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Titanic por temari1277

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Notas del capitulo: Ne, después de un tiempo sin actualizar este fic aquí vuelvo con un capítulo nuevo ^^

Bueno este capítulo es muy epecial para mí (y quizás para otras personas tambien) ya que aquí está el tan esperado encuentro entre nuestros queridos Sasu y Naru ^^ Por eso este capítulo está dedicado a una de las lectoras de este fic y otro de mis fics llamado leyendas de becker. Te lo dedico MITSUKY!!! Arigatoo por tus reviews y super graciosos cambios de tema ^^

Estoy muy agradecida a todas las personas que me dejan un review y aquellas que leen la historia en el anonimato hehe.

Si alguien quiere contactar conmigo aquí dejo mi correo. temari1277@hotmail.com

Que disfruten con el capítulo ^^
— Es el objetivo móvil más grande jamás construido por la mano del hombre en toda la historia. Y nuestro ingeniero naval, el señor Might Gai lo diseño desde la proa hasta la popa. — Dijo orgulloso un hombre de piel morena, pelo castaño recogido en una coleta alta y una cicatriiz encima de su nariz. Estaba sentado en una pequeña mesa rectangular junto con Tsunade, Might Gai, Uzumaki Namikaze Kushina, su hijo Naruto y el prometido de este último Sabaku no Gaara.


— Bueno, es cierto que lo he construido, pero la idea fue del señor Umino. — Habló Gai, un señor de unos treinta años de edad de pelo negro y ojos del mismo color. — Imaginó un buque de vapor de una embergadura tan grande, y con un equipamiento tan lujoso, que su supremacía jamás sería puesta en duda. Y en él estamos. — Dijo refiriéndose al trasantlántico en el que navegaban. — Ahora, es una sólida realidad.


Un rubio bastante aburrido por la conversación sacó un instrumento alargado utilizado anteriormente para fumar (como el de Cruella de Vil xD) encendió a su cigarrillo y le dio una calada. Su madre, al verlo, le dijo en un susurro...


— Ya sabes que no me gusta que fumes Naruto.


Naruto indignado por su casi inexistente libertad para hacer lo que se le antojara y cuando se le antojara echó el humo previamente tragado en la cara de su madre.


— Lo sabe. — Dijo Gaara al ver la escena y quitando el cigarrillo dejándolo con el instrumento para fumar.


— ¿Señor? — Preguntó uno de los camareros del restaurante de primera clase el nombre de la comida que tomarían.


— Los dos tomaremos cordero. — Escogió el pelirrojo sin cuestionarle a su prometido. — Poco hecho y con poca salsa. — ¿Te gusta el cordero Kitsune? — Le cuestionó ahora que se había ido el camarero. Ante esto, Naruto le dirigió una falsa sonrisa que todo el mundo notó.


— ¿Y también vas a cortarle la carne Gaara? — Dijo Tsunade con un deje de gracia para defender a Naruto. Gaara le dirigió una mirada de odio y la rubia se arrepintió por un segundo de lo que había hecho. — ¿Eh, por cierto, a quién se le ocurrió el nombre de "El Titanic"? ¿Fue a usted, Iruka? — Dirigiéndole una tierna mirada.


— La verdad es que sí, verán, quería que diera la idea de su tamaño, un gran tamaño significa estabilidad, lujo y, sobretodo, fuerza


— ¿Ha oído hablar del doctor Froid, señor Umino? — Iruka puso toda su atención en el ojiazul al oír la pregunta formulada por este. — Sus ideas sobre la preocupación masculina por el tamaño podrían resultarle muy interesante. — Gai el oír lo dicho por el joven rio levemente.


— ¿Pero qué mosca te ha picado? — Volvió a decirle en un susurro su madre.


Naruto dejó la servilleta que previamente estaba en sus muslos, norma de educación que su madre le obligaba a cumplir en todas las comidas, y se levantó. — Disculpen. — Dijo antes de salir por la puerta.


