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Hasta que aparezcas. por kyuketsukikurai

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Notas del fanfic:

Esta es es mi primera historia yuri (pero no la primera vez que escribo, lo he hecho pero de otros generos) y a su vez, la primera que publico en esta pagina. La idea surgio en una noche antes de dormir, por lo cual decidi transformarla en este fic y me alegro de por fin estar lograndolo, de apoco, pero lo estoy haciendo ^^.

Notas del capitulo: Este capitulo va más dirigido a mostrar un poca la vida de una de las protagonistas, Alice Roseriun. Espero que les agrade ^^
El cielo ya estaba tomando un color grisáceo. Las nubes ya mostraban lo que se venia y lo que ocurriría.

En aquella mansión, en el interior del amplio bosque Violett, nadie se detenía por ningún momento. Las mucamas iban y venían cumpliendo las tareas que le encomendaban, el cocinero se encargaba de preparar todos los platos de la cena de esa noche, el jardinero se encargaba de las diferentes flores del gran y colorido jardín…Todos estaban muy ocupados, como siempre.

En la planta baja se encontraban el comedor, la cocina, el amplio salón de fiestas, la habitación de entretenimiento y muchas salas más…Que sinceramente no eran muy utilizadas.

En el primer piso era donde dormían y tenían sus pertenencias los empleados de la mansión. Cada uno tiene un cuarto propio, parece un hotel dentro de la elegante mansión.

En el segundo piso del amplio edificio, se encontraban las habitaciones principales y muchas más que se encuentran vacías, que a veces son ocupadas cuando venían visitas.

Y por ultimo el tercer piso…Allí no se sabe muy bien lo que hay, siquiera las mujeres que se encargan de la limpieza se acercan, tienen prohibido hacerlo. Además de que como casi nadie sube, no precisa de cuidados. Siempre le dicen que allí se harán otras salas…Pero siguen si entender de que, si final cabo, ya hay de todo.

Los lujos siguen y siguen ¿Y a quienes pertenece todo lo nombrado? Más que menos a la familia Roseriun, las personas más ricas de todo el lugar. Hay muchas historias sobre ellos, pero la mayoría son puras leyendas creadas por el resto de los habitantes de la ciudad de Crelin.

La única persona que no caminaba de un lado al otro, era la que se encontraba en su cuarto, observando en silencio el cielo. Su nombre es Alice Roseriun, hija única, la dueña de todos los bienes. Una bella joven de amplia cabellera azabache, ojos grises como las nubes de esa noche y una pálida, pero suave, piel.

Es la señorita y ama de la casa desde que sus padres fallecieron cuando apenas cumplía dos años de edad, no tiene muchos recuerdos de ellos. Desde entonces se crio ayudada por diferentes empleados…Pero la que más la ayudaba era su sirviente personal, Leriun, que siempre estaba para servirle en cualquier cosa que precisara. En ocasiones también vienen unos tíos que se encargan de algunos asuntos de la familia y de ver si precisaba algo. Últimamente tan solo vienen de vez en cuando.

La forma de ser de Alice, no es lo que se puede ver comúnmente en una muchacha con quince años de edad. Toda su vida estuvo llena de deberes de adultos y todo la llevo a ser la que es ahora, una chica que demuestra muy pocos sus sentimientos. Que reconoce que jamás, a pesar de que nunca le falto nada, no conoce la verdadera felicidad, aunque sea un poco .Para ella la poca dicha que tiene…Es eso, dicha. Nada llega a ser la felicidad absoluta, no recuerda la última vez que sonrió sinceramente.

Su tiempo libre lo utiliza para practicar diferentes actividades, como tocar variados instrumentos, egitacion, tiro al arco…O simplemente leer y escribir.

Estudia en su hogar, diferentes profesores van a la mansión tres días a las semanas, mayormente a la mañana, ha dictarles las diferentes materias. Nunca toco una escuela en su vida…Tampoco fue a la ciudad, tal vez habrá ido alguna vez cuando era más pequeña, pero no lo recuerda.

Todo deja a la vista que tan solo sigue su rutina, que ya con cada día que pasa, empieza a fastidiarle más y más. Pero no puede decir mucho, tampoco tiene con quien quejarse, tan solo debe seguir con lo que siempre hace.

