-¡teme! Que no puedo ¿es que no entiendes?- pregunto de forma retorica un rubio de ojos azules y tres marquitas en cada cachete bastante enojado
-no, no entiendo que puede ser más importante que celebrar nuestro aniversario- respondió calmado un chico de cabellos negros con reflejos azules, mirada negra penetrante y piel tan blanca como la leche
-sasuke, ya te lo dije, sé que es nuestro aniversario pero esto es mucho más importante- explico por enésima vez el rubio
-¡¿Qué puede ser más importante que esto y tu cumpleaños?!- pregunto furioso, azotando las manos contra la mesa
-me quede ver con unas personas y no puedo dejarlas plantadas hoy- respondió con semblante neutro
-bien, entonces ve con ellas que yo no iré contigo- respondió sasuke irguiéndose y dirigiéndose a la puerta
-¡hey! Espera teme- pero sasuke no hizo caso y salió como si nada del pequeño departamento- ese teme-
El moreno caminaba furioso por la callas, aunque lo disimulaba bastante bien. ¡¿Cómo se atrevía naruto cancelar la cena que tenia para ellos?! Es que era increíble que dejara plantado a él, ¡a sasuke Uchiha! Y su gran orgullo no iba a salir lastimado por su tonto compañero hiperactivo. Después de esa pelea el moreno se dirigió a la cantina más cercana, últimamente había estado yendo seguido por las continuas peleas que tenia con su rubio. Entro al lugar ignorando las miradas que le mandaban y se sentó en la barra
-lo de siempre- pidió al cantinero. Este asintió preparando un coctel cargado para un cliente frecuente
-pero miren quien está aquí- pronuncio una voz bastante conocida- si es el cubito de hielo Uchiha- pronuncio el desconocido con sorna
-¿Qué demonios quieres pintor de cuarta? ¿Es que el mapache de cejas no te tenia con tu correa?- pregunto con veneno, odiaba que sai se metiera donde no le llamaban
-digamos que por fin logre convencerlo. ¿Y tú qué? ¿Dónde dejaste a Naru-lindo?- pregunto. Sai era casi la copia de sasuke, solo que su cabello era totalmente negro y al estilo casquete y su piel era mucho más blanca ¡y a si! Su sonrisa era la más falsa que se pudiera encontrar
-nos volvimos a pelear- contesto simplemente bebiendo del trago que le habían puesto enfrente
-¿y ahora que le dijiste?- pregunto con cansancio el pintor
-es ese dobe, se supone que íbamos a celebrar su cumpleaños hoy y no quiere ir, también es nuestro aniversario- explico en resumen sin voltear a verlo
-ahh, bastardo ¿y te dices ser su pareja?- le replico el moreno negando con la cabeza- es obvio que eres un tarado por no recordarlo- le respondió con burla poniendo su sonrisa falsa
-¿recordar qué?- pregunto volviéndose a él seriamente, si a su rubio le pasaba algo debía de saberlo
-me sorprende lo pronto que olvidas las fechas, si yo estuviera en tu lugar lo recordaría siempre- le echo en cara casi regodeándose de eso
-dímelo de una maldita vez o te parto la cara en dos- amenazo sasuke ya exasperado, ¡¿le iba a decir o no?!
-no te lo diré, ve y pregúntale tu, si dices ser su pareja esto lo debes resolver- contesto parándose de su sitio antes de que sasuke lo golpeara- suerte bastardo- se despidió con su sonrisa falsa y una mano alzada
Sasuke se quedo con más dudas de las que ya traía en la cabeza ¿Cómo era eso que olvidaba una fecha? No podía ser, él como buen uchiha, tenía una memoria impecable y no se le iba nada, entonces ¿Qué era eso que sai decía que se le olvidaba? Rápido pago su trago y se fue a l casa del rubio, no tenía tiempo que perder peor cuando llego su kitsune ya se había marchado.
Salió entonces corriendo a la casa de uno de sus amigos, kiba, ya que naruto y ese chico perro, como le decía de cariño, habían sido amigos prácticamente desde que nacieron aunque también siempre se estaban molestando a cada rato. Toco la puerta tratando de aparentar calma. El chico de cabellos castaño y triángulos en las mejillas salió sorprendido al encontrara a sasuke en su puerta
-¿sasuke? Vaya esto sí es novedad ¿Qué te trae a mi casa?- pregunto sonriendo sorprendido
-kiba ¿naruto que celebra hoy?- pregunto pareciendo de lo más normal, solo que por dentro se estaba reclamando por no recordarlo todo
-pues su cumpleaños- respondió sorprendido kiba que le preguntaran algo tan obvio- ¿y no era también hoy su aniversario de novio?- pregunto recordando ese pequeño detalle
-sí, gracias por la información- le agradeció soltando un suspiro de resignación
-de nada, pero si quieres preguntar algo mas ve con hinata, ella sabe todo al respecto de naruto- le recomendó el chico perro cerrando la puerta
“mierda” ahí estaba una de las cosas que no quería hacer, ir y preguntarle a hinata, no es como si le cayera mal la chica, el problema era que él sabía que naruto y ella habían estado juntos un tiempo y aunque ellos terminaron hace mucho no podía evitar todavía sentir celos por la chica de ojos pálidos, pero no tenía otro remedio, así que salió corriendo lo más pronto posible porque el día estaba decayendo rápidamente. Llego después de 10 minutos de estar corriendo, su camisa azul oscuro estaba algo sudada y sus pantalones de mezclilla negros estaban algo manchados de agua por los charcos que no había evitado. Se paro enfrente de la gran puerta de la mansión, tocando con algo de fuerza pero no tanta como para parecer un loco. Espero unos momentos hasta que se abrió, dejando ver a una linda chica de hermosos ojos plateados y cabello largo y azulado.
