Entre perros y sanguijuelas.
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Disclaimer: Los personajes de esta historia son propiedad de Stephanie Meyer y probablemente alguien ms. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio econmico alguno.
Sumario: Bella vino a Forks, pero Jacob Black lleg primero a la vida de Edward Cullen. Drabbles de Jakedward.
Pareja: Jacob Black/Edward Cullen (seme/uke), menciones de otras.
Aclaraciones y Advertencias: UNIVERSO COMPLETAMENTE ALTERNATIVO. Probablemente Mpreg, algo de OOC (Vamos, es un fanfic) y lemon.
Aclaraciones de lectura:
-Letra normal: dialogo, relato.
-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.
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Cuarentena.
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**Dedicado a Mirels por su cumpleaos. Feliz cumple atrasado, Mi-chan!**
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Jacob estrell el cuerpo de su vampiro contra el tronco de un rbol, todo su cuerpo marrn ya estaba desnudo, puesto que acababa de transformarse de un lobo a un hombre. Su amante todava llevaba algo de ropa, pero de eso se encargaran dentro de un rato. Ahora lo nico que queran era estrellar sus bocas, probar el sabor del otro, rodar sus lenguas y gemir como animales en celo.
Generalmente, ellos no eran tan agresivos antes del sexo, pero es que llevaban tiempo sin hacerlo. Carlisle les haba dicho que Edward necesitaba recuperarse de “dar a luz” a su hijo, as que los haba puesto en cuarentena de sexo. Pero estos eran Edward Cullen y Jacob Black de los que estbamos hablando y el beb llevaba slo dos semanas de nacido.
Ellos no podan aguantar, ellos necesitaban poseerse.
Adems, Edward no era ninguna mujer humana que necesitaba esos das para recuperarse.
Un ruido de rasgado de tela le dijo al vampiro que su pantaln y bxers ya no estaban en su cuerpo, pero eso no le importaba. Pantalones de Armani se los poda comprar todos los das, tener sexo con su amor era impagable. Impaciente, rode sus piernas largas y plidas sobre la cintura de su lobo y procedi a quitarse los zapatos, usando primero un pie y luego el otro.
Jacob gru y comenz a frotar sus cuerpos con una velocidad e intensidad que hizo a Edward rodar sus ojos y dejar salir un grito estrangulado. …l poda sentir cmo el fuego era ms fuerte que el hielo, el calor de Jake lo devoraba y l no poda estar ms feliz por ello.
-Dime… dime qu quieres –jade Jacob, lamiendo un lugar en su cuello que lo volva loco.
El hombre lobo mola sus erecciones juntas y era tan placentero para l, como para el ms joven. Porque Edward poda sentir que un lado de su pene se frotaba contra su estmago fri y el otro contra el hirviente de su amante. Era dos lados de la moneda, dos lados perfectos.
-Quiero que me cojas, Jake –gimi, sabiendo que a su amor le gustaba la charla sucia durante el sexo-. Quiero que metas tu pene dentro de m y me embistas con todas tus fuerzas, hasta que vea las estrellas. Y luego, quiero que acabes dentro de m.
-Oh, Dios –jade Black, sin aliento.
Y tal como lo haba pedido, Jacob tante su agujero, y luego meti un dedo.
-Deja eso –gru Cullen-. Te quiero ahora, sin preparacin y duro.
Jacob le dio una mirada cargada de lujuria salvaje, antes de meterse dentro del culo de su amante. Edward dio un grito que debi escucharse hasta su casa, pero no le import, lo nico en su mente era ese calor que era transmitido por el falo dentro de su ano, un calor que suba hasta derretir su cerebro. Era en momentos como estos que su capacidad se perda completamente, l no poda pensar ni mucho menos poda escuchar los pensamientos de otros, slo poda sentir.
-Oh, Ed~
-Muvete! Muvete, maldito perro!
Jacob gru, enojado por el apodo, pero tambin excitado. Sali completamente de Edward y despus volvi a entrar. Una y otra vez, sin detenerse, chocando su piel contra la otra, produciendo ruidos estruendosos, que asustaron a la fauna circundante. El tronco detrs de la espalda de Edward hizo sonidos de protestas, pero a ninguno les importaba la naturaleza justo en ese momento.
Edward gimi y se aferr a los hombros amplios de su amante, enterrando sus uas all, no preocupndose por dejar marcas, ya que no bien los araazos eran dejados al instante siguiente estaban curados.
Black sigui embistindolo sin piedad, murmurando palabras sucias a su odo. Por alguna extraa razn, Jake tena gusto de llamarlo mujerzuela, puta o perra. Siendo que l haba sido virgen antes de acostarse con Jacob. Pero no poda negar que esos motes los encendan a ambos.
-S, soy tu puta –gimi Edward-. No pares!
Como si Jacob podra parar.
*Casa de los Cullen*
-Oh, s! Ms! –La voz era lejana, pero para los vampiros de la casa se escuchaba como si estuviera slo a dos metros.
-Bien… -dijo Esme, alimentando al beb Lucas con un bibern de sangre de cerdo-. Sabamos que no iban a durar cuarenta das.
-S –murmur Carlisle, exasperado.
Fin.
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-.-Importante: fjate que te molest en mi fic y que te agrad. Dmelo. Pero trata de mantener la cortesa y hazlo de una manera que pueda entender.-.-
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