La relación que tiene con los diferentes empleados de la mansión es muy buena. Ella los trata como si fueran su propia familia…En más, siempre dice que cada uno de ellos ya pertenece a la familia Roseriun. En todos esos años vivieron y estuvieron a su lado. Siempre tendrán su aprecio y gratitud, y ellos piensan lo mismo.

Miró por un momento a un lado y volvió su mirada al firmamento. Le pareció haber olvidado algo…Bueno, ya se enteraría de todos modos de que era.


-Aún no empezó a llover…-viendo que las nubes estaban cada vez más oscura, pero igual ni una gota caía.- Tal vez lloverá más tarde.- bostezó un poco y se alejó caminando sin ánimos de la ventana.

-Me pregunto que estará haciendo allí dentro…-susurró una mucama acercándose a la puerta de la habitación de su ama.

-Tal vez estará escribiendo.-respondió levemente el joven jardinero haciendo lo mismo que la mujer.

-Jessy y Robert ¿Me pueden decir que hacen aquí?-


Al escuchar esa voz casi les agarra un infarto, hubiesen deseado que fuese así, era mejor que estar soportando los reclamos de ella…


-Señorita Leriun. Buenas Noches- sonrieron nerviosos ambos mientras que arrastraron sus pies lejos de la puerta.

-No han respondido mi pregunta…-suspiró y llevó una mano a su frente.-No importa, ya habrá momentos para habar.-los volvió a mirar fijamente.- Se deberían de estar haciendo cargos de los preparativos para él día de mañana. Si no lo saben Madame Juliette vendrá de visita.-

-¡Si Señora!-responden como dos soldados y vuelven velozmente a sus deberes.

-¿Señora?-frunció su seño por un momento.-No tengo tiempo para esto, yo también tengo que trabajar.-miró la entrada de la habitación de su ama.- Me pregunto si saldrá de allí…Tal vez hasta mañana no lo haga.-se alejó.

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-Señora Leriun…-

-¡No! Que Juliette no tolera ningún alimento que contenga latosa ¿O acaso cocinero olvida lo que ocurrió la ultima vez?-

-¿Qué casi se muere ahogada y que tuvimos que llamar urgentemente al medico? ¿Y además a usted le bajo la presión?-

-Señora Leriun…-los susurros se elevaron

-Si lo recuerda… ¡Entonces has bien tu trabajo Martin!-le ordenó firmemente y el cocinero se retiró parcialmente sordo.

-Señora Leriun…-le sujeto de la manga de su vestido.

-¡¿Qué!?-giró rápidamente haciendo que la persona que la llamaba se cayera al suelo.- ¡Oh!...-se calmó.- Lo siento Jessy ¿Ahora que ocurre?-¿Siquiera se molesto en estirarle su mano y hablaba tan amablemente?

-A ver…-se levantó lentamente y susurró lo descontenta que se había quedado luego del trato de su superior.

-¿Acaso lo has olvidado?- por cosas de la vida, la mujer de cabello castaño tenia razón, la mucama se había olvidado completamente porque estaba allí.

-Eh…Creo que si.- rascó un poco su cabeza, mientras que la mayor intentaba no desesperarse ante esa situación.

-Muy bien. Rebobine su mente, piense muy bien y ya lo recordara.-

-¡Cierto! Hay un problema con Alice…-

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-¡Señorita por favor!-

-¡No saldré!-un almohadón voló en trayectoria a la cabeza de la mucama cabellos de oro.

-Auch…-se levanto el almohadón pero en su distracción es alcanzada por más proyectiles…Que se trataban de más almohadas y pequeños peluches.

-¡No saldré Luz!-un portazo finalizo con la escena.

-Me van a retar luego de esto…-sus ojos ya se empezaron a humedecer.

-No hace falta que te pongas melancólica pequeña Luz-le acarició con cariño la cabeza.

-De acuerdo señorita Leri-la muchacha solía llamarle así por el aprecio que le tenía y la mayordomo no podía decir nada contra eso.

-Lady Alice por favor ábreme la puerta.-acercando su rostro a la fría madera que componía la firme puerta. Una negativa se escucha desde el interior.- No es tan grave la situación mí querida ama. Déjeme que le hable.-miró a la mucama que estaba a su lado y esta se va para su cuarto.