-sasuke-san, ¿Qué te trae por aquí?- pregunto educadamente la chica, con un tono de voz tres decibeles mas bajo que la mayoría
-hinata, ¿Qué celebra naruto hoy?- pregunto rápidamente sasuke viéndola con algo de intensidad, cosa que puso algo cohibida a la chica
-p-pues hoy es su cumpleaños y también su aniversario- contesto con un poco de tartamudeo empezando a jugar con sus dedos
-está bien, gracias- respondió resignado
-e-espera sasuke-san, naruto-kun siempre va a esta dirección- comento la chica pasándole un papelito de su chamara pasándoselo a sasuke
-¿siempre va aquí?- pregunto incrédulo al nunca haber puesto atención a donde iba naruto
-si, sobretodo hoy. Espero haberte ayudado sasuke-san- dijo a manera de despedida cerrando la puerta
Sasuke no perdió tiempo y fue corriendo a la dirección de aquel lugar. En esta ocasión de verdad que no pudo ocultar su sorpresa, porque estaba enfrente de las puertas el cementerio. Con paso algo vacilante se adentro en el campo santo, esperando poder encontrara al su rubio ahí, aunque se preguntaba para qué demonios había ido ahí. Caminaba entre las tumbas, sintiéndose extraño con aquel silencio que rodeaba, porque también sentía varias respiraciones alrededor y eso le ponía los pelos de punta. Cuando ya se estaba dando por vencido de encontrara al rubio escucho algo parecido a murmullos, luego risas y al final suspiros, pero sabía que eran corpóreos y no los de un fantasma así que decidió seguirlos hasta encontrase con una lapida de lo más extraña: parecía un zorro pero era de nueve colas, sentado y viendo fijamente a un árbol. En su pecho claramente se alcanzaban a ver las inscripciones
Uzumaki Kushina ????-2000
Namikaze Minato ????-2000
Porque siempre los tendremos en nuestros corazones, ni la muerte jamás podrá separarlos.
-lamento no haberlo traído- la voz de su rubio le llego perfectamente así que lo busco con la mirada hasta encontrarlo abajo del gran árbol que estaba ahí.- pero prometo que el próximo año lo traeré para que lo vean- su voz era triste y su rostro tenía una sonrisa zorruna de medio lado
-“habla con la lapida”-dedujo el uchiha al ver los apellidos
-pero ¡aghh ese teme! Es demasiado terco y conociéndolo creerá que lo estoy engañando a alguien más, ¡ja! Esta loco, es posesivo, celoso, enojón y frio- enumero el rubio y a sasuke que ya le estaba creciendo una venita en la frente- pero aun así es mi teme, necesito presentárselos, de seguro que otuo-san le cae bien- dijo con cariño la última frase.
Sasuke se quedo mirando aquella escena. Ahora recordaba. El 10 de octubre no solo festejaba su cumpleaños, ni su aniversario de novios, sino también conmemoraba la muerte de los padres de su rubio, un acontecimiento que si no hubiera pasado, jamás lo habría conocido, aunque suene triste y hasta cruel la muerte de los padres de naruto fue la mejor cosa que le paso a sasuke, porque eso dio como inicio a la relación de amigos que ahora llevaban que rápidamente se convirtió en algo más. Salió de su escondite, sorprendiendo a naruto por estar ahí
-sauske ¿Qué haces aquí?- pregunto confundido el rubio
-te vine a buscar dobe- respondió simplemente abrazándolo por la cintura
-teme, bueno ya que estas aquí deja que te presente a mis padres-ttebayo- dijo felizmente. Sasuke solo sonrió y miro la tumban- otuo-san oka-san el es sasuke-teme, mi novio- presento como si estuvieran vivos
-mucho gusto, lamento llegar tarde- se disculpo con una reverencia.- lamento a verte gritado, debí de pensar que también recordabas esto- dijo en modo ed disculpa cosa que no pasaba seguido
-no importa teme, sabía que no lo recordarías- dijo muy seguro de sí mismo sacándole una venita a sasuke
-está bien dobe, ahora ¿Qué te parece si vamos a cenar algo para celebrar lo que nos falta?- pregunto sonriendo de medio lado acariciando la mejilla de naruto y dándole un corto pero muy tierno a su kitsune
-está bien, vamos teme, nos vemos- se despidió naruto
-no se preocupen, yo lo cuidare- prometió dando la espalda a la lapida, pero en cuento la dio sintió un frio viento acariciar su mejilla
-mas te vale…-susurro una voz masculina bastante amenazante que se perdió con el sonido de las hojas
-¡teme apurate!- grito naruto mas adelantado
-si ya voy- contesto mirando un poco extrañado la sepultura, pero en esta ocasión de verdad que seguiría al pie de la letra aquella advertencia, solo por no olvidar jamás ese 10 de octubre.