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El baile de las estrellas por cutebeast64

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Notas del fanfic:

Ya que es la secuela de "Baile de Medianoche" si no lo has leído, podría quedarte dificil entender lo que sucede. Sería preferible leer primero el otro fanfic y luego seguir con este... Pero es solo una sugerencia.

Notas del capitulo: Naruto es de Sasuke, Sasuke de Misashi Kishimoto y la historia mía... Con algunas ayudas de toda la gente que me bateó para que hiciera esta continuación, entre ellas Hanon24... ¡Te quiero amiga, aunque no sepas que es exactamente lo que hago! Bueno, no sé si me quedó tan bien como lo esperaban, pero al menos, espero que valga la oena leerlo...Gracias a todos por apoyarme!!! y a leer!!
BAILE DE LAS ESTRELLAS


Lo que más llamaba su atención en esos instantes, era que, en aquella noche oscura y misteriosa la brisa que golpeaba su rostro y hacía bailar sus dorados cabellos, era tan fría como la de la madrugada.

Tal vez, era por la increíble velocidad a la que se adecuaba su delgado cuerpo, tan delicado como el de una mujer, pero mucho más fuerte. No podía frenar la bicicleta en la que avanzaba, bajando por la ladera de aquella montaña a las afueras de la ciudad, en la que iba a realizarse la competencia de ciclo montañismo que ansiaba ganar desde que era un pequeño chibi sin ningún talento en especial, ya que a la velocidad que había tomado era imposible…

Pero tampoco le era necesario. Conocía todos los caminos de ciclo montañismo hechos en aquella montaña de memoria, y era improbable que se perdiera, incluso de noche… A pesar de lo cuál, sus padres estaban muy preocupados por él, ya que para ellos, solo su mirada azulosa y su cabello dorado representaban, en perfecta conjunción con su sonrisa, una salvación a aquel abismo al que habían entrado sin realmente pensarlo; el abismo de la pobreza y la muerte.

¿Sería por eso que tanto se esmeraba en ganar aquel campeonato? ¿Sería por sus padres, ancianos y debilitados por la edad, que hacía todo eso? ¿Sería por él hombre que había perdido sus piernas en una prensa industrial, o por la mujer que se había denigrado en tantos años de trabajos de ama de servicio, por una paga insulsa? Cerró los ojos y extendió los brazos, para sentir esa brisa transparente y refrescante anegando sus pulmones con la tan anhelada, razón tras la existencia humana…

Abrió sus ojos por que le pareció extraño que la ladera se hiciera cada vez menos pronunciada, cuando debía de suceder todo lo contrario, y lo hizo justo a tiempo para esquivar un árbol, justo en su camino, que podría haberle significado más de un problema…

El giro fue tan impulsivo, que no alcanzó a medir la distancia entre él y un riachuelo, que humedeciendo la greda, hizo a su llanta delantera deslizarse por toda aquella pendiente… Para cuando se dio cuenta de lo que sucedía, ya no tenía control alguno sobre aquel medio de transporte que conocía como a sí mismo.

Y así, aquella piedra en su camino no se hizo evidente hasta que la estrelló, lanzándole junto con su bicicleta hasta la base de la montaña, donde, terminó soltándose de la misma para cubrirse de los posibles golpes contra piedras o árboles…

Pero lo más asombroso es que no le sucedió nada, como si árboles, plantas y rocas desaparecieran para darle paso en su caída, sin que la bicicleta tuviera igual suerte.

Al llegar a la falda de la montaña, se encontró con nada más que algunas heridas menores y un extraño sabor en su garganta, como a almendras, olor que extrañamente comenzó a rodearlo*. Se levantó extrañado, tomando algo de su agua para ver si se le pasaba ese extraño sabor, pero con cada sorbo, esa sensación solo aumentaba.

Sin saber que más hacer, siendo ya bastante tarde en la noche, andó en busca de su bicicleta por toda la amplia ladera, sin hallar más que pedazos de la misma; una llanta, la cadena engrasada, el pedal… Se sujetó la cabeza devastado por aquella noticia tan abrumadora… le era imposible repararla para el día siguiente…

Andó un poco más por entre las malezas, tratando de hallar las partes restantes, sin que viera ninguna. Solo entonces, al pisar uno de los pedales, cuyo borde metálico le lastimó el arco del pie, notó que había perdido una de sus botas en la caída.

Se giró indeciso, sin saber donde buscarla… la verdad no sería nada agradable llegar sin un zapato a su hogar…Y si ya era peligroso andar de noche por esos parajes, sin un zapato era posible que se lastimara al tratar de huir de algunos matones, ladrones o cualquiera de esas alimañas que le perseguían tratando de hacerse con su bicicleta de carreras.

