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Indiferencia por hazare

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Notas del capitulo: Otro capi, espero que os guste ^^
Se revolvió el pelo unos segundos, intentando aclarar sus ideas y lo que tenía que hacer a continuación. Rápidamente creó un bunshin, que mandó a avisar a Sakura y Kakashi de la situación del azabache, y mientras éste se iba por donde el original había venido, Naruto destapó a Sasuke y lo recogió entre sus brazos, alzándolo con él. Con los movimientos, el Uchiha abrió lenta y pesadamente los ojos, hasta dejarlos semiabiertos. Miró hacia arriba, divisando la cabellera rubia de su compañero y sus zafiros que lo miraban preocupados

- Dobe...
- Sasuke-teme, ni siquiera enfermo dejas de fastidiar...
- Quien dijo que estuviera enfermo, usuratonkachi... - el moreno arrastraba las palabras, como si cada una de ellas le costara un triunfo sacarla del cuerpo
- Es cierto, no estás enfermo, es solo que eres un debilucho, no es así? - el rubio esbozó una sonrisa divertida mientras caminaba con el Uchiha por el pasillo de su casa
- Idiota... - Sasuke cerró los ojos de nuevo, como si ya no pudiera mantenerlos abiertos.
- Sasuke...no te duermas, te voy a llevar al hospital - lo miró de nuevo más preocupado, y lo acercó más a su pecho.

La cabeza de Sasuke reposaba sobre el pecho del rubio, y su cuerpo atlético ahora parecía un muñeco roto en los brazos del rubio. La camiseta azul con unos shorts también azules que llevaba como pijama los tenía apegados al cuerpo, completamente sudados, signo de su alta fiebre. Naruto se apresuró por la casa, bajando rápidamente las escaleras, pero con cuidado de no mover demasiado a su compañero. Abrió con dificultad la puerta y echó a correr por las calles, llevando a Sasuke con él. Por fortuna no se cruzó con nadie, a esas horas todo el mundo por esa parte de la ciudad estaba de misión o en otros quehaceres. Si se hubiera encontrado con mucha gente probablemente el moreno le pegaría por llevarlo de esa manera una vez estuviera recuperado. Sonrió sin poder evitarlo. A veces Sasuke era tan predecible...Después le vino a la cabeza el recuerdo del beso del día anterior, y se puso serio. Otras veces, no había quien lo entendiera...

Llegó al hospital en pocos minutos, y a voz en grito pidió ayuda. Las enfermeras al verlo llegar con el último de los Uchiha en los brazos, corrieron a por una camilla, donde Naruto depositó a Sasuke con delicadeza.

Las enfermeras se lo llevaron por unas puertas, dejando a Naruto esperando en el pasillo, nervioso y dando paseos de un lado a otro. Diez minutos después llegaron Kakashi y Sakura, que le preguntaron por el estado del moreno

- Naruto, qué ha pasado? Cómo está Sasuke?
- No lo sé, Sakura-chan, yo le encontré en su casa bañado en sudor y con mucha fiebre, y me lo traje inmediatamente
- Es extraño que Sasuke se resfríe, es fuerte y lo suficientemente inteligente para mantener el calor aun en condiciones muy adversas - habló Kakashi
- Lo sé-ttebayo, no sé lo que habrá podido pasarle, estos días estaba bien
- No has notado nara raro en él en vuestros entrenamientos? - cuiestionó el peliplata
- No, todo fue normal. El otro día lo golpeé accidentalmente con uno de mis jutsus, pero se levantó sin problemas, y al día siguiente estaba como siempre
- Ya veo, entonces tendremos que esperar a ver qué dicen los médicos.
- Iré a avisar a Tsunade-sama, seguro que querrá saber del estado de Sasuke
- Está bien Sakura, ve. - la chica se marchó a la carrera por uno de los pasillos del hospital, dejando a su maestro y su compañero sumidos en sus propios pensamientos.

Veinte minutos después aparecía por el mismo pasillo por donde se había ido Sakura la voluptuosa rubia hockage acompañada de su alumna y de Shizune. Se acercó a los chicos a la vez que ellos se levantaban.

