mientras se viste.

 


Sin tiempo de desayunar toma una barra.




*Por ultimo, toma un desayuno completo.



Y sale como alma que lleva el diablo.



*Y maniobra por las avenidas de la ciudad su convertible.

Corre entre las calles sofocándose al cargar saco, papeles, portafolio.

*Teclea un numero desconoció por su celular espera dos timbres y habla.

Llega sin respiro al Café y sin hacer fila se le entrega el pedido de siempre por Hinata, chica que le gusta.

*Lo estaciona y baja dándose el lujo de subir por el elevador.

Llega -casi golpeado y atropellado el pobre joven- pero vivo, salvado por la campana.


-Justo a tiempo Naruto –le dice sorprendida Ten Ten, la secretaria encargada de recibir y pasar los recados a la empresa en general.

-Ya sabes un chico con suerte –le guiña el ojo en son divertido consiguiendo la mueca para desairar su ego.

-Ay, Naruto –hace los ojos hacia arriba y moviendo la cabeza en tipo negación.-Apresúrate sino es seguro que te mata.

-Si no te preocupes de…

Distraído sin ver al de correspondencia que justo pasaba por ahí cuando el platicaba, y sin poder detenerlo paso lo inesperado. Ante el choque del cuerpo y el carrito del correo el café se desparramo sobre su camisa larga blanca.

-¡Ahh, Por favor! –grita molesto sin creérselo atrayendo la atención y risa de los demás.

-Lo siento, Naruto –en respuesta el joven rubio solo le avienta las pocas gotas del café, vacío.


Tin.
Llega el elevador y sin apuro salio caminando gallardamente sin mirar a los que lo rodeaban ni mucho menos devolverles el saludo, solo quería a su oficina. Siendo divisado por la joven de chonguitos se comunico con los demás por medio del Messenger.
Ten _ chic dice: Chicos, esta aquí.

-Sai, por favor. Te lo ruego, te lo imploro y te lo suplico préstame tu camisa –le pide con preocupación y sin dejar de mirar hacia ambos lados el Uzumaki.

-Mmm.… déjame pensarlo –lleva la mano al mentón y divagan sus ojos al espacio.

Bip, Bip, y más Bip.

Se abre una pequeña ventana en la pantalla del monitor tanto Naruto como Sai se les fueron los ojos al monitor pero fueron mas los azulinos que los azabaches que se abrieron de sobre manera.

-Oh, ya viene- expresa con una calma indefinida.

-E-está bien, te conseguiré la cita con Gaara.

-Hecho.



Su tipica entrada los deja a todos petrificados. A los hombres con un buche en la garganta y a las mujeres enamoradas. Camina acompasado viendo siempre al frente mientras los demás disimulan que trabajan. Dos que tres personitas que se cruzaban por su camino se quedaban estáticos o se quitaban de sobremanera porque conocían las consecuencias.

Se arregla la corbata y sostiene entre sus manos el café listo para recibirlo y comenzar su día.

-Buenos días, Sasuke –lo saluda al verlo pasar por la puerta y sentarse en la silla detrás del escritorio sin devolverle el saludo.

-Notas…

Arrogante
-Tiene una conferencia en 30 minutos –le dice el joven poniendo su voz sutil.

-Si lo se –tajante responde el azabache mientras toma su café y le entrega su portafolio a Naruto.

-Por cierto tienes una reunión con tu hermano.

-¿Llamaste a…? ¿Cómo se llama? la de ideas mezquinas--, –lo interrumpe Sasuke cambiándole el tema.
-Karin –completa la frase mientras le entrega un manuscrito.

-Si.

-La llame y le dije que si no trae su manuscrito a tiempo, no habrá lanzamiento ¡Oye! Llamo tu abogado de inmigración y dijo que era importante…

-Si, si. Cancela la conferencia pásala para mañana, sobre la reunión dile que no iré y que espere el abogado –todo lo dijo sin tomar un respiro llegando a impresionar al rubio del cual incapaz de creérselo escribía en una pequeña agenda negra los cambios.-Y llama a relaciones publicas para que hagan el publicado, Stephenie Meyer ira con Oprah.

-¡Guau! Excelente –comenta no tan alegre pero si sorprendido a la vez que toma el camino a la salida de ese pequeño infiernillo.

-Si quiero que me halagues, te lo pediré –le comunica con cinismo.