— Discúlpelo, está nervioso. — Dijo Kushina intentando arreglar el "insulto" dicho por su hijo.


— Es como un revolver Gaara, espero que sepas manejarlo. — Volvió a decir Tsunade con gracia recibiendo otra mirada de odio del pelirrojo.


— Puede que a partir de ahora deba preocuparme por lo que lee, ¿no cree, Tsunade?


— ¿Froid? ¿Quién es? ¿Es un pasajero? — Preguntó Iruka.




~~~~~~~~~~~~~~Titanic~~~~~~~~~~~~~~





Al aire libre, en el barco, un padre le mostraba a su hija de unos ocho años el mar, y le nombraba los distintos peces que allí habitaban. A unos metros de éstos se encontraba un azabache con un cuaderno en sus manos, en el que dibujaba la escena de padre e hija.


— No está nada mal el barco. — Habló un pelinegro con el pelo largo recogido en una coleta baja.


— Sí, es un barco irlandés. — Habló otro pelinegro con el pelo más corto que los anteriores y piel más blanca. Cualquiera pensaría que éstos tres eran hermanos aunque el último no perteneciera a la familia. De hecho a este último lo conocieron en el barco.


— ¿No es inglés? — Preguntó el de pelo más largo.


— No, lo construyeron en Irlanda, 15.000 holandeses trabajaron en él. Es sólido como una roca. — Contestó el pelinegro mientras miraba como paseaban a los perros de primera clase. — Vaya, cómo no, los perros de primera clase bajan aquí a cagar. — Dijo dándole una calada a su cigarrillo.


— Eso nos aclara dónde entramos en el esquema de las cosas. — Dijo ahora Sasuke que ya había terminado su dibujo.


— ¿Acaso podemos olvidarlo? Soy Sai. — Se presentó extendiéndole la mano.


— Sasuke Uchiha.


— Itachi Uchiha.


Sai se acercó un poco más a Sasuke para ver sus dibujos y quedó maravillado. — ¿Ganas dinero con tus dibujos?


Sasuke iba a contestarle pero al mirar al piso de arriba vio a un joven rubio vestido con un traje blanco que se acercaba a la barandilla para ver el mar. Sai giró su vista hacia donde miraba la de Sasuke y soltó una pequeña risa al ver a quién veía.


— Oh, olvídalo chico. Tienes tantas posibilidades de acercarte a él como que un angel se te aparezca y te toque con su gracia.


Sasuke ignoró las palabras de su nuevo amigo y siguió contemplando al ojiazul pensando — Al menos ya se me ha aparecido el ángel


Naruto al sentirse observado giró el rostro en dirección al azabache y lo vio, pero inmediatamente volvió a posar su mirada en el océano, al ver que el muchacho no despegaba su vista lo miró de nuevo, pero esta vez de reojo.


Itachi paso su mano un par de veces frente a los ojos de Sasuke, aunque este último no se inmutó y el primero soltó un pequeña risa.


De repente apareció un pelirrojo detrás del rubio y lo jaló un poco del brazo para llamarle la atención y decirle unas palabras que no fueron escuchadas por los azabaches. Naruto se alejó de éste, y, a muy mala gana, lo siguió el pelirrojo.




~~~~~~~~~~~~~~Titanic~~~~~~~~~~~~~~





Hora de la cena. El lujoso restaurante de primera clase estaba lleno, no cabía ni un alma, en uno de los laterales tocaba una orquesta.


