Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cada Día por Sakura_hyuuga88

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Espero que les haya gustado el fic, puede que sea corto pues lo escribi en una hora que tenia libre jaja en fin, espero les guste y me dejen comentarios.

Notas del capitulo: Notas!!
-bla bla bla- habla Hiro
--bla bla bla- habla Duo
Pov's Duo

Cada día que pasa ciento que estas más lejos de mí. Cada día que pasa me siento bajo un árbol de cerezo para poderte ver a través de la ventana que da a tu salón, no sabes cuanto deseo poder acercarme a ti, tocar tu piel, besar tu cuello y perderme en tu mirada. Cada día ciento que un poquito de mí desaparece al mismo tiempo que veo como una bruja te abraza. Mi corazón ya no lo soporta más… por muchos años lo deje pasar pues antes no me importaba que ‘’esa’’ se te acercara pero ahora todo es diferente.

Un día simplemente desperté agitado y pensando en ti, me afligí y puse histérico, poco tiempo después me di cuenta de que te habías echo el novio de esa patética niña rica y en ese momento te odie. Te odie por no mirarme, te odie por no darte cuenta de que estaba ahí, te odie porque cuando ella llego a tu vida yo desaparecí.

Por mucho tiempo me fui de la tierra y volví a mi colonia natal, ahí tuve una buena vida, pero no era la vida que yo quería. El trabajo que Hilde me consiguió solamente me hacia desear verte mas pues mi trabajo consistía en la reparación de maquinaria. Cada vez que tenia un pedido y lo terminaba, me acordaba de ti, de cómo suspirabas de felicidad al ver que tu gundam funcionaba mejor que antes.

Paso el tiempo desde que me fui de la tierra pero el solo echo de no verte me entristecía demasiado por lo que decidí volver. Grande fue mi sorpresa al enterarme de que te habías vuelto un ‘’chico normal’’. La guerra había terminado y se dio la orden de que todos los pilotos retomaran una vida normal, y tú al ser el ‘’soldado perfecto’’ tomaste al pie de la letra dicha orden.

Según me contaron, tú ibas a comenzar tu propio negocio de armas pero el ejército no te lo permitió pues aun eres un menor y se supone que debes terminar tus estudios. Hasta cierto punto agradezco que te hayan obligado a tomar un titulo pues así tengo un mejor acceso a verte, y eso me hace feliz…

¡OH! Pero que veo… eres tu y me saludas, siento como mis mejias se coloran y no puedo hacer nada mas que regresar tu saludo moviendo mi mano de forma torpe por el nerviosismo. Nunca te habías dado cuenta de que te vigilaba pues me escondía realmente bien. Me sorprende que me hayas reconocido pues ahora estoy mas blanco, más alto y con el cabello más corto de lo que tú recuerdas, ahora soy un nuevo Duo y me sorprende que me hayas descubierto.

Veo que me haces unas señales militares indicándome de que te espere en el patio trasero del instituto, al parecer nadie va por allí. Sin chistar hago caso a tu petición, no sin antes dar un asentimiento.

-Duo- escucho como soy nombrado por la única persona que logra ponerme nervioso.

--h-hola Hiro –digo algo nervioso mientras le saludo alzando la mano un poco, y una gota de sudor baja por mi sien, realmente estoy nervioso.

-Que sorpresa verte por aquí –me dices mientras me das una sonrisa, una pequeña pero era una sonrisa.

-increíble-dije con un notorio sonrojo en mis mejias.

-¿que es lo increíble?-me pregunto mientras se acercaba a mi un poco.

--pues el echo de que me acabas de sonreír –dije mientras retrocedía un poco. Es allí que me di cuenta de lo hermoso que se miraba Hiro con el uniforme escolar.

-no digas tonterías- me dijo mientras cerraba los ojos con el seño fruncido, pero claramente se vio un pequeño sonrojo en sus mejias. Fue algo muy momentáneo pues casi al instante dicho sonrojo desapareció.

--lo lamento –dije apenado mientras suspiraba y apoyaba mi espalda en la pared del instituto, realmente me importaba poco el echo de que la pared estaba llena de moho, pues usaba una camisa negra.

-no pasa nada –me dijiste y te acercaste a mí, nuevamente.

--¿Hiro? –pregunte al ver como te acercas demasiado a mi, escucho como tu mochila cae al suelo, luego no veo nada pues cerré los ojos. Lentamente abrí mis ojos y pude ver que tu rostro estaba frente al mió, pero no solo estaba de frente. Me estaba besando con una gran pasión, una que jamás pensé que el soldado perfecto llegaría a sentir o dar a sentir a alguien.

-por una vez en tu vida… cállate, Duo –me dijiste mientras me besabas, tu lengua lamió mi labio inferior pidiendo permiso para entrar, cosa que no le negué. Casi de inmediato comenzaste a jugar con mi lengua. La mordías, lamías, succionabas y yo me sentía lleno de muchas emociones.

--H-Hiro… -suspire cuando por fin dejaste mis labios en paz, me relamí los labios pues aun sentía tu dulce sabor en ellos.

-¿En donde estuviste todo este tiempo, Duo?- me preguntaste sacándome de aquel mundo de lujuria.

--en mi colonia –dije soltando un suspiro, necesitaba calmarme, si bien se algo, es que Hiro siempre fue alguien vengativo, y en el pasado le robe un beso y a lo mejor este beso solamente fue su venganza.

