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El Precio de la Traición por Ritzud Alid

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Notas del capitulo:


¡Hola! supongo que les extrañará el que haya actualizado tan pronto, pero luego de haber recibido un review de una personita a la que se autodomina con el nombre de vale decidí corresponder a su petición, claro que no significa que estaré actualizando cada 5 días, pero sí en cuanto pueda hacerlo.

Quiero que se sientan con la confianza de hacer los comentarios que quieran, me emociona que haya personas que les interese el fic, conocer sus opiniones es como un pago por un trabajo que hago por el solo gusto de compartir.


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Comentarios respecto a la redacción de la narración:

-“ Lo que esta adentro, Es lo que el personaje está dialogando” “

-“Lo que esta adentro, Es un dialogo interno del personaje” -

“lo que esta adentro, Es lo que alguien está pensando”

La oración como la siguiente, es para resaltar una expresión cuyo significado dependerá de su contexto.

.-.O.-.O.-.O.-. // Cambio de escenario.







NOTA: Esta historia alterna utiliza los personajes de Hiroyuki Takei basada en una relación YAOI entre los personajes.





¡Comenzamos!




CAPITULO II

Complicaciones





“Haban transcurrido 3 meses desde entonces, era un lunes a mediados del mes de agosto cuando todo comenz a dar un giro en nuestras vidas”




-“Cario, ya es tiempo de irme al trabajo” – coment Liam como de costumbre – “est Lyserg, listo?”

-“S, est cepillndose los dietes” – coment su esposa entrando a la recamara donde se alistaba –“ ha!, por cierto cario, lleg la correspondencia, de seguro ya hay cuentas qu pagar” – mencion con un gesto carioso.

-“Esto ocurre cada mes!, debera contratar a alguien a que se dedique hacerlo por m!” – aleg mientras se acomodaba la corbata frente al espejo.

-“Permteme ayudarte” – dijo la mujer cuando se acerc tomando entre sus manos la fina corbata de su esposo.

-“Ya estoy listo!” – se escuch gritar a Lyserg desde el corredor (del segundo piso) y luego cmo sus pasos se pronunciaron al bajar las escaleras encaminndose hacia la salida de la mansin con rapidez.

- “Lyserg, no corras! Qu te he dicho!” – le grit la seora Jean con un gesto de preocupacin mientras sus manos se encontraban ocupadas an en su labor –“ese nio no entiende!” –comento con resignacin.

-“Djalo!, es la edad!” –dijo despreocupadamente por su parte.

-“Hasta que le pase algo, entonces dejar de hacerlo!” –manifest con un tono mas severo en su voz.

-“No le pasar nada!, no sabes lo que es capaz de soportar con tal de andar como loco”

- “En fin, es tu hijo” – explic – “listo!, qued muy bien!” –Anunci al retirar sus manos sobre l –“Vendrs a comer?”

-“Ya sabes que s” – afirm mirando a travs del espejo su propio reflejo analizando detalladamente su vestuario de ese da: llevaba puesto un elegante traje de color verde seco obscuro que le daba buen contraste con su porte, una camisa de manga larga color blanca que le hacia resaltar su corbata del mismo tono al color de su prenda combinado con unos zapatos de un color caf obscuro que hacia juego con el cinto - “pero, ya sabes que si hay algn imprevisto, me comunicara con ustedes para que coman sin m” – anunci mientras tomaba su portafolio, trasladndose en seguida a la salida de su alcoba – “los sobres estn en la mesita de siempre?” – cuestion al detener sus pasos tras girar levemente hacia su esposa al buscar confirmacin por su parte.

-“S, amor” – afirm la joven mujer al caminar hasta l, reanudando juntos el camino hacia la escalinata que conducira a la planta baja –“me asegurar que a Lyserg no se le est olvidando llevar su suter” – inform antes de seguir el camino y con paso moderado sali de la mansin; no obstante, el seor Diethel se desvi hacia una mesita donde se acostumbraba colocar la correspondencia.