Veía toda mi vida como si ya la hubiera vivido, un desfile incesante de fiestas y cotillones (bailes), yates y partidos de polo. Siempre rodeada por la misma gente y sus banales conversaciones. Sentía como si estuviera al borde de un gran precipicio, sin nadie que me ayudara a no caer, sin nadie a quien yo le importara, o se fijara en mí.




~~~~~~~~~~~~~~Titanic~~~~~~~~~~~~~~





El rubio corría con todas sus fuerzas hacia la proa, varias lágrimas se escapaban de sus ojos, varios sollozos se escapaban de sus labios, no quería, no quería esa vida, una vida en la que todo depende de la apariencia y el fingir ante los demás, una vida en la que no importaba la forma de ser.


Un azabache tumbado en un banco, fumando un cigarrillo, viendo las estrellas, olvidando todas su preocupaciones, pensando en aquel rubio. Oía los pasos de alguien correr, cada vez se acercaba más. No sabía quien era, así que, no le dio importancia hasta que lo vio pasar corriendo, una cabellera rubia, sólo podía pertenecer a una persona. Rápidamente se reincorpora sentándose en el banco.


Naruto seguía corriendo y no se paró hasta llegar a la proa, lentamente se acercó a la barandilla, se da la vuelta para aegurarse de que nadie lo había seguido. Se sube a la primera barra de la barandilla, la más baja. La segunda. La terecera. Y por último la cuarta y la más alta. Pasó al otro lado de la barandilla y apoyó sus pies en la más baja, quedando así de cara al océano.


Por atrás se acercaba lenta y cuidadosamente el azabache que segundos antes lo había visto correr.


— No lo haga. — Le dijo tendiéndole una mano.


Naruto asustado giró la cabeza y lo miró. — Apártese. No se acerque más.


— Vamos. — Adelantó un par de pasos con su mano extendida con la esperanza de que el rubio la tomara. — Deme la mano, lo ayudaré a volver a cubierta.


— No. Quédese dónde está. — Se rehusó Naruto con un tono de miedo en la voz. Miedo por caerse al océano. Miedo a que aquel desconocido le hiciera algo. — Hablo en serio. Voy a soltarme.


Sasuke cogió el cigarrillo que se estaba fumando y con unos gestos de la mano le indicó que se acercaría para tirarlo por la borda y lo tiró. — No lo hará. — Dijo completamente seguro de sus palabras.


— ¿Qué quiere decir con eso? No se atreva a decirme lo que haré o lo que dejaré de hacer. Usted no me conoce.


— Si quisiera hacerlo ya lo hubiera hecho. — Dijo mirándo a Naruto a los ojos.


— Me está distrayendo váyase de aquí.


— No puedo. Me siento obligado. Si se suelta, voy a tener que saltar para ayudarlo. — Le informó quitándose la chaqueta.


— No sea absurdo. Se mataría.


Sasuke comenzó a desabrocharse la bota de su pie izquierdo. — Soy buen nadador.


— La caída le mataría.


— Dolería. No se lo niego, pero a decir verdad me preocupa mucho más que el agua esté muy fría. — Dijo finalmente una vez que se hubo sacado la bota.


Naruto miró de reojo al azabache y cada vez que sus ojos se cruzaban el primero retiraba su mirada para al segundo volver a posarla en esos negros ojos. — ¿Cómo de fría? — Dijo inquieto.u