-¿Estabas con esa chica, Hilde?- me pregunto, y claramente sentí ese deje de molestia en su voz. Abrí los ojos y lo mire al rostro tratando de entender el porque de ese tono tan molesto.

Yo solamente asentí mientras le miraba más confundido que nunca. No entendía porque ese notable odio hacia una gran amiga que, mientras estuve en la colonia, fue de todo para mi, incluso llego a ser mi amante.
--Así es-esta vez lo dije claramente, sin asentir ni nada por el estilo.

-Dime, ¿acaso ella te beso? –me preguntaste mientras acercabas un poco mas tu rostro al mió.

--Así es –respondí con algo de temor, solo que no se el porque de el.

-¿Toco tu cuerpo? –me susurro al odio mientras lamía lentamente toda mi extensión para luego bajar a mi cuello.

--Si…lo hizo –respondí mientras un suspiro salía de mi garganta.

-Mmmmm eso no es bueno –dijiste mientras ronroneabas en mi odio, cual gato a un ratón.

--¿Por qué no? –pregunte con el poco aliento que lograba mantener en mis pulmones.

-Porque ella no tenía que hacerlo, ese trabajo era y sigue siendo mío. –me dijiste mientras sobabas mi abdomen con tu experta mano, que para mi sorpresa, era tan deliciosamente tibia que me excitaba con tan solo sentir su rose.

--¿Hiro... que estas haciendo? –le pregunte, aunque era obvio lo que hacia.

-¿Acaso no es obvio? –me susurraste al odio mientras terminabas de quitar mi camisa.

--No me refiero a esto… uff-suspire- me refiero, a que ¿Por qué lo haces? No sabes como me lastimaras luego de esto, pues yo se que tienes novia, se que la amas y se que se comprometieron a matrimonio –dije con mucho dolor en mis palabras, me sentía triste, y usado. No quería ser un juguete que se usa una vez y lo desechan, quiero que me amen y me den una muestra de aquellos sentimientos que jamás se me dieron.

-Duo… no se quien te dijo todo lo que me acabas de decir, pero déjame decirte que son puras mentiras –me susurraste al odio mientras suspirabas por la excitación- no tengo novia, no la amo pues no tengo, y jamás me comprometería a nada con nadie que no fuese la persona que mas amo en la vida-me dijo mientras miraba a mis ojos, era claro que decía la verdad por lo que decidí que le dejaría continuar, ya luego sabría si todo lo que me dijo era verdad o solo otra mentira mas.

--Hiro… confiare en ti-fue lo último que dije antes de sentir como Hiro jugaba con mis tetillas. Sentía como las lamía y en cada oportunidad que tenía, las mordía, sacándome ligeros gemidos, que yo sabia, lo enloquecían.

Mi mente ya no pensaba con claridad pero tal síntoma fue peor cuando Hiro comenzó a darme sexo oral. Movía su mano con maestría y besaba la punta de mi miembro con tal delicadeza que me enloquecía.

Lentamente introdujo mi pene en su boca y una vez que lo tuvo dentro comenzó a lamerlo como si de un caramelo se tratara. No lo soporte mas y me vine en su boca, sentía como mi cuerpo se tensaba ante cada espasmo que tenia.

--Lo siento, me corrí dentro de tu boca –dije con vergüenza mientras abría un ojo con pesar, para poder ver el encantador rostro de Hiro, un tanto rojo y con una sonrisa maliciosa.

-Tranquilo, sabía bien-me dijo mientras se levantaba y besaba mis labios, pude sentir un poco de mi propia esencia. Lejos de darme asco, más bien me excitaba aun más; dicha excitación se veía reflejada en mi pene que nuevamente se había levantado.

Bien se que ahora es mi turno de ‘’comer’’ y sin mas comencé a lamer la extensión de Hiro, bese la punta y suavemente mordía por puntos claves, oída el dulce cantar que salía de los labios de mi amante. Me encanta oírle gemir mi nombre.

Luego de unos momentos de darle el placer, se corrió en mi boca y sin chistar me trague toda su esencia, realmente sabia exquisita.

Luego de terminar en mi boca, me tomo por los hombros y me sentó en la base de la fuente grande que había ahí, en el jardín. Me abrió las piernas y lentamente comenzó a penetrarme, al comienzo me molesto, pero una ves lo tuve dentro, me sentí en la gloria, y más cuando hiro comenzó a besar mi cuello, pues es mi punto débil.

Comenzó con las embestidas, primero lento, luego más rápidas. ¡Dios Me volveré loco!

Tras un rato de fuertes embestidas se vino dentro mió y yo en nuestros abdómenes. Ambos caímos rendidos al suelo mientras respirábamos agitados, sentí como su mano se enlazo con la mía y luego la beso.

-Duo… Te amo –me dijo mirándome a los ojos y una gran sonrisa se asomo a sus labios.

--También te amo Hiro... y mucho-le respondí mientras sonreía al igual que él.

Después de nuestro encuentro, él me lo contó todo, jamás salio con Relena, ni siquiera le agradaba, solamente hacia lo que hacia para darme celos, pues el muy desgraciado siempre supo que era yo el que le espiaba, a veces odio a Hiro por ser tan cruel pero bueno quitando ese detalle solo me queda decir que así lo amo, tan detestablemente vengativo como siempre…

FIN.

Notas finales: Espero les haya gustado, dejenme comentarios.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).