–“Esta vez son muchos sobres, ojala la mayora sean slo propaganda” – dijo para s desprendiendo de sus labios un suspiro con desgano. Tom el sombrero sobre la mesita y se apresur a salir de la mansin encontrndose en el camino a su amada seora –“amor, me voy!” – dijo cortando toda distancia entre sus labios en un pequeo lapso, siguiendo luego con su camino –“Te ver pronto!” – se despidi abriendo la puerta de su mustang color verde squeez, el que desde temprano los encargados de la residencia haban acercado a la entrada de la mansin.

-“Cudate” – le oy decir a su esposa.

-“T tambin” – dijo cerrando la puerta de su auto. -“En el asiento de atrs?” – cuestion inconforme al colocar los sobres sobre el asiento de adelante y el maletn debajo de esta, acomodando luego el retrovisor y mirar a travs de l, a su hijo.

-“Nada nuevo” – es lo nico que dijo en respuesta desviando la mirada del espejo.

-“No amanecimos de buenas?” – coment esta vez, colocndose el cinturn de seguridad y luego abrocharlo.

-“No mucho” –coment sin expresin.

-“Se puede saber por que?” – cuestion al inspeccionar a travs del espejo que llevara el cinturn de seguridad puesto –“no vas a contestar?” – cuestion al percatarse que s lo tena.

El auto se enciende, coloca primera y acto seguido el auto comienza a moverse. En seguida pasa la glorieta de la casa y contina hasta el portn que ya comenzaba abrirse para permitir el paso a la salida.

-“Que tenga un buen da, seor!” – le expresa el guardia en la entrada justo en el momento en que las rejas le cedieron el paso y que el auto disminuy la velocidad al pasar.

-“Gracias” – expres Liam cuando su vidrio se desliz permitiendo que el aire fro del exterior comenzara a invadir el pequeo espacio acogedor. En seguida, el auto avanz y sali de la mansin volviendo a deslizar el vidrio impidiendo el paso de aire fro.

-“No vas decir algo?” – volvi a insistir hacia su hijo, obteniendo como respuesta el ausentismo por parte del menor que se limit por explorar el exterior del auto a travs de su ventanilla polarizada –“Cundo terminan tus clases de computacin?”

-“Esta semana termino el diplomado en diseo grafico digital y publicitario”

-“Ah!, eso quiere decir que tendrs 15 das para descansar y una semana para organizarte antes de que den comienzo tus clases normales” – coment complacido –“Tendrs tiempo para disfrutar unas reconfortables vacaciones. A dnde te gustara ir? a Francia? Italia? Canad? Colombia? Chile? Per? Venezuela? el Salvador? Mxico? Argentina? Alemania? Suiza? …”

- “Ninguna parte” – arrebat a sus palabras sin inters.

-“Ninguna?- cuestion mirando el retrovisor, para luego posar sus ojos en la calle donde transitaba su auto – “Ya te cansaste de salir del pas?, dime, Tienes planeado viajar a algn estado en Inglaterra?” – cuestion con curiosidad buscando vanamente los ojos de su hijo.

-“No viajar a ningn lado!” – aleg sin dulzura an sin intensiones de mirarlo

-“estas disgustado con algo?” – cuestion esta vez intrigado por la reaccin, mirando de vez en cuando el retrovisor.

-“No quiero salir, eso es todo”.

Liam se extra por el comportamiento de su nico hijo, conoca bien cundo actuaba por enojo y cundo por tristeza, pero esta vez su expresin y el tono de voz no le ayudaban averiguar lo que pudiera pasarle; tal pareca que algo le estaba ocultando y se negara a confiar en l para enfrenar algn tipo de situacin, cualquiera en la que estuviera involucrado.

-“Acaso te paso algo? Quieres platicarme de algn asunto del que no est enterado?” – cuestion, mas el silencio del muchacho lo sigui reinando.