Al escuchar esto arremeda a su jefe el cual no percibe al estar en su computadora. Antes de poder salir, escucha al albino aclararse la garganta, sonido que el entienden en forma de que le va reclamarle algo.

-Dime Sasuke –se vuelve hacia el con cansancio.

-¿Quién es Hinata y porque quiere que la llame? –mira el vaso, lo voltea a ver con una ceja enarcada mientras le enseña el mensajito.

-Bueno… la verdad ese era mi café – le dice con todo el nerviosismo correrle por su cuerpo ya que conociendo a su jefe por 4 años no era nada bueno escuchar esos reclamos-regaños.

-Y voy a tomar el tuyo ¿Por qué? –pregunta con voz demasiado seria.

-Porque derrame el tuyo.

Cambio la expresión de su rostro serio a uno como compresivo ¡Bendito el cielo! Volvió la mirada al envase y le dio un sorbo para después saborearlo. En cambio, el otro estando parado cerca de la puerta estaba siendo alterando y tragado por los pinches nervios del miedo.

-Bebes café con leche Light con canela y –pauso luego retomo la plática.- sin azúcar.

-S-si claro, es como Navidad en un vaso.

-Es una coincidencia – le sonrió incrédulamente.

-Increíblemente lo es, yo no bebería el mismo café que tú – comenta sin mirarlo a la cara dirigiéndose poco a poco a la salida.- Solo porque quizá el tuyo se derrame, eso seria patético –ríe entre dientes y sale despavorido a contestar el teléfono.

-Buenos días, oficina de Sasuke ¡Oh! Hola Kabuto –escucho el chasquido de dedos de Sasuke señal que enseguida entendió.- De hecho vamos a tu oficina ahora –y colgó en verdad no entendía el porque en tiempos de esos irían a la oficina del cuatro ojos; Y siendo el personal mas cercano al Uchiha no iba a quedarse con la duda por ello deicidio averiguar.

-Sasuke…

Pero tras escuchar el chasquido de lengua como respuesta mejor se callo. Claro, molesto mejor decidió escribir un mensaje en aviso a la salida del gallan.
ZOrRo_Umaki dice: “La cacatúa emprende el vuelo”

Bip, Bip, y más Bip.


Después del sonidito, empezaron unos a guardar sus revistas, otros dejar de comer e incluso de despertarse de un profundo sueño. Salio con su café en mano siendo acompañado por el rubio, del cual no perdió la oportunidad de preguntarle sobre su manuscrito que semanas atrás le había entregado, ya que el sueño de este joven era ser escritor y quien mejor que su propio jefe lo enseñara y lo apoyara.


-¿Y que te pareció? – le pregunta pensando que el otro seria capaz de comprenderlo.

-Ah, leí unas cuantas paginas pero… - provoco al rubio dibujar una diminuta mueca sonriente. -No quede muy impresionado –finalizo irritando y logrando borrar de ese rostro esa mueca.

-¿Puedo decir algo?

-No

-He visto toneladas de manuscritos y este es el único que me ha convencido. Es una increíble novela como el tipo de novelas que antes publicabas

Tras su trayecto de oficina a oficina, Sasuke al desviar la mira vio a Sai llamándole la atención esa peculiar mancha de café en su camisa.

-No. Y se creo que ordenas el mismo café que yo, solo porque el mío quizá se tire, es patético – le dice sin sutileza alguna.-Yo me encargo de Kabuto así que ni una sola palabra.

-Entendido no hablare – se interpone solo para abrir la puerta y dejarlo pasar primero.




-Ah –exclama nada sorprendido.- El amable líder y su fiel aliado. Pasen. ¿A que se debe su visita?

-Kabuto, estas despedido.

Tanto el pelirrubio como el peliblanco se miraron a los ojos atónitos para luego dirigirlos hacia el azabache.

-Perdón.

-Te pedí mil veces que Meyer fuera con Oprah y no lo hiciste, estas despedido –frío y sereno, lo dijo seguro de si mismo.

-Ya te dije que es imposible Meyer no quería además…

-Interesante porque acabo de hablar con ella por teléfono y me lo aseguro.

-Ni siquiera la llamaste ¿cierto?

Quiso abrir la boca pero las palabras de Sasuke no se lo permitieron.

-Lo se, se que Meyer puede ser un poco difícil de conseguir para ti, obvio –peina para atrás su cabello expresando de forma indirecta lo que no se atrevería a decir llegando a enfadar al rubio.- Bien, te daré 2 meses para que encuentres otro trabajo y le vas a decir a todos que renunciaste ¿esta bien? Está bien, vámonos.