Luego de unos segundos de espera, acercó su mano a la manija y esta gira. Abrió lentamente la puerta y pudo ver el cuerpo de la morena sentado en su suave cama. Que como esperaba, se encontraba mirando por la ventana.

-Al final no llovió…Y ahora ya ha salido el sol, tan solo hay muy pocas nubes.-susurró.

- Si mi pequeña.- se acercó más a ella y se sienta a su lado.

-¿Ahora que Leriun? ¿Por qué esta sonrisa tan amable?-

-¿Acaso no puedo sonreírle a una persona que aprecio mucho?-acariciando lentamente su cabeza.- ¿No quieres ver a tu tía, no? –

- Tan solo viene por su propio interés, siquiera se preocupa por mi, tampoco lo hacia por su hermano.- hablando de su difunto padre .

- Siempre obtienes mucha información…Me pregunto que te contara todo lo que sabes.-alejando su mano de ella.- Pero sea cual sea la intención, aún Madame Juliette, tiene tu sangre y eso la hace parte de tu familia. A la vez, que es una de tus tutoras hace muchos años.-

-Lo repito, por puro interés.-la mayor volvió a sonreír.

-Aunque lo intentemos jamás cambiaras tu forma de ser¿No?-no obtuvo respuesta, ya que no era necesaria.- Pero igualmente, eso es lo que la hace única mi ama, su forma de ser…y más aún su bello interior.-

-Qué no existe.-

-No, no es así. Si existe.- tocando su pecho.-Aquí, bien en el fondo esta, encerrado entre todo ese manto oscuro de adentro, pero sigue latiendo junto a su corazón.-

-Puede latir…Pero no tiene sentido que lo haga si yo no me siento viva.-siquiera sus palabras tenían rastro de sentimiento alguno.

- Mi pequeña Ali…-no le agradaba que le digieran así, pero de la boca de ella sonaban tan diferente…-Siempre he estado junto a ti…y siempre lo estaré. Para eso fui asignada por tus padres desde que naciste, para protegerte y cumplir todos tus deseos.-

-Entonces deseo que me ayudes a encontrar lo que tanto las personas hablan…La verdadera felicidad.-

- Prometo que te ayudare a encontrar tu felicidad. No lo dudes, ya que para mi sus deseos son mucho más que ordenes, se transforman en mis propios deseos y anhelos.- basando suavemente su mano derecha.- Si usted es feliz también lo soy mi ama.-

-Sabes que no me agrada que me llames ama…-

-Pero tú lo eres, te pertenezco Alice Roseriun y soy feliz de que sea así. No nada mejor que estas a tus órdenes y poder estar a tu lado mi pequeña Alice.-en su tono de voz de pudo escuchar su disposición y respeto hacia ella.

-Pequeña Alice…-susurró aferrando sus manos a las de la mujer que tanto la había protegido y cuidado en este tiempo.

-Si…-consiguió cruzar la mirada con los vacios ojos grises de la menor.-Muy bien ¿Quieres que te ayude alistar My Lady?-

-No, esta vez quiero hacerlo yo sola.- de pie y se acerca a su amplio armario.

-Por poco me olvido de decirle.- se detuvo antes de abandonar la habitación.- Hace una hora ha llegado un paquete de su tía, al parecer no quería esperar a llegar hasta aquí. Al parecer se trata de un celular.-

-La modernidad…-sosteniendo un vestido entre sus manos.-

-Si, la tecnología ha avanzado demasiado en estos últimos tiempos.-

-Debemos ser una de las pocas familias que no se han dejado llevar tanto por la etapa de la tecnología...-se sacó lentamente su camisón color pastel.

-Nosotros mantenemos nuestras costumbres sobre todas las cosas mi Alice. Pero de vez en cuando algo de la nueva generación no viene mal.-haciendo una pause y volvió recordar.- Hoy tendrás que desayunar con Madame Juliette, seguramente estará por llegar pronto.- salió de la habitación dedicándole una dulce sonrisa.