As transcurri el resto del camino, de vez en cuando el auto se paraba esperando a que el semforo cambiara a verde para continuar su camino, otras veces giraba entrando en avenidas donde los autos transcurran con mayor frecuencia separados algunas veces por camellones. Liam miraba por el retrovisor cada 10 segundos esperando una seal que le permitiera romper su silencio, pero Lyserg sin inters, sigui manteniendo su postura evitando cualquier contacto visual entre ellos. Pasaron varios minutos para cuando el auto tocaba el fin del camino comenzando a desacelerar al ubicndose cercas de la entrada a la escuela en la que el pequeo asista cada maana. Apag el motor y volvi su cuerpo a sus espaldas, encontrndose a su hijo sin muchos nimos desabrochando su cinturn –“Lyserg, quizs no te he dedicado el tiempo necesario en la cual nos permita el que t y yo charlemos de asuntos que quieras compartirme. Pero sabes que con toda confianza puedes pedirme que te escuche cuando lo necesites. Es necesario que me platiques de lo que te pasa, de lo que te inquieta”- suspir con resignacin -“Estos ltimos das he estado ms atairado en un caso que atiendo en una de las empresas ms importante en Londres y te pido una disculpa por haberte abandonado, el trabajo no debe de ser excusa!” – explica afable buscando encontrar la confianza en su hijo, mas lo que encontr fue un denso ambiente que los gobern. No sera fcil para l lograr que su hijo accediera abrirse al dilogo – “Hijo, si quieres contarme de lo que te sucede cuando llegue a casa adelante!, con gusto te escuch”

-“No ser necesario!” – le dijo con severidad en su voz –“Me las arreglar solo, que tengas buen da!” – y dicho esto sali del auto, cerrando la puerta tras al salir presuroso por dejarlo a sus espaldas.

-“Lyseg!” –grit intentando detenerlo, sali del auto tan rpido como pudo siguindole de prisa vanamente cuando mir que entraba al Instituto sin darle una oportunidad en detenerle: dejando un padre preocupado al pie de la entrada.

- “Buenos das, Seor Diethel!” – le salud una mujer que se encontraba en el portn del instituto recibiendo a sus alumnos. La mujer era de estatura promedio y sus cabellos eran de un cenizo hermoso que lucia al resaltar con una tez plida y ojos grises; no era joven, pero para gusto del seor Liam era de esas mujeres que a pesar de sus aos segua manteniendo la belleza de una juventud inquebrantable.

-“Buenos das, Seora Laurent!” – respondi al saludo con cortesa.

-“Lyserg ya entr a su respectivo saln, se le ofrece algo?” –cuestion con inters al encontrarlo frente a ella a poca distancia.

-“En realidad” – paus – “me aseguraba de que Lyserg haya ingresado. Que tenga buen da!” – expres.

-“Buen da, seor Diethel!” – se despidi la directora con amabilidad.

Liam gir en direccin a su auto un poco confuso entre sus pensamientos. Le preocupaba ver actuar a su hijo en la forma en que se comport durante el camino a la escuela, an cuando en la maana se mostraba ms animado acaso su esposa lo reprendi por algo? Esa podra ser una buena posibilidad pero no por eso, la acertada. De cualquier forma, tendra aquella charla con su hijo an si tuviera que obligarle a confesar lo que fuere aquello que caus que mantuviera el comportamiento de esa maana.

Tom sus llaves y abri su auto ingresando a l sin muchos nimos. Suspir antes de mirar hacia el frente y colocar la llave en el orificio que permita comenzar con su andar. Mir su reloj y –“lo que me faltaba!. Ya estoy atrasado por varios minutos!” – reneg para s, haciendo avanzar su auto con prisa.





.-.O.-.O.-.O.-.







Ya eran pasadas de las 2 de la tarde cuando recibi un mensaje por parte de su secretaria recordndole que ya era la hora de la salida (1). Este pequeo encargo le fue asignado debido a que por adentrarse en su trabajo pasaba por alto el tiempo que trascurra. Pero ahora vea un problema fuerte que probablemente le impedira llegar a casa a comer.

-“Seorita Clairy, hgame el favor de enlazarme a la residencia donde se encuentra mi esposa y despus de esto, puede retirarse. Gracias”

-“Con gusto lo comunico” – oy del otro lado del auricular, aguardando tan solo unos segundos para enlazarlo -“Seor, lo comunico”.

-“muchas gracias” – dijo.

La llamada fue enlazada a su esposa.