— Helada. — Dijo sin pensárselo dos veces. — Puede que un par de grados sobre cero. — Dijo esta vez pensándose un poco más la respuesta. ¿Ha estado alguna vez en Wisconsin?


— ¿Cómo? — Dijo sorprendido por la estupidez de la pregunta.


— Tiene uno de los inviernos más crudo que hay. — Se sacó la bota del otro pie. — Yo nací allí. Recuerdo que cuando era niño iba con mi padre a pescar en el hielo del lago Wisota. Supongo que sabe como se pesca...


— ¡Sé como se pesca en el hielo! — Dijo un poco harto del azabache.


— Lo siento. Es que... parece... ya sabe... un chico de ciudad. Como le decía, un día la capa de hielo se rompió y caí en el agujero. Cuando el agua está tan fría, como la de ahí abajo, te golpea igual que mil cuchillos clavándose por todo el cuerpo. Por eso no me hace ninguna gracia tener que saltar al mar a por usted. Pero como ya he dicho, no tengo elección. Aunque aún tengo la esperanza de que vuelva a pasar por encima de la barandilla y me evite el baño.


— Está loco.


— Eso es lo que dicen todos pero, con el debido respeto, no soy yo el que está dispuesto a tirarse del barco. — Le dijo esto último en un susurro. — Vamos. Deme su mano. — Volvió a tenderle le mano como minutos antes. — No quiere hacerlo.


Naruto cogió su mano y lentamente comenzó a girar el cuerpo quedando su cara a unos diez centímetros de distancia.


— Soy Sasuke Uchiha.


— Naruto Uzumaki Namikaze. — Dijo rápidamente Naruto.


— Voy a tener que pedirle que me lo escriba.


— Hehe.


— Vamos.


Naruto apoyó uno de los pies en la barandilla pero resbaló cayendo hacia el mar, aunque milagrosamente su caída fue parada por el azabache.


— Cójase fuerte. Vamos. — Dijo Sasuke haciendo uso de todas sus fuerzas.


— ¡Ayúdeme!


Varios tripulantes que había cerca voltearon hacia el lugar de donde procedían los gritos y fueron corriendo para ayudar a aquel que lo necesitara.


— ¡Socorro. Por favor!


— Escúcheme. Escúcheme. Lo tengo sujeto, no lo soltaré. — Le dijo Sasuke tratando de tranquilizarlo. — Sujétese fuerte e intente subir.


Sasuke seguía usando todas sus fuerzas para subir al rubio mientras que los tripulantes seguían corriendo hacia aquel lugar. Cuando Sasuke lo había subido lo suficiente lo cogió de la cintura y lo puso en cubierta otra vez cayendo el azabache encima del rubio y ambos abrazados, el rubio abrazando a Sasuke por el cuello y Sasuke a Naruto por la cintura.


Los tripulantes llegaron rápidamente al lugar de dónde procedían los gritos segundos antes. Sasuke al verlos se levanto rápidamente de encima del rubio.


— ¿Qué ocurre aquí? — Preguntó uno de los tripulantes.


Se fijó en la estampa que había ante sus ojos, el joven rubio estaba bajo el cuerpo del azabache respirando con dificultad y asustado y el azabache arrodillado al lado del rubio.


— ¡Apártese de él y no se mueva de ahí! — Le gritó a Sasuke. Lentamente el azabache se reincorporó y metio las manos en los bolsillos de sus pantalones y miró tranquilamente a aquel que se atrevía a darle órdenes. — Llama a la policía del barco. — Le indicó a otro de su mismo rango que estaba a su lado.