-Desayunar…-terminó de colocarse el vestido.-Me pregunto donde estarán esos zapatos…-sintió que patea algo.- Con razón no aparecías pequeña consola...Un poco de tecnología no hace mal- deja la Nintendo DS en su lugar y continua buscando.

___________________________________

-¿Dónde se encuentra mi querida sobrina?-una mujer de treinta y cuatro años de edad revoloteaba hiperactivamente por cada rincón.

-Seguramente en un momento bajara.- respondió mientras dirigía sus hermosos ojos color jade a las escaleras, esperando que por lo menos el aire bajara.

- Leriun, a pesar de todo lo que le he enseño aún sigue llegando tarde cuando tiene que darme la bienvenida.- resopló como si de una niña se tratase.

- Tal vez no sea suficiente…-se empezaron a escuchar pasos y empezó a descender la bella ama de la mansión, con un vestido que no hacia más que resaltar su pálida piel.

-Por fin llegas mi pequeña Ali.- corrió hacia ella e intenta alzarla con su abrazo, pero le es imposible, ya que la muchacha de pelo azabache se resiste.

-Buenos días Madame Juliette.-la saludó lo más fingidamente amigable posible, detestaba con su alma que esos labios rojos pronunciaran ese apodo.

-¡Te he dicho que me digas tía Juli!-apretando sus mejillas hasta dejarlas del mismo color que las cortinas.

- Auch…Tía Juli, eso duele...-yendo hacia al comedor y ambas mayores la siguen.

-¿Decea tomar algo madame?-

-Un té, cualquiera estará bien.- la sirvienta asintió y se dirigió a la cocina.- ¿Cómo has estado mi pequeña? Te has entretenido con los videojuegos que recibiste ¿No?-sonrisa…la sonrisa que Alice la traducía como “amigable, pero poco convincente”.

-Podría decirse que si. Aún no he probado tres de los que me has enviado.-

-Que rápida eres…¡Ya me olvidaba!-le entregó una pequeña bolsa.-Es para ti, es uno de los últimos modelos que han salido en el mercado.-si continuaba así la dejaría ciega con la brillantes de sus dientes blancos.

-¿Qué es?...-asomo su vista por la bolsa y vio una caja.- Un celular…-la miró fijamente.

-Ya tienes mis números guardados por cualquier cosa que necesites…¿Y esa mirada?-no recibió respuesta alguna.- Vamos, dime lo que ocurre.-

-No, dímelo tú.-

-No me hables de esa manera.-tocando con un dedo su nariz.- ¿Dónde ha quedado lo que te enseñe?-

-Por alguna razón has venido luego de diez meses.-

-Jeje…Eres una niña inteligente, igual que tu madre.-sujetando su rostro.- Hasta podría decir que te le pareces bastante…-no hicieron faltas palabras para que se diera cuenta de que quería que hablara de una vez por todas.- Muy bien, te lo dire.-se enderezo en el asiento y continuo.- Te enviare a una escuela.-

-¿Escuela?-esa palabra la había aplastado completamente.Ni en sus sueños, no iría a una escuela.- Nunca.-

-Nunca digas nunca, mi joven sobrina. Hasta Leriun ya ha estado de acuerdo.- la nombrada había llegado con el té y pastelillos…En un no tan buen momento.

-¿Es cierto lo que dice? ¿Me enviaran a una escuela?-su tono de voz era más firme y furioso que nunca.

-Si my lady…Madame Juliette, me ha hablado de esa posibilidad y concuerdo con ella, es mucho mejor que tenga relación con niños de su edad. Sera muy bueno para ti.-a pesar de todo, su mirada logro tranquilizar un poco a su ama.

-Entonces no más reproches, desde mañana iras a la escuela, Alice.-


¿Qué seria lo que le esperaría ahora? No podía hacer nada para evitarlo, tendría que viajar a la ciudad…he interactuar con nuevas personas. Eso le arruinaría su tranquila vida…o tal vez la dejaría un paso más cerca de su verdadera felicidad.
Notas finales: Muy bien, espero que les haya gustado el primer capitulo. En el proximo ya se vera como sera la vida de Alice apartir de su incorporacion a una escuela secundaria y desde allí empezara a cambiar todo para ella n.n.
Gracias por haber leido el fic, hasta la proxima,chao ^^

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