-“Si, amor, cmo estas?” – cuestion al escuchar la voz de Jean en el otro lado de la lnea.

-“Estamos bien” –contest – “acaso ocurri algo?”

-“No, estoy bien” – dijo por su parte –“pero al parecer no podr llegar a casa hasta en la noche”

-“y eso? tienes problemas con algo?” –Cuestion con preocupacin –“Lyserg a dnde vas!, Lys!” – se escuch con voz alejada.

-“Qu pas?” –cuestion al orle llamarle la atencin al chico.

–“Bueno, Lyserg ha actuado raro desde que lleg de la escuela. Ha estado muy callado y quiero pensar que intuy que no vendras a comer. Sali corriendo de la sala” – se le oy decir con palabras angustiantes.

-“Hablar con l en la noche” – expres para la tranquilidad de la mujer - “Lamentablemente no podr irme temprano debido a una junta que tengo a las 5 de la tarde y aun no he avanzado con el trabajo de este da. Debo de tenerlo listo para la junta” – coment con cansancio.

-“Hay amor!, espero puedas terminarlo pronto!”

-“Gracias, yo tambin lo espero” – dijo suspirando con cansancio –“te dejo para seguir con mi trabajo”

-“De acuerdo, te ver en la noche. Espero que todo salga bien” – coment animosa.

-“Gracias. Te amo” –anunci con voz cariosa esta vez

-“Yo tambin te amo” – se despidi de la misma forma, colgando despus el telfono.

Liam tom air impulsndose hacia atrs sobre la silla de su escritorio, haciendo que esta se inclinara un poco con el impulso. El silln era cmodo y fcilmente tomara un buen descanso si no fuera por ciertos papeles que tena que leer antes de las cinco. Se levant de su asiento estirando su cuerpo entumecido, camin unos pasos y decidi despejarse un poco al ir por una taza de caf. Al salir de su oficina, observ la tranquilidad que abundaba por el corredor; a su izquierda, el escritorio de su secretaria estaba vaci, haba guardado los documentos importantes antes de irse, sintindose tranquilo el descubrir que procuraba hacer bien su trabajo; entonces mir hacia los alrededores y no encontr algn alma ambulando por ah cercas.

Sigui el camino frente a una pequea mesa donde yaca una cafetera con el contenido an caliente de caf. Tom una taza limpia y se sirvi un poco del caf acercndose la vasijita que contena el azcar y tomando una cucharita, se sirvi 7 cucharadas de azcar sobre su taza y sin mas, volvi encaminarse hacia su oficina recordando en el ltimo momento las galletitas que no se sirvi y sin nimos de volverse, gir la perilla e ingres a su oficina descontento por la ausencia dulce de las placenteras galletas.

Cerr la puerta volviendo adentrarse en su oficina a paso lento hasta llegar a su respectivo asiento, observando sobre el escritorio los sobres que en la maana haba trado de su casa colocndolos en el extremo derecho de su escritorio. Coloc su caf en el lugar de siempre, al lado derecho sobre un orificio que impeda ser volteado con algn movimiento inconciente de su parte y que al mismo tiempo no le molestaba con su espacio de trabajo. Tom asiento, acomodndose un poco para encontrar la mejor posicin sobre l, y con nimos de hacer a un lado su trabajo los prximos 10 minutos coloc toda su atencin sobre aquellos sobres. Suspir al mirar el remitente de 5 de ellos, se trataban de sus bancos que intua seran noticias de las tarjetas de crdito –“Las abrir luego” –dijo. Luego tom otros cinco de los nueve restantes –“telfono, luz, mensualidad del seguro, pago de membresa del club al que asiste la familia y, sky(3). Genial!” - anunci con sarcasmo – “Insisto en contratar a alguien que se dedique hacer ste labor por m!” – solt al aire con cansancio – “por lo que puedo ver falta muchas cuentas por pagar, no me sorprendera que llegaran mas sobres en estos das” – paus brevemente decidiendo qu hacer con ellos - “por lo pronto, estos tambin lo abrir luego” – y dicho esto los coloc sobre los otros que haba apartado. –“Me quedan 4”- anunci. –“Ha!, esto es propaganda” – dijo complacido –“y esto” – cuestion levemente –“tambin es propaganda” – mencion – “y esto; no se qu sea esto!; y?” – expres mirando desconcertadamente el remitente del ltimo sobre –“Y esto?” – cuestion con sorpresa al robarle toda atencin que haba mantenido en el sobre que no identific –“Me lo envan de la escuela de mi hijo. ahora qu demonios quieren?” – reneg un poco, decidindose en romper uno de sus extremos con cuidado para extraer lo que tena en su interior. Sac la carta del sobre y con brevedad desdobl el papel, leyendo con cuidado cada lnea de su contenido.