Justo entonces una figura insignificante apareció entre las sombras, tomando algo del suelo. Era un gato negro con una mancha blanca en forma de corazón en su pecho, y lo que acababa de recoger era…

- ¡mi bota!- Gritó enojado, corriendo hacia él minino, que lo esquivaba como si de un juego se tratara…- ¡Vamos estúpido gato! No me hagas esto
- ¡Estúpido gato! ¿Dónde diablos te metiste?- Sonó en la distancia, el gatito negro levantó sus orejas y huyó entre las sombras.
- Maldito gato, no puedo volver sin un zapato- Gritó el rubio persiguiéndolo entre las oscuras sombras, en las que se perdía ese cuadrúpedo molesto.

Y luego, ya no lo vio por ninguna parte… Lo único que sabía era que no estaba donde debería… Se apoyó en uno de los árboles del camino con un gesto cansino, resoplando exhausto por la carrera. Levantó la muñeca para ver su reloj digital, y encendiendo la luz que tenía, halló con desagrado que ya eran las once de la noche, cuando debería haber vuelto hacía ya mucho…

Su madre se enojaría…Y mucho…cerró sus ojos, enojado con le mundo, el destino y con Dios, a la vez que trataba de calmar su agitada respiración…

Al abrir de nuevo los ojos, guiado por una extraña sensación en su pecho, como el de una premonición demasiado latente, solo pudo ver un camino entre él bosque; solo uno y nada más alrededor… Como si toda su vida se enfocara en ir por aquel camino…

Avanzó lentamente por entre las hierbas verdes, siguiendo aquella premonición, y ese olor a mentas que ya empezaba a opacar el olor a almendras agrias que le rodeaba de manera inexplicable.

Al final del camino, había un claro en el bosque, a través del que se podía ver una multitud de estrellas titilantes que iluminaban la tierra con su resplandor único e inexpresable. Avanzó por entre las hierbas, adornadas con los plateados rayos lunares

- ¡El gato!- Dijo al ver, andando a aquel desesperante gato, que llevaba su bota hacia un roble gigantesco, en cuyas ramas, se había diseñado una especie de columpio infantil, en la que un hombre estaba apoyado, contemplando las estrellas…

Corrió hacia aquel roble, exhausto pero con fuerzas suficientes para llegar hasta allá… después de todo necesitaba su bota y ayuda para salir de aquel bosque tan atemorizante, que creía conocer de memoria… pero del que no conocía ni ese claro ni ese árbol tan extravagante

- oiga, ollîsan- Dijo el rubio haciendo gala de sus nulas habilidades de convencimiento- Esa bota es mía-
- ¿ollîsan?- inquirió el hombre del árbol, bajando de aquellas ramas, para encararlo.- ¿a quién llamas así? ¿ah, dobe?
- Pues a ti teme. Si ese es tu gato tendrás que pagarme mi bota-
- Soy Sasuke Uchiha, ¿me oyes?- gritó- No tienes derecho a tratarme como alguien tan inferior como tú-
- Y yo Naruto Uzumaki, pero eso no me importa, me importa mi bota-

Se encontraron, frente a frente, como si eso estuviera predestinado a suceder. Los negros ojos hallaron los azules del rubio, y una sensación de bienestar nació en el involuntario contacto de sus manos. Sasuke, era un chico alto y delgado, de tez clara y cabello oscuro con reflejos azulados. Naruto era delgado y pequeño, con la complexión de una chica de secundaria, su piel era acanelada y su cabellos dorado…

Al sentir, una atracción irreal, nacida de aquel contacto, el rubio giró su rostro hacia un lado, contemplando las brillantes gotas de rocío que brillaban con la luna, sin atreverse a separar sus manos de las de aquel joven. Sasuke no podía dejar de sentir, al ver a aquel rubio, un mágico bienestar, a la vez de un temor de perderlo. Se acercó levemente, besándole la mejilla.

Naruto se sonrojó visiblemente, girando para ver a Sasuke frente a frente. Se lanzó a sus brazos, para llenarse de aquella sensación de bienestar, hundiendo su rostro en los pliegues de la negra camisa de Sasuke. El moreno lo abrazó contra sí, tan necesitado de aquel contacto anhelado, como él rubio.

Naruto levantó su mirada azulosa, hipnótica por la luz lunar que se hundía en aquellos misteriosos confines, y sin saber como ó porqué, se lanzó a capturar los labios del moreno, que sin rechazarlo, le besó con cautela.

