-Nadia se despidió cortésmente de Luis y fue en busca de su amiga. Nuria le había dicho que le esperaría en el patio delantero de la escuela así que se dirigió hacia allí mientras pensaba algo que decirle a su compañera. Nuria siempre había estado perdidamente enamorada de Lis que sabía muy bien cueles eran los sentimientos de esta hacia él y aun así no le hacía el menor caso por lo que la chica había enviado a Nadia para hablar con él y conocer así sus sentimientos.
[...Amiga mía, lo sé solo vives por él que lo sabe también pero él no te ve como yo suplicarle a mi boca que diga que me ha confesado entre copas "Es con su piel con quien sueño de noche"... ]
La chica llegó al patio y buscó con la mirada lánguida a su amiga que, apenas la vio, se acercó a ella a todo correr.
-¿Has hablado con él? ¿Qué te ha dicho?
[...y que enloquece con cada botón que te desabrochas pensando en sus manos, ¡él no te ha visto temblar esperando una palabra, algún gesto, un abrazo, él no te ve como yo suspirando!...]
-Pues, n-no me ha dicho que no le gustes.
Nuria sonrió alegremente, su cuerpo había dejado de temblar de impaciencia.
-Eso significa que le gusto. -exclamó.- Y ¿qué más? ¿Te dijo algo del baile?
[...con los ojitos abiertos de par en par, escucharme nombrarte, ¡ay, amiga mía, lo sé! y él también... ]
Nadia negó con la cabeza mientras su amiga le miraba fijamente, emocionada por la situación. No podía decírselo ahora, no podía decirle que iba a invitar a otra persona.
-Lo siento, Nuria, no me ha dicho nada del baile, no sabía como desviar la conversación hacia ese tema.
-No te preocupes, Nadia, no importa. Muchas gracias, de verdad.
Las dos amigas colgaron sus mochilas al hombro y caminaron juntas hacia casa. Nadie observaba a su amiga de reojo.
[...Amiga mía, no sé que decir ni que hacer para verte feliz ojalá pudiera mandar en el alma y la libertad que es lo que a él le hace falta, llenarte los bolsillos de guerras ganadas, de sueños e ilusiones renovadas, yo quiero regalarte una poesía, tu piensas que estoy dando las noticias... ]
No se sentía bien después de la conversación que había tenido con Luis y mucho menos después de ver la tristeza de su amiga en sus ojos. Si pusiera hacerla feliz de alguna forma, cumplir sus sueños por dolorosos que fueran para si misma, cualquier cosa que pudiera hacer por ella lo haría pero no se le ocurría nada y Nuria solo veía la negativa de Luis ante ella. No sabía que hacer para volver a verle sonreír, la tristeza de su amiga, su intento por ocultarla sin resultado mientras hablaba con ella de mil cosas solo hacía que se sintiera peor. Y todo por culpa de ese niñato.
-Nadia.
-Dime.
-¿Me dejas ver otra vez la canción que escribiste?
-Claro.
[...Amiga mía, ojalá algún día, escuchando mi canción de pronto entiendas que lo que nunca quise fue contar tu historia porque pudiera resultar conmovedora. Pero perdona, amiga mía, no es inteligencia ni sabiduría, esta es mi manera de decir las cosas, no es que sea mi trabajo es que es mi idioma...]
Nadia sacó de la carpeta una de sus canciones y se la tendió a su amiga. La joven la cogió en silencio y volvió a leerla. Nadie escribía unas canciones preciosas y esa, en especial esa, le encantaba, era tan parecida a lo que le ocurría a ella con Luis que le daba la sensación de que su amiga había intentado plasmar su historia con sorprendentes resultados.
[...Amiga mía, princesa de un cuento infinito. Amiga mía, tan solo pretendo que cuentes conmigo, amiga mía, a ver si uno de estos días por fin aprendo a hablar sin tener que dar tantos rodeos que toda esta historia me importa porque eres mi amiga...]
-¿Crees que podríamos ponerle música? A lo mejor Luis no ayudaría con el bajo.
-Nuria, - Nadia respiró hondo. No podía seguir así.- Luis va a ir al baile con Clara.
-¿Qué?
-Lo siento mucho, no quería evitar decírtelo pero no quiero que te pongas triste ¿vale? No importa que no vayas con él siempre puedes contar conmigo... ¿Nuria?
[...Amiga mía, no sé que decir ni que hacer para verte feliz, ojalá pudiera mandar en el alma una libertad que es lo que a él le hace falta, llenarte los bolsillos de guerras ganadas, de sueños e ilusiones renovadas, yo quiero regalarte una poesía, tu piensas que estoy dando las noticias... ]
-Nuria, por favor, no llores, no te pongas así, lo siento yo... no sé que hacer para que no llores, deja de pensar en Luis, no vale la pena...
-No vale la pena nada, nunca se fijan en mi, ¿tan mala soy, Nadia? No lo entiendo.
-No digas tontería, a mucha gente le gustas.
-¿Ah, sí?¿A quién?
-A mí. Y estoy cansada de verte llorar, no tienen derecho a tratarte así ¿vale?
-¿Qué?
[...Amiga mía, princesa de un cuento infinito. Amiga mía, tan solo pretendo que cuentes conmigo, amiga mía, a ver si no de estos días por fin aprendo a hablar sin tener que dar tantos rodeos que toda esta historia me importa porque eres mi amiga... ]
-Lo que has oído.-susurró.- Yo no... no quería decírtelo por lo que pudiera pasar, no me importa estar en segundo plano, solo quería estar contigo aunque solo pudiera ser tu amiga pero no aguanto que te pongas así por él ¿vale? Y no solo porque me gustes, eso no importa, si estuvieras feliz con alguien no me enfadaría, ni te dejaría de hablar ni nada por el estilo, si estuvieras feliz no importaría pero no quiero que estés así porque eres mi amiga, ante todo eres mi amiga.
Nuria parpadeó sorprendida.
-Yo... lo siento, me gustaría corresponderte pero ahora mismo yo...
-No importa, ya te lo he dicho.
-Pero te agradezco que seas mi amiga.
Nadia sonrió abrazando a su amiga. Eso era todo lo que necesitaba escuchar.
-No importa, así esta bien.
[...Amiga mía, princesa de un cuento infinito. Amiga mía, tan solo pretendo que cuentes conmigo, amiga mía, a ver si uno de esos días por fin aprendo a hablar sin tener que dar tantos rodeos que toda esta historia me importa porque eres mi amiga. ]
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