Al finalizar, recarg su espalda sobre su asiento dejando la carta sobre el escritorio para luego hacer girar el respaldo, dejando a sus espaldas sus preocupaciones.

-“as que en el momento menos indicado me lo hacen llegar”- solt sin mucho esmero trayendo a su memoria el comportamiento de su hijo esa misma maana –“no esperaba que me respondieran tan pronto” –coment perdindose en el cielo que comenzaba a volverse oscuro con la presencia de una gran nube gris. –“no era lo que yo esperaba”- dijo con preocupacin. Y as tras perderse por varios minutos en las profundidades de las nubes, volvi su asiento hacia su escritorio resignndose a dar comienzo con lo que le faltaba concluir en ese da.





.-.O.-.O.-.O.-.







9:35 pm




Haban estado llamando a su puerta desde que su padre lleg. Recibi muchas amenazas pero al final desistieron cuando entendieron que no abrira por lo menos hasta el siguiente da. Realmente no saba como explicar lo que ahora le causaba una absoluta confusin. Quizs para l y lo ms sencillo es que aceptara hablar con su padre y pedirle que le explicara lo que daba vueltas en su mente sin traerle ninguna respuesta que ayudara a liberar lo que senta, pero tambin tema a lo que pudiera pasar, si es que sus certezas se equivocaban; pero de igual manera estaba conciente que muy pocas veces lo haca para ser un nio de 9 aos, pero siempre exista la posibilidad de equivocarse, sobre todo si es que en verdad conoca a sus padres. Ambos lo queran y ambos se amaban, pero….

- “dijiste que no sera pronto!” – se oy la voz femenina gritar desde la planta baja.

- “no estaba enterado, hasta ahora!” – se escuch la voz de su padre.

- “no creo que sea el momento!, jams nuestro hijo a actuado de esta manera y mientras no hables con l y no conozcamos lo que le pasa, no quiero saber nada mas, Liam!" – advirti esta vez su madre.

- “ltimamente; mis padres han discutido mucho” – rompi su silencio prestando atencin en sus presentimientos. –“me temo que todo me encamina a lo mismo” – concluy sollozando al resbalar algunas lgrimas por sus mejillas.

- “qu quieres que haga?! He! qu quieres, Jean?! Que rompa la puerta y obligue a tu hijo a que confiese!"– grit ms fuerte –“te aseguro que no habr poder humano si no lo desea!. As lo has acostumbrado!”

-“Sabes muy bien a lo que me refiero, Liam!. No intentes tratar de chantajearme ahora con eso!As que maana mismo me vas a ser el favor de cancelar el d..”

Se escuch fuerte golpe contra la pared, silenciando la voz que le alegaba -“No ser posible! Me cansa entrar en la misma situacin una y otra vez!”

-“A qu crees que se deba? A tu sorprendente idea?”

-“Acaso no fuiste t quien acept la situacin?!”

- “Por que no tuve ms remedio!, t manipulaste a nuestro hijo!”

-“Te recuerdo que fuiste t quien lo intent para t conocimiento!”

-“S, pero ya cuando le vendiste lo “grandioso” que sera, o me vas a decir que no?!”

-“sabes qu?! no alegar ms contigo, es perder mi tiempo!, Nada mas si te digo! Es la ltima vez que te digo las cosas!, lo nico que quera era evitar tus dramatismos, fingiendo sorpresa ante todo!”

-“Pues no me gano nada con saberlo o no saberlo!, HAZ lo que QUIERAS!”