Abrió la puerta tras cerrarla no paso ni un minuto, para que Kabuto saliera de su oficina y solo para enfrentarse a Sasuke en presencia de todos los empleados.

-¡Tu, maldito huérfano! No puedes despedirme.

Dicho esto se detuvieron. Naruto percibió el cambio de temperamento de Sasuke por tan solo al dar media vuelta y mirar a la cara ese engendro y lo mejor que podía ser era no meterse. Su jefe si que daba miedo.

-¡¿Crees que no se que estas haciendo?! ¡Me regañas por lo de Oprah para quedar bien frente al consejo porque te sientes amenazado por mí y tú eres un monstruo! –dijo de forma tan alzada que se hacia creer la gran cosa.

-Kabuto, ya basta –murmura estrujando el vaso.

-Solo porque no tienes vida propia afuera de esta oficina crees que nos puedes tratar a todos como tus esclavos personales ¿Sabes que?

-¿Qué? -se entre ríe el joven Uchiha
-Siento lastima por ti porque ¿sabes que habrá en tu lecho de muerte? Nada, ni nadie –finalizo subiéndose los lentes

Respiro profundo y exhalo tranquilo, le dio el café a Naruto se acerco con un semblante firme y en voz clara comenzó diciendo -: Quiero que pongas atención Kabuto, no te despedí por sentirme amenazado. No –le sonrió moviendo la cabeza en negación.- Te despedí por arrogante, incompetente, vago y pasando mas tiempo tratando de conseguir citas que el que pasas en la oficina. Si dices otra cosa Naruto te sacara a la fuerza ¡Otra palabra mas! – subió el tono escamando a la audiencia.- Y saldrás escoltado por guardias entonces Naruto lo grabara con su teléfono y lo subirá a ese sitio de Internet ¿Cómo se llama? –lo voltea a ver

-Youtube –le responde en el instante que se cruzan las miradas.

-Exacto ¿eso quieres? –retorna la mirada viendo en como permaneció callado el regañado.- Eso creí tengo trabajo – toma el café y se retira.

-Asegúrate que todas sus cosas se vallan junto con su presencia a no más tardar hoy –aprieta el paso con el carácter al cielo.

-Si claro.

-Y te necesito este fin de semana para que registres sus archivos y manuscritos

-¿E-este fin? –tartamudea por tan incógnita noticia.

-¿Algún problema? –detiene el paso y lo ve severamente

-No, es que… es el cumpleaños 90 de mi abuela pensé en ir a mi casa – lo ignoro siguiendo su marcha demostrando su menor interés mientras el seguía explicando sus planes.-De acuerdo lo cancelare es… me estas salvando de padecer esos días ¡Diablos!

 


Paso el día trayendo consigo la tarde. Unos que otros tenían la dicha de irse temprano a sus casas y los que no solo rogaban al cielo para que fuera la hora, pero ese no era el caso del peculiar rubio ya que el había recibido la orden de marcharse hasta que su superior se lo mandara ¡Bastardo! Fue lo primero que pudo pensar. A pesar de ser fiel y dedicado a su trabajo solo conseguía malos pagos ejemplo de ello Sasuke aunque no se quejaba del todo porque viéndolo de otra forma era dichoso por estar con el mejor editor ¡Maldita su suerte!



Se aburría, ya no tenia nada que hacer. Las tareas dadas estaban hechas y cada vez que da el comunicado lo tenía en espera. Mientras se decidía aquel ocupado jefe prefirió llamar a su casa y contarles las malas buenas.
Marco el número, toco el primer timbre y respiro profundo consiguiendo encontrar las mejores palabras para excusarse. Le tomaron la llamada...

-Abuela

-¡¡Naruto!! Necesito que lleves estos archivos a mi hermano, luego vas y recoges unos copias en el centro de copiado terminando te necesito para verificar un manuscrito ¿Entendido? – exclamo lo anterior sin humor a la ves que depositaba sobre el escritorio unas 4 carpetas gruesas de papeleo.

Por el auricular se alcanzaba a percibir la voz de alguien, una mujer joven por así decirlo. Con pesar, prefirió colgar no quería ser otra vez llamado por Uchiha. Ya seria en otra ocasión.

-Enseguida

-¡Ups! Interrumpí tu llamada telefónica. –dijo con voz tan cursi nada propia de él.

-¡No, no! Como crees –fingió con la expresión alegre.-Tu nunca arruinas nada –alza ambas cejas.

