Entre perros y sanguijuelas.
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Disclaimer: Los personajes de esta historia son propiedad de Stephanie Meyer y probablemente alguien ms. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio econmico alguno.
Sumario: Bella vino a Forks, pero Jacob Black lleg primero a la vida de Edward Cullen. Drabbles de Jakedward.
Pareja: Jacob Black/Edward Cullen (seme/uke), menciones de otras.
Aclaraciones y Advertencias: UNIVERSO COMPLETAMENTE ALTERNATIVO. Probablemente Mpreg, algo de OOC (Vamos, es un fanfic) y lemon.
Aclaraciones de lectura:
-Letra normal: dialogo, relato.
-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.
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Cosplay.
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-Ey, vamos. Antes de conocerte era heterosexual, pero viniste t con tu sonrisa de lado, tu aspecto de estrella de cine y me atrapaste. Es lo menos que puedes hacer por m, no te quejes.
Edward hizo el gesto muy humano de resoplar y mir a Jacob a travs del espejo.
-Si no mal recuerdo se necesitan dos para bailar el tango, Jacob Black. No creo haberte obligado a nada.
-Est bien, est bien. Tommoslo como un mtodo para mantener la llama viva, entonces. Vamos a pasar toda la eternidad juntos y no podemos permitir que nos aburramos el uno del otro.
Edward resopl otra vez.
-Llevamos cincuenta aos juntos, chucho y no recuerdo que no haya un da que no pongas tus manos grandes en mi cuerpo.
-Seguro, seguro –murmur Jacob, con sus ojos chocolates ardiendo, mientras miraba como Edward terminaba de ponerse la ltima pieza del traje.
Una pequea cinta en el pelo.
-Bien, Cmo me veo? –se gir para ser admirado.
-Ven aqu, nia traviesa –gru Jacob, su voz cargada de deseo.
Es que Edward, a pedido de su marido, llevaba un traje de colegiala. Jacob haba ido a su cuada Alice para buscar ayuda y entre los dos escogieron el uniforme ms pervertido que pudieron hallar. As pues, para incentivar el morbo del hombre lobo, eligieron un traje que imitaba el uniforme del colegio de Kinomoto Sakura, del manga de Card Captor Sakura.
El vampiro puso los ojos en blanco y se coloc el sombrero de marinerito en la cabeza, antes de ubicarse frente a su amante. Jacob no perdi tiempo en acariciar las piernas plidas, libres de pelos y cumpli su sueo de meterle mano a Edward debajo de una falda.
Si el Cullen pudiera haberse ruborizado, lo hubiera hecho.
-Cielos, de todos los lobos, tuve que escoger el ms pervertido.
-Silencio! –Jacob le dio una palmada en el trasero a Edward, hacindolo chillar de sorpresa. –Usted se ha comportado muy mal, seorita Cullen. As que me temo que tendr que quedarse despus de hora, para un pequeo… castigo.
A pesar de lo ridcula de su situacin (con un traje de colegiala japonesa y con su marido aparentemente en un rol de profesor), Edward no pudo evitar gemir. Esto lo estaba despertando.
Fin.
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-.-Importante: fjate que te molest en mi fic y que te agrad. Dmelo. Pero trata de mantener la cortesa y hazlo de una manera que pueda entender.-.-
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