-“a si?”-cuestion con un tono a sarcasmo –“Pues si eso es lo que quieres, con gusto te conceder el capricho! A partir de hoy, LAS COSAS SE HARAN COMO YO QUIERA!”

-“DE TODOS MODOS HACES LO QUE SE TE PAGA LA GANA!, no habr diferencia!, HAZ LO QUE QUIERAS!”

-“Pues, a partir de hoy ya estamos en la misma sincrona “amor”!” – y dicho esto, se escucha un sonoro golpe que provino de una puerta que se cierra sin el menor cuidado dejando orse unos sollozos que comenzaban a reinar sobre la silenciosa casa; y tras transcurrir unos segundos, fueron opacados con el sonido de un auto que rechinando las llantas con vigor, se alejaba.

-“no…. quiero imaginar….. en lo que…. pronto terminara…. mi familia…..” – mencion para s gimiendo entrecortado buscando su propia consolacin – “me… duele mucho, en verdad….. el saber que…. aquella a la que cre… la ms clida…. la ms amorosa….. se desmorone as de la nada, no quiero que se peleen!” – grit desconsoladamente hundindose en un mar de lgrimas sobre su almohada, y luego tras escuchar unos sonidos al golpear a su puerta se apresur en abrirla, encontrando a su madre entre la obscuridad del pasillo –“mam!” – dijo con dolor entregndose a sus brazos precipitosamente buscando en ella el consuelo de cada una de sus lgrimas.

-“Oh, mi vida!, por fin saliste de tu alcoba!” – expres su madre tras comenzar a sollozar al acariciar las hmedas mejillas de su pequeo hijo –“por lo que veo alcanzaste a escuchar”.

-“no quiero que se peleen, mam!” –rog el menor abrazando con fuerza a su madre ocultando su rostro entre su vientre y oprimiendo con fuerza el vestido por atrs a sus espaldas –“no me gusta orlos pelear!, no se qu puedo hacer para que no lo hagan! no quiero nada!, solo quiero que no se peleen!” – grit con palabras ahogadas mientras gema sin fuerzas.

-“hijo, tu padre y yo volvimos a tener un desacuerdo, no es que estemos enojados... te aseguro que tampoco nos gusta pelear y…” – su voz se quebranto, sintiendo como su hijo se aferr an mas al abrazo presintiendo el miedo en sus palabras – “y -ya vers cmo todo volver a la normalidad” – mencion acariciando los suaves cabellos del pequeo que an sollozaba suavemente.

-“y mi pap?dnde est mi pap?” –cuestion buscando entre la obscuridad el rostro dulce de su madre.

-“l no esta en casa, l…”

-“por que se fue mam? nos abandon?”

-“no!, claro que no!” – contest con una voz suave

-“entonces?”

–“l estaba muy alterado, y sali a sacar su frustracin que tena, pero volver Lyserg” – dijo la joven mujer inclinndose sobre el piso para permanecer a la altura del pequeo y as pasar con sus manos sobre la piel rozada de sus mejillas hmedas, limpiando todo rastro salado sobre ellas.

-“a dnde se fue?” – pregunt suplicante de una palabra que calmara el miedo que le invada.

-“cario, ser mejor que duermas conmigo esta noche”- pidi la mujer cariosamente pensando en la gravedad del asunto, y que posiblemente, su esposo, no llegue en buen estado conociendo la mana de ingerir alto grado de alcohol cuando las cosas no salan del todo bien entre ellos.

-“Por qu?” –cuestion confundido forzando su vista al tratar de mirar el rostro de su madre que se ocultaba entre la obscuridad.

-“El cielo anuncia que pronto comenzar a llover” –coment dulcemente.

-“pero aun no es tiempo de lluvia!”

-“Lo s, pero el tiempo ha cambiado mucho con todo lo que hemos causado a la naturaleza”

-“espero, que mi padre llegue antes de que comience a llover” – coment con tristeza.

-“l estar bien, te aseguro que todo volver ha ser como antes” –expres mas animosa tomando entre sus manos los mejillas del menor y luego hacerle inclinar un poco, posando sus labios sobre sus cabellos aceitunados.