~~~~~~~~~~~~~~Titanic~~~~~~~~~~~~~~





— ¡Esto es inadmisible! — Exclamó Gaara. — ¿Cómo se ha atrevido a ponerle las manos encima a mi prometido? — Cuestionó al azabache al cual estaban esposando.


Sasuke dirigió su mirada a Naruto, cosa que fue notada por el pelirrojo.


— ¡Míreme escoria! — Le gritó sujetándolo del cuello de la camisa.


— ¡Gaara! — Llamó Naruto, hecho que fue ignorado por el pelirrojo.


— ¿Qué intentaba hacer? — Comenzó a zarandearlo por el cuello de la camisa. — Debería darle...


— ¡Gaara basta! — Interrumpió el rubio deshaciendo el agarre entre su prometido y su salvador. — Ha sido un accidente.


Sasuke miraba asombrado la escena que tenía lugar entre los prometidos, el como el rubio lo defendía.


— ¿Un accidente?


— Sí. He sido un estúpido. Quise asomarme demasiado y resbalé.


El azabache miró al pelirrojo y al rubio, luego otra vez al pelirrojo y de nuevo al rubio; no entendía el porque contaba aquella historia y no la verdadera.


— Estaba intentando ver... a... a... ¿Cómo se llaman? — Sasuke seguía impresionado en las palabras que salían de los finos labios del rubio.


— ¿Las hélices? — Intento ayudarlo Gaara.


— Las hélices sí y resbalé... Hubiera caído por la borda pero el señor Uchiha estaba cerca. — Miró a Sasuke. — Me salvó a un riesgo de caerse él. — Finalizó el rubio.


— Así que querías... — Dijo al principio dirigiéndose a Naruto. — Quería ver las hélices. Hahaha. — Dijo esta vez dirigiéndose a los tripulantes y demás oficiales.


— Siempre lo he dicho, los donceles y las máquinas son incompatibles. — Dijo uno de los oficiales que se encontraba alrededor.


Otro de los oficiales que tenía sujetado a Sasuke por los brazos lo voteó sin ninguna delicadeza quedando cara a acara con él y le preguntó:— ¿Fue así cómo sucedió?


Sasuke miró al rubio y éste con los ojos le hizo una seña para que lo afirmara. — Sí. Fue más o menos así.


— Entonces ha sido un héroe. — Informó el primer oficial. — Enhorabuena hijo, todo ha acabado bien.


Naruto miró con una tierna mirada al azabache a los ojos, Sasuke al darse cuenta de esto le devolvió la mirada y se la mantuvo unos segundos.


— Es el suceso perfecto para un brindis ¿Eh caballeros? He.


El pelirrojo abrazó al rubio y al poco se separó de él, puso sus manos en los brazos del rubio y comenzó a moverlos rápidamente arriba y abajo por encima de la ropa y la manta para darle calor. En esos momentos a Sasuke le estaban quitando las esposas. Gaara le pasó una mano por el hombro al rubio y ambos se fueron de ahí.


— ¿Qué les parece una pequeña propina para el muchacho? — Les preguntó el oficial a los prometidos.


Ambos se giraron para escuchar mejor las palabras del oficial. Gaara un poco sorprendido por aquella petición.


— Desde luego. Señor. Bastará con veinte dólares están bien.


Naruto sorprendido ante aquella baja cantidad de recompensa por su persona le reprochó a su prometido:— ¿…se es el precio por salvar al hombre que amas?


Gaara sorprendido ante aquel reproche lo pensó mejor. — Naruto no está de acuerdo. ¿Qué podemos hacer? — Dijo con una sonrisa en su cara mientras el azabache se ponía el abrigo que anteriormente se había quitado. — He. Ya sé. — Dijo dirigiendo su paso hacia el azabache. — Tal vez le apetecería cenar con nosotros mañana. Entretendría a nuestro amigos contando su hazaña.


— Claro. — Dijo Sasuke no muy convencido. — Cuente conmigo.


— Bien. Hasta mañana pues. — Se despidió el pelirrojo dando la vuelta. — Resultará interesante. — Susurró esto último a su mayordomo Kankûro el cual soltó una pequeña risa. Gaara posó su mano en el hombro del rubio y fueron a su camerino.


Sasuke silbó al oficial que anteriormente lo había esposado para llamar su atención. — ¿Podría invitarme a un cigarrillo?


El oficial se acercó lentamente y le entregó la caja donde guardaba los cigarrillos para que cogiera uno el azabache. Sasuke cogió un cigarrilló con cada mano, uno de ellos lo puso en su oreja y el otro en la boca. El oficial miró al azabache de arriba abajo y sólo atinó a decir una cosa al ver sus botas:— Debería atárselas. Es curioso que aunque el joven resbalara de repente, le diera tiempo a quitarse la chaqueta y desabrocharse los zapatos. — Dijo con una sonrisa en la cara para darse la vuelta e irse.


Sasuke sólo se quedó pensativo de pie en su sitio, moviendo el cigarrillo que tenía entre los labios arriba y abajo, derecha e izquierda continuamente.


Notas finales: Espero que hayan disfrutado con el capi ^^

¿RR?

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