-Chistosito –farfullo.- Como vas ¿ya le hablaste a tu familia? Para decirles que el baby Naruto no podrá ir a la fiesta –da media vuelta encaminándose a la oficina.

-Eso hacia pero… -callo y luego dijo en voz baja:- Como si te interesara. Ah –expreso subiendo en tono normal de voz.- Por cierto, hablo Itachi que quiere verte en su Oficina

- Ugh, lo que faltaba –hizo su típica mueca de harto.

-Tú e Itachi no se llevan bien ¿cierto? –ladea el rostro en divagación.

-Eso no te importa –responde cortante poniéndose demasiado cerca del rostro.-Metiche

-Ok, ok yo solo digo.



Con escaso tiempo de trabajo y el llamándolo. No era el momento perfecto para reuniones entre hermanos además en un trabajo no tiene que ser así, es inapropiado, sobretodo al tener que convivir con un familiar el cual nunca le ha gustado tener esa relación fraterna a pesar de ser el único vinculo que le queda. Sí, tras la muerte de sus padres en un accidente automovilístico. Quedaron solos luchando por mantenerse con vida.

Gracias a la herencia de su padre y al dinero que aportaba el hermano a la casa siguieron adelante consiguiendo lo que nunca imaginaron. Sin embargó, al pequeño de 9 años desolado todos los días de su crecimiento lo hicieron aislarse del mundo y caer sobre él un terrible trauma; Por ello su comportamiento de diario.
Entro sin siquiera llamar a la puerta y ni dar por aviso el saludo de la pelirrosa de nombre Sakura, enamorada de él.



-Deidara, Itachi –saludo propio de él.

-Sasuke felicidades por lo de Oprah. Es una gran noticia –comienza felicitarlo el amigo del hermano.

-Gracias, gracias. No hablaremos de mi aumento ¿o si?

Los tres rieron.

-Entonces ¿Cuál es el asunto?

-Sasuke como recordaras meses atrás estábamos viendo tu solicitud de visa –dice el chico de larga melena rubia.

-Así es.

-Al parecer olvidaste ese asunto por completo ¿o me equivoco? –interrumpe el mayor de los Uchiha.

-Mmm..., no ¿porque lo dices? –pregunta desconcertado.

-Porque hace una hora hablo tu abogado de inmigración conmigo ya que no eras ni un poco capaz de atender a su llamada.

-No lo hago porque estoy atendiendo asuntos más importantes entorno a la editorial, Itachi –refuta el menor ya hostigado.

-Aja, y por eso vas a dejar aparte tus otros asuntos pendientes ¿verdad? –le contesta en son de regaño.

-Pues discúlpame si no te gusta mi forma de desempeño.


Suspiro cansado. Siempre era lo mismo entre esos dos y eso que son hermanos. No había un día en que dejaran de pelearse. Era tormentoso y tedioso estar ahí escuchando a ambos decirse las verdades a la cara hasta que uno de ellos salía lastimado o indignado. Realmente la única manera de callarlos y mantenerlos tranquilos era diciéndoles una noticia grave o comprometedora.


-¡Itachi! ¡Sasuke! Suficiente.

Tras el llamado de atención se controlaron tratando de manejar esos impulsos agresivos de ambos.

-Sasuke el motivo por el cual te llamamos era para hablar sobre tu visa negada

-¿Cómo dices?

-Si al parecer fue por un papeleo que no llenaste a tiempo y en consecuencia vas a ser deportado

-¡Deportado! ¿Cómo? – soltó una risita cínica.- Ni que fuera un inmigrante, Vengo de Canadá al igual que mi hermano – lo señala indignado.

-Si lo sabemos. La solución a esto es que tendrías que salir por al menos un año para arreglar este conflicto ya que al no ser identificado como ciudadano americano no tienes el derecho de trabajar en cualquier empresa Americana.


No podía creérselo años de duro trabajo para construir lo que era ahora su imperio se vendría abajo. Increíble demasiado malo para ser verdadero. Jamás tomaría esa solución rotundamente sabían la respuesta pero ¿No habría otra posibilidad?


-Hasta que todo se resuelva tendríamos que dar las operaciones a Kabuto, que a mi manera de verlo, no nos convendría mucho aunque por el momento, después de ti, es un editor con experiencia.

-No puede ser –con ambas manos se peina hacia atrás el cabello signo de estrés.-No hay otra solución –se sienta en el sofá localizado en una de las esquinas de la oficina.