-“lo prometes?”-cuestion un poco mas animado.

-“lo prometo” –expres la madre con todo el amor que senta a su hijo, an conociendo la difcil situacin en la que se estaba metiendo. –“no volveremos a discutir con peleas tontas” – coment –“por que eso fue lo que hicimos” – le dijo sonriente, a lo que su hijo enloz de igual manera una sonrisa -“por cierto, la prxima semana llegar el nio que acogeremos durante un ao” –coment en un tono dulce intentando cambiar la atmsfera de aquella sombra casa.

Lyserg agach su mirada quedando sin palabras durante unos momentos.

-“Qu sucede?”– cuestion angustiada al notar una expresin que no esperaba en su hijo.

-“no quiero que venga” –declar con palabras speras.

-“que? –Cuestion con sorpresa –“pero, es que no te alegra saber que”

-“No!” – arrebat con voz amarga en su voz.

-“pero!, amor!, cre que! …”

–“S muy bien que quera!, pero ahora ya no!” – declar con voz firme –“me equivoqu mam!, no quiero que nadie mas venga a cambiar esto que tenamos!”-aleg desboronndose una vez mas sobre el pecho de su madre.

-“Oh, bebe!, tranquilo!, le dir a tu padre y…”

-“no!” – pidi con temor –“volvern a pelearse!, no quiero!”

-“entonces! Qu es lo que quieres?”

-“en verdad el que venga alguien romper nuestra familia?” – cuestion entre sollozos.

-“Por qu preguntas eso, tesoro?”

-“Porque no han dejado de pelar por eso, mam!”-replic el pequeo con voz quebrada.

-“Oh!. Me temo Lyserg que la situacin en la que hemos estado involucrados tu pap y yo no tiene nada que ver con eso”

-“a no?” – cuestion por sorpresa

-“Los adultos muchas veces discutimos sin razn; peleamos por que queremos tener la razn en muchas de las circunstancias. El tema; bueno, muchas veces no se acerca a la verdadera razn en una pelea”

-“entonces, Por qu discutieron?”

-“ya te dije: por tonteras” – y dicho esto, bes a su hijo invitndolo a salir del estado depresivo que haban mantenido. Se incorpor la mujer acariciando sus cabellos en un gesto de ternura. -“ven, vamos a descansar”.

Tom de la mano a su hijo llevndolo hasta su alcoba, cerr la habitacin cuando ingres, pensando en que quizs su esposo quisiera entrar por la madrugada, por lo que prefiri dejarlo afuera por esa noche. Acost a su hijo, arropndolo para mantenerlo caliente y luego se acost a su lado sin traer puesta la ropa apropiada para descansar. Lo arrull con un sonido suave que sus labios pronunciaban mientras acariciaba sus cabellos esperando a que pronto viajara a ese mundo que conoca cada noche en sus sueos. Cuando al fin el nio durmi, la joven mujer se encamin hacia el bao de su alcoba con el fin de cambiar sus ropas, pero el dolor le invadi cuando record las palabras suplicantes de su hijo que peda que no pelearan, y luego, sin resistencia pens en su esposo y en todas las discusiones que haban mantenido durante esos dos ltimos aos y que Lyserg apenas haba alcanzado a percibir durante esos ltimos meses. Pidi por que las cosas mejoraran esa noche; deseo con todas sus fuerzas que el amor que hasta ahora la familia haba sembrado perdure; lo deseaba por todo ese amor que le tena a su hijo.

“Liam, qu nos est pasando?” - pregunt al aire esperando una respuesta que no lleg.



Notas finales:

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(1) Horario de oficina: salen a las 2 de la tarde y vuelven a las 4. La hora de salida oficial eran entre las 5 y 6 de la tarde.

(2) Sky es una empresa que ofrece un servicio en programación de canales televisivos muy completo. (Creo que eso ya lo sabían u.u. Si conocen algo mejor, háganmelo saber por que yo no, T.T).



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En el proximo capitiulo aparecerá el nuevo joven que formará parte en la vida de los Diethel durante un año ^^


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