- Cómo está Sasuke, Tsunade-oba-chan?
- Maldito mocoso, te he dicho que no me llames oba-chan. Y Sasuke está estable. Lo cierto es que ha cogido una fuerte gripe, con una infección en la garganta bastante grande, lo que le provoca las altas fiebres, y también tiene los bronquios un poco afectados. Tardará como mínimo una semana en reponerse.
- Cómo ha podido coger todo eso, si hasta ayer estaba bien, Tsunade-sama? - preguntó la pelirrosa
- No lo sé, eso es algo que tendremos que preguntarle cuando se reponga. Es como si hubiese estado ayer todo el día bajo la lluvia. Sin embargo no tenía ninguna misión, y Sasuke no es tan estúpido para pasarse el día bajo el agua - los tres compañeros asintieron
- De todos modos, ustedes tenían una misión hoy. Kakashi, tu y Sakura iréis a terminar con eso, puesto que no es una misión de riesgo alto. Y tu Naruto, llevarás a Sasuke a tu casa y lo cuidarás hasta que se reponga. No puedo tenerlo en el hospital, necesito las camas para otros heridos que han llegado recientemente de las últimas misiones en el país del agua.
- En mi casa-ttebayo?? Pero Sasuke se largará en cuanto abra los ojos!! Además yo no sé cuidar de nadie!!
- Basta Naruto, tu eres el único al que Sasuke hace un mínimo de caso, así que se quedará contigo - el rubio puso cara de excepticismo, mientras sus compañeros lo miraban
- Puedes llevártelo ahora mismo. Aún está dormido, así que tendrás que llevarlo como lo trajiste. No creo que suponga un problema para tí, cierto?
- ...no
- Bien, pues eso es todo, podéis retiraros. - Sakura y Kakashi asintieron y se fueron juntos por el pasillo en dirección a la salida, mientras que un Naruto cabizbajo y arrastrando los pies seguía a Tsunade y su ayudante por los pasillos hasta la habitación del moreno.

Entraron en la habitación, donde el moreno yacía durmiendo aún en una cama, y el rubio se acercó a él.

- Qué voy a hacer contigo, Sasuke? - le preguntó al dormido en un susurro.

Ante la mirada atenta de Tsunade, Naruto cargó a Sasuke en sus brazos de nuevo, y se dirigió a la salida. Tsunade le dio las últimas indicaciones al ninja sobre los medicamentos que tenía que darle a su amigo y el tratamiento que debía seguir. El rubio asintió y se llevó al Uchiha a su casa, donde lo acostó en su propia cama y lo arropó con sus sábanas.

- Lo siento teme, tendrás que dormir en mis sábanas, no tuve tiempo de cambiarlas... - le decía todo esto sin esperar respuesta, mientras se dirigía a la cocina a preparar un caldo para su compañero.
- Seguro que cuando se despierte quiere irse-ttebayo...no sé cómo lo voy a retener... - echó un vistazo desde la cocina de nuevo a la cama para comprobar que el otro seguía ahí.

"Dios...esto va a ser difícil..."

Momentos después, Sasuke abría los ojos, aspirando por la nariz contrariado.

"A que huele...mmmm...es tan conocido...me resulta familiar...este olor como a lavanda..."

Inspeccionó a su alrededor, fijándose en los muebles y paredes. Tenía la cabeza muy embotada, pero se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor.

"Cómo he llegado a casa del dobe?"

Oyó ruidos en la cocina, y supuso que el rubio estaría por allí. Se miró, allí enterrado en la cama del dobe con dos mantas y el cobertor por encima.

"Sí que es friolero el usuratonkachi"

Volvió a sentir los párpados pesados, y dejó que se cerraran, arrebujándose un poquito más entre las sábanas. Se sentía débil, y ese olor que desprendían las sábanas lo envolvía y embriaga haciéndolo sentir a gusto.

Mientras tanto en la cocina Naruto terminaba de poner las cosas que había cocinado en una bandeja para llevársela a Sasuke. Cogió todo y se fue a la habitación, donde vió a Sasuke revolverse lentamente bajo las sábanas. Sonrió, al parecer aún no se había dado cuenta de que estaba a su cuidado, si no ya estaría dando gritos.

- Sasuke, estás despierto?
- Hmmm...
- Eso debe ser un sí. Necesito que te sientes, te he preparado algo de comer
- ...
- Vamos Sasuke...estás enfermo, tienes que comer algo - el otro se revolvió entre las sábanas y asomó la nariz
- No estoy enfermo
- Ya. Bueno, eso no es lo que dice la oba-chan
- Esa vieja borracha que sabrá
- Sasuke... - el otro se volvió a dar la vuelta y cerró los ojos, ignorando al rubio
- Vamos Sasuke, no seas crío - sabía que eso haría reaccionar al otro, que inmediatamente se sentó en la cama
- El único crío aquí eres tu, dobe. - de repente se sintió mareado y perdió el color de la cara
- Estás bien, Sasuke? - el rubio se levantó de la silla en que se había sentado tras posar la bandeja en la mesilla de noche, e hizo ademán de tocar la frente del otro, pero éste la apartó de un manotazo
- Estoy bien...no me toques - Naruto retiró la mano con una pequeñísima mueca de dolor que no pasó desapercibida para Sasuke.
- Como quieras, te dejo la comida ahí, si tienes hambre cómetelo. - dicho esto se fue a la sala de estar, donde se tiró en el sofá a pasar el rato con sus pensamientos.