-Debe de haber una, necesitamos preguntarle al abogado.

-Desde un principio te lo dije, pero no, siempre has de hacer las cosas a tu manera –inquiere sulfurado Itachi a opinión como hermano mayor.

-Itachi lo que deberías de hacer es llamar a Sasori, el sabrá que decirnos. No te preocupes, Sasuke –posa la mano sobre la cabellera del menor transmitiéndole apoyo incondicional.



-Bueno. Tia Shizune ¿Cómo esta? Yo bien, bien también gracias. Si, muy emocionado porque llegue el día jeje –finge felicidad al reírse después de un rato decidió mejor callarse.-No, tía por favor, espere tengo que decirle… Ah, h-hola tío Iruka –se rasca con impaciencia la nuca.- Si entiendo. Ahí vamos se hace lo que se puede ¿Qué? No, mi abuela espere todos menos ella –susurro despacio y con el nudo en la garganta porque de todos era con la que menos quería hablar.-… Abuela – se tapa los ojos con la mano.




-¡¿Casarse?! – inquieren sorprendidos los mayores del salón.-Sasori, no bromees esto es serio –dice entre risas el pelirrubio.

-“Yo no bromeo, Deidara. Es esa o el regreso a su país natal” –habla esa voz de serenidad pura a través de la contestadota.- “Pero recuerden tiene que ser legal. Y sin errores porque el mínimo detalle quedas fuera”

-Gracias Sasori. Te debemos una –agradece con sutileza el de coleta.

-“De nada. Ah Sasuke”

-D-dime

-“Debes escoger muy bien a la persona de preferencia a alguien con quien no te lleves bien pero enfrente de la gente sí ya que así no crearas dudas. Ten cuidado lo digo porque tú siendo un tipo que gusta de ambos sexos y famoso, tienes las posibilidades de perder o ganar por eso elige a alguien que te conozca por lo menos.”

-Lo hare –esboza esa risilla presuntuosa.

-“Y una vez escogida, tendrán que ir a la oficina de Migración donde te explicaran a grandes rasgos los detalles. Es todo por mi parte. Saludos”


Finalizo la llamada y solo por su cabeza rondaba la idea de quien escoger…
Quien podría ser capaz de seguirle el juego tomando en cuenta las expectativas anteriores y sobre todo las suyas porque no se casaría con cualquier pendejete o pendejasa que se le cruzara en su camino ¡No, señor! Tendría que ser todo lo contrario en cuanto a preferencias y gustos, completamente lo opuesto ¿Opuesto?


-¿Quién podría ser el mejor postor? –pregunta el rubio.

-Creo –interfiere el pelinegro.- Que ya tengo el indicado –los mira con maña mientras se levanta y se retira de la oficina.

-¿El? – repite anonado pero le basto un segundo para comprenderlo. Sin duda por algo eran hermanos.- Ay, no. ¡Sasuke!


-Me lo pone muy difícil. Ya lo se no tiene porque repetírmelo ¿Qué quiere que haga? ¿Qué me fugue? – pauso esperando la respuesta de la adversario.- Ja, ja, ja si que esta loco. En serio tío, necesita ayuda –dibuja una sonrisa alegre.- Gracias por entenderlo. Ahorita debe estar furioso mi abuelo. Total no le ha de importar lo que haga su nieto por alcanzar su sueño –juega con el cordón del teléfono al decir dichas palabras entristecedoras.


Deprisa casi corriendo va en busca de su asistente. De haberlo pensado antes, era perfecto para este papel. Le encantaba la idea porque seria de una forma sutil y nada complicado. En cuanto lo vio regulo el paso y acompaso la respiración no debía mostrarse muy exaltado sino todo se vendría abajo aunque ¿Cómo decírselo? Simple, primero plantárselo al grado de que pueda comprenderlo pero ¿y si se rehúsa? Chantajearlo y si no lo obligaría con o sin el consentimiento del rubio.



-Cuando tenga tiempo los visitare lo prometo. Oh… Mis promesas siempre las cumplo –alza la mirada y se horroriza de verlo ahí parado frente suyo.

-¿Con quien hablas?-le cuestiona al grado de hasta dejarlo mudo y dándole la posibilidad de oír a la persona cual hablaba.- Entonces…

-Mi, mi, mi familia – repite con miedo.