Se separaron avergonzados, con los rostros sonrojados y la mirada oculta, por los rebeldes mechones de cabello. Se sujetaron las manos, con delicadeza, entrelazando sus dedos, dejaron que las luces de la luna adornaran la escena, y de nuevo sus labios se juntaron necesitados, como si se hubieran estado esperando durante toda su vida y algo más. Se abrazaron, como si no hubiese nada más en el mundo, y se tumbaron en el pasto, donde se miraron, sin importar que más sucediera, acariciando su rostro, sus cabellos, en unos contactos tan dulces, románticos y simples, que hacían revolotear esos sentimientos encontrados en sus pechos jóvenes…

- te he extrañado mucho- Dijo el rubio, besando a Sasuke con desespero, como el preso al que se le ha arrebatado el alimento
- No se por qué… pero yo a ti también- Dijo el moreno quitándole la chaqueta, para besarle con lentitud el cuello- dobe… mi dobe-

Las estrellas seguían en una danza a través de los cielos, guiando a aquellos dos en su tan esperado encuentro, tras tantos años de divagar por la tierra en diferentes lugares, diferentes épocas… Distintas vidas.

Aquellas dos almas, separadas al nacer, pero que en el cielo no podían formar más que un solo ángel. Las dos almas que se habían buscado, desde que una se perdió en un accidente y la otra en una botella de agua…las dos almas, que necesitaban estar juntas, por que así lo había deparado el destino

- Es media noche- Dijo el rubio, al mirar su reloj iluminado
- ¿Aún te preocupas como una cenicienta por llegar a tiempo a casa?- preguntó el moreno, acariciando esa melena rubia con sus dedos largos y tan blancos como la nieve-
- No. He esperado demasiado por esto como para dejar que se pase… Te amo- Respondió robándole un beso suave y adictivo
- Yo a ti- Respondió Sasuke- lamento por dejarte antes de tiempo-

Naruto lo miró con sus ojos llorosos, sintiendo el mismo dolor en su pecho que sintió aquel día, cuando decidió perder la vida para acompañarle… Sin darse cuenta, las lágrimas iluminando sus ojos corrieron por su rostro, sin interrupción alguna, rodando por los bigotes zorrunos marcados en su piel…Se aferró a la amplia espalda del moreno, y sollozó en su hombro, tal vez de felicidad… por que después de todo, si lo había hallado…

Por que finalmente, podría estar con esa persona a la que tanto amaba por el resto de su vida… por que ya no importaría nada más, mientras él estuviera a su lado… por que en esta vida era libre, y si Sasuke lo quería, le daría todo lo que tenía para ofrecerle; su amor, su vida, su compañía… todo él.

Como dos almas se podrían juntar, más allá de la muerte… Como sus cuerpos podían fundirse en un nuevo baile, esta vez, eterno… Eso planeaba averiguar… Sin darse cuenta de que, después de tanto buscarse, eso era lo que menos importaba…

Sasuke lo miró con una ahogada tristeza, él también ansiaba hallarlo desde épocas remotas… Almas gemelas. El conocido doble, que es todo lo que nunca podrás ser, el que te complementa a la perfección… En su caso aquel rubio. Lo besó largamente, y decidió que ya no quería perder la vida, que ya había encontrado una razón para vivir… Que aunque podría morir en cualquier momento, prefería pensar que podría vivir por siempre con su dobe…Solo importaba estar con él, por el resto de su vida, aunque esta fuera corta o larga… y si se podía, vivir más allá de esta

Las estrellas seguían danzando, con la música del viento, del espacio y de los gemidos compartidos, entre aquel rubio que se dejaba poseer en un exquisito vaivén y ese pelinegro que lo dominaba, con la exquisita lentitud de la última vez…
Quien sabe. Tal vez, esta vez, después de tantos milenios en que sus dos almas se buscaron, aquel único ángel dividido en dos al nacer, pueda tener su final feliz… En esta tierra o en la otra


- OWARI -
Notas finales: *Bueno par los que no saben aquí voy a explicar lo de las almendras agrias. Resulta que el cianuro sabe y huele como almendras... y ya saben, Naruto se suicidó con cianuro, así que sería lógico que tuviera esa sensación...
Mi primer Happy Ending! Bueno, espero les haya gustado... Y haya valido la pena leerlo... por que no estoy muy segura de que llegue a ser tan bueno como Baile de Medianoche... Bueno, acepto sugerencias, tomatazos... Y cualquier clase de review... ojalá bueno. Gracias por leer

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