INTRODUCCI”N
En una habitacion de un internado de musica se podia ver a un chico durmiendo en una cama de sabanas de seda negra. Se encontraba tumbado boca abajo y se miraba su espalda con un gran tatuaje de unas alas negras, su piel era tan blanca como la porcelana y su pelo negro. El chico se mueve y se puede distingir otro cuerpo a su lado. Una chica morena de pelo marrón claro igual que los ojos.
La chica se desperto y miro al chico que tenia a su lado. Sonrio y le acaricio la espalda allí donde las alas no estaban y se miraban unas marcas rojas de sus uñas. Se lebanto y se dirijio al baño. El chico se movio más y se giro al lado contrario de donde estaba.
Cuando la chica ya estaba completamente aseada y vestida entro por la puerta un chico de pelo rojo como el fuego y ojos negros, su piel un poco bronceadita. Se la quedo mirando y sonrio.
-Buenos días!
-Buenos días Alistair!
-Que tal la mañana?
-Muy bien.
La chica se sonrojo al dirigir su vista al chico que aun dormia placidamente en la cama. El chico sigio su mirada y sonrio más ampliamente.
-Que tengas unas buenas vacaciones.
-Igualmente.
La chica miro al chico que dormia y suspiro.
-Ya sabes como es, todo el mundo lo sabe. No se va a despedir de ti si es eso lo que estas pensando. Yo le dire de tu parte que tenga buenas vacaciones.
La chica asintio, volvio a suspirar y se fue de allí. El pelirrojo miro como la chica se iba y miro al otro dormido en su cama, suspiro con pesar. Ese chico siempre igual, aun recordaba a la primera chica que había pisado la habitación, a la mañana se había despertado y lo había despertado a el. Se puso de muy mal humor y empezó a gritar y la chica salio corriendo y llorando de la habitación y el un simple niño tuvo que ir detrás de ella para explicarle lo que había pasado. Eso le pasaba por buena persona.
Volvio a mirar al chico de la cama y sonrio con ternura, era como un niño pequeño, si no lo despertabas con caricias no se levanta con buen humor. Se acerco a la cama y se sento en ella. Acaricio muy suave el tatuaje, desde arriba hacia abajo, solo rozandolo con la llema de los dedos. El chico de la cama se revolvio y solto un suspiro.
-Me encantan tus manos Alistair.
Al momento de que acabo sus caricias se encontraba acostado bajo el cuerpo del durmiente y con los labios de este apretados contra su cuello dandole suaves besitos.
-Damián para.
-Que aguafiestas hermanito. No ves que estoy muy entretenido? Dejame segir besando tu suave piel.
El chico pelirrojo dejo escapar un suspiro cuando su hermano volvio a posar sus labios en su piel mientras lo miraba intensamente con sus ojos rojos como el fuego.
-Venga Damián tenemos que ir a la fiesta de despedida. Este año haces tu el discurso de despedida ya tenias que estar vestido y con el director.
Damián solto un gruñido y restrego todo su cuerpo en el de su hermano haciendo que este soltase un gemidito.
-Venga... solo un ratito... si me das un beso como los que me gustan te dejo en paz.
-Eres de lo que no hay.
El chico se rio a carcajadas.
-Se que a ti tambien te gusta besarme.
Alistair sonrio, su hermano no cambiaba nunca. Le dio un beso apasionado y esta vez quedo encima de su hermano. Cuando se separo los dos jadeaban.
-Ves? Tampoco era tan dificil.
Damián le dio un corto beso y se puso en pie como dios lo trajo al mundo cosa que hizo que Alistair se sonrojara.
-Me encanta cuando te sonrojas de esa manera, te hace ver muy dulce.
Damián sonrio con burla y se fue al baño a darse una ducha. Alistair suspiro con pesar ese “hermano” suyo era un completo pervertido.
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