-Hnmm, a poco toda tu familia esta hablando contigo –le quita el teléfono.- Bueno si es así es necesario que sepan de lo nuestro ¿o no?– se acerca el auricular al oído.

-¿Qué? – cuchichea sin comprenderlo al máximo.

-Bueno ¿si? Buenas tardes estoy hablando con la familia Uzumaki – habla con respeto sin perder ese tono dulce.- ¿su tío?– lo mira casi diciéndole con los ojos mentiroso a un intranquilo rubio.- ¿Qué si pasa algo malo? No, no como cree. Si su sobrino es un pan de Dios –estira la mano y le aprieta uno de sus cachetes.

-¿Qué haces? –masculle ya molesto.

Pone un dedo sobre sus labios dándole entender que se calle.

- Si, claro con gusto pásamela, para darle una estupenda noticia de su nieto.

-Sasuke –susurro desesperadamente aquel rubio ya con las manos en el cabello.

Entorna los ojos al chico, tapa el auricular y le dice serio pero con traviesa expresión lo siguiente: - Naruto déjame explicártelo de esta forma. Debido a los constantes compromisos de la empresa no tuve el tiempo de arreglar mis demás asuntos pendientes dentro de ellos el más importante, mi visa la cual ha sido denegada sentenciando mi renuncia dentro de esta editorial pero para evitarme eso necesito casarme y que mejor persona que contigo.

-¡¿QUE?!

-Shh, hola señora abuela de Naruto.

-¡¿Estas bromeando?! Debes estarlo ¿verdad?

-Me alegra que este muy bien –mueve en negación su dedo índice.

-Quiero una explicación, Sasuke. Y que sea rápido

-Aguarde un segundo –cubre con su mano el auricular.-Ellos iban ascender a Kabuto

-Es por eso tengo que casarme contigo –frunce el ceño.-Además eso es ilegal.

-Ahora si hablas como un hombre justo ¿no?


Permaneció callado analizando cuidadosamente la situación, o sea como fue posible que así de la nada cayo también envuelto en dicho problema sin siquiera ser suyo. Era inaudito además porque tendría que ayudarlo sino le debía nada ¡Bah! Rotundamente no lo haría. Seria un pago por haberlo ignorado y humillado alrededor de dichos años.


-Sasuke… me rehúso hacerlo. No me voy a casar contigo

Aleja el teléfono

- ¿Cómo dices? Tienes que porque si no todos tus sueños de tocar con tus palabras la vida de muchos lectores habrá muerto –retoma de nueva cuenta la plática del teléfono.

-¡No me voy a casar contigo! – grita ocasionando ser visto reprobatoriamente por Sasuke.

-Si espere un momento por favor – con la mano libre lo sujeta del mentón mientras deja pegado contra su pecho el teléfono.-Escucha con atención, Kabuto te despediría una vez que yo me halla ido, estarás solo buscando un trabajo en todo tu miserable vida y todos tus sueños de ser un editor se irían a la basura pero no te preocupes después de legalizar mi visa nos divorciaremos lo mas rápido posible y lo olvidaremos ¿Ok?– alza ambas cejas sin dejar de mirarlo fijamente esperando respuesta mas lo único que consiguió fue una mirada sumisa.- Bien como quieras… ¿Bueno? Discúlpeme es que su nieto no me permite darle una súper buena noticia.

¡¿Qué?! No serás capaz de eso o si ¿Sasuke?

-De que su nieto…

–No Sasuke espera –le arrebata el teléfono.- De acuerdo, está bien –inhala y exhala el aire.- Lo hare pero si no le dices ni una sola palabra a mi familia.

-Decirles ¿Qué? –enarca la ceja.

-De decirles que me voy a casar

¡¡AWW!! ¡¡QUEEE!! ¡¿ES EN SERIO, NARUTO?! ¡OH! ¡QUE BUENA NOTICIA!

-Ups, botón equivocado –quita su dedo del altavoz sin dejar de mostrar su sonrisa prepotente.-Te espero mañana en la mañana en la oficina de Migración ¿entendido? – dictamina en un susurro despacio y silencioso.
 
-¿Mañana? Esta bien… No abuela no era para ti je. No te preocupes luego se la presentare –estampa la mano contra su frente.

¿Qué he hecho?

Notas finales:

Espero que sea de su agrado. Cuando tenga tiempo lo arreglare sale
En cuanto a los demas fics pues veran... he tenido que tomar un tiempo para asi ya terminalos jeje.
Acepto sus comentarios, criticas construsctivas todo es bienvenido.


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