El Uchiha miró la comida. Le llegaba el olor de la sopa, y realmente tenía hambre. Cogió la bandeja con mucho esfuerzo, parecía que le habían abandonado las fuerzas. Se la puso en el regazo y esbozó una sonrisa. El dobe le había preparado una suculenta sopa de pollo con huevos cocidos, pollo al vapor con verduras y gelatina de fresa de postre. Se ve que había tenído en cuenta su estado.

Probó la comida. No estaba mal. Ahora resultaba que Naruto era un buen cocinero, o al menos aceptable. Increíble, nunca se lo hubiera imaginado. Esbozó otra sonrisa de lado y se comió todo lo que había en la bandeja. Luego la devolvió a su sitio e intentó levantarse.

Apartó las sábanas, se sentó en la cama con los pies en el suelo y se levantó, apoyándose en el colchón con las manos. Se puso de pie, y un fuerte mareo acudió a él, haciéndole tambalearse peligrosamente. Avanzó un par de pasos, y otra vez esa sensación volvió, pero más fuerte. Esta vez si se cayó al suelo, haciendo un ruido sordo y fuerte.

Naruto en el salón oyó el golpe y levantándose de un salto fue a la habitación, donde encontró a Sasuke tirado en el suelo, inconsciente. Asustado, lo levantó en brazos y lo llevó a la cama, dandole pequeñas palmaditas en la mejilla para que se despertara.

Sasuke comenzó a reaccionar y con lentitud abrió los ojos. Miró al rubio y volvió a cerrar los ojos. Naruto lo arropó de nuevo y se sentó en la silla

- Teme, no puedes levantarte. Estás débil
- Cállate...
- Escucha, la oba-chan me dijo que te cuidara, y lo voy a hacer quieras o no, porque no me queda otro remedio, así que hagámonos las cosas fáciles, está bien? - Sasuke lo miró abriendo sus ojos y después de un par de segundos asintió. Naruto asintió también, y se levantó para llevarse la bandeja a la cocina.

Sasuke se lo quedó mirando mientras se iba. Le había fastidiado el tono que usó para decirle que no le quedaba otro remedio que cuidarlo. Como si él se lo hubiera pedido. Era perfectamente capaz de cuidarse solo. Alzó un ceja. No le gustaba mentirse a si mismo. Quizá no se pudiera valer él solo en ese momento, pero tampoco era para restregárselo por la cara. Fastidiado, se dio la vuelta y cerró los ojos dispuesto a dormirse. Cuanto antes se recuperara primero podría irse y dejar al jodido rubio en paz. Al fin y al cabo si estaba así era por su culpa, ahora que lo pensaba. Sin más, suspiró y se puso a dormir tranquilamente.

Naruto salió de la cocina y lo miró. Ya había fregado y recogido los platos, y se acercó al de pelo azabache. Parecía dormido. Apartó unos mechones de cabello de su frente, y se quedó viendo su rostro dormido. Apoyó una rodilla en el colchón y se inclinó sobre su compañero. Así dormido, de verdad que le daban ganas de quererlo igual que antes, de rogarle por un gesto, una caricia, algo. Pero eso ya no se lo podía permitir. No quería sufrir más, y ese arrogante Uchiha no hacía más que dañarlo. Se inclinó más y le dió un beso en la frente. Quizá no pudiera permitirse ser amable como siempre con él despierto, pero sí que podía serlo cuando dormía, cuando no se daba cuenta de cuánto lo quería.

Apartó la silla del lado de la cama y se sentó en el suelo, apoyando los brazos en el colchón. Quizá el también pudiera echar una siesta mientras el otro dormía. No tenía nada que hacer excepto cuidarlo, y era aburrido cuando Sasuke dormía. Así que usando sus brazos de almohada, cerró los ojos y poco después ya estaba soñando.

Una hora después, el bulto bajo las mantas se removió, y la cabellera azabache salió entre ellas. Volvió a mirar a su alrededor, y se fijó en la cabellera rubia que estaba apoyada a un costado suyo.

Se dio la vuelta en la cama para quedarse mirándolo de frente. Así dormido era simplemente hermoso. No se sorprendió por pensar eso, ya lo había pensado más veces. No es que le gustara, es que la belleza era belleza en todos lados, y apreciable por todo el mundo. Admiró sus pestañas largas y rubias, rizadas hacia arriba, su nariz pequeñita y un poquito respingona en la punta, sus mejillas, que parecían de tacto de porcelana. Quisó comprobarlo, y sacando un brazo de su prisión de calor bajo las sábanas, acarició aquella piel tostada que realmente era tan suave como parecía. Sacó el otro brazo y acomodó su cabeza entre sus manos cruzadas sobre el colchón. Lo miró por bastante tiempo, sin pensar nada en particular, solo admirándolo.

