Misaki
Aun lo recuerdo… ya pasaron cinco años, cinco largos y gratificantes años, desde el día el maravilloso día que empecé a vivir con él, el gran escritor Usami Akihiko-san cariñosamente apodado Usagi-san, desde que estoy con el he aprendido muchas cosas, sus gustos y sus disgustos jeje no le gustan los pimientos… aprendí como tratarlo para que se sienta a gusto, no se quizá es por tanto tiempo de estar a su lado yo aprendí a disfrutar casi las mismas cosas que el, ya han sido cinco años jeje creí que nunca lo conseguiría pero me gradué tal vez yo no fui el mejor de mi promoción pero ese día su mirada era de orgullo, fue uno de los días más felices de mi vida, el me abrazo me regalo su sonrisa y sus ojos llenos de amor, uno de mis sueños se cumplió, llegar a ser una persona merecedora de estar al lado de el hombre que tanto amo, ese día celebramos los cuatro juntos fue una fiesta hermosa pequeña he intima solo para la familia y claro Usagi ya era de la familia es verdad mi nii-san y nee-san aun no lo saben pero algún día se los diré jeje, me siento dichoso de estar rodeado de gente tan maravillosa mi amado hermano un hombre de negocios, mi amada hermana esposa de mi hermano y por supuesto mi amado novio un gran escritor
Recuerdo bien que lo mejor del día de mi graduación no fue ni el acto ni la cena fue más bien el postre de estar con Usagi, fue una noche muy intensa, el y yo cuando al fin nos quedamos solos Usagi y yo subimos a nuestra alcoba, después del incidente con la prima de Usagi el no me deja dormir en mi habitación y claro la lleno de Suzuki-san
En la habitación la luz era tenue pero aun podíamos vernos, en el ambiente se sentía un delicioso perfume a rosas, Usagi me fue rodeando con sus largos, fuertes y varoniles brazos, tomaba mi cintura y la pegaba a su cuerpo, podía sentir el calor que emanaba de él, con sus alargadas manos soltó mi corbata y fue desabrochando cada uno de los botones de mi camisa, mientras yo intentaba sacarle el cinturón, nuestra sincronía era insuperable cuando nuestras prendas salían volando una a una, cuando el me quitaba algo yo le quitaba algo también, quedamos frente a frente acariciando nuestros cuerpos, ninguno de los dos decía algo pero no lo necesitábamos, sus ojos me veían con tanta pasión, pasión que mis ojos le suplicaban, nuestras manos se sentían desesperadas acariciando cada centímetro de piel, se inclino a besar mi pecho, mordisqueaba, lamia y besaba todo mi cuello, me cargo y me llevo a la cama habían delicados pétalos de rosa por todos lados
- Lo planeaste??
- Recuerda que es tu graduación, debía ser una noche perfecta
Usagi me beso apasionadamente, nuestras lenguas bailaban y mis brazos rodeaban su cuello profundizando el beso, ese tan deseado beso, mientras que sus manos jugaban con mis pezones cuando nos faltaba el aire nos tuvimos que separar pero un hilo de saliva aun conectaba nuestras bocas, Usagi-san bajo poco a poco por todo mi pecho hasta llegar a mi ombligo besaba mi ombligo y sus manos jugaban con mi ya erecto pene, sus manos bajaban y subían por toda su longitud, uno de sus dedos acariciaba la punta
- Ya no puedo mas, Usagi tómame
- Que excitado estas Misaki
- De quien es la culpa
El sonrió y de la gaveta saco un frasco de plástico y desparramo todo su contenido en mi entrepierna y en sus manos, con eso fue metiendo uno de sus dedos por mi orificio, estaba tan mareado de la excitación que no sentí dolor hasta que introdujo el tercer de sus dedos, el dilataba mi entrada con mucho cuidado, sentía como sus ojos observaban cada fibra de mi ser, esos violetas y hermosos ojos hacían que me muriera de la vergüenza mi cuerpo rojo y excitado deseaba que ese hermoso hombre de cabellos plateados me tomara, le mire con ojos suplicantes y el entendió rápidamente lo que deseaba
Tomo su palpitante y dura erección y la fue introduciendo poco a poco por mi entrada, el dolor era fuerte tanto que mis lagrimas no se contuvieron, pero Usagi-san odiaba verme llorar así que lamio esas saladas lagrimas y fue envistiéndome poco a poco hasta que me acostumbrara, los gemidos comenzaron a salir de mi boca Usagi-san me jalo para que me sentara sobre él y las estocadas fueran más profundas y mas rápidas, mientras era penetrado por Usagi mi erección se rosaba con su pecho y nuestras lenguas peleaban una con la otra en una danza que solo ellas conocían, cuando los dos ya no pudimos mas, llegamos al orgasmo, no es la primera vez que terminamos juntos, me encanta cuando pasa siento que nuestros corazones laten al mismo tiempo, ambos nos desplomamos cansados y agitados, el me agrazaba posesivamente y yo sobre su cuerpo dormía
Es verdad esa noche no dijimos mayor cosa con palabras pero con cada caricia, con cada beso nos decíamos más de lo que las simples palabras pueden expresar
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