MI PRIMERA VEZ
¿Cómo explicarte lo que significas para mí? Milo, tú fuiste mi primera vez en muchas cosas.
Fuiste la primera persona que vi al llegar al Santuario, el primero de mis compañeros en llamarme por mi nuevo nombre, Camus. Fuiste mis primeras palabras en griego, cuando todo lo que hablaba era francés; el primer muchacho que se acercó a mí, la primera persona que me dirigió la palabra en los 12 Templos; la primera grieta en la coraza de hielo que protegía mi corazón de sentimientos mundanos.
Fuiste la primera vez que pasé tiempo con alguien de mi edad, la primera vez que compartí con alguien y que alguien compartió con migo. Fuiste mi primer asombro, mi primera risa, mi primera burla e ironía, la primera vez que pude sentir que no estaba solo, y la primera vez que pensé que, después de todo, esta vida no era una basura, como yo creía.
Fuiste el primero de los Caballeros con el que entrené, y el primero en verme puesta la Armadura de Acuario, La primera vez que alguien sintió orgullo por mí, y la primera vez que pude sentirme orgulloso de alguien.
Fuiste mi primer amigo, la primera persona en la que pude confiar, y el primero que confiaba en mí, el primero que lograba atravesar mi armadura de hielo sin congelarse en el intento y que conseguía despertar mi corazón del sueño eterno al que estaba sometido.
Fuiste mi primera alegría, mi primer enojo, mi primera noche en vela entregado a la preocupación cuando partiste hacia aquella endemoniada isla en el medio de la nada.
Y fuiste mi primera duda, mi primera confusión, la primera vez que no pude dominar mis emociones. Fuiste la primera vez que pude ver tanta belleza junta que me sentí deslumbrado; la primera vez que sentí en mi interior aquel fuego que coloreó mi pálido rostro, y la primera vez que no supe qué diablos sentía. Fuiste mi primer tormento, el primero en alojarse en mi cabeza tiempo completo y la primera lluvia que calló de mis ojos. Fuiste mi primer amor, la primera vez que mis sentimientos me invadían, mis primeros sueños y deseos, la primera vez que necesité de alguien, y que pensé que sin ese alguien no podría vivir; fuiste la primera persona que habitó en mi corazón sin que te pudiera hechar.
Y también fuiste mi primera decepción, la primera vez que mis deseos no se cumplieron, que mis sueños se desvanecieron en el aire y que mi corazón se quebraba en mil pedazos; la primera vez que, sin decir nada, supe que no me correspondían.
Fuiste la primera vez que deseé morir, y que, aún en vida, sentía que Thánatos me había cubierto con su manto. Fuiste mi primera angustia, y la primera vez que desesperé ante la idea de perderte, a pesar de que no te tenía; el primer dolor que callé, y la primera vez que tuve que decidir amar en secreto, finjiendo ser sólo tu amigo.
Y fuiste también el primer pensamiento que vino a mi mente cuando, finalmente, la muerte acudió a mi llamado en las manos de mi discípulo.
¿Cómo explicarte, Milo, lo que significaste para mí? Fuiste la primera vez que me enfrenté a la realidad, y la primera vez que me golpeé contra su pared de cristal. Fuiste la primera vez que necesité de valor para seguir viviendo, que me sentí caer porque no tuve de dónde apoyarme.
Y, sin embargo, también fuiste la primera persona que le dio sentido a mi vida, que me hizo sentir feliz; fuiste el primer rayo de sol que me alcanzó y descongeló mis sentimientos, y el primero en ser lo más importante para mí
Milo, tu siempre fuiste y serás todas mis razones, el único motivo de mi felicidad, aún cuando yo no haya significado lo mismo para ti.
Fuiste mi primera vez en muchas cosas, pero por sobre todo, fuiste la primera vez que yo viví.
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