En cierto momento, abrió mucho los ojos. Se dió cuenta de lo que estaba haciendo, y más aún, se dió cuenta del por qué. No es solo que fuera tan atractivo, es que...le gustaba. Le gustaba mucho. Po r eso le fastidiaba tanto su actitud de los últimos días...Coño!! Estaba enamorado del dobe!! Y desde quién sabe cuándo!!! Pero cómo podía ser eso?? …l que se creía que ya no podía amar a nadie...después de todo cuanto había pasado en su vida...simplemente no encontraba los motivos ni la fuerza para amar a nadie. Pero ese rubio...ese rubio se había colado poco a poco y casi a la fuerza en su alma, y ahora que lo pensaba, en realidad él quería amar...Uchiha Sasuke quería amar, y ese revoltoso ninja molesto tendría que enseñarle cómo.

Pasados unos momentos de consternación inicial, su cara volvió a relajarse. Se volvió a apoyar en las manos que había abandonado por el susto, y volvió a mirarlo. Pues bueno. Esa era la situación. Estaba enamorado de su mejor amigo, y su mejor amigo ahora había decidido pasar de él. Pues carajo, tendría que ver la manera de hacerle cambiar de opinión. Al fin y al cabo era un Uchiha, y los Uchiha siempre consiguen lo que quieren...sin tener que tocar su orgullo.

Vió que el rubio se removía un poco, y escondiendo las manos otra vez en la cama, cerró los ojos y se hizo el dormido. Como había dicho...su orgullo no se tocaba.


Naruto se despertó y se refregó los ojos soñoliento. Miró a su compañero, que parecía dormir aún, y luego comprobó la hora en el reloj de la pared. Se levantó y estirándose aún fue a la cocina por las medicinas de Sasuke.

- Sasuke... - el rubio removía con cuidado a su compañero
- Sasuke despierta, te tocan las medicinas - el otro se removió y se dio la vuelta
- Sasuke..... - Naruto estaba comenzando a perder la paciencia. El otro gruñó un poco y siguió en la misma posición.

Naruto le dió un puñetado entre suave y fuerte en el hombro, consiguiendo que el otro abriera los ojos de golpe y se diera la vuelta

- Dobe!! Qué coño te pasa??
- No despertabas teme!!
- Y se te ocurrió pegarme para que lo hiciera!!
- Claro!!
- Eres idiota!! Se supone que me tienes que cuidar!!
- Y eso estoy haciendo!
- Pues pobre del que caiga en tus manos!!
- Pues pobre de ti!!
- Yo no estoy en tus manos! Más quisieras!!!
- Cállate y tómate los medicamentos, Uchiha bastardo!!
- Que no me llames como el idiota de Sai!!
- Que no insultes a Sai!!
- Cállate!!
- Teme!!
- Dobe!! - se miraron furiosos por segundos enteros, y al final con un gesto furibundo, el rubio le tendió el vasito con las pastillas. El otro lo cogió y sin apartar su enfadada mirada de los zafiros de Naruto, se tragó el contenido del vaso y se lo volvió a entregar.

Naruto cogió el vaso de vuelta y se dio la vueta indignado, de camino a la cocina. Sasuke lo siguió con la mirada hasta que se perdió en ella, y luego sonrió de medio lado divertido. Puede que quisiera que cambiara de opinión pero...era tan divertido picarle...Además eso también era un paso. Hasta ahora tan solo lo ignoraba y punto, no cedía a sus intentos de discusión.

Se arrebujó de nuevo en la cómoda cama con olor a Naruto y satisfecho se quedó mirando al techo, mientras escuchaba los murmullos de la cocina que seguramente eran improperios contra él. Parecía que iba ganando terreno...Parecía.

El rubio en la cocina terminaba de lavar el vaso y meterlo en su sitio mientras maldecía al Uchiha y su endemoniado carácter. Pero al final paró y suspiró. No podía seguir así. No quería volver a las discusiones por tonterías con el otro y a las cosas de siempre. No iba a seguirle el juego. Salió de la cocina con su indiferencia de nuevo renovada, y sin mirar siquiera a la cama donde estaba su dolor de cabeza más habitual, se fue al salón y se sentó cansado de no hacer nada. Ahora tocaba pensar cómo hacer para no seguirle al juego a Sasuke, era difícil teniéndolo las 24 horas allí con él, pero lo conseguiría, igual que consiguió traerlo de vuelta...
Notas finales: Comentarios? Dudas? Sugerencias? Algo? ^^ Gracias por leer

ja ne!

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